Las verg¨¹enzas de los pisos espa?oles quedan al descubierto

Algo m¨¢s de 1.000 horas confinados desde el pasado 14 de marzo han sido suficientes para constatar la forzosa necesidad de mejorar y corregir las viviendas, sobre todo las que tienen m¨¢s de una d¨¦cada. Buena parte de las casas construidas en Espa?a carecen de ventilaci¨®n e iluminaci¨®n natural, salubridad, accesibilidad y confort. Muchas no tienen terraza (tanto las m¨¢s antiguas como las reci¨¦n construidas) o son interiores. Las hay que van tan justas de metros cuadrados que se hace dif¨ªcil encontrar un rinc¨®n en el que teletrabajar y hacer algo de deporte. As¨ª viven, en propiedad y en alquiler, millones de espa?oles.

¡°Los arquitectos debemos imaginar y construir hogares donde prime la luz natural, la ventilaci¨®n y una movilidad sencilla y c¨®moda, con independencia del tipo de vivienda. Estamos aprendiendo que hay que idear viviendas vers¨¢tiles para un mundo imprevisto¡±, advierte el arquitecto Carlos Lamela. Cuando termine esta crisis ¡°valoraremos la flexibilidad en la distribuci¨®n, la entrada de luz natural, las vistas, la capacidad de realizar ventilaci¨®n cruzada, los condicionantes ac¨²sticos y la presencia de zonas exteriores privadas¡±, coincide Sonia Hern¨¢ndez-Monta?o, coordinadora de salud y arquitectura del Colegio de Arquitectos de Catalu?a.

Son las lecciones de la crisis. Algunos, los que puedan, se plantear¨¢n cambiar de casa, sobre todo los alquilados en infraviviendas. Dicho sea de paso, esta podr¨ªa ser la puntilla a muchos propietarios, que no tendr¨ªan m¨¢s remedio que meter la piqueta si quieren seguir rentabilizando sus inmuebles. Otros, los que puedan, repensar¨¢n sus casas, porque no siempre es una cuesti¨®n de recursos, ¡°sino de dise?o, de c¨®mo est¨¢n ideadas las viviendas¡±, recalca Lamela.

El rapapolvo comienza en las terrazas, a las que se ha dado muy mala vida en ciudades como Madrid y que ahora son las grandes protagonistas de la crisis. Los propietarios que eliminaron estos espacios para ganar algunos metros cuadrados no han dejado de arrepentirse ni un solo d¨ªa. De hecho, las b¨²squedas de viviendas con terraza o jard¨ªn han crecido el 26% desde el inicio del confinamiento, seg¨²n Servihabitat.

¡°Es incomprensible que se permitiera cerrar las terrazas en Madrid, es algo que no ocurre en ninguna ciudad o pa¨ªs, es un aut¨¦ntico c¨¢ncer de nuestro urbanismo¡±, lamenta Lamela. Porque, adem¨¢s de las vistas, protegen las fachadas del sol y la lluvia. Tras la crisis, ¡°la terraza va a ganar protagonismo en tama?o y calidad. Una de las lecciones es la de valorar este espacio intermedio, este pulm¨®n entre la calle y la casa¡±, apunta el arquitecto Julio Touza.

Siempre que la normativa no ponga zancadillas. En Madrid computan como edificabilidad, con lo que el promotor las elimina, las deja en la m¨ªnima expresi¨®n o las sustituye por un peque?o mirador. Esto no ocurre en la Comunidad Valenciana o Catalu?a, donde se incentiva su colocaci¨®n. Es una cuesti¨®n que solivianta a los arquitectos, que esperan que las ordenanzas municipales sean revisadas al terminar la crisis para fomentar ¡°estos espacios de desahogo¡±, como los define Jos¨¦ Antonio Tenorio, cient¨ªfico titular del Instituto de Ciencias de la Construcci¨®n Eduardo Torroja-CSIC.

Peor soluci¨®n tienen los pisos interiores. ¡°Con esto habr¨ªa que acabar mediante pol¨ªticas de rehabilitaci¨®n urbana¡±, opina Tenorio. El 7,9% de los espa?oles est¨¢ pasando el confinamiento sin ver la calle desde su vivienda. Madrid es la capital con m¨¢s pisos interiores (el 20,3%), seguida por Bilbao y C¨¢diz, seg¨²n Idealista.

A la vivienda de ma?ana se le van a exigir distribuciones flexibles ¡ªa?adir o quitar alguna estancia f¨¢cilmente¡ª y nuevas funciones, que han llegado para quedarse. El teletrabajo y el desarrollo de actividades de ocio plantean un nuevo escenario. ¡°Si vamos a pasar m¨¢s tiempo en casa, deberemos tener nuevos espacios¡±, razona Touza. Este arquitecto propone volver a las distribuciones de las viviendas burguesas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX del barrio de Salamanca (Madrid) o del Eixample (Barcelona), donde hab¨ªa una peque?a biblioteca o despacho cerca del sal¨®n. ¡°Hay que pensar en espacios di¨¢fanos, polivalentes e integrados¡±.

La polivalencia cobra m¨¢s sentido desde que hay que trabajar, entretenerse y hacer deporte en casa. Gonzalo Pardo, director de Gon Architects de la plataforma Houzz, asegura que el mayor impacto ¡°ser¨¢ en la inclusi¨®n de m¨¢s espacios habilitados para el teletrabajo, desde estancias espec¨ªficas hasta habitaciones reconfigurables en funci¨®n de la hora del d¨ªa¡±. Cierto es que algunas promociones de vivienda nueva se han adelantado a estas necesidades y comercializan pisos con terraza y despacho y ¨¢reas de coworking (compartido) para residentes. ¡°La experiencia del confinamiento potenciar¨¢ el tama?o y uso de ¨¢reas comunitarias y de las relaciones vecinales¡±, cree Teresa Marzo, directora general de negocio de V¨ªa C¨¦lere.

Salubridad

Adem¨¢s, la pandemia ha evidenciado que lo de construir casas saludables iba en serio. Apenas 2,3 millones de viviendas est¨¢n edificadas bajo el paraguas del C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n, que entr¨® en vigor en 2006 y que exige mayor calidad constructiva. En el resto ¡°falta iluminaci¨®n, ventilaci¨®n y accesibilidad¡±, indica Enrique Rovira-Beleta, director del ¨¢rea de Accesibilidad de UIC Barcelona School of Architecture. Considera que cambiar¨¢ la visi¨®n de los hogares y ¡°las normativas se modificar¨¢n para conseguir que el espacio de las viviendas existentes est¨¦ mejor distribuido, iluminado y ventilado¡±. ?C¨®mo? ¡°Ampliando los huecos de ventanas, haciendo alguna de las paredes del ba?o trasl¨²cida y agrandando pasillos y puertas para el paso de una silla de ruedas¡±, a?ade.

La ventilaci¨®n ser¨¢ m¨¢s importante que nunca, ya sea natural cruzada (ventanas contrapuestas para que las corrientes de aire atraviesen la vivienda) o mec¨¢nica (aparato que extrae el aire contaminado del interior e introduce aire limpio filtrado del exterior). La siguiente lecci¨®n es la automatizaci¨®n de los accesos para evitar sistemas t¨¢ctiles. Se potenciar¨¢ el reconocimiento facial y de voz para puertas, tiradores y ascensores. ¡°Es trasladar la arquitectura de los aeropuertos, que precisamente est¨¢ dise?ada con criterios de higiene¡±, apuesta Touza.

Y podr¨ªa ser m¨¢s que razonable que a medio plazo se potencie el uso de materiales y acabados antimicrobianos. Pablo Mu?oz, experto en arquitectura de salud y consejero delegado de Espacios Evalore, habla de algunas medidas como ¡°pintura fotocatal¨ªtica, y agarradores, mobiliario y encimeras antimicrobianos¡±. Y a?ade: ¡°Las plantas contribuyen a mantener una humedad relativa interior entre un 40% y un 60% lo que, seg¨²n algunos estudios, ayuda a reducir la transmisi¨®n del coronavirus¡±.

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