Confinados en edificios insalubres

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La crisis sanitaria generada por la COVID-19 pone en valor, m¨¢s si cabe, la necesidad de vivir en edificios m¨¢s saludables y con espacios exteriores. Un confinamiento, que para la mayor parte de los individuos supera ya los 40 d¨ªas, deber¨ªa servir para reflexionar si est¨¢n preparadas nuestras viviendas para permanecer en ellas durante mucho tiempo.

La mayor¨ªa de los edificios en los que permanecemos confinados son perjudiciales debido a que no cumplen los criterios de salubridad, exigidos en el C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n (CTE) que se hizo obligatorio en 2006, y provocan lo que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud denomin¨® en 1982 como S¨ªndrome del Edificio Enfermo, cuyos s¨ªntomas producen migra?as, nauseas, mareos, resfriados persistentes, irritaciones en las v¨ªas respiratorias, piel, ojos, etc. Es decir, un conjunto de molestias y enfermedades ocasionadas por la contaminaci¨®n del aire en espacios cerrados, producidos por la mala ventilaci¨®n, la descompensaci¨®n de temperaturas, part¨ªculas en suspensi¨®n, gases y vapores de origen qu¨ªmico y aerosoles, etc.

Un edificio dise?ado pensando en la salud y el confort (¨®ptima sensaci¨®n hidrot¨¦rmica, alta calidad del aire interior, etc.) tendr¨ªa que tener en cuenta los mismos principios que se aplican para alcanzar una alta eficiencia energ¨¦tica:

1. Aislamiento t¨¦rmico continuo y de gran espesor.
2. Sin interrupciones o disminuciones de este espesor en la envolvente climatizada.
3. Unas ventanas y vidrios de altas prestaciones.
4. Un alto nivel de hermeticidad de forma que no entre aire del exterior ¡ªsobre todo en d¨ªas de viento¡ª a trav¨¦s de rendijas entre las persianas, ventanas, puertas, etc.
5. Y adem¨¢s, una ventilaci¨®n continua con un recuperador de calor, ¨²nica forma de ventilar las estancias sin alterar la temperatura interior, haga frio o calor en el exterior.

Vivir el confinamiento en un edificio que haya sido dise?ado teniendo en cuenta los par¨¢metros explicados, garantizar¨ªa: temperaturas homog¨¦neas y constantes en todas las estancias; eliminaci¨®n de la sensaci¨®n de pared fr¨ªa que se produce con una ventana, vidrio o pared poco aislada; desaparici¨®n de condensaciones interiores (moho y hongos) y una alta calidad del aire interior.

Por un lado, esta ventilaci¨®n continua eliminar¨ªa constantemente el CO2 que expulsamos al respirar, los Compuestos Org¨¢nicos Vol¨¢tiles ¡ªsustancias qu¨ªmicas como los bencenos, clorobencenos, toluenos, formaldehidos, etc. que se encuentran presentes en mobiliario, disolventes, pinturas, barnices, adhesivos y son perjudiciales para la salud¡ª, o el rad¨®n. Y por otro, el aire que introducimos del exterior entrar¨ªa limpio, filtrado mediante los filtros ubicados en el intercambiador.

Adem¨¢s, el intercambiador puede recuperar hasta un 90% de la temperatura interior, por lo que se puede ventilar sin alterar la temperatura de la vivienda. En ¨²ltimo lugar, la combinaci¨®n de un alto aislamiento t¨¦rmico y hermeticidad da como resultado un alto aislamiento ac¨²stico con respecto al exterior.

Passivhaus es uno de los est¨¢ndares m¨¢s exigentes y extendidos a lo largo del mundo. Cuenta con el mayor prestigio y consigue alcanzar este m¨¢ximo confort con el m¨ªnimo consumo energ¨¦tico. Para conseguirlo, el edificio se modeliza en un software espec¨ªfico (PHPP) con el que se trabaja hasta conseguir el equilibrio ¨®ptimo entre lo que invertimos y el m¨¢ximo resultado confort-eficiencia.

En fase de obra, una cuidada ejecuci¨®n de cada uno de los trabajos permite culminar el proceso con ¨¦xito y si queremos tener garant¨ªa absoluta del resultado deber¨ªamos solicitar la certificaci¨®n. Una certificaci¨®n que expide el Passivhaus Institut que garantiza que la obra construida alcanza las prestaciones para ser un edificio Passivhaus. Estos son los motivos que nos llevan a pensar que los edificios Passivhaus son los mejores espacios para garantizar el m¨¢ximo confort y salubridad durante una reclusi¨®n como la que nos est¨¢ tocando vivir. Y si, adem¨¢s, el edificio dispusiera de grandes espacios exteriores privados, contribuir¨ªa a mejorar las condiciones para un confinamiento m¨¢s llevadero.

No seremos los mismos despu¨¦s de esta crisis sanitaria. Los edificios tampoco lo ser¨¢n. Los ciudadanos han estado en sus hogares mucho m¨¢s de lo habitual y les ha permitido conocerlos. Aquellas construcciones que no tengan en cuenta criterios m¨¢s exigentes de confort y salubridad se devaluar¨¢n y quedar¨¢n obsoletos, anteponi¨¦ndose los que den respuesta a estos nuevos retos.

Bruno Guti¨¦rrez Cuevas es presidente de la Plataforma de Edificaci¨®n Passivhaus.?