Eurobonos, ya
La cumbre de los 27 debe abrir paso ma?ana a una apuesta ambiciosa y decisiva
Una severa recesi¨®n acecha a Europa, a lomos de la par¨¢lisis productiva provocada por el coronavirus. La reacci¨®n de los gobernantes para evitarla, o al menos minimizarla, debe ser mucho m¨¢s ambiciosa y decisiva que hasta ahora, si se quiere mantener la confianza ciudadana en la Uni¨®n Europea (UE) y evitar su descr¨¦dito total, incluso su disgregaci¨®n. La cumbre de l¨ªderes prevista para ma?ana deber¨ªa en consecuencia abrir paso a la activaci¨®n de todos los mecanismos disponibles, incluida la emisi¨®n urgente de deuda p¨²blica europea, los eurobonos.
Editoriales anteriores
Hoy por hoy, las decisiones fiscales (presupuestarias) tomadas son m¨²ltiples. Aunque insuficientes, descoordinadas, o ambas cosas. Varios Estados miembros han dispuesto ingentes l¨ªneas de avales a los cr¨¦ditos bancarios a empresas y aut¨®nomos (por m¨¢s de 1,2 billones de euros), pero debe acelerarse su aplicaci¨®n, y los recursos en dinero nuevo directo (subvenciones) son ralos.
La Comisi¨®n ha promovido la suspensi¨®n de las reglas de rigor fiscal, facilitando mayores gasto p¨²blico y d¨¦ficit, al activar la cl¨¢usula de salvaguardia del Pacto de Estabilidad; ha permitido ayudas de Estado de hasta 800.000 euros por empresa; y ha garantizado la libertad de circulaci¨®n de mercanc¨ªas en toda la UE. Pero su oferta de apoyos por 44.000 millones de euros es escasa, solo reorganiza l¨ªneas presupuestarias, carece de dinero fresco y plantea problemas sobre c¨®mo recuperar luego las partidas no urgentes. Su actuaci¨®n, de momento, decepciona.
En cambio, el Banco Central Europeo (BCE), pese a un grav¨ªsimo tropiezo inicial de su presidenta Christine Lagarde, ha activado un sustancioso paquete de compra adicional de bonos p¨²blicos y corporativos por un total de 870.000 millones este a?o (primero fueron 120.000; ampliados con 750.000), lo que junto al vigente roza el bill¨®n de euros. Y ha flexibilizado su aplicaci¨®n, a distintos activos y a los distintos pa¨ªses de la eurozona, en beneficio de los m¨¢s vulnerables, controlando las subidas de las primas de riesgo perif¨¦ricas. Otra vez la pol¨ªtica monetaria ha parado el gran golpe inicial de la crisis.
Pero esta respiraci¨®n asistida de liquidez no basta. Hay que facilitar la oxigenaci¨®n econ¨®mica a pleno pulm¨®n, cauterizando todo riesgo de insolvencia. O sea, apoyar a los pa¨ªses que se han embarcado en la necesaria pol¨ªtica de avales a costa de aumentos de la deuda p¨²blica que deben poder ser digeridos con fluidez. Y financiar mediante subvenciones directas a los sectores y empresas estrat¨¦gicos m¨¢s da?ados que las requieran, para asegurar su supervivencia y activar su relanzamiento nada m¨¢s se venza la epidemia.
La apuesta debe consistir en el maridaje siempre reclamado, y jam¨¢s conseguido, de las pol¨ªticas financiera y fiscal. No vuela el presupuesto com¨²n, anclado en un rid¨ªculo 1% del PIB de los 27; ni siquiera basta la acci¨®n del BCE en solitario. Se necesita un instrumento combinado de alcance potencial ilimitado; de factura incondicional; de ¨¢mbito universal europeo; y de aplicaci¨®n r¨¢pida. Y eso solo tiene un nombre: deuda europea. Eurobonos.
Su instrumentaci¨®n admite distintas v¨ªas. Pueden ser bonos creados por la Comisi¨®n/Tesoro/Eurogrupo con garant¨ªa del presupuesto (ya existen en peque?as cuant¨ªas para pa¨ªses terceros y los europeos ajenos al euro): es el esquema m¨¢s claro, inteligible y experimentado (EE UU), tambi¨¦n el que m¨¢s resistencias genera. Pueden ser bonos emitidos a enorme escala por el Banco Europeo de Inversiones, respaldados por el Mecanismo de Estabilidad (fondo de rescate) y a comprar por el BCE, cuyo importe se dedicar¨ªa a reasegurar avales y/o dispensar cr¨¦ditos directos a tipos decimales y plazos de decenios. Existe un amplio men¨² acad¨¦mico de opciones, sobre todo desde la Gran Recesi¨®n, en el que escoger.
Pero que no se d¨¦ gato por liebre, consagrando insuficiencias o bautizando como bonos a meros programas de rescate individual y condicionado; a modestas l¨ªneas de pr¨¦stamo exclusivamente para sortear el problema sanitario; o a apoyos de coste inasumible para sus beneficiarios. Eso no ser¨ªa honrar el prometido ¡°hacer todo lo que convenga¡± para esterilizar la recesi¨®n. Sino desacreditar ese prop¨®sito al vaciarlo de contenido sustantivo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.