La tienda de H&M que parece una ¡®boutique¡¯ en una finca mallorquina
En un palacio del siglo XV en Palma de Mallorca, el local de la firma sueca cerr¨® sus puertas durante casi cuatro meses para recuperar la esencia mediterr¨¢nea: baldosas en tonos tierra, pilares revestidos de un estucado y 120 plantas naturales
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Hubo un tiempo en que los gigantes textiles ¨Ccasi desde que nacieron¨C reproduc¨ªan su est¨¦tica corporativa all¨¢ donde se instalaban, ya fuera Mil¨¢n, Barcelona, Par¨ªs o Dub¨¢i, sin tener demasiado en cuenta qu¨¦ es lo que diferencia a cada contexto. Pero la din¨¢mica ha cambiado en los ¨²ltimos a?os. O, al menos, es lo que se percibe al entrar en la tienda insignia que H&M abri¨® en 2005 en Palma de Mallorca, en un palacio del siglo XV en la plaza Juan Carlos I, y que el pasado noviembre se reinaugur¨® con otra mentalidad.
La idea del nuevo local de la firma sueca es que, en cualquier parte de la tienda, el interiorismo haga referencia a esa versi¨®n del Mediterr¨¢neo balear vaciada de turistas y jaleo. Empezando por los s¨ªmbolos de la arquitectura. Entre otros gui?os, no falla el patio mallorqu¨ªn representado en el vest¨ªbulo: baldosas en tonos tierra, pilares revestidos de un estucado parecido al de las fachadas de Palma, y maceteros de sisal con varias de las 120 plantas naturales que hoy se reparten por los dos pisos del local.
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"Desde el dise?o hasta la apertura, el proyecto nos ha llevado m¨¢s de un a?o y medio", explica el responsable de interiorismo de H&M en Espa?a y Portugal, Santiago G¨®mez. La tienda la cerraron al p¨²blico casi durante cuatro meses. En parte, porque la compa?¨ªa sueca ha colaborado con otra local para recuperar, pieza por pieza, los arcos de piedra medievales de la segunda planta, y una sala con paredes y techos artesonados de madera. Por fuera, los ventanales novecentistas y sus persianas verdes tambi¨¦n se han restaurado. "Son un elemento muy caracter¨ªstico de esa calle", aclara G¨®mez por correo electr¨®nico. "Quer¨ªamos estar completamente integrados en el entorno y para eso hay que ser coherentes con sus edificios".
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Es curioso que se haya puesto tanto empe?o en remodelar una tienda f¨ªsica, cuando el mundo parece acostumbrado ya a comprar ropa desde su smartphone. "Para nosotros, el ecommerce no compite con nuestros puntos de venta, o no lo vemos como una rivalidad en s¨ª, porque las tiendas nos permiten conectar con el cliente de una manera que Internet no lo hace", argumenta el responsable de interiorismo.
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En este caso, la cantidad de productos se ha reducido para que uno no se pierda ni se acabe estresando. A¨²n m¨¢s: se puede tomar un caf¨¦ ecol¨®gico en el peque?o quiosco ¨Ccon su toldo a rayas incluido¨C de la primera planta, o descansar en la lounge area de la segunda, hojeando revistas de moda desde sillas r¨²sticas editadas en Girona, en rejilla y madera de eucalipto. Y, si se llega a los probadores, la firma recomienda tom¨¢rselo con calma sobre el asiento In Between del dise?ador Sami Kallio, que es un ejemplo de carpinter¨ªa escandinava cl¨¢sica.
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"Las ¨²nicas tiendas que comparten similitud en mobiliario son las de Karlaplan y Uppsala en Suecia", informa G¨®mez. "El enfoque lum¨ªnico tambi¨¦n es parecido". La l¨¢mpara que se repite sobre las estanter¨ªas de madera, o encima de los cajeros de m¨¢rmol, la firma el estudio de dise?o barcelon¨¦s Murray, con un cuerpo rosa de cemento estriado a mano y un pie de madera de teca acabado en aceite. Es el modelo S de su colecci¨®n Portland. Pero, ?por qu¨¦ las peque?as? "Hab¨ªa que respetar los elementos arquitect¨®nicos protegidos del edificio, que se pueden da?ar si utilizamos luces directas. Adem¨¢s, una mayor iluminaci¨®n no se traduce en una mejor experiencia de compra: solo reduce la eficiencia energ¨¦tica".
Es un criterio que se extiende en la compa?¨ªa a nivel global. "Instalar luces LED en la tienda supone un ahorro energ¨¦tico del 15%, y despu¨¦s contribuye al objetivo que en H&M nos hemos marcado: estamos trabajando para ser clim¨¢ticamente positivos de cara al 2040".
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A la lista de novedades de Palma, como punto final, se incorporan las obras de la ilustradora Brianda Fitz-James Stuart ¨Cde su libro Mi universo re-creativo¨C y del artista local Carlos Asencio. Esta es la primera de las exposiciones que, cada tres meses, quiere proponer al p¨²blico la tienda mallorquina. Como las galer¨ªas de arte con las que comparte vecindario.
Distintas f¨®rmulas, mismo concepto
Adaptarse al contexto del lugar donde se ubican y no imponerse. Es la estrategia que H&M viene desarrollando en varias de sus sedes de Europa. Lo ha hecho, primero, en la tienda del barrio de Mitte, en Berl¨ªn, donde ofrece la posibilidad de alquilar piezas de sus colecciones m¨¢s ic¨®nicas, adquirir productos de firmas locales, o asistir a charlas de moda y clases de yoga.
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Algo parecido plantea la renovada flagship de Estocolmo: all¨ª, los clientes pueden reparar sus prendas del gigante sueco, alquilar uniformes sostenibles y hasta vestidos de novia, pedirse el caf¨¦ de camino a la oficina o, ante una cita imprevista, maquillarse y hacerse la manicura en el Beauty Bar que tiene dentro, de lunes a viernes, desde las 7:30 de la ma?ana.
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