Los que adem¨¢s achicharran
Si todav¨ªa hay catalanes que votan a estos pol¨ªticos en el futuro, no s¨¦ qu¨¦ m¨¢s necesitar¨ªan para volverles la espalda
Habl¨¦ de pasada, hace dos semanas (hoy estoy a 19 de abril), de quienes en medio de las desgracias y cat¨¢strofes tienen ya los ojos puestos en su terminaci¨®n, y aprovechan la desorientaci¨®n y la aprensi¨®n colectivas para colocar sus piezas y sacar tajada de las circunstancias tristes y excepcionales, que obligan a bajar la guardia a la imprevisora ciudadan¨ªa. Son sujetos confiados, desde luego, porque piensan que ellos saldr¨¢n con bien de la epidemia y emerger¨¢n enteros y a salvo. Somos muchos los que estamos de acuerdo en que no son estos tiempos de pasarle factura a nadie. Llegar¨¢n cuando quieran, y ahora lo fundamental es no enzarzarse en reyertas y colaborar en la erradicaci¨®n de la enfermedad, que no espera a cobrarse v¨ªctimas. Hay quienes no est¨¢n de acuerdo, claro, como Vox, partido con vocaci¨®n marginal pese a los muchos esca?os que obtuvo en las ¨²ltimas elecciones: aun as¨ª se empe?a en esquinarse con sus discursos lun¨¢ticos. O, en menor medida, el propio PP aznarista de Casado. Pero esa mayoritaria aquiescencia no puede ni debe ser impedimento para se?alar los dichos y hechos desleales y graves en que algunos incurren, s¨®lo sea para que no se los lleven con tanta facilidad los vientos de olvido que arreciar¨¢n cuando esto pase.
A la cabeza est¨¢n Quim Torra (cuyo nombre, en catal¨¢n ¡ªme hace notar Francisco Rico¡ª, suena casi como ¡°Qui em torra¡±, es decir, ¡°Quien me tuesta¡±, ?o quiz¨¢ ¡°Quien me achicharra¡±?) y los dem¨¢s independentistas, por m¨¢s que finjan estar a la gre?a. Si lo estuvieran de veras no formar¨ªan a¨²n coalici¨®n de Govern, ¨¦sta habr¨ªa saltado por los aires. Torra y su consejera de Sanidad, Alba Verg¨¦s, a quienes se les llena la boca de amor excluyente a Catalu?a (de hecho rayano en el racismo), est¨¢n demostrando una vez m¨¢s cu¨¢n sin cuidado les traen la salud, el bienestar y las vidas de sus amados. Con tal de no exponerse a la ¡°contaminante¡± ayuda del Ej¨¦rcito y la Guardia Civil del pa¨ªs al que pertenecen, y del que son representantes m¨¢ximos en su comunidad aut¨®noma, han propiciado que los enfermos catalanes, entre los que habr¨¢ de lazo amarillo, durmieran en las escaleras (!) del congestionado hospital del Parc Taul¨ª de Barcelona, antes que en los de campa?a montados a toda velocidad por esos cuerpos represores, en Sabadell y en Sant Andreu de la Barca. Lo de las escaleras no lo digo yo, sino la alcaldesa de Sabadell, que vio frenado el proyecto por la Generalitat y no pudo valerse de esas instalaciones. La gran pega de la Consejer¨ªa de Salud fue ¡°la tela empleada¡± (!) para las tiendas de campa?a, que al parecer no le agradaba, y prefer¨ªa unos plafones que, por lo dem¨¢s, se neg¨® a proporcionar inicialmente. El alcalde m¨¦dico de Sant Andreu de la Barca, por su parte, lament¨® que ¡°cada d¨ªa visitamos a entre 40 y 60 personas en sus casas que se est¨¢n muriendo solas mientras ese hospital¡± (el ¡°contaminado¡± en origen) ¡°est¨¢ vac¨ªo¡±. Y a?adi¨® que tambi¨¦n estar¨ªan mejor ah¨ª los aquejados no graves ¡°que contagiando a otros¡±. Si todav¨ªa hay catalanes que votan a estos pol¨ªticos en el futuro, no s¨¦ qu¨¦ m¨¢s necesitar¨ªan para volverles la espalda.
El otro individuo v¨ªrico (no coronav¨ªrico, aclaro) es el Vicepresidente Iglesias. Estaba cantado que se convertir¨ªa, desde su actual cargo de privilegio y ¡°casta¡±, en el peor azote del PSOE, infinitamente m¨¢s da?ino que Vox. Y est¨¢ entonando la previsible melod¨ªa escrupulosamente, nota a nota. S¨®lo un partido tan groggy como el PSOE desde que se fue Rubalcaba puede prestarse gustoso a su gradual suicidio. Iglesias es ahora el tercer o cuarto mandam¨¢s del Gobierno, y sin embargo sus actuaciones est¨¢n encaminadas a desprestigiar y hundir a su socio. Con demagogia tan chillona que avergonzar¨ªa a cualquiera (salvo a ¨¦l y a sus ministras), se presenta como abanderado de las medidas econ¨®micas y sociales m¨¢s gratas al o¨ªdo de los incautos y m¨¢s incumplibles en la pr¨¢ctica, y encima mete prisa. Lo mismo que su pareja exigi¨® la nueva Ley de Consentimiento Sexual ya aprobada antes del 8 de marzo, a ¨¦l se le antojaba la renta m¨ªnima vital para antes del 1 de mayo. No tuvo empacho en anunciar una rueda de prensa para presentarla, salt¨¢ndose a los dem¨¢s ministros. Y as¨ª acusa a sus aliados de poner trabas y obst¨¢culos a lo que ¨¦l, ben¨¦fico entre ¡°los de arriba¡±, desear¨ªa hacer arrancar de inmediato¡ para colgarse una medalla de autopropaganda. El 14 de abril, con la excusa de conmemorar la II Rep¨²blica, lanz¨® unas cuantas flechas tuiteras al Jefe del Estado (al que afe¨® vestirse de militar de vez en cuando, como siempre Fidel Castro y el golpista Ch¨¢vez, al que sus subordinados sirvieron con fidelidad y ganancia), a nuestro sistema democr¨¢tico elegido y de paso a la Constituci¨®n que acaricia ¨²ltimamente como si fuera su catecismo. A estas alturas es imposible discernir qu¨¦ le ocurre a este PSOE idiotizado para no darse cuenta de que ha metido un submarino enemigo en sus aguas territoriales, al que adem¨¢s tiene entre algodones. La alternativa es a¨²n peor: s¨ª se da cuenta, pero el rob¨®tico Pedro S¨¢nchez padece s¨ªndrome de Estocolmo y est¨¢ encantado con su submarino, bien cargado de torpedos que contra ¨¦l apuntan y disparan, ni siquiera sibilinamente.
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