El atractivo espa?ol en un mercado global

Si hay un sector que pr¨¢cticamente no ha sentido los efectos de la pandemia de coronavirus que nos asola es, sin duda, el de la formaci¨®n online. Mientras la econom¨ªa hace frente a una profunda crisis y la educaci¨®n presencial queda interrumpida, el panorama es diferente para las instituciones que incluyen programas de formaci¨®n a distancia, muchas de ellas con una fuerte presencia de alumnado internacional. "En un momento en el que la formaci¨®n presencial no es posible, las principales universidades y escuelas de negocios a nivel mundial hemos sido capaces de adaptar nuestra oferta formativa a lo digital", afirma Antonio Mart¨ªn, decano de ESIC. Un hecho que, apunta, redundar¨¢ adem¨¢s en un mayor reconocimiento y demanda en el futuro.

La relevancia internacional de las escuelas de negocios espa?olas es, en este contexto, un hito conseguido "tras a?os de hacer las cosas bien y con rigor, lo que ha colocado a algunas escuelas en los primeros puestos de los rankings internacionales", explica Sim¨®n Reyes, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Representantes de Escuelas de Direcci¨®n de Empresas (AEEDE). El Global Online MBA de IE Business School, por ejemplo, aparece por tercer a?o consecutivo como el segundo MBA del mundo en la clasificaci¨®n del diario Financial Times, mientras que QS destaca en su top 10 de programas de direcci¨®n de empresas a ESADE (en cuarta posici¨®n) e IE (en la sexta).

Hay en torno a una decena de reconocidas instituciones espa?olas preferidas por un creciente n¨²mero de alumnos que, ante la imposibilidad personal o profesional de dejar sus pa¨ªses, se matriculan principalmente en programas de posgrado online; desde Latinoam¨¦rica hasta Asia (India, China o Jap¨®n), Oriente Pr¨®ximo y ?frica, sin olvidar a los vecinos europeos, Estados Unidos o Canad¨¢. Estudiantes que buscan especializarse en ¨¢reas concretas demandadas por las empresas, como marketing digital, big data o blockchain, adem¨¢s de los diferentes tipos de MBA: un mercado que obliga a mantener una oferta en constante evoluci¨®n, en funci¨®n de las innovaciones de cada sector de negocios.

"Los estudiantes extranjeros necesitan matricularse en instituciones que les generen confianza, que sean solventes y reconocidas por el mercado laboral", sostiene Carlos Mart¨ªnez, presidente de IMF Business School. Es decir, aquellas que sean capaces de conjugar factores tan relevantes como un profesorado de prestigio, la presencia en rankings reconocidos internacionalmente, la obtenci¨®n de certificaciones de calidad, las alianzas estrat¨¦gicas con universidades e instituciones nacionales e internacionales que agreguen valor a los estudios que se est¨¢n cursando, y el disponer de una tecnolog¨ªa avanzada que haga que la experiencia virtual sea mucho m¨¢s que conectarse a una plataforma y descargarse un temario.

De entre todos ellos, quiz¨¢ el m¨¢s relevante para el alumnado internacional sea el prestigio del centro, "la imagen de marca que tiene la escuela, tanto a nivel general como en la formaci¨®n online que desarrolla; y las recomendaciones de antiguos alumnos, empleadores y terceros de la escuela y de sus programas", a?ade Jos¨¦ Ignacio Gafo, vicedecano de programas MBA de IE. Sin olvidar la posibilidad de desarrollar un networking que, aunque menos decisivo que en la formaci¨®n presencial, contin¨²a siendo un factor relevante. Son escuelas que mantienen lazos estrechos con el mundo empresarial, a trav¨¦s de convenios de colaboraci¨®n y de la experiencia nacional e internacional de sus equipos docentes, lo que hace que la educaci¨®n que imparten sea especialmente valorada por los reclutadores, y que gocen de una inserci¨®n laboral muy elevada.

?Y qu¨¦ hay de la calidad?

De acuerdo con los expertos, tanto los contenidos como la calidad o el nivel de exigencia de los programas online son iguales a los desarrollados de forma presencial. "Lo que var¨ªa es la metodolog¨ªa de impartici¨®n", argumenta Mart¨ªn. "El alumno debe demostrar que ha alcanzado sus objetivos de aprendizaje realizando distintas pruebas de evaluaci¨®n, como ensayos, casos o debates. El profesorado cuenta con criterios homog¨¦neos de evaluaci¨®n definidos por la escuela".

Los criterios de selecci¨®n son, por lo general, similares: primero se verifica que el candidato cumple con los requisitos de admisi¨®n (incluyendo un buen nivel de ingl¨¦s) y se realiza una llamada o videoconferencia que sirve para certificar que su perfil se ajusta a las necesidades del programa (y viceversa). "En ocasiones, cuando se trata de alumnos extranjeros que han cursado sus estudios de grado en universidades no contrastadas, se les pide que aporten un certificado del Ministerio de Educaci¨®n o de la universidad, donde se especifique que su t¨ªtulo de grado da acceso a m¨¢ster", explica Mart¨ªnez.

"En los programas online hay que contar con v¨ªdeos, lecturas, autoevaluaciones, estrategias de gamificaci¨®n y contenidos digitales que permitan al alumno trabajar de manera individual o en grupo de manera as¨ªncrona (sin contacto con el profesor)", explica Mart¨ªn. Cada cierto n¨²mero de horas, se celebran adem¨¢s sesiones s¨ªncronas con el profesor para las que es esencial contar con una plataforma que permita la conexi¨®n con imagen y sonido de todos los alumnos.

La flexibilidad que caracteriza a este tipo de formaci¨®n, orientada a adaptarse a las distintas casu¨ªsticas de los alumnos, se convierte en un factor a¨²n m¨¢s relevante cuando en un mismo programa coinciden personas de, por ejemplo, 25 nacionalidades, cada una con un horario y una cultura diferentes. "En la formaci¨®n presencial, el tiempo de la clase es limitado, y cuando se discute un caso, el que funciona mejor es el alumno extrovertido y mentalmente ¨¢gil, como suele ser el caso de los norteamericanos, mientras que los asi¨¢ticos son m¨¢s introvertidos", esgrime Mart¨ªn. "Pero, adem¨¢s, en el formato digital tienen varios d¨ªas para discutir cada caso, con lo que pueden reflexionar, investigar y contrastar m¨¢s".