Comercio Justo: lo que preocupa a m¨¢s de 2.000 productores de ?frica, Asia y Am¨¦rica Latina
Relato de c¨®mo afrontan la pandemia de coronavirus las organizaciones productoras en el D¨ªa del Comercio Justo
¡°Cuando en nuestro pa¨ªs, Sri Lanka, se decretaron las medidas de cierre, no ten¨ªamos idea de lo que el futuro nos deparar¨ªa. ?C¨®mo continuamos pagando a nuestros artesanos para que puedan tener tres comidas, medicamentos y otros elementos esenciales? ?Cu¨¢ndo podremos reabrir? ?C¨®mo nosotros, como empresa de Comercio Justo en una peque?a isla en Asia, podemos ayudar a luchar y sobrevivir en esta pandemia?¡± Estas reflexiones de un representante de la organizaci¨®n textil de Comercio Justo Selyn, resumen las preocupaciones de las m¨¢s de 2.000 organizaciones de Comercio Justo de ?frica, Asia y Am¨¦rica Latina.
Y tanto Selyn como el resto de organizaciones se han puesto manos a la obra. Muchas han cambiado su producci¨®n habitual por mascarillas. Es el caso del Taller de Mandaluyong (Filipinas) cuyas trabajadoras elaboran mascarillas que entregan a hospitales p¨²blicos y familias que viven cerca. O la organizaci¨®n artesana BaSE en Banglad¨¦s, que fabrica mascarillas y tambi¨¦n gel hidroalcoholico. O la iniciativa Integrated Development de la Fundaci¨®n Vicente Ferrer, de India, donde sus 350 artesanas empezaron a fabricarlas antes de que el gobierno indio decretara el confinamiento de todo el pa¨ªs, con el fin de distribuirlas entre el personal de la organizaci¨®n y profesionales de actividades esenciales como el sector sanitario, agentes de polic¨ªa y empleados p¨²blicos que trabajan en la prevenci¨®n de la pandemia. Adem¨¢s, las artesanas han elaborado formaciones y tutoriales para facilitar que otras familias pudieran fabricar sus propias mascarillas. En total han producido 400.000 y las formaciones realizadas a costureras locales han permitido llegar al mill¨®n de ejemplares.
Las organizaciones de Comercio Justo han pagado los salarios de marzo y abril. Muchas f¨¢bricas que producen para el comercio convencional no lo han hecho
Pero la respuesta del Comercio Justo a la pandemia va m¨¢s all¨¢ de la fabricaci¨®n de mascarillas. Es una respuesta desde los principios y valores de esta alternativa comercial, a trav¨¦s de los cuales se aten¨²a el impacto de esta crisis. Empezamos por lo primero, lo que es m¨¢s b¨¢sico y esencial, con el mantenimiento de salarios. Las organizaciones de Comercio Justo han pagado los salarios de marzo y abril. Parece de Perogrullo, pero muchas f¨¢bricas que producen para el comercio convencional y para multinacionales no han abonado dichos meses. Adem¨¢s, muchas organizaciones ofrecen apoyo econ¨®mico o material a sus miembros, a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable de su zona o a personas que no pueden trabajar por motivos de salud. Ante el medio y largo plazo, las organizaciones de Am¨¦rica Latina est¨¢n planteando utilizar la prima de Comercio Justo como salarios del personal en los pr¨®ximos meses.
Otras buenas pr¨¢cticas habituales del Comercio Justo tambi¨¦n est¨¢n minimizando los impactos de esta crisis. Por ejemplo, la prefinanciaci¨®n del 50% que pagan las entidades distribuidoras de Comercio Justo a la hora de hacer los pedidos facilita a las organizaciones productoras que afronten estas situaciones de emergencia y puedan mantener los sueldos, a diferencia de, por ejemplo, las empresas convencionales del sector textil, que pagan a 40 o 75 d¨ªas tras la entrega de la mercanc¨ªa, lo que a menudo provoca despidos a sus trabajadoras. La mayor¨ªa son mujeres.
Otro aspecto importante en el que est¨¢n trabajando muchas organizaciones de Comercio Justo es la prevenci¨®n de la epidemia y la protecci¨®n de la salud de sus trabajadores/as y de la poblaci¨®n en general. Por ejemplo, la cooperativa cafetalera Aldea Global, de Nicaragua (pa¨ªs que no ha establecido restricciones) est¨¢ desarrollando una campa?a entre sus asociados/as y las comunidades difundiendo las recomendaciones de la OMS. La propia cooperativa ha adoptado medidas como el cierre de la oficina, facilitar el teletrabajo para tareas administrativas, la reducci¨®n del horario laboral y la distribuci¨®n de equipos de protecci¨®n.
Hoy, en el D¨ªa Mundial del Comercio Justo, y ante esta pandemia que ha paralizado nuestro mundo y ha puesto de relieve m¨¢s a¨²n si cabe la desigualdad y las grietas de un modelo econ¨®mico que prima la obtenci¨®n de beneficios a costa de todo, queremos celebrarlo especialmente con las m¨¢s de dos millones de personas que cultivan, elaboran, fabrican y cosen los productos de Comercio Justo. Y junto a ellas, y toda la red (tiendas, entidades distribuidoras, consumidores/as, etc.) reivindicamos que es necesario y posible realizar otro comercio, otra econom¨ªa m¨¢s humana y sostenible que ponga los derechos humanos y el cuidado del medioambiente en el centro.
Acabamos como empezamos este art¨ªculo, con otras reflexiones en primera persona, las de Luis Hinojosa, de la organizaci¨®n Camari, de Ecuador: ¡°Consideramos que esta grave situaci¨®n de crisis mundial nos lleva a cuestionarnos cu¨¢n preparados est¨¢bamos para enfrentarla, y nos lleva a pensar sobre la mirada acentuada que hemos puesto en el consumo, en la producci¨®n, en la eficiencia, el uso del tiempo y el abuso de recursos¡±. Feliz D¨ªa Mundial del Comercio Justo.
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