?ngeles

Fueron probablemente sus abogados los que aconsejaron a Pl¨¢cido Domingo que asumiera sus responsabilidades y lamentase los sufrimientos que su comportamiento en el pasado hubiera podido causar, con el fin de cerrar de una vez el remolino de acusaciones contra ¨¦l. Mala idea, porque la consecuencia que sac¨® la mayor¨ªa fue que se declaraba por fin culpable. ?De qu¨¦? Seg¨²n reza el informe de sus fiscales del AGMA, ¡°desde el flirteo hasta proposiciones sexuales, dentro y fuera del ¨¢mbito de trabajo¡±. Graves indecencias, sin duda (sobre todo el flirteo, vicio copiado de las comedias de Doris Day), pero no delitos. El gran tenor se porta mal con las mujeres, le falta comedimiento y puede que humildad. Se considera irresistible y a muchas les resulta inaguantable (no es el primero al que le pasa). Podemos creer hoy en la sinceridad de su arrepentimiento, dada la que le ha ca¨ªdo encima... y?su edad, ya apaciguadora.

Invocando esos malos h¨¢bitos, el Ministerio de Cultura, que rige el teatro de la Zarzuela y el Real, ha rescindido los compromisos que ten¨ªa para pr¨®ximas actuaciones. Sorpresa: no contrataban a Domingo por su voz, sino tambi¨¦n por su moralidad. Quiz¨¢ para La traviata dudaron entre ¨¦l y el padre ?ngel, que canta algo peor, pero se porta mejor con las chicas. ?Qu¨¦ Ministerio m¨¢s completo, de Cultura, Deportes y Buenas Costumbres! ?Se centrar¨¢ su vigilancia solo sobre temas galantes o se extender¨¢ a otras formas de impiedad religiosa, est¨¦tica o higi¨¦nica? ?Se husmear¨¢ tambi¨¦n la bragueta de los futbolistas o se ce?ir¨¢n al g¨¦nero l¨ªrico... masculino, claro? Algunos lamentan que acabe as¨ª la trayectoria del tenor m¨¢s genial del ¨²ltimo siglo. Lo que a m¨ª me abruma es que el cretinismo puritano de sacristanes y petardas alcance definitivamente estatura universal.