Comunicaci¨®n fluida o c¨®mo ayudar a los ni?os a afrontar el ahora y la futura nueva normalidad
Los expertos recomiendan fomentar la asertividad, a trav¨¦s del di¨¢logo y la escucha activa. Lo mejor es que los menores reciban la informaci¨®n de sus progenitores
El pasado 14 de marzo, el gobierno de Pedro S¨¢nchez aprob¨® el Real Decreto 463/2020, que declaraba el estado de alarma para la gesti¨®n de la crisis de salud p¨²blica ocasionada por la? covid-19 en nuestro pa¨ªs. Desde entonces, han pasado ya m¨¢s de seis semanas con la aplicaci¨®n de diferentes pr¨®rrogas (una, el pasado 25 de marzo que finaliz¨® el 10 de abril, y una segunda, que aprob¨® el confinamiento hasta el pr¨®ximo 26 de abril¡ y que se sospecha no ser¨¢ la ¨²ltima). Ahora, la vista est¨¢ puesta en la tan ansiada ¡°desescalada¡± que permita a la poblaci¨®n ¡°normalizar¡± su d¨ªa a d¨ªa y ver en qu¨¦ medida estas semanas ¡°han hecho mella¡± en el ¨¢nimo de la sociedad.
A lo largo de esta reclusi¨®n, ni?os, adolescentes, j¨®venes y adultos han experimentado miedo, rabia, ira, tristeza, sorpresa, incredulidad, cansancio, frustraci¨®n, apat¨ªa y, por ello tambi¨¦n, nerviosismo, sentimiento de aislamiento, incertidumbre, pensamientos catastr¨®ficos, etc. Emociones que, seg¨²n afirman los expertos en el ¨¢mbito de la psicolog¨ªa y psiquiatr¨ªa, son normales dada la situaci¨®n ¡°anormal¡± que vivimos. E insisten en que es necesario abrir un espacio a las emociones, porque ¡°es la expresi¨®n del cerebro a la situaci¨®n¡± y ser¨¢ la forma en que podamos prepararnos para afrontar el tan deseado ¡°desconfinamiento¡±. Respecto a los ni?os y ni?as, Yolanda Cuevas Ayneto, psic¨®loga de la Salud y el Deporte, instructora en Mindfulness y terapeuta EMDR, asegura que ¡°si lo que sienten es respetado, y no interrumpido, bloqueado o castigado, aprender¨¢n que es sano expresar mis emociones y que puedo compartirlo. Si, adem¨¢s, mis padres me ayudan a investigar sobre lo que siento y por qu¨¦ hace que me comporte reactivamente, c¨®mo puedo saber que est¨¢ apareciendo y por lo tanto desarrollar respuestas m¨¢s adaptativas y reguladas, mi educaci¨®n emocional est¨¢ asegurada¡±.
Isabel Gonz¨¢lez-Villalobos Rinc¨®n, psiquiatra infantil y miembro del equipo del Grupo Doctor Oliveros, afirma que ¡°los j¨®venes, independientemente de la edad que tengan, se ven afectados por esta situaci¨®n de confinamiento¡±. Gonz¨¢lez-Villalobos Rinc¨®n sostiene que, en el caso de los adultos, ¡°en mayor o menor medida, est¨¢n pudiendo salir a la calle a realizar actividades como hacer la compra, algunos trabajos, etc. Pero los ni?os, han podido hasta ahora. Esto hace que la situaci¨®n para ellos sea todav¨ªa m¨¢s complicada. Pueden desarrollar ansiedad, tristeza, irritabilidad, dificultad de concentraci¨®n, insomnio... adem¨¢s del temor al contagio propio o de sus familiares. No podemos olvidar que muchos de estos chicos han perdido a sus abuelos, padres u otros familiares sin haberles podido decir adi¨®s, lo que dificulta la elaboraci¨®n del duelo¡±. Ante esto, esta psiquiatra infantil aconseja ir preparando a los hijos para cuando llegue el final del confinamiento, con claridad, paciencia y mucha comprensi¨®n. ¡°El cambio, probablemente, se har¨¢ de manera progresiva; por lo tanto, es bueno que se les explique con antelaci¨®n de qu¨¦ manera va a cambiar la situaci¨®n¡±. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta que el ni?o o la ni?a que empez¨® el confinamiento no es exactamente igual al que lo termina, ¡°tiene nuevas inquietudes, nuevas emociones y, probablemente, nuevos miedos. Debemos estar a su lado, hablar con serenidad de la situaci¨®n de cada uno y crear un espacio en el que ellos se sientan comprendidos y apoyados¡±, sostiene la doctora Gonz¨¢lez-Villalobos Rinc¨®n.
La comunicaci¨®n fluida es imprescindible para que las familias afronten de manera serena el final del encierro. Por ello, es recomendable que los progenitores hablen con cada uno de los hijos, tengan la edad que tengan. Isabel Gonz¨¢lez-Villalobos Rinc¨®n sostiene que en muchas ocasiones, ¡°pensamos que los ni?os, cuando son muy peque?os, ¡°no se enteran¡± de lo que ocurre, y nada m¨¢s lejos de la realidad. Quiz¨¢ un beb¨¦ no comprenda que existe un virus, pero s¨ª percibe que sus padres est¨¢n preocupados o nerviosos. Un ni?o de tres a?os echa de menos jugar con sus amigos, ir al parque, explorar... me parece importante hablar con claridad con los hijos de la situaci¨®n que estamos atravesando, adecuando la informaci¨®n a su edad y circunstancias. Para ellos siempre va a ser mejor recibir la informaci¨®n de sus padres que de otros medios, explicada con cari?o y, de manera que ellos la puedan comprender, y resolviendo todas las dudas que vayan surgiendo. Tambi¨¦n debemos estar pendientes de la cantidad y calidad de informaci¨®n que reciben por otros medios¡±.
Adem¨¢s, es interesante poner en pr¨¢ctica con nuestros hijos actividades para conocer qu¨¦ emociones han sentido, dibujar su curva emocional y cu¨¢les fueron sus peores momentos y c¨®mo los resolvieron, qu¨¦ agradecen del confinamiento, qu¨¦ ha sido lo mejor, que valores creen que han entrenado (responsabilidad, empat¨ªa, paciencia, esfuerzo, compromiso¡), qu¨¦ habilidades han adquirido, qu¨¦ fortalezas han descubierto¡. En este punto, la psic¨®loga Cuevas Ayneto dice que ¡°este trabajo de autoconocimiento es clave para lidiar con el sesgo cognitivo que tiene el cerebro de ver siempre lo que falta, falla o lo negativo¡±.
Por su parte, Dafne Catalu?a, fundadora del Instituto Europeo de Psicolog¨ªa Positiva (IEPP), considera necesario que las familias hagan un esfuerzo por mantener la rutina diaria, ¡°siempre que se pueda, y no hacer como si estuvi¨¦ramos de vacaciones, porque si no luego es m¨¢s dif¨ªcil la adaptaci¨®n. Esta forma de actuar da mucha seguridad al ni?o. Y si hemos perdido esa organizaci¨®n, hay que intentar lo antes posible acercarnos a su d¨ªa a d¨ªa, porque as¨ª estar¨¢n m¨¢s equilibrados¡±.
Sobre la posibilidad de que esta situaci¨®n de confinamiento pueda ¡°pasar factura¡± a los miembros de la familia, la psic¨®loga Dafne Catalu?a declara que ¡°si hablamos de este concepto como sin¨®nimo de secuela o de una situaci¨®n traum¨¢tica, depender¨¢ de lo que hayan vivido. No es lo mismo un confinamiento donde no ha existido una situaci¨®n de enfermedad en el entorno a donde s¨ª se haya producido una separaci¨®n de uno de los miembros que pueda provocar emoci¨®n negativa intensa asociada. Ya hay universidades que est¨¢n evaluando cu¨¢l va a ser ese impacto. Pero, ahora mismo, no podemos sacar conclusiones¡±.
La psiquiatra Gonz¨¢lez-Villalobos Rinc¨®n concluye que ¡°los ni?os pueden llegar a ser mucho m¨¢s resilientes de lo que podemos llegar a pensar. Cuanto m¨¢s hayamos hablado con nuestros hijos de la realidad que atravesamos, con sus aspectos tanto positivos (que los hay) como negativos, mejor afrontar¨¢n este momento. Debemos tener en cuenta que no todas las inquietudes afloran en el momento agudo; muchas de las preocupaciones, dudas y temores surgen pasados los d¨ªas, semanas o incluso meses. Los j¨®venes est¨¢n viviendo una realidad muy dura a una edad muy temprana; se habla a diario de enfermedad, de muerte, de aislamiento... inevitablemente lo est¨¢n viviendo en primera persona, por eso debemos facilitarles su espacio, validar sus emociones, comprenderles y no juzgarles, y no solo ahora, sino tambi¨¦n en los pr¨®ximos meses¡±.
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