Linda Fiorentino: la actriz destinada a arrasar que prefiri¨® desaparecer de Hollywood
Hoy cumple 60 a?os Linda Fiorentino, que tras la revolucionaria 'La ¨²ltima seducci¨®n' y ¨¦xitos de taquilla como 'Men in black' parec¨ªa que iba a ser el nuevo gran nombre del cine. Pero desencuentro tras desencuentro, prefiri¨® no permitir que la industria la devorase
Una mujer entra en un barucho con aires de John Wayne y cinco minutos despu¨¦s est¨¢ metiendo su mano en la bragueta de un tipo que acaba de conocer. ¡°Estoy buscando cierta cualidad del caballo¡±, le dice mientras se olisquea los dedos y engulle su Manhattan. Era 1994. El p¨²blico acababa de descubrir a Linda Fiorentino (Filadelfia, 9 de marzo de 1960). Y Hollywood, a la en¨¦sima heredera de las Lauren Bacall, Gene Tierney y Barbara Stanwyck.
La ¨²ltima seducci¨®n (John Dahl, 1994), un thiller er¨®tico independiente, cautiv¨® a la cr¨ªtica y le hizo ganar a Fiorentino el Independent Spirit a la Mejor actriz y el premio de la Cr¨ªtica de Nueva York. Tambi¨¦n la situ¨® en primer lugar en la carrera del Oscar. Pero el desinter¨¦s de las distribuidoras oblig¨® a estrenar la cinta directamente en la cadena HBO, lo que, por aquel entonces, significaba que era inelegible para la Academia. Un ostracismo que solo contribuy¨® a que todos quisieran saber m¨¢s de ella.
¡±Hollywood es muy machista. El control y el poder de decisi¨®n es masculino. Los hombres eligen y crean mujeres que ellos puedan dominar, mejor dicho controlar. Como a m¨ª no me gusta estar callada, he tenido bastantes rifirrafes con los ejecutivos de Hollywood"
Cuando meses despu¨¦s Vanity Fair lanz¨® por primera vez su ya ic¨®nica portada con las diez actrices m¨¢s prometedoras de su generaci¨®n, ella formaba parte del grupo. ?Qu¨¦ pas¨® entonces con aquella actriz poderosa a la que Guillermo Cabrera Infante llamaba en Cine o sardina ¡°la plus noire¡±? Al contrario de lo que que ha sucedido con otras estrellas estrelladas, no hay un gran esc¨¢ndalo tras su desaparici¨®n. Solo rumores.
De la vida personal de la actriz apenas se sabe nada. En 1992, dos a?os antes de protagonizar La ¨²ltima seducci¨®n, se cas¨® con el realizador John Byrum, pero el matrimonio solo dur¨® un a?o. Desde entonces, Fiorentino no ha vuelto a pasar por el altar ni ha tenido hijos.
Clorinda ¨Cese es su verdadero nombre¨C Fiorentino era la menor de una familia numerosa de Filadelfia que cambi¨® los estudios de derecho por la actuaci¨®n y acab¨® en Nueva York compartiendo piso con otros aspirantes a actores, entre ellos un desconocido Bruce Willis. Su primer papel le lleg¨® de la mano de los art¨ªfices de Flashdance, que en Loco por ti (1985) intentaron convertirla en la nueva Jennifer Beals. La pel¨ªcula fue un fracaso, pero Fiorentino dej¨® claro a Hollywood de qu¨¦ pasta estaba hecha: cuando los publicistas de Warner llegaron a su hotel para acompa?arla a su primera entrevista, descubrieron que se hab¨ªa largado.
Tampoco lleg¨® mucho m¨¢s lejos la comedia de acci¨®n Te pill¨¦! Gotcha! (1985), en la que interpretaba al inter¨¦s rom¨¢ntico de Anthony Edwards, actor que tendr¨ªa su momento de gloria en los noventa? gracias a la serie Urgencias, pero le sirvi¨® para saber la clase de papeles que no quer¨ªa hacer porque como declar¨® a EL PA?S en 1995: ¡°Normalmente, la mujer est¨¢ all¨ª para que se note que el h¨¦roe no es homosexual."
El premio gordo no tard¨® en llegar: un peque?o papel de escultora con trazas de dominatrix en Jo, qu¨¦ noche (1985), de Martin Scorsese. No ten¨ªa demasiado espacio para el lucimiento, pero quien la vio la guarda en la memoria. De un director de prestigio a otro, Alan Rudolph, que la junt¨® con el grupo de personas m¨¢s l¨¢nguido y hermoso que el Hollywood menos Hollywood pod¨ªa ofrecer: Keith Carradine, John Lone y Genevieve Bujold, en Los modernos. Su belleza turbia y deslavazada y su voz aguardentosa encajaban como un guante en aquella historia de falsificadores de arte en el Par¨ªs de los a?os veinte, pero su relevancia fue m¨ªnima. Y entonces ocurri¨® lo inevitable: el thriller er¨®tico llam¨® a su puerta. El exuberante productor Zalman King quiso reverdecer el ¨¦xito de Nueve semanas y media con la mucho m¨¢s descafeinada Wildfire (1988) y se qued¨® a medio gas. Cuando Fiorentino empezaba a pensar en tirar la toalla apareci¨® La ¨²ltima seducci¨®n.
"Definitivamente fue un papel so?ado¡±, confes¨® al legendario cr¨ªtico cinematogr¨¢fico Roger Ebert. ¡°Cuando le¨ª el guion, estaba en Arizona, me sub¨ª a un coche y conduje seis horas para llegar a la reuni¨®n porque nunca hab¨ªa le¨ªdo algo tan ¨²nico en t¨¦rminos de un personaje femenino. Entr¨¦ en la reuni¨®n con [el director] John Dahl y le dije: 'John, no puedes contratar a nadie m¨¢s que a m¨ª para esta pel¨ªcula".
¡°Estoy soltera y he tenido algunas citas desde que sali¨® La ¨²ltima seducci¨®n y pude ver la decepci¨®n en los ojos de los hombres que pensaban que iba a ser un cita caliente y ense?arles todas estas cosas raras. Y luego descubren que soy una persona normal, ya sabes, y no tengo inclinaciones hacia un comportamiento sexual extra?o y es como si una decepci¨®n cruzara por sus caras¡±
La historia no distaba mucho de lo que ya nos hab¨ªan contado Perdici¨®n y Fuego en el cuerpo: una mujer fr¨ªa y perversa manipula a los hombres aprovechando su apabullante capacidad de seducci¨®n. Pero lleg¨® en un momento en el que la cartelera estaba atiborrada de cine para toda la familia como Leyendas de pasi¨®n o Forrest Gump y el p¨²blico adulto agradeci¨® una pel¨ªcula sin hero¨ªsmo, buenos sentimientos y canciones compuestas por Diane Warren.
Este primer ¨¦xito le dio tambi¨¦n la medida de los obst¨¢culos que se iba a encontrar. Tras su intento de hacer m¨¢s sugerente una secuencia en la que aparec¨ªa con los pechos al aire propuso utilizar unos tirantes que cubriesen sus pezones. Cuando uno de los productores lo vio se enfureci¨®: ¡°?Estamos haciendo una pel¨ªcula de arte?¡±, bram¨®. La escena fue suprimida y no cobraron ese d¨ªa.
Su siguiente proyecto tendr¨ªa que encumbrarla definitivamente. Iba a ser la protagonista absoluta del gran thriller de la d¨¦cada, Jade, escrita por Joe Eszterhas (Instinto b¨¢sico), producida por el legendario Robert Evans y dirigida por William Friedkin, responsable de El exorcista y French Connection. A su lado estar¨ªan un Chaz Palminteri reci¨¦n nominado al Oscar por Balas sobre Broadway y David Caruso, estrella televisiva gracias a Polic¨ªas de Nueva York.
Los problemas empezaron cuando Friedkin redujo al m¨ªnimo el texto de un Eszterhas que, furioso, pidi¨® que se eliminase su nombre de los cr¨¦ditos. La trifulca lleg¨® a los medios, pero se subsan¨® con unos cuantos millones. Y aunque cueste creerlo, el mayor obst¨¢culo con el que tuvo que lidiar Jade fue el enfado de los seguidores de Polic¨ªas de Nueva York, furiosos porque Caruso hab¨ªa dejado la serie para el rodaje. El actor se convirti¨® en el m¨¢s odiado de la industria y todos, medios y espectadores, esperaban y deseaban su fracaso.
¡°Entonces resulta que David Caruso no es como el santo que interpreta en Polic¨ªas de Nueva York ¨Cescribi¨® el cr¨ªtico de Newsday Marvin Kitman¨C. Es una rata codiciosa del mundo del espect¨¢culo que pone su carrera personal por delante de los televidentes que lo convirtieron en lo que es hoy¡±. Los que quer¨ªan ver rodar su cabeza tuvieron lo que quisieron: el batacazo de Jade, la pel¨ªcula destinada a reafirmar el estrellato de Fiorentino, fue descomunal.
Fiorentino encontr¨® refugio en la nueva pel¨ªcula de su amigo John Dahl, que la hab¨ªa dirigido en La ¨²ltima seducci¨®n. Pero Escondido en la memoria, un extra?o thriller a medio camino entre el polic¨ªaco y la ciencia ficci¨®n, no repiti¨® el ¨¦xito de su colaboraci¨®n anterior. Roger Ebert, que se hab¨ªa prendado de La ¨²ltima seducci¨®n, sentenci¨®: ¡°En los anales de la tonter¨ªa cinematogr¨¢fica, Escondido en la memoria merece un lugar de honor. Esta es una de las pel¨ªculas m¨¢s enrevesadas y absurdas que he visto... Los actores interpretan este material como si pensaran que se trata de una pel¨ªcula seria, o incluso buena. Eso lo hace a¨²n m¨¢s mortificante¡±.
¡°Cuando Linda vio el cartel se volvi¨® loca. Pusieron su cabeza sobre otro cuerpo porque ella nunca hizo la sesi¨®n de fotos. El cuerpo ten¨ªa m¨¢s escote que ella y se enfad¨® y no hizo la promoci¨®n de la pel¨ªcula¡±
Fiorentino estaba de nuevo a cinco minutos de que el mundo se olvidase de qui¨¦n era cuando apareci¨® Men in black (1997). Era dif¨ªcil entender qu¨¦ hac¨ªa una bomba sexual como ella en un producto familiar tan blanco y as¨¦ptico, pero necesitaba desesperadamente un ¨¦xito. La leyenda dice que gan¨® ese papel en una timba de p¨®ker con el director Barry Sonnenfeld y ah¨ª, entre humo de puro y vasos de whisky, s¨ª que es f¨¢cil imaginarla, mucho m¨¢s que en un producto a mayor gloria de El pr¨ªncipe de Bel Air.
La pel¨ªcula, que fue la tercera m¨¢s taquillera de 1997, terminaba con la inclusi¨®n del personaje de Linda en el equipo, pero en la segunda parte ¨Cestrenada en 2002¨C no hubo ni rastro de su personaje, la doctora Laurel Weaver. ?Qu¨¦ sucedi¨®?
Hay dos versiones. La primera afirma que ella pidi¨® una cantidad de dinero desproporcionada, algo dif¨ªcil de entender ya que estaba en un momento bajo de su carrera. La segunda, que el equipo se hab¨ªa negado a trabajar nuevamente con ella. Su personaje fue borrado de la historia y sustituida por otra actriz delgada, turbia, fascinante y en horas bajas, otra musa de John Dahl que hab¨ªa acabado en el olvido: Lara Flynn Boyle, la famosa Donna de Twin Peaks.
No tard¨® en llegar otro papel que contribuy¨® a cimentar su leyenda negra. Alej¨¢ndose de los roles que la hab¨ªan hecho popular, Linda interpret¨® a una doctora de una cl¨ªnica abortista que resulta ser la ¨²ltima descendiente de Jesucristo. Si los problemas de Jade se hab¨ªan aireado en la prensa, los de Dogma (2000) no se quedaron cortos. Tras filtrarse el gui¨®n del director Kevin Smith, la Iglesia se ech¨® las manos a la cabeza y Disney se desentendi¨® del proyecto, que acab¨® en manos de Harvey Weinstein. Es curioso c¨®mo su nombre siempre aparece en las historias de actrices atractivas que desaparecen sin raz¨®n aparente.
En la edici¨®n en DVD el director lament¨® no haber dado el papel de Linda a Janeane Garofalo. ¡°El mayor dolor en el trasero con el que he trabajado fue Linda Fiorentino¡±, se despach¨®. Seg¨²n su versi¨®n, Linda se hab¨ªa quejado de tener demasiadas escenas y pasar demasiado tiempo en Pittsburgh alejada de la civilizaci¨®n mientras el resto iba y ven¨ªa a sus casas. Sin embargo, tambi¨¦n trascendi¨® que el papel de Linda se redujo en beneficio del lucimiento de Damon y Affleck. Tal vez la media entre ambas historias sea la real.
¡°Cuando Linda vio el cartel se volvi¨® loca. Pusieron su cabeza sobre otro cuerpo porque ella nunca hizo la sesi¨®n de fotos. El cuerpo ten¨ªa m¨¢s escote que ella y se enfad¨® y no hizo la promoci¨®n de la pel¨ªcula¡±, desvel¨® tambi¨¦n Smith. Aunque parezca incre¨ªble, en 1999 esas palabras pasaron desapercibidas. Hoy es f¨¢cil entender cu¨¢l es el motivo del enfado de Fiorentino, pero entonces pareci¨® simplemente una hist¨¦rica. Todo el mundo sab¨ªa que las piernas del cartel de Pretty Woman no eran de Julia Roberts, pero ella no hab¨ªa dicho ni "mu" porque Julia quer¨ªa ser una estrella y Linda no. O no esa clase de estrella.
En 2014, Smith cont¨® a Daily Beast que tras sufrir un ataque al coraz¨®n recibi¨® un mensaje de Florentino y aprovech¨® para disculparse con ella por sus palabras. La fallida Dogma fue su ¨²ltima pel¨ªcula destacable. A partir de ah¨ª su carrera fue un lento deslizarse hacia el adi¨®s. En 2009 hizo su ¨²ltima pel¨ªcula, Once more with feeling, de nuevo con Chaz Palminteri, y desapareci¨®.
Las pel¨ªculas que no hizo ayudaron tambi¨¦n a definir su carrera. Hizo una prueba para Instinto b¨¢sico, pero Paul Verhoeven le ofreci¨® el papel que acab¨® interpretando Jeanne Tripplehorn y lo rechaz¨®. No fue su ¨²nica renuncia, tambi¨¦n se baj¨® de Top Gun tras reunirse con Tom Cruise. "Le dije que esa era la t¨ªpica pel¨ªcula mala para ni?atos y que adem¨¢s estaba deficientemente planteada¡±, desvel¨® en una entrevista a Tony Ward en Penthouse. No es dif¨ªcil saber de d¨®nde viene su fama. Con Nunca fuimos ¨¢ngeles, que acab¨® siendo interpretada por Demi Moore, pas¨® lo mismo. "No solo le dijo a Robert De Niro que no iba a hacer la pel¨ªcula, sino que tampoco entend¨ªa por qu¨¦ la iba a hacer ¨¦l". Tal vez m¨¢s personas deber¨ªan decirle eso a Robert De Niro.
Su discurso de hace m¨¢s de dos d¨¦cadas sigue tristemente vigente: ¡±Hollywood es muy machista. El control y el poder de decisi¨®n son masculinos. Los hombres eligen y crean mujeres que ellos puedan dominar, mejor dicho, controlar. Como a m¨ª no me gusta estar callada, he tenido bastantes rifirrafes con los ejecutivos de Hollywood".
En la entrevista con el cr¨ªtico Roger Ebert en 1995, se quejaba amargamente de c¨®mo su papel m¨¢s relevante hab¨ªa cambiado la percepci¨®n que los hombres ten¨ªan sobre ella: ¡°Estoy soltera y he tenido algunas citas desde que sali¨® La ¨²ltima seducci¨®n y pude ver la decepci¨®n en los ojos de los hombres que pensaban que iba a ser una cita caliente y ense?arles todas estas cosas raras. Y luego descubren que soy una persona normal, que no tengo inclinaciones hacia un comportamiento sexual extra?o, y es como si una decepci¨®n cruzara por sus caras¡±. El viejo lamento de Rita Hayworth: ¡°Los hombre se van a la cama con Gilda y se despiertan conmigo¡±. Afortunadamente, Linda dijo adi¨®s a la industria antes de que esta la devorase.
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