No al nihilismo
Nadie puede acompa?ar a Vox en la estrategia de destruir por destruir
Vox ha acusado al Gobierno de practicar una ¡°eutanasia feroz¡±, as¨ª como de realizar una ¡°gesti¨®n criminal¡± en la contenci¨®n de la pandemia del coronavirus. Estas declaraciones de la formaci¨®n de ultraderecha que preside Santiago Abascal y otras de semejante tenor han ido acompa?adas por la propagaci¨®n de bulos en las redes sociales, referidos, entre otras cosas, a la supuesta censura de los servicios de mensajer¨ªa telef¨®nica por parte del Gobierno, el trato sanitario de favor recibido por los inmigrantes o el n¨²mero de fallecidos en Espa?a a causa de lo que, en su manual de agitaci¨®n permanente, a veces pueril y a veces escalofriante, Vox denomina ¡°la peste china¡±. Por descontado, su grupo en el Congreso ha rechazado la ¨²ltima pr¨®rroga del estado de alarma y anunciado que no participar¨¢ en ning¨²n pacto para paliar los efectos econ¨®micos de la pandemia.
Editoriales anteriores
Esta vuelta de tuerca de Vox ha tenido una consecuencia inesperada, de la que los restantes partidos pol¨ªticos est¨¢n obligados a tomar nota: ha trazado la frontera entre las fuerzas democr¨¢ticas y el nihilismo fan¨¢tico donde coinciden los extremismos de cualquier signo. El cuadro tenebroso que Vox trata de agitar ante los ciudadanos sin reparar en la inmoralidad de los medios no describe la realidad de la situaci¨®n, sino que revela la falta de escr¨²pulos que inspira su acci¨®n en estos momentos. Los gestos de supuesto amor a Espa?a, que, en su ideario, se reduce a los espa?oles que son y piensan como ellos, no pueden ocultar que su ¨²nica estrategia se limita a destruir por destruir. La naci¨®n a la que dicen amar no es diferente de otras naciones hacia las que algunos nihilistas como ellos dan muestras de arrobo semejantes, proyectando sobre los dem¨¢s unas intenciones aviesas que son solo las suyas.
No existen excusas para, por simple c¨¢lculo pol¨ªtico, no tomar incontestable distancia en unos temas y unas formas de oposici¨®n que son propias de quienes consideran las instituciones democr¨¢ticas un simple contratiempo para lograr sus objetivos, por m¨¢s que se declaren sus m¨¢s en¨¦rgicos protectores para mejor destruirlas. Es mucho el poder que estas y otras fuerzas de similar naturaleza han adquirido en el contexto de una crispaci¨®n que siempre fue temeraria, pero que, en las actuales circunstancias, puede resultar suicida. Tiene raz¨®n el Partido Popular cuando sostiene que el Gobierno no puede reclamar unidad si, por su parte, no ofrece ni informaci¨®n ni corresponsabilidad. Pero si el Gobierno incurriera en este error, la peor respuesta es precipitarse en un error mayor, poniendo la suerte del pa¨ªs en manos de quienes se valen de la mentira para sembrar la divisi¨®n y el rencor.
La circunstancia es cr¨ªtica, porque en estas pr¨®ximas semanas se cruzar¨¢n las dos l¨ªneas de fuerza que est¨¢n desgarrando al pa¨ªs. La situaci¨®n sanitaria ha experimentado una leve mejor¨ªa en medio de la tragedia de fallecidos y de enfermos, al menos en lo que respecta al objetivo de evitar el colapso del sistema. La situaci¨®n econ¨®mica, por su parte, depender¨¢ de los pasos que se puedan dar entre todos ocupando los espacios que el control de la enfermedad vaya dejando libres. Vox no estar¨¢ entre quienes desean contribuir a la racionalidad, sino perfilando el territorio oscurantista en el que ninguna fuerza democr¨¢tica puede acompa?arlos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.