Las nuevas reglas del juego
Sustituir los jurados y comit¨¦s de artistas por funcionarios, militantes y pol¨ªticos convertir¨ªa los apoyos del Fonca en lo que se les acusaba, erradamente, de ser: prebendas de coacci¨®n
Mucha tinta (virtual) y bilis (real) se han vertido en el debate en torno a la decisi¨®n del gobierno de disolver los fideicomisos culturales. Entre ellos el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), que desaparecer¨¢ tal y como lo hemos conocido hasta ahora, es decir, como una suerte de chipote legal extraordinario, y que ser¨¢ fijado en el organigrama y presupuesto de la Secretar¨ªa de Cultura.
Los m¨¢s aviesos (esas personas que creen que el arte no tiene importancia; o que no cuentan con producci¨®n art¨ªstica alguna pero hablan como si fueran maestros consagrados; o que la tienen, pero no les interesa ni a sus familiares cercanos) festejaron anticipadamente la muerte de los apoyos del Estado a la creaci¨®n art¨ªstica, a los que reputan como injustos (porque no alcanzan para todos, igual que pasa con cualquier beca del tipo) o porque se reparten ¡°entre los mismos¡± (infundio que se desvanece al consultar los resultados hist¨®ricos de las convocatorias, pues los beneficiados han sido miles). El pasado viernes 17 de abril, el gobierno aclar¨® que no, que los apoyos no desaparecer¨¢n sino que ¡°ser¨¢n fortalecidos¡±. Y la inquietud salt¨®, entonces, del lado de creadores y observadores que defendieron al Fonca durante las semanas de incertidumbre y alertaron del error que ser¨ªa liquidarlo.
En pocas palabras, el temor de estos creadores es que, con el cambio administrativo, desaparezca lo que identifican como ¡°autonom¨ªa¡± del Fondo y sus reglas de operaci¨®n y que las decisiones sean tomadas, ahora, por funcionarios en vez de, como se ha hecho, por jurados y equipos t¨¦cnicos de artistas y especialistas. Aqu¨ª cabe aclarar que el Fonca no ha sido una suerte de INE aut¨®nomo sino que, desde su fundaci¨®n, han sido las autoridades culturales quienes lo han operado. Pero sus decisiones s¨ª que han estado al margen de la voluntad de los funcionarios que, cabe suponer, en much¨ªsimos casos habr¨ªan sido diferentes...
A¨²n no se sabe con claridad cu¨¢les ser¨¢n las nuevas reglas del juego o si el esquema anterior continuar¨¢. Pero la alarma est¨¢ justificada porque el gobierno ya habl¨®, en su habitual tono rijoso, de ¡°acabar con la opacidad y la corrupci¨®n¡± de los apoyos. Ning¨²n sistema es perfecto y el Fonca tiene y tuvo limitaciones y errores hist¨®ricos. Sin embargo, sustituir los jurados y comit¨¦s de artistas y especialistas por funcionarios, militantes y pol¨ªticos convertir¨ªa los apoyos en lo que se les acusaba, erradamente, de ser: prebendas de coacci¨®n. En fin: quiz¨¢ esa sea la intenci¨®n del gobierno, pero, a la vez, queda claro que la comunidad art¨ªstica va a defender con todo los criterios independientes que, a trav¨¦s de cr¨ªticas, reformas, debates y mejoras, se establecieron a trav¨¦s de los a?os y que evitaron que los apoyos mutaran a d¨¢divas.
Hay entre los artistas, sin embargo, un pesimismo extendido y f¨¢cil de comprender. S¨ª, los apoyos se mantuvieron, pero numerosos funcionarios del actual gobierno se han visto, una y otra vez, torpes y miopes al momento de hablar de creaci¨®n. Comenzado por el presidente L¨®pez Obrador, cuyo concepto de cultura son los festivales patrios, siguiendo con legisladores oficialistas como Jesusa Rodr¨ªguez (multibeneficiada por becas en su faceta de artista, pero a la que ya no le gusta que existan) o hasta la secretaria de la Funci¨®n P¨²blica, Irma Sandoval, quien se las arregl¨® para convertir una buena noticia (la decisi¨®n de mantener los apoyos) en un rega?o a los artistas (y hasta para saludar con sombrero ajeno, porque vindic¨® la conversi¨®n del viejo Conaculta en secretar¨ªa de Cultura, una medida que fue tomada por el gobierno anterior).
A los gobiernos, lo sabemos, lo que les gusta son la incondicionalidad, los aplausos y las porras. Por eso, la comunidad art¨ªstica tendr¨¢ que seguir vigilante y movilizada: para impedir que la mudanza administrativa de los apoyos a la creaci¨®n intente convertirlos en premios para las mascotas que hagan trucos al gusto de los funcionarios en turno.
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