Ser extranjero, un factor de riesgo durante la pandemia
M¨¢s all¨¢ de la biolog¨ªa, existen otros factores que afectan a la salud
Que en la salud influye m¨¢s el c¨®digo postal que el c¨®digo gen¨¦tico es algo bien sabido. Siete de cada diez personas con un problema cr¨®nico de salud en Madrid viven en los barrios de menor renta. Y, en esta misma ciudad, la esperanza de vida puede variar en siete a?os entre barrios con distinto nivel de ingresos.
Esto ocurre porque la predisposici¨®n biol¨®gica solo influye en un 27% en nuestra salud, seg¨²n se conoce desde hace ya a?os. El resto de factores tienen que ver con la situaci¨®n en la que vivimos, que est¨¢, muchas veces, fuera de nuestro control: el estilo de vida (43%), el entorno (19%) y el sistema sanitario (11%). Son los llamados determinantes sociales de la salud, y seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), son las circunstancias que rodean a las personas, resultado de una desigual distribuci¨®n del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial. En ellos se sustentan las diferencias ¡°injustas y evitables¡± que se observan dentro de un mismo pa¨ªs y entre los distintos pa¨ªses.
Esto ha quedado en evidencia con la actual pandemia. En Barcelona, el coronavirus est¨¢ afectando especialmente a los barrios m¨¢s empobrecidos. Las malas condiciones de vida de sus habitantes, como la precariedad de las viviendas, el subempleo o los contratos inestables en profesiones incompatibles con el teletrabajo (supermercados, f¨¢bricas o servicios de limpieza) favorecen los contagios. En otros lugares, la tendencia se repite. En Chicago, el 70% de los fallecidos por Covid-19 es afroamericano, aunque su porcentaje en la poblaci¨®n es solo del 30%. La comisaria de Salud P¨²blica de la ciudad ha reconocido que este desequilibrio se debe a factores socioecon¨®micos como ¡°las diferencias de oportunidades o el racismo institucional¡±.
Volviendo a Espa?a, es posible que las personas extranjeras se vean m¨¢s perjudicadas por la pandemia y por las medidas que se han tomado para frenarla. Por un lado, porque a¨²n existen barreras administrativas que dificultan su acceso a la sanidad. Y por otro, porque sus condiciones socio-econ¨®micas son m¨¢s precarias que las de la poblaci¨®n aut¨®ctona. Aunque la mayor¨ªa de la poblaci¨®n en situaci¨®n de pobreza es de origen espa?ol (80,5%), el Informe Foessa constata que el 39% de la poblaci¨®n extranjera comunitaria y el 52% de la no comunitaria se encuentra en riesgo de pobreza relativa, frente al 18% de la espa?ola. Adem¨¢s, la renta per c¨¢pita de las personas extranjeras comunitarias es un 24% menor que la de las espa?olas, y un 46% menor en el caso de las extracomunitarias.
Vivir una vida saludable durante el confinamiento es, en muchos casos, un privilegio para los hogares con m¨¢s recursos. En el polo opuesto, la falta de ingresos puede abocar al hambre. Y para quienes se encuentran en situaci¨®n irregular, la situaci¨®n se agrava a¨²n m¨¢s: a la ausencia de ingresos se le une la dificultad para ir siquiera al supermercado, por miedo a la alta presencia policial en las calles.
Vivir una vida saludable durante el confinamiento es, en muchos casos, un privilegio para los hogares con m¨¢s recursos
Adem¨¢s, aunque el acceso a la vivienda es un gran problema para sectores amplios de la poblaci¨®n, las personas extranjeras se enfrentan a obst¨¢culos adicionales. En general, viven de alquiler, disponen de rentas m¨¢s bajas, y adem¨¢s, sufren discriminaci¨®n. La encuesta del CIS sobre Actitudes hacia la Inmigraci¨®n, de 2017, muestra que m¨¢s de un tercio de la poblaci¨®n rechazar¨ªa expresamente alquilar su vivienda a inmigrantes o tratar¨ªa de evitarlo.
La exclusi¨®n residencial se presenta en diferentes formas. Seg¨²n el ¨²ltimo recuento realizado en Madrid, seis de cada diez personas que se encontraban durmiendo en la calle eran extranjeras. El uso de viviendas que no re¨²nen las condiciones m¨ªnimas de habitabilidad (agua corriente, ventilaci¨®n, temperatura adecuada, tama?o, etc.) deja a la poblaci¨®n vulnerable en unas peores condiciones de partida para enfrentarse a la pandemia. Seg¨²n el informe Foessa, en las viviendas de las personas extranjeras (tanto dentro de ellas como en el entorno) hay una mayor incidencia de problemas de insalubridad (humedad, suciedad y olores). Los asentamientos, frecuentemente ligados a la recolecci¨®n agr¨ªcola, son otro grave ejemplo de exclusi¨®n residencial. Sus habitantes, en su gran mayor¨ªa extranjeros, no ven respetados sus derechos como personas ni como trabajadores. Y ello, a pesar de su labor fundamental para la sociedad, que ha quedado, si cabe, m¨¢s en evidencia en estos tiempos de pandemia.
En estas circunstancias, quedarse en casa se convierte en una dura prueba. Las dificultades para mantener la higiene hacen de estos hogares una fuente potencial de transmisi¨®n de enfermedades. El hacinamiento y la imposibilidad de mantener la distancia social, adem¨¢s, favorecen que el virus se pueda transmitir a un gran n¨²mero de personas, incluso por encima de las cinco en las que se estima su tasa de contagio. Adem¨¢s, la ausencia de s¨ªntomas durante los primeros d¨ªas dificulta su detecci¨®n en ese periodo y, sin embargo, hasta un 44% de los contagios podr¨ªan tener lugar en esa fase de la enfermedad.
Cada d¨ªa escuchamos que nada ser¨¢ igual despu¨¦s de esta crisis. Puede que sea cierto, pero lo que no va a cambiar es el hecho de que las pol¨ªticas sociales act¨²an como un factor protector de la salud de la poblaci¨®n. As¨ª pues, adem¨¢s de un sistema sanitario robusto y accesible a todas las personas, es necesaria la promoci¨®n de la salud a trav¨¦s de la implementaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas en diferentes ¨¢mbitos (vivienda, empleo, igualdad y lucha contra la discriminaci¨®n, entre otras). Porque esta pandemia no nos afectar¨¢ a todas por igual. Nuestro punto de partida es distinto, nuestra capacidad de protegernos frente al virus, tambi¨¦n. Solo unas pol¨ªticas p¨²blicas que reduzcan la desigualdad pueden hacer que toda la poblaci¨®n est¨¦ preparada para una crisis de estas caracter¨ªsticas. Ahora y en el futuro.
Bego?a Santos Olmeda es consultora e investigadora especializada en migraciones.
Lourdes Luz¨®n es m¨¦dica de Familia y Comunidades.
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