Sanidad universal en tiempos de pandemia
En tiempos del COVID-19,o invertimos en fortalecer los sistemas de salud y en el acceso de todos al mismo, o arriesgamos todo al azar de este virus y de los que vengan detr¨¢s
Hace ahora dos a?os, el Director General de la OMS afirmaba en una conferencia en Dubai que ¡°una epidemia devastadora¡± podr¨ªa ¡°empezar en cualquier pa¨ªs, en cualquier momento y matar a millones de personas¡±, adem¨¢s de causar ¡°terribles estragos en la econom¨ªa¡±. As¨ª que ya lo sab¨ªamos. Y tambi¨¦n sab¨ªamos que el mundo no estaba preparado. Porque seg¨²n la OMS, ¡°la ausencia de una cobertura universal sanitaria es la mayor amenaza contra la salud¡±. Y es que los obst¨¢culos en el acceso de la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable a la sanidad, as¨ª como unos sistemas fr¨¢giles de salud, est¨¢n en la base de la inseguridad sanitaria.
Es evidente que los virus no distinguen entre personas. Sin embargo, los planteamientos para excluir a inmigrantes irregulares de la sanidad p¨²blica son recurrentes. Hace ocho a?os, ya se impidi¨® su acceso normalizado a la atenci¨®n sanitaria a trav¨¦s del Real Decreto Ley 16/2012. La posibilidad de que esta exclusi¨®n, adem¨¢s de vulnerar los derechos humanos, pudiera perjudicar a la poblaci¨®n total en un hipot¨¦tico escenario de epidemia, se obvi¨®. Esta normativa tuvo consecuencias tanto para la poblaci¨®n excluida (cuya mortalidad aument¨® un 15%), como para la poblaci¨®n total, ya que se documentaron casos de negativas a atender a personas con enfermedades infecciosas como el VIH, con el consiguiente incremento en el riesgo de transmisi¨®n.
En esos a?os de intensa crisis, la prevenci¨®n y la detecci¨®n temprana quedaron en un segundo plano bajo la excusa ¡°de garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud¡±. Y esto a pesar de que, seg¨²n la OMS, las intervenciones en salud p¨²blica generan un ¡°amplio ahorro de costes¡± con ¡°un retorno de 14.3 por cada unidad de inversi¨®n¡± en los pa¨ªses de rentas altas.
Hace unos d¨ªas, la ONU afirmaba en un comunicado que ¡°la salud de cada persona est¨¢ vinculada a la salud de los miembros m¨¢s marginados de la comunidad¡±. En Espa?a, una nueva normativa de acceso universal al Sistema Nacional de Salud restableci¨® el derecho a la salud de las personas migrantes en situaci¨®n irregular en septiembre de 2018. Sin embargo, su ambig¨¹edad y las trabas administrativas existentes siguen dejando fuera a parte de la poblaci¨®n. En el contexto actual de pandemia, algunos pa¨ªses est¨¢n dando pasos para garantizar el acceso al sistema sanitario. Por ejemplo, Portugal ha permitido la regularizaci¨®n temporal de inmigrantes que tuvieran sus autorizaciones pendientes de tramitaci¨®n cuando se declar¨® el estado de emergencia, lo que les da acceso al sistema de salud.
Sin embargo, la realidad es que, como m¨ªnimo, la mitad de la poblaci¨®n del mundo no tiene acceso a servicios sanitarios esenciales. Por este motivo, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el a?o 2030 es el logro de una ¡°cobertura sanitaria universal¡± que incluya ¡°el acceso a servicios de salud esenciales de calidad¡± y a medicamentos y vacunas. Un esfuerzo en el que todos los pa¨ªses deben participar y colaborar. Los virus no entienden de fronteras y cualquier pa¨ªs con un sistema de salud fr¨¢gil puede poner en riesgo a toda la poblaci¨®n. Y esto no es solo un problema en los pa¨ªses de rentas m¨¢s bajas. El caso de EEUU es paradigm¨¢tico: en 2018, el 8,5% de la poblaci¨®n (27,5 millones de personas) no ten¨ªa ning¨²n tipo de seguro m¨¦dico, una tendencia al alza en los ¨²ltimos a?os.
Quienes no tienen acceso a la atenci¨®n primaria se convierten en personas invisibles para el sistema
En el contexto actual, quienes no tienen acceso a la atenci¨®n primaria se convierten en personas invisibles para el sistema, como el virus, y su acceso queda limitado a las urgencias. La falta de seguimiento m¨¦dico hace m¨¢s vulnerables a estas personas, con el consiguiente riesgo de empeoramiento, de no poder seguir las orientaciones sanitarias y de tener que continuar trabajando, adem¨¢s de convertirse en una fuente de contagios. As¨ª, se cumple la llamada ley de cuidados inversos, que implica que reciben menos cuidados quienes m¨¢s los necesitan.
Las pandemias han sido recurrentes a lo largo de la historia y nada hace pensar que vayan a desaparecer en el futuro. Promover una sanidad p¨²blica de calidad y un acceso universal es una decisi¨®n pol¨ªtica, no econ¨®mica. La exclusi¨®n de un grupo de la poblaci¨®n del acceso normalizado a la sanidad no solo perjudica a las personas m¨¢s vulnerables, sino que va en contra del bienestar de toda la sociedad. En tiempos del COVID-19, las opciones parecen m¨¢s claras que nunca: o invertir en fortalecer los sistemas de salud y en el acceso de todas las personas al mismo, o arriesgar todo al azar de este virus y de los que vengan detr¨¢s.
Bego?a Santos Olmeda es consultora e investigadora especializada en migraciones.
Lourdes Luz¨®n es m¨¦dica de familia.
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