Un mapa, profesores mensajeros y bonos para que ning¨²n escolar se quede sin comida

Hay una escena que ha dejado de repetirse casi de manera simultanea en todo el mundo. En fila india, de uno en uno, un grupo de estudiantes esperaba con su plato y cubiertos para entrar al comedor de la escuela. Era la hora del almuerzo. Esta imagen, a distintos husos horarios, ya no es cotidiana: al menos 192 pa¨ªses en todo el mundo han cerrado sus centros educativos por la Covid-19. Solo las escuelas de Nicaragua, Bielorrusia, Tayikist¨¢n y Uzbekist¨¢n permanecen abiertas a 13 de abril, seg¨²n datos oficiales de la Unesco.?

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Con todas las aulas y comedores cerrados, ?c¨®mo van a acceder a esta comida diaria los ni?os m¨¢s necesitados en los pa¨ªses en desarrollo? El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA), junto con la agencia de la ONU para la Infancia (Unicef), y la ayuda de ONG internacionales y locales, tratan de encontrar m¨¦todos alternativos y evitar, as¨ª, la desnutrici¨®n infantil a pesar del cierre escolar.

"Podemos pasar al aprendizaje en l¨ªnea, pero no a comer en l¨ªnea". Esta frase demoledora es de Carmen Burbano, directora de Alimentaci¨®n Escolar del Programa Mundial de Alimentos (PMA), agencia de las Naciones Unidas que desde finales de marzo decidi¨® lanzar un mapa que muestra en tiempo real c¨®mo la pandemia de la Covid-19 est¨¢ interrumpiendo los almuerzos escolares de los ni?os y las ni?as en todo el mundo. A medida que la crisis del coronavirus se extend¨ªa, el n¨²mero de pa¨ªses que cerraban sus colegios aumentaba y el mapa se te?¨ªa de un mismo color.

M¨¢s de 368 millones de menores en edad escolar en todo el mundo han dejado de recibir estos productos, seg¨²n los ¨²ltimos datos del documento interactivo. El PMA ayuda a 70 pa¨ªses de esta lista a implementar los programas de alimentaci¨®n en las aulas, normalmente en regiones que son de bajo ingresos y que se sustentan de la cooperaci¨®n internacional. "Apoyamos a los ni?os m¨¢s vulnerables de los pa¨ªses m¨¢s pobres", se?ala Burbano.?

M¨¢s de 368 millones de ni?os en edad escolar en todo el mundo han dejado de recibir las comidas escolares

Una red de profesores es clave en la entrega a domicilio

?C¨®mo se sigue recibiendo la comida escolar, pero ahora en casa? Cada pa¨ªs en desarrollo en el que el PMA est¨¢ implantado y al que ofrece esta ayuda, unos 12 millones de ni?os en todo el mundo, tiene una casu¨ªstica. En Libia, pa¨ªs africano que de momento cuenta con 25 casos de coronavirus, el m¨¦todo a seguir para repartir las raciones ser¨¢ a trav¨¦s de los profesores y los padres de familia, en un acuerdo entre el Gobierno y el organismo. "Se utilizar¨¢n los puntos comunitarios ya establecidos para que sea all¨ª donde profesores y padres, que ya se conocen, intercambien la comida", explica Burbano.

Sin embargo, en otros, como Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, se distribuir¨¢ en la misma escuela y, en este caso, en raciones para dos meses. "Para que as¨ª solo tengan que ir y volver una vez cada 30 d¨ªas", contextualiza la experta. "Como muchos de los profesores han marchado a sus lugares de origen, se repartir¨¢ la comida a trav¨¦s de otros, auxiliares y voluntarios", explica Burbano, que a?ade que se ir¨¢ llamando a las familias, barrio por barrio, para evitar aglomeraciones, prohibidas en el pa¨ªs desde que se decretase el confinamiento y las reuniones de m¨¢s de 50 personas.

Otras de las soluciones que plantean las agencias mundiales de cooperaci¨®n para hacer llegar las comidas escolares es a trav¨¦s de vales con dinero, siempre y cuando las caracter¨ªsticas de cada pa¨ªs lo permitan. "Si cuenta con una red de mercados y tiendas amplia, la forma m¨¢s eficaz para hacer llegar esta ayuda es a trav¨¦s de tickets con dinero para que la familia pueda hacer uso de ellos y compre los alimentos necesarios. Si no existe, el problema es doble", explica V¨ªctor Aguayo, director del programa de Nutrici¨®n de Unicef.

Bonos sociales en Am¨¦rica Latina

A diferencia de ?frica, que carece de programas espec¨ªficos de ayuda y protecci¨®n social en cada pa¨ªs, Am¨¦rica Latina s¨ª cuenta a nivel regional de una manera mucho m¨¢s extendida, a pesar de las desigualdades, con programas gubernamentales que ayudan a las familias m¨¢s pobres. "La ¨²nica instituci¨®n p¨²blica que se encuentra en todos lados en Am¨¦rica Latina es la escuela, por eso es el mejor mecanismo para hacer llegar los programas sociales", sentencia Horacio ?lvarez, especialista senior de Educaci¨®n del BID en Panam¨¢.

Cada pa¨ªs, explica, ha establecido su propio m¨¦todo de reparto de comida. Por ejemplo, en Chile las familias m¨¢s vulnerables pueden ir al colegio a por un men¨² semanal para sus hijos. "La escuela no es solo el lugar donde irse a educar. Tambi¨¦n es donde los chicos en riesgo de exclusi¨®n social encuentran un espacio protector y es all¨ª donde se alimentan. Cerrada, ?d¨®nde comen?".

La ¨²nica instituci¨®n p¨²blica que est¨¢ en todos lados de Am¨¦rica Latina es la escuela Horacio ?lvarez, especialista senior de Educaci¨®n del BID en Panam¨¢

En Argentina y Costa Rica, asegura Burbano, las familias que ya recib¨ªan esta comida diaria recibir¨¢n un cup¨®n con el dinero el equivalente al almuerzo de sus hijos. "Para aquellas que ya han entrado en esta crisis sanitaria en una situaci¨®n precaria y tienen trabajos dentro de la econom¨ªa informal, sin sustento constante o sin trabajo, estas comidas escolares son fundamentales", explica.

Un estudio realizado por el PMA y el Banco Mundial aseguraba que la alimentaci¨®n escolar transfiere indirectamente el 10% del ingreso mensual de un hogar pobre en pa¨ªses de medios y bajos ingresos. "Precisamente para no agravar la crisis econ¨®mica en estas familias, entre otras cosas, es por lo que se est¨¢ estudiando ya cu¨¢ndo va a ser posible la vuelta a las aulas, que esperamos sea cuanto antes", asegura Burbano.

La nutrici¨®n se puede resentir

Uno de los impactos del cierre de centros escolares que m¨¢s preocupa a todos los expertos, adem¨¢s de la educaci¨®n, es un agujero en el valor nutricional que aportan estas comidas a los alumnos. "Muchas veces es el ¨²nico lugar donde comen la fruta y verdura que no tienen en casa", explica Burbano. "Cada almuerzo o merienda supone el 30% del valor nutricional que debe tener un ni?o", a?ade. Desde casi el comienzo de la crisis del coronavirus, Unicef ha insistido en c¨®mo los m¨¢s peque?os se han convertido en "las v¨ªctimas invisibles" de la pandemia y el gran impacto que, a medio y largo plazo, puede suponer el cierre de los centros educativos para su salud mental y f¨ªsica.

"La escuela es una fuente de equidad, a todos los ni?os se les trata igual. No hay distinci¨®n de clase social ni de g¨¦nero. Pero en muchas sociedades, incluso en el ¨¢mbito del hogar, no siempre es ese el caso: a veces son los ¨²ltimos en comer y m¨¢s en situaciones de crisis como esta", asegura Aguayo. No hay ¨²ltimos en esa fila india que se forma en cada escuela, cada d¨ªa, a la hora de comer. Y as¨ª volver¨¢ a ser cuando acabe la pandemia.

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Reparto de comida en los 'slums' de Varanasi

B. H.

La ongd espa?ola Semilla para el Cambio, que trabaja en Varanasi (India), cuenta con dos comedores escolares en los que, cada d¨ªa, proporcionaban desayuno y comida a los 269 ni?os que forman parte de su proyecto de Educaci¨®n. Ni?os procedentes de comunidades empobrecidas, que viven en los denominados slums, para quienes las dos comidas diarias de estos comedores supon¨ªan el principal alimento que recib¨ªan al d¨ªa.

Por esto, Semilla para el Cambio empez¨® esta pasada semana a distribuir packs de alimentaci¨®n entre m¨¢s de 200 familias de los slums, as¨ª como de otros barrios desfavorecidos de esta ciudad. "Hemos pasado de ofrecer alimentos al doble de ni?os de los que hasta ahora atend¨ªamos en nuestros comedores", explica Mar¨ªa Bodel¨®n, directora de Semilla.

Con el decreto de confinamiento, estos ni?os han dejado de tener acceso a los comedores escolares y, por tanto, a una alimentaci¨®n suficiente y adecuada. Sus familias viven de jornales diarios, que ahora han dejado de percibir con las restricciones a la movilidad, derivadas de la alerta sanitaria por la Covid-19.

No obstante, Mar¨ªa Bodel¨®n comenta que los packs alimentarios que est¨¢n distribuyendo cubren necesidades muy b¨¢sicas, pero carecen de determinados alimentos para el correcto desarrollo f¨ªsico y cognitivo de los m¨¢s peque?os: "Repartimos packs de alimentos no perecederos, que contienen seis kilos de arroz, dos de harina, patatas y lentejas, 200 gramos de soja, medio litro de aceite, galletas y jabones. Las familias, probablemente, puedan comprar verduras, pero no se pueden permitir comprar alimentos como leche, frutas, huevos o carne".

"Una alimentaci¨®n tan desequilibrada podr¨¢ afectar al crecimiento f¨ªsico y cognitivo de los m¨¢s peque?os si esto se alarga mucho y hacerlos m¨¢s d¨¦biles y m¨¢s propensos a ponerse enfermos", explica Bodel¨®n.?Unicef estima que en India el 35% de los ni?os sufren retraso del crecimiento, lo cual provoca da?os mentales y f¨ªsicos irreparables.

Si bien la primera respuesta de India al coronavirus fue bastante controvertida, la regi¨®n m¨¢s densamente poblada del mundo decret¨® el confinamiento el pasado 21 de marzo y tiene, hasta el 13 de abril, m¨¢s de 9.300 casos positivos y 324 muertos.