Si ahora no, cu¨¢ndo
El frente activista de la UE contra la recesi¨®n debe ganar al frente de rechazo
La econom¨ªa europea y la propia Europa atraviesan un momento oscuro, por la indecisi¨®n de sus dirigentes para tomar las contundentes medidas que deben evitar otra Gran Recesi¨®n a consecuencia de la pandemia. Pero al mismo tiempo se avista el d¨ªa en que estas puedan ser posibles y efectivas, abriendo una expectativa frente a la inacci¨®n colectiva y la respuesta desordenada de sus miembros.
Este es el resultado, contradictorio e inquietante, pero tambi¨¦n esperanzador, del Consejo Europeo telem¨¢tico celebrado el jueves. En esa tensa cumbre, los partidarios de no hacer nada ¡ªmayoritariamente, del Norte¡ª y los que reclaman una acci¨®n potente e inmediata ¡ªsobre todo, pero no solo, del Sur¡ª perge?aron una suerte de comp¨¢s de espera activo para la reacci¨®n de la Uni¨®n Europea (UE) ante esta crisis in¨¦dita.
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Por un lado, Alemania y Holanda, seguidos por otros m¨¢s silenciosos, se opusieron a la razonable, razonada y urgente puesta en marcha de una estrategia de mutualizaci¨®n de las deudas (eurobonos), como modo m¨¢s adecuado para allegar recursos con los que evitar la recesi¨®n, y qui¨¦n sabe si una profunda depresi¨®n.
Pero ese frente exhibi¨® matices. De un lado, la canciller Angela Merkel apost¨® por darse tiempo a fin de calibrar el alcance exacto de la crisis y el n¨²mero de pa¨ªses afectados, aunque no descart¨® otros apoyos comunitarios: algo que ignora la evidencia de que el virus atraviesa fronteras, afecta a todos y genera una paralizaci¨®n econ¨®mica exponencial. Pero que al menos no se cierra en banda a toda propuesta de una soluci¨®n mancomunada. De otro, el primer ministro holand¨¦s, Mark Rutte, se negaba incluso a acordar cualquier l¨ªnea crediticia europea que no humille y estigmatice a su solicitante y le imponga condiciones leoninas y/o discriminatorias.
Conviene destacar los matices, porque, aunque hayan convergido en un frente insolidario, son variables, y pueden variar. La realidad es que el frente de rechazo al activismo europeo, a la implicaci¨®n de la pol¨ªtica fiscal y la creaci¨®n de una deuda com¨²n, carece de programa. De todo plan que no sea un conjunto mal hilvanado de negativismo, aplazamiento e inacci¨®n, relegando las pol¨ªticas contra un problema que es global a los insuficientes instrumentos nacionales. Por definici¨®n, la pasividad ante una ¡ªya evidente¡ª cat¨¢strofe de alcance continental no resuelve nada.
Por el contrario, el frente activista encabezado por Espa?a, Francia e Italia tiene un programa concreto, p¨²blico y sensato, basado en tres pilares: eurobonos, presupuesto comunitario expansivo para 2020 y 2021, estrategia de inversiones intensivas para el relanzamiento. Los plasmaron, junto con otros seis Gobiernos, en la v¨ªspera de la cumbre, en el texto de una propuesta com¨²n en forma de carta colectiva.
Y es esta plataforma la que permiti¨® el jueves dar un giro al vergonzoso borrador de conclusiones, repleto de lugares comunes, carente de alternativas y vac¨ªo de compromisos de calendario. La decidida actuaci¨®n, entre otros, del presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, y del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, permiti¨® al menos incorporar un horizonte temporal (15 d¨ªas, un plazo excesivo para la velocidad del problema; pero positivo, dada la oposici¨®n de los negacionistas) para la concreci¨®n de un paquete de soluciones concretas y globales. E incorpor¨® la elaboraci¨®n de una hoja de ruta a m¨¢s largo plazo por los presidentes de las instituciones, un expediente reservado a las grandes ocasiones, que fue muy ¨²til para corregir la lentitud y escasa ambici¨®n con que la UE combati¨® al principio la Gran Recesi¨®n iniciada en 2008.
La postura del frente activista tiene opciones de abrirse paso. Representa a tres de las cuatro principales econom¨ªas del euro; incorpora a pa¨ªses contribuyentes y receptores; fundadores y adheridos despu¨¦s; sensibilidades del Este y del Oeste. Incluye propuestas validadas en otros lugares. Y llega en el momento oportuno de la emergencia, pues, como ha formulado el gobernador del Banco de Espa?a: ¡°Si no es ahora, ?cu¨¢ndo?¡±.
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