Lo que aprendemos (y nos queda por aprender) de los gatos en el confinamiento
Mientras grandes fil¨®sofos publican sus reflexiones en torno a la crisis del coronavirus, los felinos guardan, inconscientemente, el saber supremo para pasar con ¨¦xito la cuarentena. Como si llevasen toda la vida haciendo una
Pensadores de todo el mundo, desde Slavoj ?i?ek hasta Paolo Giordano, est¨¢n ultimando o han escrito ya su ensayo sobre las ense?anzas que nos deja la pandemia del coronavirus. Unos reflexionan sobre c¨®mo la Covid-19 ha puesto de relieve la necesidad de dotar a la sanidad p¨²blica de los mejores recursos posibles de manera permanente; otros, sobre la necesidad de impulsar un cambio de sistema que ponga la vida, y no las demandas de los mercados, por delante. Entre tanto, los gatos, el opuesto diametral a quienes, productiva e incansablemente, trabajan en pensar la nueva normalidad que viene tras una crisis sin horizonte definido, no van a publicar ning¨²n libro. Pero eso no significa que no tengan tambi¨¦n mucho que decir.
A lo largo de 'Lo que aprendemos de los gatos', Paloma D¨ªaz-Mas ensalza la capacidad de los felinos para mantener un bienestar y una comodidad continuos, que a los humanos se les escapa por culpa de ¡°una enfermedad llamada Raz¨®n¡± y ¡°un exceso de secreci¨®n de ideas¡± que les pone continuamente en un ¡°lugar inexistente¡±
Mientras las medidas decretadas en Espa?a (y en buena parte del mundo: actualmente, 4.000 millones de personas tienen orden de permanecer en sus casas) llevan a muchos a compensar la limitaci¨®n de movimientos con las rutinas de ejercicios de la youtuber Patry Jord¨¢n y el aislamiento social con videollamadas a trav¨¦s de Zoom, WhatsApp, Google Hangouts o Skype, los gatos, desde la posici¨®n altiva con la que un maestro mira a un pupilo tan listillo como torpe, permanecen impert¨¦rritos o echan otra cabezada para completar su cupo de 16 horas diarias de sue?o. Territoriales por naturaleza, el confinamiento es su modo de vida. As¨ª que, modestamente, quiz¨¢ el procedimiento para superar este trance pase por consultarles.
En el libro Lo que aprendemos de los gatos (Ed. Anagrama, 2014), la profesora de investigaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) Paloma D¨ªaz-Mas emprendi¨® un trabajo de aproximaci¨®n a la psicolog¨ªa felina, a la vez que hac¨ªa balance de las ense?anzas adquiridas durante su convivencia, primero, con Tris-Tras y, despu¨¦s, con su pareja de sucesores, Tris y Tras. ¡°Cuando los vemos jugar, exhibiendo su magn¨ªfica forma f¨ªsica, o dormir pl¨¢cidamente sobre nuestro sill¨®n favorito (s¨ª, ese sill¨®n donde los gatos nunca nos dejan sentarnos) envidiamos su capacidad para vivir intensamente ese instante; sin atormentarse, como hacemos nosotros, por un pasado que ya no existe y un futuro que tal vez no llegue¡±, reflexiona en un pasaje.
Consultada por ICON, la profesora D¨ªaz-Mas confirma, antes de nada, que uno de los protagonistas de su libro sigue vivo y bien: se trata de Ryuu (en japon¨¦s, ¡°drag¨®n¡±), el equivalente al ficticio Tris. ¡°Ahora mismo est¨¢ encantado de la vida, lo que le gustar¨ªa es que estuvi¨¦ramos confinados siempre¡±, cuenta la autora, que especula con que los gatos probablemente se sientan intrigados con la situaci¨®n, pero ¡°lo viven como una ventaja, muy contentos¡± porque ¡°les gusta saber d¨®nde estamos, no perdernos de vista y tenernos a su servicio¡±. ¡°Ellos se van a poner a dormir igual, pero les parece estupendo que estemos ah¨ª, velando su sue?o¡±, piensa D¨ªaz-Mas.
A lo largo de Lo que aprendemos de los gatos, Paloma D¨ªaz-Mas ensalzaba la capacidad de los felinos para mantener un bienestar y una comodidad continuos, que a los humanos se les escapa por culpa de ¡°una enfermedad llamada Raz¨®n¡± y ¡°un exceso de secreci¨®n de ideas¡± que les pone continuamente en un ¡°lugar inexistente¡±. Ahora, la autora habla a ICON de dos elementos concretos de la conducta de los gatos que pueden ser de utilidad en la cuarentena: ¡°Por un lado, su forma de relajarse, de estar tranquilos, de respirar. Y por otro, su habilidad para mantener una excelente forma f¨ªsica, aunque se muevan en muy poco espacio y tengan relativamente poca actividad, porque duermen mucho. Eso, al parecer, se debe a los estiramientos. El gato es un yogui [practicante avanzado de yoga], que realiza la respiraci¨®n y la meditaci¨®n junto con estiramientos que le mantienen en forma. Eso es lo que deber¨ªamos tratar de imitar, ahora que estamos en casa y tenemos tiempo, ese ejercicio, esos estiramientos y esa relajaci¨®n que producen la respiraci¨®n y el ronroneo del gato. A ver si aprendemos tambi¨¦n nosotros a ronronear, que nos ayudar¨¢ mucho¡±.
"El gato es un yogui, que realiza la respiraci¨®n y la meditaci¨®n junto con estiramientos que le mantienen en forma. Eso es lo que deber¨ªamos tratar de imitar, ahora que estamos en casa y tenemos tiempo" Paloma D¨ªaz-Mas,?profesora de investigaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC)
La profesora del CSIC -que el 27 de mayo prev¨¦ publicar, nuevamente con Anagrama, El pan que como, un libro sobre c¨®mo las comidas y los sabores impregnan nuestros recuerdos- est¨¢ pasando el confinamiento junto a su marido y Ryuu en su casa de Vitoria-Gasteiz. Dice que el gato se est¨¢ ¡°malacostumbrando¡± a tener ¡°m¨¢s y m¨¢s caprichos¡±. ¡°El drama va a llegar cuando vuelva la vida normal. Esa va a ser la gran frustraci¨®n para ¨¦l, que escapemos de su control¡±, bromea. A la hora de los ya tradicionales aplausos de la tarde, dice no saber si se asusta porque le deja ¡°al margen, con la puerta cerrada para que no se tire por la ventana¡±. Si bien, tampoco le parece que Ryuu tenga la impresi¨®n de perderse gran cosa: ¡°Alguna vez lo he asomado por detr¨¢s del cristal y no parece entender muy bien de qu¨¦ trata esto¡±.
Un gato en un piso lleno
En su composici¨®n Un gato en un piso vac¨ªo, la poeta polaca Wyslawa Szymborska imaginaba el angustioso deambular de un felino dom¨¦stico en una casa donde el humano, misteriosamente, parece haberse evaporado de un plumazo. Tesitura en la que, seg¨²n lo que cuenta la directora de la Cl¨ªnica Veterinaria Colores de Madrid, Lina S¨¢ez de Antoni, ahora mismo a muchos gatos no les importar¨ªa estar. ¡°Hemos notado un aumento de casos de gatos estresados y con estados de ansiedad. No est¨¢n acostumbrados a estar tan acompa?ados. Tenemos varios medicados con fluoxetina [Prozac]¡±, relata a ICON.
La m¨¦dico, que es tambi¨¦n secretaria de la Asociaci¨®n de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal (Avatma) y de la Asociaci¨®n Empresarial de Veterinarios de Madrid (Aemve), explica: ¡°El gato es un animal muy independiente, es muy importante dejarle su espacio. Si t¨² est¨¢s todo el rato con ¨¦l, todo el rato sob¨¢ndole y todo el rato encima, se agobia. Sobre todo en una casa muy peque?a, donde hay mucha gente confinada. Cuando el gato quiera estar contigo, te va a buscar¡±.
Para las personas que hayan dado positivo o padezcan s¨ªntomas de coronavirus, S¨¢ez de Antoni recuerda las recomendaciones sanitarias: ¡°Lo mejor siempre es aislarse y tocarle lo menos posible. Y cada vez que se le vaya a acariciar, porque en alg¨²n momento se le tendr¨¢ que acariciar, lavarse antes las manos con agua y jab¨®n. Al gato no le va a infectar y se puede convivir perfectamente, porque los gatos no padecen la enfermedad ni la transmiten, pero pasa igual que con una mesa o una silla, son superficies en las que los virus pueden quedarse brevemente tras un contacto. Si la persona vive acompa?ada, lo ideal es que sea otro quien se encargue de darle la comida o cambiarle el arenero¡±.
Adem¨¢s de las prescripciones protocolarias y las ense?anzas de los felinos, los compa?eros humanos que todos los d¨ªas tienen la misi¨®n de alimentarlos, peinarlos y jugar con ellos tambi¨¦n pueden tener presente la exhortaci¨®n con la que Wyslawa Szymborska iniciaba su poema: ¡°Morir, ?eso no se le puede hacer a un gato!¡±.
En estos tiempos de confinamiento no es tan sencillo conseguir ICON como siempre. Por eso, el n¨²mero de abril ya est¨¢ disponible en formato PDF, y es descargable de forma gratuita haciendo clic aqu¨ª.
La Covid-19, sin relaci¨®n con el coronavirus felino
Para evitar cualquier tipo de confusi¨®n, la directora de la Cl¨ªnica Veterinaria Colores de Madrid, Lina S¨¢ez de Antoni, recalca a ICON: ¡°Hay dos coronavirus felinos, pero no tienen ninguna relaci¨®n con la Covid-19. Son virus intestinales y no son nuevos, se conocen desde hace much¨ªsimos a?os. Y el gato puede tenerlos y vivir con ellos sin problema, salvo que les mute a infectante si tienen otra enfermedad. Tambi¨¦n hay un coronavirus de perros, igualmente sin relaci¨®n¡±.
Respecto a la alarma que han creado las noticias de un gato infectado de Covid-19 en B¨¦lgica y los tigres de un zoo en Estados Unidos, la m¨¦dico explica: ¡°Hay que tener en cuenta las condiciones en las que viven los tigres de un zoo. Est¨¢n hiperdeprimidos, inmunol¨®gicamente no se pueden encontrar bien. Y el gato, al que supuestamente ha contagiado una persona infectada, no ha padecido la enfermedad. Tambi¨¦n es normal que en sus heces se encuentren restos de virus, dado que los felinos, incluidos los tigres, se lamen y pueden ingerirlo, pero eso no significa que les infecte¡±.
¡°No se ha demostrado que puedan coger la enfermedad m¨¢s que en un estudio que se ha hecho en China, donde inocularon el virus a seis gatos a trav¨¦s de la garganta y consiguieron que tres manifestaran s¨ªntomas. Y esto meti¨¦ndoselo por la garganta, a lo bestia, con una dosis superalta. Los tres gatos pasaron un proceso respiratorio muy leve y ninguno contagi¨® a otro gato. As¨ª que no act¨²an ni de reservorio, ni como transmisores, ni nada¡±, puntualiza.
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