Kasp¨¢rov, incisivo y letal
El campe¨®n conduce un ataque trepidante, con nuevas amenazas en cada jugada, implacable
BLANCAS: Ac1, Dd1, Te1, Ab3, Ce3, Cf3; peones en b4, c3, d3, e4, f2, g2 y h2.
NEGRAS: Dd8, Tf8, Rg8, Ab7, Ag7, Cc6, Ce6; peones en b5, c7, d6, e5, f7, g6 y h7.
Gari Kasp¨¢rov reconoci¨® -a?os despu¨¦s- que se equivoc¨® al provocar el cisma del ajedrez de 1993, junto al aspirante a su t¨ªtulo mundial, el brit¨¢nico Nigel Short. En realidad, hab¨ªa motivos de peso para optar por el cisma: la Federaci¨®n Internacional de Ajedrez (FIDE), presidida por el ¨ªnclito filipino Florencio Campomanes, era en ese momento un dechado de corrupci¨®n e ineficacia combinadas. Pero la soluci¨®n fue peor que el problema, porque la escisi¨®n espant¨® a potenciales patrocinadores de un deporte donde hab¨ªa dos campeones del mundo y dos organismos que lo reg¨ªan, la FIDE y la Asociaci¨®n de Jugadores Profesionales (PCA).
Sin embargo, la gran tensi¨®n originada no impidi¨® que Kasp¨¢rov cumpliese con su papel de favorito y doblegara a Short con relativa facilidad (12,5-7,5). Ni que firmase una partida inmortal, la de este v¨ªdeo. Si los ¨¢ngeles jugasen al ajedrez, probablemente lo har¨ªan como Kasp¨¢rov en esta obra de arte, con un ataque tan bello como preciso.
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