Roberto Moso, l¨ªder de Zarama: ¡°Leo confesiones de exmiembros de ETA y pienso: ?te metiste en semejante ¡®fregao¡¯ por esas cositas?¡±
El m¨²sico y periodista vasco, fundamental en la creaci¨®n de lo que se llamo rock radical vasco, acaba de publicar ¡®Puto boomer¡¯, un libro de recuerdos en el que repasa su vida ahora que acaba de jubilarse
El puerto de Bilbao est¨¢ en realidad en Santurce. Es algo que a los locales les gusta recordar para remarcar que su pueblo es orgullosamente obrero y marinero. Santurce, el fin de trayecto del m¨ªtico tren de la margen izquierda: Bilbao, Baracaldo, Sestao, Portugalete y Santurce. ¡°Hubo un momento en el que era el cercan¨ªas con mayor flujo de pasajeros de toda Espa?a¡±, recuerda Roberto Moso, 64 a?os, natural de Santurce y l¨ªder de Zarama, el primer grupo rock que grab¨® en euskera. Fue un single: Nahiko, publicado en 1982.
Tiene sentido que el rock radical vasco arrancase en Santurce. En los setenta y ochenta, cuando el cintur¨®n industrial fue cerrando y la reconversi¨®n industrial destruy¨® una forma de vida, ese tren recorr¨ªa un paisaje decadente, gris y sin porvenir. En esas ciudades sin futuro prendi¨® r¨¢pido el punk. Moso, periodista durante 35 a?os, se jubil¨® hace poco y acaba de publicar Puto boomer (Liburuak), m¨¢s que unas memorias un libro de recuerdos: ¡±Y de fantas¨ªas, reinvenciones... Al final viene a ser como una especie de puzzle en el que vas juntando las piezas y sale un poco mi vida¡±, explica.
Por medio de cap¨ªtulos que son como art¨ªculos autoconclusivos se va descubriendo la vida del l¨ªder del grupo m¨¢s at¨ªpico de lo que se llam¨® el rock radical vasco. Mientras la mayor parte de aquella generaci¨®n se decantaba por el punk m¨¢s panfletario, Zarama eran m¨¢s bien cronistas de lo que ve¨ªan a su alrededor. De hecho, una de sus canciones m¨¢s populares, Bihotzak sutan (corazones en llamas) describe como pocas las noches de fin de semana de los adolescentes en las capitales vascas en los ochenta: salir de marcha por la parte vieja sospechando que lo m¨¢s probable era acabar en mitad de una batalla campal. ¡°Pues s¨ª, efectivamente, yo creo que b¨¢sicamente lo que hac¨ªamos eran cr¨®nicas. No nos gust¨® nunca ser demasiado panfletarios. Yo discut¨ªa mucho con Josu, de Eskorbuto, porque a ¨¦l le gustaban mucho las letras del tipo: ¡®os enga?an¡¯. Y yo le dec¨ªa: ¡®?Pero t¨² qui¨¦n eres para decirle a nadie que le enga?an? ?Qu¨¦ pasa? ?Que a ti no te enga?an o qu¨¦?¡¯. Josu y yo ten¨ªamos constantes pol¨¦micas, desde la amistad y desde el buen rollo, pero nos calent¨¢bamos mucho. A m¨ª me gustaba m¨¢s, dejar a la gente margen para pensar las cosas y ser m¨¢s descriptivo¡±.
Porque resulta que fue Roberto Moso qui¨¦n bautiz¨® a Eskorbuto, ahora convertidos en un mito. ?Pens¨® en alguna ocasi¨®n que llegar¨ªan a ser la leyenda que son ahora? ¡°Jam¨¢s, jam¨¢s. Yo siempre vi que hab¨ªa carisma. Josu y Juanma eran dos personalidades muy marcadas. Curiosamente, los dos de familias gallegas. Los dos de barrios muy obreros de Santurce, de Cabieces y de Mamariga. Luego se juntaron con Pako, el bater¨ªa, que encima era de otro barrio potente de Portugalete, y que tambi¨¦n ten¨ªa¡ bueno, tiene, porque afortunadamente est¨¢ vivo, su carisma. Pero los creativos, sobre todo, eran ellos dos. Y Pako fue el que sirvi¨® de pegamento. Sin ¨¦l tampoco hubiera habido Eskorbuto, porque ¨¦l era el que les llevaba a los ensayos, el que les obligaba a currarse las canciones, de alguna forma era el motor. Ellos eran, no s¨¦, el embellecedor y todo lo que quieras del coche, lo bonito¡±.
Moso estuvo con ellos en los buenos momentos y aguant¨® hasta el final, cuando la hero¨ªna les machac¨®. ¡°Entre los grupos de aquella ¨¦poca hab¨ªa d¨ªas. Nosotros hemos tenido ¨¦pocas en las que nos llev¨¢bamos muy bien con Hertzainak, otras en las que tuvimos broncas. Con Kortatu tuvimos muy buena relaci¨®n, y alg¨²n que otro desencuentro; con La Polla Records tambi¨¦n. Pero con los Eskorbuto nos llev¨¢bamos especialmente bien, porque los ten¨ªamos al lado. Lo que pasa es que bueno, luego, cuando se aficionaron a lo que se aficionaron, pues era imposible. Ni siquiera se llevaban bien entre ellos. Al final s¨ª, porque los pobres estaban hechos polvo y daban pena. Te ven¨ªan casi pidiendo sopitas. Ten¨ªan muchos enemigos. En su momento ten¨ªan demasiados enemigos, y ahora tienen demasiados amigos. Porque resulta que todo el mundo era amigo de Eskorbuto. Me hace mucha gracia¡±, recuerda.
La hero¨ªna entr¨® muy fuerte en el Pa¨ªs vasco en los primeros ochenta y fue la responsable de diezmar una generaci¨®n. ¡°Pero no solamente nos peg¨® mucho en el rock vasco. Hubo much¨ªsima droga en La Movida madrile?a, Yo dir¨ªa que incluso m¨¢s. Yo cada vez que bajaba a Madrid flipaba mucho. De hecho, creo que en cantidades netas, hab¨ªa m¨¢s. Adem¨¢s, mucha gente que no imaginar¨ªas era m¨¢s drogadicta de lo que parece. No voy a dar nombres porque no quiero ser chivato. Pero no s¨¦, yo creo que el Rock Radical Vasco ha cargado con un sambenito que no es que sea mentira, porque no lo es, pero exagerado respecto a otras movidas¡±.
Zarama lo miraban todo un poco desde fuera. Nunca dejaron de ser amateurs, en una escena que en cuanto vio un poco de dinero se profesionaliz¨®. Ten¨ªan fama de ser ¡°los educados¡± del rock radical vasco. Los que hab¨ªan ido a la universidad, los que se expresaban bien, los listos. ¡°Mientras fu¨¦ramos los listos y no los listillos, todo bien. ?ramos todos hijos de la clase trabajadora. Pero de esa clase trabajadora que quer¨ªa que sus hijos estudiaran. Y hasta cierto punto ten¨ªamos un puntito de intelectuales. Puede sonar muy pretencioso eso, pero s¨ª, ¨¦ramos gente que le¨ªamos y que escuch¨¢bamos m¨²sica. Que eso no significa que los dem¨¢s no lo fueran. Cuidado¡±.
Moso cantaba en euskera. Un idioma que aprendi¨® por su cuenta, como otros tantos nacidos en el franquismo, empezando por Gabriel Aresti, el gran renovador de la poes¨ªa vasca. ¡°?C¨®mo iba a ser euskaldunzaharra [aquellos cuyo idioma materno es el euskera] siendo de Santurtzi! En aquellos a?os eso era, en todo caso, cuando sal¨ªas de un ambiente rural. Lo que pasa es que nacimos al calor de la reivindicaci¨®n de todas esas cosas. Una de ellas era el euskera¡±. En Puto boomer hace una reflexi¨®n sobre la eclosi¨®n del nacionalismo vasco en los setenta. ¡°M¨¢s que una conciencia nacional reflexiva, lo que estall¨® era fruto del cabreo¡±, escribe. ¡°El acercamiento a la izquierda abertzale era muy del tipo: ¡®me jod¨¦is, pues me pongo de este lado¡¯¡±, explica. ¡°Lo que pasa es que, joder, hubo gente que lo llev¨® al extremo, porque yo a veces, cuando leo las confesiones de ciertos exmiembros de ETA, pienso: ¡®Joder, macho ?Y te metiste en semejante fregao por esas cuatro cositas que me est¨¢s contando?¡¯. Era todo muy visceral, ?sabes? A veces era para echarse a temblar, menos mal que yo no llegu¨¦ tan lejos¡±.
Moso milit¨® en Euskadiko Ezkerra (EE), el partido que lideraba Mario Onaindia. ¡°Llegu¨¦ all¨ª por ¨®smosis. Estabas en las asambleas de la universidad y al final, terminabas con el que m¨¢s o menos te ca¨ªa bien, el que ve¨ªas que se movilizaba mejor, el que era m¨¢s honesto o con el que ten¨ªas m¨¢s empat¨ªa. Ese era el que te llevaba al huerto. Creo que fue una suerte que me fui al huerto de EE, ?no? Aunque eso supuso en un momento dado tener ciertas enemistades, porque no a todo el mundo le ca¨ªa bien EE¡±.
Habla Moso en Puto Boomer de los odios cainitas en las diferentes facciones de esa ensalada de siglas que era la izquierda vasca en los ochenta: EMK, LKI, EIA, HASI, KAS, HB¡ ¡°El famoso S¨ªndrome de La Vida de Brian: El frente Judaico Popular contra el Frente Popular de Judea. Yo, cuando vi la pel¨ªcula, pens¨¦: ¡®Estos cabrones conocen Euskadi¡¯. Eran tiempos confusos en los que gran parte de la juventud vasca ve¨ªa la independencia como la posibilidad de construir un pa¨ªs no m¨¢s peque?o, mejor. ¡°S¨ª, la independencia y el socialismo, que estar¨ªa con las mujeres, que estar¨ªa con los LGTBIs, que estar¨ªa con el internacionalismo proletario, que estar¨ªa con el euskera, que estar¨ªa con... Se iban dibujando diferentes mapas de Euskadi con diferentes utop¨ªas. Creo que hubo mucho, no solamente en Euskadi, en general, en la transici¨®n hubo mucho de ese sarampi¨®n. Porque quer¨ªamos abrazar todas esas novedades y toda esa libertad, y quieras o no, ¨¦ramos, en ese sentido, ni?os. Y efectivamente, luego lleg¨® la madurez y llegaron los desencantos¡±.
Perejil de todas las salsas, hombre de Radio curtido en la calle. Moso no solo tuvo un papel fundamental en el rock radical vasco. Una de las sorpresas del libro es que durante una ¨¦poca trabaj¨® en la televisi¨®n aut¨®noma vasca y fue ¨¦l qui¨¦n apost¨® por un programa ahora considerado hist¨®rico: Vaya semanita, quiz¨¢s el ¨²nico espacio surgido de la ETB que conoce casi todo el mundo fuera del Pa¨ªs Vasco. ¡°Estuve trabajando en ETB de lo que llamaban coordinador de programas. Cuando las productoras presentaban proyectos me dec¨ªan: ¡®A ver, Roberto, ?De estos proyectos cu¨¢l te parece bueno?¡¯. Antes de Vaya Semanita hab¨ªa habido ya uno que ten¨ªa ese cierto sesgo de re¨ªrse de nosotros mismos, me refiero a los vascos. Y se ve¨ªa que este quer¨ªa andar por ah¨ª. Yo pens¨¦ que era lo que necesit¨¢bamos, porque ETB no ten¨ªa ning¨²n marchamo de hacer humor con la idiosincrasia vasca. Y bueno, se acept¨® porque hac¨ªa falta un programa que intentara rascarle un poquito a Los Serrano, que arrasaban en Euskadi. Cuando empezaron a emitirlo me pasaban muchas veces los v¨ªdeos, a ver que me parec¨ªa. Y ve¨ªas ah¨ª sketches como el de Los S¨¢nchez. ¡°Es que tengo un hijo ertzaina y otro hijo de la ETA¡¯. Y yo pensaba, ¡®jo-der, vamos a meterlo, a ver qu¨¦ pasa¡¯. Y bueno, fueron colando y colando, hasta que lleg¨® un momento en el que, cuando se repitieron los programas en verano, se dispararon las audiencias y la propia direcci¨®n ten¨ªa que tener mucho cuidado con decir, ¡®hasta aqu¨ª hemos llegado¡¯ o con censurarlo, porque eso habr¨ªa salido en la prensa. Fueron a?os muy interesantes¡±.
Ahora, jubilado en 2023, afronta una nueva etapa. ¡°La jubilaci¨®n me cay¨® bien, sinceramente, no te voy a enga?ar, porque ahora tengo mucho m¨¢s tiempo para hacer cosas como esta, que me gustan. Y para estar con mis hijas, y con mi mujer, y con mis amigos, y para hacer m¨²sica, que estoy tambi¨¦n en ello. Estoy a gusto, la verdad¡±.
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