Una semana
Hay que acelerar la entrada en vigor de los apoyos a aut¨®nomos y empresas
El presidente del Gobierno anunci¨® ayer su prop¨®sito de ampliar el estado de alarma durante una segunda quincena. Dada la evoluci¨®n de la epidemia, el prop¨®sito resulta pertinente y permite a todos, ciudadanos y Administraciones, ajustar sus planes y la intensidad de sus medidas.
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Las decisiones sanitarias discurren en paralelo a las tomadas sobre una econom¨ªa sumida en una s¨²bita crisis por causa de la casi paralizaci¨®n de la actividad. El paquete (adoptado los d¨ªas 10, 12 y sobre todo, el real decreto ley urgente del d¨ªa 17) responde a su profundidad. Ha sido validado por el conjunto de la sociedad y de las formaciones pol¨ªticas ¡ªsalvo en c¨ªrculos residuales¡ª y entronca con otros similares de nuestro entorno europeo. La prioridad al sector sanitario, la liquidez a empresas y aut¨®nomos, los aplazamientos impositivos y de cotizaciones sociales, las facilidades a las regulaciones temporales de empleo y el automatismo de las mismas para las compa?¨ªas m¨¢s afectadas, la moratoria hipotecaria y el incremento de dotaciones a los servicios sociales ¡ªen compenetraci¨®n con las comunidades aut¨®nomas¡ª son sus piedras angulares. Juntamente con la acci¨®n europea del Gobierno para influir en la acomodaci¨®n legislativa y financiera de la UE al apoyo a sus Estados miembros.
El planteamiento es correcto y coherente. Pero necesita concreci¨®n urgente. La agravaci¨®n de la crisis exige intensificar su flexibilidad y aceleraci¨®n: quedan algunas lagunas y urgencias de simplificaci¨®n. Entre las lagunas destaca la conveniencia de extender a los trabajadores aut¨®nomos el aplazamiento de su cotizaci¨®n social, si conviene estableciendo un suelo m¨ªnimo de ingresos de forma que favorezca a quienes mayor necesidad tienen, pues la tesorer¨ªa de un taxista no es la misma que la de un profesional liberal de ¨¦lite. Tambi¨¦n, y con id¨¦ntica prioridad, a las empresas que se comprometan a mantener sus plantillas en esta coyuntura, y cubran necesidades sociales (de servicio p¨²blico). Conviene hacerlo con car¨¢cter inmediato. Los plazos corren y dentro de poco m¨¢s de una semana concluye marzo.
Entre las necesidades de concreci¨®n sobresale el porcentaje con que el Estado ¡ªy el Instituto de Cr¨¦dito Oficial¡ª cubrir¨¢ los avales previstos a las empresas con problemas de liquidez. Cuanto m¨¢s alta sea esa cobertura y m¨¢s se aproxime a un porcentaje muy alto (un 80% del total de los cr¨¦ditos, o un 90%, como en Alemania), m¨¢s eficaz ser¨¢ la medida p¨²blica, porque el incentivo de las instituciones financieras a prestar a las empresas ser¨¢ mayor, y el n¨²mero de crisis de estas disminuir¨¢. Una especial atenci¨®n a las empresas de menor dimensi¨®n es del todo justificable, pero eso no debe suponer un detrimento para las medianas, incluso a las m¨¢s grandes: algunas excelentes compa?¨ªas espa?olas, en sectores clave como la automoci¨®n, la hosteler¨ªa o la industria cultural, con menores reservas por distintas dificultades de mercado, pueden perecer en el intento si este dato final se modela sobre apriorismos ideol¨®gicos ajenos a la necesaria supervivencia del tejido productivo existente. Lo peque?o es hermoso, pero una econom¨ªa potente requiere una combinaci¨®n de distintos y complementarios tama?os.
Tambi¨¦n es muy urgente simplificar los apoyos p¨²blicos impositivos. La capacidad de acogerse a ellos, incluso administrativa, es crecientemente dif¨ªcil, dada la menor presencia de los empleados de los bancos, gestor¨ªas o asesor¨ªas en sus sucursales y otros centros, por causa del aislamiento contra el virus. Quiz¨¢ no sea imprescindible aplicar linealmente de entrada la propuesta de la patronal catalana, Foment del Treball, de proceder a la ¡°suspensi¨®n de los plazos de presentaci¨®n de autoliquidaciones y declaraciones-liquidaciones y de su pago¡±, pero conviene estudiar su aplicaci¨®n selectiva con car¨¢cter amplio. Llega fin de mes y muchos carecen de recursos para afrontar sus compromisos oficiales. M¨¢s vale anticiparse con una pasarela temporal, aunque sea modesta en el plazo, que una repentina y completa ruptura de la cadena de pagos. Si eso sucediese, el objetivo de salvar el tejido productivo naufragar¨ªa. Y eso abonar¨ªa una nueva cat¨¢strofe econ¨®mico-social, que este pa¨ªs no puede reeditar.
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