¡°?frica no fue por o gracias a Europa. ?frica ya era¡±
La periodista y escritora Luc¨ªa Mbom¨ªo ofrece algunas claves para entendernos m¨¢s y mejor a trav¨¦s de una serie de citas elegidas de su ¨²ltimo libro, 'Hija del camino'

Imagine a una mujer nacida aqu¨ª, pero a la que hacen sentirse de otro sitio. Piense en alguien con piel de paquidermo y las espaldas muy anchas a pesar de su apariencia fr¨¢gil, en una persona que estuvo enamorada plat¨®nicamente de una Guinea Ecuatorial que no existe. Imagine tambi¨¦n a una persona cercana, comunicadora nata, con una capacidad emp¨¢tica muy por encima de la media, proactiva, una feliciana y una metralleta de vitalidad.
Quiz¨¢s haya llegado a descubrir en estas frases a Luc¨ªa Asu¨¦ Mbom¨ªo Rubio. Y s¨ª puede ser ella, puede encajar todo, pero todo lo dicho es una imagen incompleta.
Hay otras Luc¨ªas. Muchas. En una charla-desayuno de m¨¢s de dos horas salen, por ejemplo, la columnista barrionalista, la creadora de la serie de entrevistas Nadie nos ha dado vela en este entierro, la que denuncia en voz alta el lavado de cara de #Ponunanegraentumesa, o la escritora de cientos de art¨ªculos y de dos libros. El ¨²ltimo, Hija del camino (Grijalbo, 2019), sirve para conocerla mejor, mediante una serie de citas elegidas del mismo. Luc¨ªa nos habla cerca, una mujer-puente que nos interpela y comparte con nosotros su visi¨®n de la vida. Lo que sigue representa su opini¨®n sobre un pu?ado de conceptos.
Autoestima. "Europa subdesarroll¨® a ?frica", cita del libro Hija del camino, p¨¢g.61.
"Autoamor. En el caso de las personas negras se puede hablar de autoestima grupal, o de falta de la misma, debido a los m¨²ltiples traumas generados por una Historia dura. No es f¨¢cil recuperarla porque el acceso a un conocimiento en el que los protagonistas no sean los de siempre y como siempre resulta complicado. Cuando le¨ª a Walter Rodney y descubr¨ª que parte de la Historia del continente africano precolonial ya era bastante mayor. Me dio mucha pena que no fuera un libro que todo el mundo leyera para ampliar su visi¨®n del mundo y no caer en el ahistoricismo ligado al ?frica anterior a la llegada de los europeos, que convierte a sus habitantes en perpetuos menores de edad necesitados. ?frica no fue por o gracias a Europa. ?frica ya era, de modo que creaba, inventaba, se organizaba¡ Obviedades. O no".
Humor. "Ya, pero llevas el t¨ªpico look de blanca en ?frica, estilo hippy", p¨¢g. 279)
"La vida no es un parque de atracciones, por desgracia, aunque tenga momentos divertidos. Con todo, es cierto que hay una diferencia importante entre mis charlas y lo que escribo, y nunca lo hab¨ªa pensado. Supongo que el humor es un arma que utilizo para estar bien. En las charlas, la jovialidad la utilizo para que no se nos acuse de victimistas, aunque seguir¨¢n haci¨¦ndolo. Escribir desde el humor, al igual que hablar desde ah¨ª, seguro que sirve para que los mensajes duros entren m¨¢s suaves. Y la gente no se ponga a la defensiva. Trevor Noah hace mon¨®logos y escribe con sorna hasta de cosas tan graves como el apartheid de su pa¨ªs. Es un tipo brillante. Sin embargo, yo todav¨ªa no estoy ah¨ª. A lo mejor, no es un proceso sino un derecho, el derecho a enfadarse y contarlo. A lo mejor, siempre me quedo aqu¨ª. ?Hablamos en unos a?os?".
Reconocerse. "Poco a poco va reconociendo todas y cada una de las identidades que crey¨® enfrentadas", p¨¢g. 63.
"Asumir cada una de las partes que nos componen, colocarlas, contextualizarlas".
Afropetardismo. "?Qu¨¦ sabr¨¢s t¨² de ?frica!", p¨¢g. 128.
"La petardez no excluye a ning¨²n grupo humano, me temo. Ahora bien, rara vez me oir¨¢s criticar p¨²blicamente a una persona negra. Eso no significa que no haya desavenencias, pero mejor hablarlas en el seno de la comunidad. O com¨¦rselas con patatas".
Victimismo. "Sin embargo, hay insultos que trascienden las palabras", p¨¢g. 22.
"Lo que padecen quienes se quejan de que nos quejemos, ja ja ja. Hablando en serio, a muchas personas, que nunca han le¨ªdo nada escrito por alguien no blanco o que jam¨¢s han tenido una conversaci¨®n de m¨¢s de tres minutos con una persona que no lo sea, les sorprenden nuestros comentarios y nos tildan de victimistas. ?Acaso es bueno dar pena? ?Para qu¨¦ sirve? ?En qu¨¦ nos beneficia? Que crean que es para conseguir algo personal, como si por narices lo necesit¨¢ramos, evidencia d¨®nde nos sit¨²an.
A veces, se leen problemas globales como individuales y desde la barrera. Y quiz¨¢, tambi¨¦n pasa que hay temas que llevan d¨¦cadas debati¨¦ndose a lo largo y ancho del planeta, donde entienden que para tratar de acabar con el racismo, hay que hablar de 'raza' (y entrecomillo la palabra de manera consciente). Aqu¨ª, en cambio, resultan m¨¢s nuevos. No es que no haya habido gente en Espa?a que lleve siglos desga?it¨¢ndose para que les escuchen sino que, quiz¨¢s, hasta ahora, no se ha puesto el foco medi¨¢tico sobre estos asuntos".
Rara vez me oir¨¢s criticar p¨²blicamente a una persona negra. Eso no significa que no haya desavenencias, pero mejor hablarlas en el seno de la comunidad
Endorracismo. "Pues que un negro est¨¢ bien para un rollo, pero para casarme, no", p¨¢g. 74.
"Es una especie de autoodio, de complejo y de sentirse y creerse menos que las personas blancas, como consecuencia del sistema racista, que esculpe a todos los miembros de la sociedad con los mismos mensajes, solo que a cada grupo humano le afecta de una manera. Que las mujeres negras se abrasen la piel con cremas despigmentadoras para ser m¨¢s claras o se alisen el pelo, no por cambiar sino porque consideran que el suyo es feo, malo o inapropiado para trabajar, por ejemplo, no es casual; que se hable de mezclarse con personas blancas para ¡°mejorar la raza¡±, como dicen en varios pa¨ªses, o haya un mont¨®n de gente que no se sue?a en ciertos ¨¢mbitos porque el imaginario com¨²n les deja fuera de ellos, tampoco lo es".
Falocracia. "Donde las mujeres son lo que los hombres quieren y solo si ellos quieren", p¨¢g. 304.
"Sociedades machist¨ªsimas, en la que los varones cis y heterosexuales ejercen poder y en donde el sexo se convierte en moneda de cambio com¨²n impuesta".
Periferias. "... porque all¨ª muchos ni?os iban sin zapatos, porque su piel era muy fuerte", p¨¢g. 44.
"Las periferias son los espacios, las comunidades y los seres vivos que se quedan fuera de un centro le¨ªdo como paradigma de neutralidad. Las periferias son la eterna otredad".
Guinea. "Cometi¨® el error de regalar su amor a aquel rinc¨®n africano por adelantado", p¨¢g. 305.
"Guinea la llevo puesta en mi apellido y mi segundo nombre; en un lenguaje que cuando escucho, reconozco por haberlo o¨ªdo mucho, aunque lo entienda poco; en la comida y los olores que, para m¨ª, han sido id¨¦nticos en Alcorc¨®n y en Malabo; en las canciones que en ciertos rincones de ?frica central y tambi¨¦n en M¨®stoles, Fuenlabrada o Legan¨¦s, donde hay una gran comunidad guineo ecuatoriana, son himnos. La necesitaba porque quer¨ªa tener un pa¨ªs que fuera 'casa', por eso la am¨¦ antes, incluso, de conocerla. La viv¨ª un a?o y me emocion¨® tanto como me doli¨®".
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