Yo canto y t¨² mueves los labios: la estafa del pop que fue m¨¢s all¨¢ de Milli Vanilli

Caras bonitas, talento oculto y una gran mentira. En la apertura de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2008, China puso sobre el escenario a una ni?a guapa cantando Oda a la madre patria. Solo despu¨¦s se supo que una ni?a m¨¢s rechoncha y menos bella ¨Cpara el gusto de los organizadores¨C estaba cantando escondida en el backstage. Era su voz angelical la que est¨¢bamos escuchando, pero una ni?a guapa sin voz la que est¨¢bamos viendo. Bien, China no invent¨® nada ese d¨ªa. Solo estaba perpetuaba un principio b¨¢sico (y cruel) del pop: la gente guapa es la que sale en los v¨ªdeos, en las portadas y en el escenario. Aunque no cante.?

El d¨²o alem¨¢n Milli Vanilli, cuya historia repasamos ampliamente en este art¨ªculo, llevar¨¢n para siempre el sambenito de ser el gran timo del pop por hacer esto en 1990. Pero no fueron los primeros ni los ¨²ltimos en llevar a cabo el gran enga?o del g¨¦nero.

Plastic Bertrand

Puede que su nombre no diga demasiado a los m¨¢s j¨®venes o los radioyentes casuales, pero ?a plane pour mol fue un ¨¦xito internacional en 1978 y sigue sonando hoy en pel¨ªculas, anuncios y discotecas. De nombre real Roger Fran?ois Jouret, Plastic Bertrand se convirti¨® en uno de los primeros y pocos artistas que cantando en franc¨¦s (¨¦l era belga) se colaba en las listas de ¨¦xitos de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania o Canad¨¢. Solo hab¨ªa un problema: la canci¨®n no la cantaba ¨¦l, sino su compositor, Lou Deprijck.

Fue en 2010 cuando surgieron las sospechas de que el artista estaba poniendo el rostro a la voz de otra persona. Aunque el principio lo neg¨®, Jouret acab¨® reconociendo en 2010 que no cantaba ni una sola canci¨®n de los cuatro primeros discos de Plastic Bertrand y culpando de todo al productor.

Black Box

Pocos grupos son m¨¢s representativos del house europeo que triunf¨® a finales de los ochenta y principios de los noventa que Black Box. Todav¨ªa siguen sonando con ¨¦xito en los festivales nost¨¢lgicos que surgen como setas en todos los pa¨ªses del mundo civilizado. De Black Box se recuerda, sobre todo, el ¨¦xito Ride on time (n¨²mero uno en Inglaterra en 1989) o Everybody Everybody (que lleg¨® al top diez de Estados Unidos en 1990). Se recuerda tambi¨¦n a la bell¨ªsima cantante del grupo, llamada Katrin Quinol y que ten¨ªa especial protagonismo en las portadas y v¨ªdeos de la banda.

Pues bien: Katrin Quinol era en realidad modelo y go go y. aunque tambi¨¦n cantaba, no es su voz la que sonaba en esos ¨¦xitos. En el caso de Ride on time era Loleatta Holloway, en el caso de Everybody everybody era Martha Wash. ?Qu¨¦ le pasaba a Martha Wash? Que no era delgada y bella como Quinol. O al menos, no lo suficientemente delgada y bella para aparecer en la portada del disco y en el videoclip. Unas cuantas demandas judiciales despu¨¦s, se supo la verdad y se dio cr¨¦dito a las cantantes reales. ¡°Yo pens¨¦ que iban a llevarme a un estudio de grabaci¨®n para cantar las canciones, pero cuando yo llegu¨¦ ya todo estaba hecho¡±, record¨® Quinos, que sigui¨® con una carrera musical individual usando ya su propia voz, en 2015. ¡°Cuando empec¨¦ a darme cuenta de la situaci¨®n y quise usar mi propia voz, era demasiado tarde: Black Box era un ¨¦xito. Estaba atrapada¡±.

C+C Music Factory

El house de los primeros noventa fue un terreno abonado para el enga?o. Martha Wash, de la que acabamos de hablar por ser la verdadera voz que canta en Everybody everybody, aparece tambi¨¦n en esta otra historia. Demand¨® a C+C Music Factory por hacer exactamente lo mismo que hizo Black Box: en su gran ¨¦xito de 1990 Gonna Make You Sweat (Everybody Dance Now) el p¨²blico crey¨® que era la bella Zelma Davis, que bailaba en el videoclip y en las actuaciones en directo, la que cantaba.

Pero era ella, que de nuevo vio como una gran voz en el estudio no val¨ªa para un p¨²blico que exig¨ªa melod¨ªas perfectas y tambi¨¦n cuerpos de belleza normativa. Tras demandar y llegar a un acuerdo econ¨®mico en 1994, la discogr¨¢fica Sony incluy¨® en los discos y los v¨ªdeos un cartel informativo que dec¨ªa que aclaraba que Martha Wash era la verdadera voz del cl¨¢sico del dance.

The Crystals

No, The Crystals no eran un grupo falso. La banda creada por Phil Spector, formada por cuatro j¨®venes afroamericanas en 1961, realmente cantaban sus canciones (y tuvieron ¨¦xitos enormes como He hit me o And then he kissed me). Pero en 1962 Spector escuch¨® una maqueta que le pareci¨® brillante llamada He¡¯s a rebel, escrita por Gene Pitney, y se enter¨® de que una cantante VIkki Carr quer¨ªa grabarla. ?l se obstin¨® en ser m¨¢s r¨¢pido y producirla ¨¦l mismo para apuntarse otro ¨¦xito con The Crystals. ?El problema? Que el grupo estaba de gira en la otra punta de los Estados Unidos.

?Soluci¨®n? La grab¨® con The Blossoms, un grupo m¨¢s desconocido con un timbre de voz parecido al de The Crystals. Las propias The Crystals se enteraron de todo cuando escucharon en la radio: ¡°?Y ahora He¡¯s a rebel, el nuevo sencillo de las Crystals!¡±. La canci¨®n se convirti¨® en un ¨¦xito y el grupo tuvo que a?adirla a su repertorio de conciertos. Esta vez, ya s¨ª, y al contrario que en la versi¨®n de estudio, cantada por ellas mismas.

Baltimora

Tarzan Boy (s¨ª, esa en la que el estribillo imita al grito de Tarz¨¢n sobre una adictiva base italodisco) es uno de los mayores ¨¦xitos salidos de Italia en los ochenta. Hoy, en YouTube, suma m¨¢s de 170 millones de reproducciones. El proyecto sali¨® de un productor llamado Maurizio Bassi, que ten¨ªa la canci¨®n pero necesitaba un bailar¨ªn con atractivo f¨ªsico para cantarla. En Mil¨¢n conoci¨® al brit¨¢nico Jimmy McShane, que era ideal para el papel. La canci¨®n tuvo un ¨¦xito enorme en todo el mundo en 1985 y la gente empez¨® a referirse a McShane como Baltimora. Los fans cre¨ªan que Baltimora era ¨¦l.

Pero ¨¦l ni siquiera cantaba. La voz era de Bassi y as¨ª, durante los supuestos directos, McShane solo bailaban y mov¨ªa los labios. Este hecho, unido a la incapacidad del grupo para conseguir otro ¨¦xito y a las rencillas entre los dos, dieron al traste con el proyecto. McShane, desenga?ado, dej¨® el negocio de la m¨²sica y se volvi¨® a su Derry natal, donde falleci¨® de sida en 1995 a los 37 a?os.