?xito, verg¨¹enza y muerte: lo que queda de Milli Vanilli 30 a?os despu¨¦s del esc¨¢ndalo en los Grammy
Rob Pilatus, Fab Morvan y Frank Farian fueron la cara y el cerebro de un proyecto musical que gener¨® millones de euros en beneficios y se llev¨® muchos premios. Solo hab¨ªa un peque?o inconveniente: todo era mentira
Hace 30 a?os el d¨²o Milli Vanilli gan¨® el Grammy a mejor artista revelaci¨®n y se autoproclam¨® m¨¢s talentoso que Bob Dylan, Mick Jagger y Elvis Presley. ¡°Es m¨¢s dif¨ªcil cantar una canci¨®n de Milli Vanilli que una de los Beatles¡±, declar¨® Rob Pilatus en Time. ?Pero ¨¦l qu¨¦ iba a saber? Ni Pilatus ni Fab Morvan, componentes de Milli Vanilli, cantaban una sola nota de sus canciones, en uno de los timos m¨¢s escandalosos del pop que acab¨® con la academia exigi¨¦ndoles, por primera y ¨²nica vez en su historia, que devolvieran el Grammy.
¡°Viv¨ªamos con otros dos m¨²sicos en M¨²nich, no ten¨ªamos nada para comer y ¨¦ramos infelices. Quer¨ªamos ser estrellas. De repente, un t¨ªo nos dio una oportunidad y la cogimos¡±, explic¨® Pilatus a The New York Times. Aquel "t¨ªo" era Frank Farian, un cantante y productor que en los setenta hab¨ªa triunfado en la sombra con Boney M: como nadie quer¨ªa ver a un pelirrojo paliducho cantando discosoul, contrat¨® a un bailar¨ªn caribe?o y a tres modelos para que fingiesen ser los int¨¦rpretes de las canciones. Boney M vendi¨® 100 millones de discos gracias a un sonido que mezclaba todas las m¨²sicas de moda y a unos estribillos inspirados en estructuras de canciones infantiles, pero tambi¨¦n gracias a la sexualidad chic de sus ¡°cantantes¡±. ?Por qu¨¦ no iba a funcionarle a Farian la misma f¨®rmula esta vez con Milli Manilli?
¡°Viv¨ªamos con otros dos m¨²sicos en M¨²nich, no ten¨ªamos nada para comer y ¨¦ramos infelices. Quer¨ªamos ser estrellas. De repente, un t¨ªo nos dio una oportunidad y la cogimos¡± Rob Pilatus a 'The New York Times'
Pilatus y Morvan ya eran conocidos en la escena nocturna de M¨²nich por su audacia est¨¦tica (hombreras enormes, shorts de licra, botas militares) cuando se ofrecieron a Farian como coristas y bailarines. Este les pidi¨® un favor: que actuasen aquella misma semana en un par de discotecas para presentar una canci¨®n suya, Girl you know it's true, aunque como no les iba a dar tiempo a grabarla tendr¨ªan que actuar con la grabaci¨®n de dos americanos, Charles Shaw y Brad Howell.
Milli Vanilli se pasaron todo el verano de 1988 promocionando Girl you know it's true por Europa hasta llevarlo al top 5 en 14 pa¨ªses y al n¨²mero 1 en tres (Alemania Occidental, Austria y Espa?a). Y el p¨²blico europeo asumi¨® que esos dos tipos con ropa de alta costura, cuerpos musculosos y rastas caribe?as eran, claro, los cantantes de la canci¨®n. ¡°Era una idea loca, pens¨¦ que solo sonar¨ªa en discotecas y que no pasar¨ªa nada¡±, confesar¨ªa Frank Farian en L. A.Times. ¡°Nunca pens¨¦ que ser¨ªa un hit, pero para entonces ya era demasiado tarde y me daba verg¨¹enza aclarar la verdad¡±.
Morvan y Pilatus estaban atrapados, porque ya se hab¨ªan gastado por adelantado 20.000 euros en ropa de firma y rastas postizas y estaban en deuda con Farian. Mientras ellos actuaban por Europa, el productor hab¨ªa grabado un disco entero con Brad Howell y les prometi¨® a Morvan y a Pilatus que les iba a hacer millonarios, que nadie descubrir¨ªa el enga?o y que ¨¦l los proteger¨ªa.? ¡°Habl¨¦ con los miembros de Boney M y me preguntaba por qu¨¦ guardaban tanto rencor hac¨ªa Frank Farian¡±, contar¨ªa Pilatus en L. A.Times. Y a?adi¨®: "Luego me enter¨¦: uno de ellos todav¨ªa vive en una vivienda social de Amsterdam mientras que Frank gan¨® millones con el grupo. Empec¨¦ a asustarme¡±. Pero, tal y como Farian insist¨ªa, ya era tarde Girl you know it's true se edit¨® en Estados Unidos en enero de 1989 y, a diferencia de la versi¨®n europea del CD, acreditaba a Morvan y a Pilatus como sus vocalistas. Lleg¨® al n¨²mero 1 en abril.
En las entrevistas, Pilatus chapurreaba en ingl¨¦s con un espeso acento alem¨¢n mientras Morvan (nacido en Par¨ªs) se quedaba sentado sin abrir la boca porque ni entend¨ªa ni hablaba ingl¨¦s. Y eso que en teor¨ªa era el rapero del d¨²o. Este descaro no impidi¨® que sus tres siguientes singles (Baby don't forget my number, Girl I'm gonna miss you y Blame it on the rain) llegasen al n¨²mero 1 en Estados Unidos y Milli Vanilli, nombre que ellos aseguraban significaba ¡°buenas vibraciones¡± en turco, se embarcasen en una gira veraniega por todo el pa¨ªs con la poderosa cadena MTV.
En las entrevistas Pilatus hablaba sobre la discriminaci¨®n que hab¨ªa sufrido en el colegio, donde le apodaban Kunta Kinte (Pilatus era hijo de una prostituta alemana y un soldado estadounidense negro y fue adoptado por un matrimonio de M¨²nich a los cinco a?os), negaba tajantemente los rumores de que ellos no cantaban en el disco o en los conciertos y explicaba la importancia de la est¨¦tica en el pop de la nueva d¨¦cada: ¡°Si quieres ser una estrella tienes que tener un pelo especial, la gente subestima el poder de un buen look en la m¨²sica pop¡±, aseguraba en People. En una actuaci¨®n en julio de 1989, la pista de audio se atasc¨® al comienzo del estribillo de Girl you know it's true ante un p¨²blico de 15.000 personas. En una met¨¢fora perfecta y perversa, el bucle se atasc¨® exactamente antes de la palabra ¡°true¡± (verdad). Rob Pilatus sali¨® corriendo del escenario. Milli Vanilli dej¨® de conceder entrevistas.
¡°Al principio nos emocionamos por estar nominados al Grammy, pero luego nos dimos cuenta de que nuestro secreto estaba en peligro porque si gan¨¢bamos alcanzar¨ªamos una exposici¨®n masiva¡±, recordaba Fab Morvan el mes pasado en Yahoo. Y a?ade: ¡°Mientras ¨ªbamos al Shrine Auditorium en la limusina rez¨¢bamos para que se lo dieran a Indigo Girls, a Tone Loc o a Soul II Soul, pero por favor a nosotros no [la quinta nominada en la categor¨ªa de mejor artista revelaci¨®n era Neneh Cherry]. Cuando dijeron nuestro nombre me qued¨¦ en shock porque, de repente, el mundo estaba mir¨¢ndonos m¨¢s de cerca¡±.
El p¨²blico asumi¨® que esos dos tipos eran los cantantes. ¡°Pens¨¦ que solo sonar¨ªa en discotecas y que no pasar¨ªa nada¡±, confesar¨ªa Frank Farian. ¡°Nunca pens¨¦ que ser¨ªa un 'hit', pero para entonces ya era demasiado tarde¡±
Los Grammy quisieron revitalizar su imagen conservadora reconociendo el pop prefabricado que causaba sensaci¨®n entre la chavalada: aquel mismo mes, Milli Vanilli recibieron seis discos de platino por las ventas de su ¨¢lbum (seis millones), que no hab¨ªa salido del top 10 estadounidense en 41 semanas; fueron votados por los lectores de Rolling Stone como el peor grupo y el peor ¨¢lbum de 1989; y despidieron a su m¨¢nager por no conseguir meterlos en la lista de los m¨²sicos m¨¢s sexys de la revista Playgirl.
Los rumores segu¨ªan creciendo pero, en el mundo anterior a Internet, se propagaban mucho m¨¢s despacio. Charles Shaw empez¨® a contarle a cualquier periodista que quisiera escucharlo que ¨¦l hac¨ªa el rap de Girl you know it's true. Farian le dio 140.000 euros para que cerrase la boca. Pero cuando Pilatus y Morvan se negaron a continuar con la pantomima si no les permit¨ªan cantar en el segundo ¨¢lbum, Farian dio una rueda de prensa sin avisar donde levant¨® su propia cortina de Oz: cont¨® que Pilatus y Morvan solo eran la cara de Milli Vanilli, cuyo nombre le pertenec¨ªa legalmente a ¨¦l, y que acababan de ser despedidos del proyecto.
¡°Dos personas en el estudio y otras dos sobre el escenario. Una parte grabada, otra visual. Es una forma de arte en s¨ª misma. ?D¨®nde est¨¢ la traici¨®n? ?Alguien se cre¨ªa que Village People o los Monkees cantaban sus canciones? La m¨²sica [de Milli Vanilli] era fant¨¢stica, la gente estaba contenta, ?cu¨¢l es el problema entonces? Por favor, todo el mundo lo lleva haciendo 25 a?os. Madonna, Janet Jackson, todos esos espect¨¢culos con coreograf¨ªas perfectas que el p¨²blico exige ahora¡±, defendi¨® Farian el 14 de noviembre de 1990.
Muchos cr¨ªticos musicales se apresuraron a culpar a la cultura MTV de este bochorno: el canal de v¨ªdeos llevaba una d¨¦cada revolucionando el pop, que ya depend¨ªa tanto del espect¨¢culo visual como de la m¨²sica en s¨ª, e impulsando la mitoman¨ªa est¨¦tica de artistas como Michael Jackson, Madonna o Paula Abdul. De modo que cuando las estrellas sal¨ªan de gira se ve¨ªan obligadas a ofrecer un espect¨¢culo que fuese mucho m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica. Tanto, que utilizaban pistas de voz pregrabadas para poder bailar hasta quedarse sin aire. El apoyo y la difusi¨®n machacona de la MTV, fascinada con el ¨ªmpetu sexual y los looks sofisticados de Pilatus y Morvan, hab¨ªa sido clave en el triunfo de Milli Vanilli entre una generaci¨®n de j¨®venes que consum¨ªa todo lo que saliese en la MTV.
Pero esos fans no buscaron culpables en el sistema o en la cultura, sino en los tribunales. En Estados Unidos se presentaron 25 demandas colectivas exigiendo la devoluci¨®n del dinero de discos, entradas de conciertos y productos de merchandising. La discogr¨¢fica, Arista, lleg¨® a un acuerdo seg¨²n el cual los diez millones de personas afectadas podr¨ªan reclamar un porcentaje sobre el precio que pagaron. La discogr¨¢fica neg¨® saber nada sobre el enga?o y su vicepresidente, Ray Lott, no dud¨® en definir a Farian como un ¡°genio creativo¡±: ¡°?Que si estamos avergonzados? No quiero decir que el fin justifique los medios, pero hemos vendido siete millones de ¨¢lbumes¡±, se pavone¨® en The New York Times. Arista hab¨ªa ganado 46 millones de euros con Milli Vanilli en 22 meses e, incluso si todos los usuarios damnificados reclamasen su devoluci¨®n, solo perder¨ªan la mitad de esos 46 millones.
Pilatus y Morvan, por su parte, hab¨ªan ganado en torno a dos millones cada uno. Pero del mismo modo que hab¨ªan sido la cara visible del fen¨®meno, tambi¨¦n lo ser¨ªan del rid¨ªculo. En una rueda de prensa con m¨¢s de cien periodistas, el d¨²o se disculp¨® y responsabiliz¨® de todo a Frank Farian. ¡°Llev¨¢bamos dos a?os temiendo que este d¨ªa llegase¡±, admiti¨® Pilatus, ¡°hemos llorado mucho, pero en el fondo quer¨ªamos que ocurriese. Me alegro de poder cont¨¢rselo a nuestros fans. No los decepcionaremos, prometo que pronto tendremos un ¨¢lbum con nuestras voces reales en el que demostraremos nuestro talento¡±.
Ambos aseguran que todo el mundo en Arista estaba al tanto de la mentira, incluido su presidente, Clive Davis, a quien se lo contaron ellos mismos en julio de 1989 y quien les sugiri¨® que no asistiesen a los Grammy para que nadie los escuchase hablar. ¡°Nos alegramos de que se haya acabado¡±, continuaba Pilatus, ¡°pero no comprendemos que seamos nosotros, dos pobres v¨ªctimas de Alemania, quienes tengan el papel de estafadores. Solo vendimos nuestras almas al diablo, mentimos a nuestros familiares y amigos, decepcionamos a nuestros fans. Cometimos errores y pedimos perd¨®n¡±. El padre de Pilatus muri¨® semanas antes del esc¨¢ndalo, por lo que su hijo nunca pudo contarle la verdad (aunque cabe suponer que algo sospechar¨ªa).
Morvan y Pilatus estaban atrapados, se hab¨ªan gastado por adelantado 20.000 euros en ropa de firma y rastas postizas y estaban en deuda con Farian. El productor les prometi¨® que nadie descubrir¨ªa el enga?o
La enorme repercusi¨®n medi¨¢tica gener¨® cr¨ªticas a la desfachatez de la industria musical, columnas de opini¨®n sobre hasta d¨®nde pod¨ªa justificarse el artificio del pop y chistes en todos los programas de televisi¨®n a costa de Pilatus y Morvan. Una fan de nueve a?os defini¨® a sus antiguos ¨ªdolos como ¡°sucios cubos de escoria¡± y una dependienta de Benneton alemana critic¨® que no se comportasen ¡°como alemanes orgullosos¡±.
Los periodistas se mostraron implacables en aquella rueda de prensa, exigi¨¦ndoles que cantasen y cuestionando qu¨¦ otras partes de su cuerpo eran falsas. ¡°Si hubi¨¦ramos contado la verdad, la industria nos habr¨ªa aplastado. Ten¨ªamos que esperar hasta triunfar a lo grande. Quiz¨¢ ahora podamos darle la vuelta, pero hace ocho meses no habr¨ªais venido a una conferencia de Milli Vanilli porque no ¨¦ramos tan famosos. ?ramos j¨®venes y quer¨ªamos vivir la vida al estilo americano. Si no hubi¨¦ramos aceptado seguir¨ªamos robando comida en el supermercado¡±, conclu¨ªa Pilatus, quien asegur¨® que estaban estudiando varias ofertas de grandes compa?¨ªas e incluso de Hollywood porque ¡°ya hemos demostrado que somos buenos actores¡±.
Pero era mentira. Su agente dimiti¨®, su publicista desapareci¨® y hasta sus novias dejaron de cogerles el tel¨¦fono. La madre de Pilatus le pidi¨® que se cambiase el apellido. En enero de 1991, Pilatus se bebi¨® una botella de bourbon, se trag¨® 60 tranquilizantes y se raj¨® la mu?eca. Antes de salir al alfeizar de la ventana de su habitaci¨®n en el hotel Mondrian, llam¨® a un reportero del L. A. Times, quien alert¨® a la polic¨ªa. ¡°Es todo muy confuso¡±, confesaba Pilatus en L. A. Times un a?o despu¨¦s del esc¨¢ndalo, ¡°cuando eres una estrella todo el mundo te dice lo fant¨¢stico que eres y, aunque estuvi¨¦semos viviendo una mentira, a veces nos lo cre¨ªamos. Fuimos tan ingenuos que cre¨ªmos que todas las discogr¨¢ficas se morir¨ªan por ficharnos, as¨ª que nos sentamos a esperar a que nos llamasen con ofertas millonarias¡±.
La ¨²nica que les lleg¨® fue la de Carefree, una marca de chicles sin az¨²car, para parodiarse a s¨ª mismos en un anuncio: aparec¨ªan haciendo el playback de una ¨®pera de Rossini, el vinilo se rayaba y ellos miraban a c¨¢mara anticip¨¢ndose al emoji de ?\_(¥Ä)_/? : ¡°?Cu¨¢nto dura el sabor de este chicle?¡±, dec¨ªa una voz en off, ¡°hasta que estos t¨ªos canten de verdad¡±. Y con el nombre art¨ªstico Rob y Fab, por fin lo hicieron en un disco lanzado en 1993. Vendieron 2.000 ejemplares.
Farian, por su parte, relanz¨® The Real Milli Vanilli con los vocalistas originales (Brad Howell y John Davis), dos coristas femeninas y un nuevo fichaje visual: un bailar¨ªn negro, musculoso y con rastas. Ante su nula repercusi¨®n, un a?o despu¨¦s Farian relanz¨® el ¨¢lbum con un nuevo grupo. Howell ya no sal¨ªa en la portada. ¡°Ahora todo parece muy malo, pero en cinco o diez a?os Rob [Pilatus] se dar¨¢ cuenta de que no es para tanto. Y entonces estar¨¢ agradecido¡±, auguraba Farian en L. A. Times, ¡°alg¨²n d¨ªa podremos re¨ªrnos de todo esto¡±.
Rob Pilatus fue arrestado por allanamiento de morada y amenazas en 1996. Frank Farian pag¨® su fianza y le reuni¨® con Fab Morvan para grabar otro disco juntos. Pero el 2 abril de 1998, un d¨ªa antes de empezar la promoci¨®n europea del ¨¢lbum, Pilatus apareci¨® muerto en el hotel Kent's Cube de Fr¨¢ncfort a causa de una sobredosis de tranquilizantes mezclados con alcohol. Ten¨ªa 32 a?os.
Fab Morvan lanz¨® en 2003 un ¨¢lbum, Love Revolution, con todas las canciones compuestas, producidas e interpretadas por ¨¦l. Ha dado conciertos a d¨²o con John Davis, uno de los vocalistas originales de Milli Vanilli, bajo el nombre Face Meets Voice: A True Milli Vanilli Experience (¡°La cara se encuentra con la voz: una aut¨¦ntica experiencia Milli Vanilli¡±). Pero su carrera se ha centrado en ejercer como DJ en eventos y en dar charlas inspiracionales: ¡°Quiero que Milli Vanilli signifique que cuando te caes puedes levantarte y seguir adelante. No solo sobrevivir, sino prosperar¡±, explicaba a TV Guide en 2010.
En 2007 Morvan anunci¨® que ejercer¨ªa como productor ejecutivo de una pel¨ªcula sobre Milli Vanilli. Su producci¨®n fue cancelada en 2017, a escasas semanas de ponerse en marcha, cuando su director Brett Ratner fue acusado de acoso sexual por 15 mujeres.
En 2006, Frank Farian produjo el musical Daddy Cool, con canciones de Boney M y tambi¨¦n algunas de sus otros grupos (Milli Vanilli y No Mercy). Su gran ¨¦xito en Alemania, donde se sigue representando, llev¨® el show a giras por Holanda, Suiza y Palma de Mallorca.
En las entrevistas, Pilatus chapurreaba en ingl¨¦s con un espeso acento alem¨¢n mientras Morvan se quedaba sentado sin abrir la boca porque ni entend¨ªa ni hablaba ingl¨¦s. Y eso que en teor¨ªa era el rapero del d¨²o
El caso Milli Vanilli anim¨® a Loleatta Holloway (la verdadera cantante de Black Box, reemplazada en el videoclip de su ¨¦xito Ride On Time por la modelo Catherine Quinol) y Martha Wash, vocalista en la sombra del ¨¦xito Everybody dance now, de C&C Music Factory, a presentar demandas para ser acreditadas como sus cantantes y recibir los derechos de autor correspondientes.
Milli Vanilli no significa ¡°buenas vibraciones¡± en turco o en ning¨²n otro idioma. Farian cogi¨® el nombre de su discoteca berlinesa favorita.
Desde 2013, Britney Spears act¨²a en Las Vegas haciendo playback de todas las canciones. Las entradas cuestan entre 100 y 1.000 euros.
En la actualidad, la industria no oculta que la inmensa mayor¨ªa de artistas recurren al autotune (un programa inform¨¢tico que modula las melod¨ªas vocales incluso aunque el cantante no d¨¦ ni una sola nota) o al comping (seleccionar durante horas, de entre docenas de tomas distintas, las mejores s¨ªlabas hasta confeccionar una toma perfecta) para optimizar sus voces en los discos. En los conciertos algunos recurren al playback, otros incorporal el autotune a su micr¨®fono y otros desafinan sin pudor.
La ¨²nica diferencia entre Milli Vanilli y, por ejemplo, una gran beneficiaria del autotune como Selena Gomez es que ella estuvo f¨ªsicamente en el estudio de grabaci¨®n y emiti¨® sonidos con su garganta. El resto, como dec¨ªa Frank Farian, ¡°es m¨²sica fant¨¢stica, la gente est¨¢ contenta, ?cu¨¢l es el problema?".
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