El misterio tras ¡®Gwendolyne¡¯, el ¨¦xito que Julio Iglesias nunca volvi¨® a cantar
Hace cincuenta a?os las puertas del mundo se abrieron para el artista espa?ol gracias a este tema basado en una joven amante que lo marc¨® y sobre la que existen todo tipo de leyendas
Del 12 al 16 de mayo ten¨ªa que celebrarse en Rotterdam el Festival de Eurovisi¨®n. Cancelado, por supuesto. Hace ahora cincuenta a?os, a pocos kil¨®metro de ah¨ª, un poco m¨¢s al norte, en ?msterdam, y tras un aparatoso aterrizaje, un tembloroso Julio Iglesias (Madrid, 1943) defend¨ªa su Gwendolyne arropado por el tr¨ªo La la la y por la orquesta dirigida por Augusto Alguer¨®. Aunque quedara en una honrosa cuarta posici¨®n, Julio Iglesias fue considerado un¨¢nimemente como el ganador moral.
Pero, entonces, ?por qu¨¦ no result¨® vencedor? ?Por qu¨¦ si esa canci¨®n le abri¨® las puertas de Europa fue tan r¨¢pidamente desterrada de su repertorio para siempre jam¨¢s? ?Tuvo algo que ver la pol¨¦mica por plagio que acompa?¨® su lanzamiento o los rumores de favoritismo en la carrera por Eurovisi¨®n? ?Fue el disco hom¨®nimo un lanzamiento no muy rese?able m¨¢s forzado por las circunstancias que por criterios art¨ªsticos? ?Existi¨® realmente la tal Gwendolyne? ?Qu¨¦ fue de ella?
En algunas publicaciones se dijo que el apellido de Gwendolyne, Bollor¨¦, proviene de la aristocracia. En su libro, Garc¨ªa Blesa rese?a que el hermano de Gwendolyne, Vincent Bollor¨¦, es amigo ¨ªntimo de Sarkozy
Una victoria (moral) en Eurovisi¨®n
El 21 de marzo de 1970, en noveno lugar en el orden de actuaciones y despu¨¦s de la presentaci¨®n de rigor en la que se pudo ver al cantante posando con salero en la plaza Mayor, Cibeles o Plaza de Espa?a, Julio Iglesias sal¨ªa a cantar su Gwendolyne enfundado en un traje de un chill¨®n azul turquesa ¨Cque en toda Espa?a vio en un mortecino gris¨C y que a Julio Iglesias, seg¨²n se recoge en Julio Iglesias. La biograf¨ªa (Oscar Garc¨ªa Blesa, Aguilar, 2019), le parec¨ªa ¡°una cursilada¡±. Traje que, por cierto y como se ha contado en repetidas ocasiones, carec¨ªa de bolsillos. ?El motivo? En su primera aparici¨®n en p¨²blico, en el Festival de Benidorm, Julio hizo gala de una rigidez antol¨®gica y, al no saber qu¨¦ hacer con sus manos, las met¨ªa en los bolsillos del traje. A pesar de alzarse como ganador ¨Ccon el luego convertido en himno La vida sigue igual¨C, recibi¨® feroces cr¨ªticas por esto. Para evitar que volviera a repetirse el drama, eliminaron la tentaci¨®n.
La interpretaci¨®n de Julio fue cogiendo br¨ªo a medida que avanzaba el tema, a pesar de que a mitad d¨¦ la sensaci¨®n de que se le olvida la letra y de que es el tr¨ªo La la la (dos a?os antes hab¨ªan arrasado con Massiel en el mismo certamen), en un fant¨¢stico rosa chicle, quienes le salvan la papeleta. La inestimable ayuda de Alguer¨® dirigiendo la orquesta hizo el resto y llevaron a Julio (quien, por cierto, se tropieza torpemente en los saludos finales) en volandas al cuarto puesto. ¡°Coincido con la cr¨ªtica espa?ola del momento en que la actuaci¨®n de Julio fue buena. Los arreglos de Augusto Alguer¨® enfatizaron su puesta en escena, si bien es cierto que durante la primera parte del tema, Julio ofreci¨® una interpretaci¨®n un tanto fr¨¢gil y lastimera para luego encarar el resto de manera m¨¢s robusta y acertada¡±, explica Andr¨¦s L¨®pez Mart¨ªnez, autor de Julio Iglesias. Cuando vuelva a amanecer (Editorial Milenio, 2013).
La actuaci¨®n de Julio Iglesias en Eurovisi¨®n en 1970 con su canci¨®n 'Gwendolyne'.
Un cuarto puesto... sobre el papel. En realidad, seg¨²n los medios de la ¨¦poca, Julio fue el vencedor moral de la edici¨®n. Gwendolyne fue la canci¨®n m¨¢s radiada de toda la edici¨®n y la que m¨¢s proyecci¨®n internacional tuvo. Julio la grabar¨ªa en ingl¨¦s, italiano, alem¨¢n y franc¨¦s.
Todo apunta a que una tercera victoria consecutiva de Espa?a ¨Cen 1968 con Massiel y en 1969 con Salom¨¦¨C era algo absolutamente impensable. ¡°La observaci¨®n de las escasas oportunidades de ganar tras los triunfos de Massiel y Salom¨¦ ya la hizo por entonces el mismo ?ngel Casas al escribir en prensa que Julio parec¨ªa 'condenado a hacer un papel de relleno'. Es obvio que una tercera victoria era algo muy, muy complicado¡±, reafirma L¨®pez Mart¨ªnez.
Pero el ¨¦xito de Gwendolyne hab¨ªa empezado mucho antes de Eurovisi¨®n. Seg¨²n Juli¨¢n Molero Ortega, cr¨ªtico musical en lafonoteca.net: ¡°Gwendolyne fue crucial en la carrera de Julio Iglesias. En Espa?a fue durante nueve semanas n¨²mero uno en ventas y tambi¨¦n numero uno en las votaciones del programa El Gran Musical. TVE hab¨ªa hecho un trabajo previo de propaganda en toda Europa, editando el single en varios pa¨ªses antes del festival¡±. Un ¨¦xito que no estuvo exento de pol¨¦mica.
Para celebrar el triunfo, Julio decide llevar a Gwendolyne a Galicia. La primera parada, el hotel San Mart¨ªn, en Ourense. El conserje se niega a darles una sola habitaci¨®n: no est¨¢n casados. Misma situaci¨®n en el Gran Hotel de La Toja
Por aquel entonces, antes de recalar en Eurovisi¨®n, hab¨ªa que pasar la criba del Festival de la Canci¨®n de Barcelona ¨Cpara la ocasi¨®n, por cierto, presidido por Adolfo Su¨¢rez, con el que el cantante mantendr¨ªa amistad hasta el final¨C. Las reglas dictaban que cada canci¨®n deb¨ªa interpretarse en dos formatos. Uno con orquesta y otro con una propuesta m¨¢s reducida. Sabedores de la fama de cantante limitado de Julio, su equipo decidi¨® acometer una triqui?uela para evitar que Julio fuera al Festival solo en calidad de autor. La segunda versi¨®n la interpretar¨ªa Rosy Armen, una cantante francesa de origen armenio. Si la canci¨®n resultaba elegida (como sucedi¨®) era evidente que el enviado al Festival ser¨ªa el de nacionalidad espa?ola.
Lo cierto es que, con o sin estratagema, Julio dej¨® en la cuneta a estrellones de la talla de Manolo Galv¨¢n, Voces Amigas, Els Dos (el d¨²o formado por el luego humorista Eugenio y su mujer Conchita) o los mism¨ªsimos Mocedades. ¡°A priori, y seg¨²n los medios de la ¨¦poca, Julio part¨ªa como favorito en el Festival de la Canci¨®n de Barcelona, si bien es cierto que la interpretaci¨®n que hizo de Gwendolyne (por cierto, escogida por Julio por consejo de su padre, el doctor Iglesias) no fue lo suficientemente buena. A ello hay que a?adir que alg¨²n critico musical, a¨²n celebrando su victoria, escribiese tras el certamen que "a nadie le cab¨ªa la menor duda acerca del nombre del cantante y la canci¨®n ganadores¡¯¡± relata L¨®pez Mart¨ªnez.
Pero, incluso despu¨¦s de Eurovisi¨®n, la pol¨¦mica perseguir¨ªa a Gwendolyne. Poco despu¨¦s de su paso por el Festival, Julio fue acusado de plagio. ¡°Muchos se?alaron la similitud, m¨¢s de estilo que mel¨®dica, con Je reviens te chercher que Gilbert B¨¦caud hab¨ªa publicado en 1968", puntualiza L¨®pez Mart¨ªnez. Pero, ya a nivel nacional, recibi¨® la demanda por plagio por parte de Fernando S¨¢nchez Barroso en relaci¨®n a su canci¨®n Crisol de paz, presentada en el Festival de Benidorm de 1968. Tras la desestimaci¨®n inicial y el siguiente recurso, en oto?o de 1971, la Audiencia Territorial de Madrid negaba el plagio y condenaba a S¨¢nchez Barroso al pago de las costas "por su temeridad y las molestias que hab¨ªa irrogado a los demandados'¡±.
A pesar de todo, Gwendolyne se convirti¨® en una canci¨®n insignia para Julio. La que le abri¨® las puertas de Europa y la que le hizo popular m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras. ¡°Es una canci¨®n sin la cual no puede entenderse el posterior ¨¦xito de Julio Iglesias", ensalza apunta Molero Ortega. "Es un tema conservador hecho a medida para un festival con arreglos predecibles y, sobre todo, una canci¨®n muy bien construida para el escaso recorrido tonal de Julio. Al fin y al cabo, no olvidemos que ¨¦l mismo la compuso¡±.
Pero ?qui¨¦n era Gwendolyne?
¡°Gwendolyne fue muy importante en mi vida. Era la primera vez despu¨¦s de mi accidente. Y era mi primer amor en libertad. Gwendolyne era hermosa, muy hermosa. Era de una familia noble de exiliados rusos. Quiz¨¢s la sobrina de un pr¨ªncipe, de tipo eslavo: con p¨®mulos marcados, ojos grises, rubia. Debo decir que jam¨¢s he amado a una mujer m¨¢s bella¡±. As¨ª recuerda Julio a Gwendolyne en las p¨¢ginas de Entre el cielo y el infierno (su libro de memorias editado en 1981). Y aunque no le consagra un cap¨ªtulo entero como s¨ª lo hace con Isabel Preysler, le dedica un cari?oso recuerdo. Recordemos que por aquel entonces, Julio ya era un conquistador. En una entrevista de febrero de 1969 para Diez Minutos recogida en el programa Hormigas blancas, Julio contaba como hab¨ªan tenido que habilitar una especie de saco en el buz¨®n de su casa para abarcar la cantidad de cartas de admiradoras que recib¨ªa.
Pero con Gwendolyne, la prensa de la ¨¦poca se volvi¨® loca. La revista Garbo dijo de ella que era una muchacha francesa a la que conoci¨® en Cambridge y que estudiaba ballet cl¨¢sico. En otras publicaciones se dijo que su apellido, Bollor¨¦, proviene de la aristocracia (de hecho, en su libro, Garc¨ªa Blesa rese?a que el hermano de Gwendolyne, Vincent Bollor¨¦, es amigo ¨ªntimo de Sarkozy).
Es el primer gran amor de Julio al que ¨¦l siempre se empe?¨® en calificar de ¡®imposible¡¯. Lo cual no dejaba de ser un tanto rid¨ªculo. Un tic del dandy desvalido en el que ya se hab¨ªa convertido Julio a estas alturas. Eran dos chicos j¨®venes, sin compromisos y nada parec¨ªa oponerse a su romance. En sus memorias, Julio escribe: ¡°Era una francesa tipo, simp¨¢tica, abierta, introvertida, rom¨¢ntica. Ten¨ªa 18 a?os. Y si tuviera que resumir en una frase todo lo que representa para m¨ª, dir¨ªa: ?Qu¨¦ l¨¢stima que el tiempo y el amor no hayan coincidido!¡±.
El tiempo al que se refiere sutilmente Julio es la gloria, la fama, el ¨¦xito, las giras y, claro, las mujeres. Pero antes de que todo eso sucediera, Julio relata en sus memorias un curioso episodio que, probablemente de manera involuntaria, describe muy bien la Espa?a de la ¨¦poca. Cuando Julio gana el Festival de Benidorm, corre a Par¨ªs a buscar a su por aquella entonces novia. Es 1968 y en Francia corren aires de revoluci¨®n. Para celebrar el triunfo, Julio decide llevar a Gwendolyne a Galicia. La primera parada, el hotel San Mart¨ªn, en Ourense. El conserje se niega a darles una sola habitaci¨®n: no est¨¢n casados. Misma situaci¨®n en el Gran Hotel de La Toja. Quiz¨¢s a eso se refer¨ªa Julio con lo de ¡®amor imposible¡¯.
Un disco apresurado con el productor de Dusty Springfield
Tras el ¨¦xito descomunal del single (fue el sencillo m¨¢s vendido del a?o), se grabar¨ªa un largo. Un disco que claramente fue motivado por la urgencia de sacar un trabajo de larga duraci¨®n que aprovechara el fil¨®n de Eurovisi¨®n. ¡°El elep¨¦ ten¨ªa que salir r¨¢pido y Julio ten¨ªa poco material, por lo que se utilizaron canciones ajenas que en a?os anteriores hab¨ªan triunfado en Estados Unidos y Europa como Little Green Apples, Raindrops Keep Falling On My Head, Sentado a beira do camino¡ En realidad el elep¨¦ viene justificado por Gwendolyne¡±, dice Molero Ortega.
As¨ª, lleg¨® Gwendoline, un ¨¢lbum de once canciones con direcci¨®n musical de Ivor Raymonde, habitual de Dusty Springfield, The Walker Brothers o Los Bravos y, por cierto, padre de Simon Raymonde, bajista y teclista de Cocteau Twins. Si su anterior trabajo Yo canto (1969) era un disco debut de cantautor compuesto enteramente por ¨¦l, Gwendolyne ofrec¨ªa otra visi¨®n. Seg¨²n Molero Ortega, ¡°Fue la llave de Europa y la transmutaci¨®n de Julio de cantautor costumbrista apegado a Galicia a cantante internacional con baladas arropadas por orquestas, arreglos muy cuidados... Como cantautor le iba a ser muy dif¨ªcil triunfar en el extranjero y desde los primeros a?os setenta ese era el objetivo¡±.
Y, aunque habr¨ªa que esperar a Soy (1973) o a A flor de piel (1974) para que Julio puliera su estilo y definiera su estrella tal y como la conocemos hoy, el ¨¢lbum Gwendolyne prendi¨® la mecha de todo lo que vendr¨ªa. Tambi¨¦n a nivel econ¨®mico: ¡°La primera gran cifra de la que se tiene constancia es la de las 125.000 pesetas que Julio cobr¨® en el mes de mayo de 1970¡± asegura L¨®pez Mart¨ªnez.
Un gran ¨¦xito olvidado
Igual que Gwendolyne se esfum¨® relativamente r¨¢pido en el coraz¨®n de Julio, la canci¨®n de mismo t¨ªtulo no corri¨® mucha mejor suerte. En Entre el cielo y el infierno, el cantante le dedica apenas una decena de l¨ªneas, incluido su paso por Eurovisi¨®n. ¡°Gwendolyne fue seleccionada para representar a Espa?a. De esa chica rubia con la que iba a casarme no me quedaba m¨¢s que una canci¨®n. Recuerdo el Festival de Benidorm, Gwendolyne en el aeropuerto de Par¨ªs... Sus rasgos se han borrado un poco en mi memoria, pero le debo esta canci¨®n que me ha permitido darme a conocer en Europa, estar en Eurovisi¨®n, aunque no haya ganado. Fue, sin embargo, el ¨¦xito del a?o. Por todas estas razones, querida Gwendolyne, te doy las gracias¡±.
No deja de resulta curioso comprobar lo r¨¢pido que fue barrida del repertorio de Julio la canci¨®n que lo convirti¨® en una estrella internacional. Ni siquiera en su poderoso directo en el Olympia del a?o 1976 la rescat¨®. La vida sigue igual, sin embargo, m¨¢s antigua en el tiempo (pertenece a su primer disco) le acompa?¨® fielmente en posteriores actuaciones. Algunas teor¨ªas apuntan que dej¨® de interpretarla para no despertar los celos de su mujer (se casar¨ªa con Isabel Preysler en 1971, un a?o despu¨¦s de la salida del disco). Pero,si tenemos en cuenta que, seg¨²n se cuenta en el libro de Garc¨ªa Blesa, Julio la cant¨® ante la insistencia del p¨²blico el d¨ªa de su boda con Isabel, la conjetura no se sostiene. Sea por una raz¨®n o por otra, lo cierto es que Gwendolyne en la voz de Julio se qued¨® anclada en esos primeros setenta y es la responsable, entre otras cosas, de, seg¨²n cont¨® Paloma Barrientos en El Confidencial, su apodo de aquellos tiempos: ¡°A Julio le llamaban el Termo, por la canci¨®n Gwendolyne ("Tan dentro de m¨ª, conservo el calor...)¡±.
Por mucho que Julio haya renegado, ha habido unas cuantas versiones de este tema. Algunas tan inesperadas como la de Junco y otras que es mejor ni mencionar por aquello de que caigan en el olvido lo antes posible, pero la m¨¢s curiosa quiz¨¢s sea la de Lola Flores. Recoge Garc¨ªa Blesa en su libro que en la fiesta en la que Isabel y Julio se conocieron (una especie de feria internacional para dar a conocer los productos nacionales auspiciada por la familia Terry en la se daba cita toda la espa?olidad del momento, desde Raphael a Bambino pasando por Camar¨®n o Paco de Luc¨ªa), Lola Flores se arranc¨® con una versi¨®n flamenca de Gwendolyne, dejando claro que a pesar del posterior repudio de su compositor, era una canci¨®n ganadora.
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