Caiga la noche sobre los CIE
No es tiempo de pensar en pol¨ªticas migratorias represivas y en el internamiento como demostraci¨®n de fuerza, basta con sancionar la estancia irregular con la multa que prev¨¦ la ley de extranjer¨ªa
La foto muestra un barrac¨®n del cuartel de la Isla de las Palomas (Tarifa) reciclado como Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). Un sol poniente de diciembre lo dora sin fuerza, confiri¨¦ndole un aire melanc¨®lico, que invita a la despedida. Tras un crep¨²sculo prolongado cay¨® la noche. Caiga as¨ª la noche sobre todos los CIE.
En aquel momento, estaba lejos de imaginar que la covid-19 nos golpear¨ªa. Mucho menos, que llegar¨ªa a ver los CIE vaciados como consecuencia de la pandemia. Vuelvo sobre aquella imagen, y me parece que expresa bien esta situaci¨®n insospechada: un crep¨²sculo que se prolonga sobre la instituci¨®n del internamiento cautelar de personas extranjeras pendientes de expulsi¨®n o devoluci¨®n.
Cuando los equipos del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) no pudimos visitar los CIE de Madrid, Barcelona, Valencia y Algeciras-Tarifa, seguimos la situaci¨®n a distancia. Manten¨ªamos contacto con directores de los centros, jueces de control y con otras organizaciones. A mediados de marzo la situaci¨®n era confusa: altercados en Madrid y Barcelona, el pronto cierre de Tarifa y Barcelona, el goteo de puestas en libertad y derivaciones a recursos de ayuda humanitaria en los dem¨¢s. Con el correr del tiempo, accediendo a documentaci¨®n de los jueces de control, del Defensor del Pueblo y del Fiscal de Extranjer¨ªa, qued¨® patente que Interior hab¨ªa hecho una interpretaci¨®n correcta de la ley: con las fronteras cerradas, y siendo imposible ejecutar las ¨®rdenes de expulsi¨®n y devoluci¨®n, el internamiento dejaba de tener sentido como medida cautelar.
Adem¨¢s, la concentraci¨®n humana en espacios exiguos multiplicaba las ocasiones de contagio entre poblaci¨®n interna y personal de servicio. De hecho, hubo contagios en el CIE de Las Palmas. La orden era no internar a m¨¢s personas extranjeras en situaci¨®n irregular y poner en libertad a las que estaban, con la precauci¨®n de buscar plazas de acogida humanitaria para quien no tuviera domicilio propio ni redes de apoyo. As¨ª llegamos al 6 de mayo, fecha en la que fueron puestos en libertad los tres ¨²ltimos internos que quedaban en Algeciras.
Espa?a ha podido vivir dos semanas con los CIE vac¨ªos. La juez de control ha dictado un auto para limitar la ocupaci¨®n del centro de Murcia cuando se retome el internamiento para prevenir contagios. El ministro del Interior ha declarado que retomar¨¢ los internamientos, no cuando remita la pandemia, sino cuando se abran las fronteras exteriores y vuelva a poder ejecutar las ¨®rdenes de expulsi¨®n y de devoluci¨®n. No parece que sea inminente, pero nunca se sabe. Si la interpretaci¨®n de la ley fue correcta y justa a la hora de vaciar los CIE, es preciso pararse a pensar un poco m¨¢s cu¨¢ndo anhela retomar el internamiento.
Nos queda la impresi¨®n de que la covid-19 seguir¨¢ constituyendo una amenaza real mientras no se extienda una vacuna eficaz. La adaptaci¨®n de los CIE a un internamiento en condiciones de seguridad para las personas internas y el personal de servicio ser¨ªa muy costosa: desmesuradamente en tiempos de crisis.
Vemos que la presi¨®n migratoria ha disminuido en 2020: 6.498 personas han entrado irregularmente hasta el 15 de mayo (1.299 desde el estado de alarma); un 30% menos que en 2019. Canarias es la excepci¨®n: aumentan las entradas, 2.113 hasta el 15 de mayo (883 desde el 15 de marzo). Se est¨¢n enviando a dispositivos de acogida humanitaria a quienes entran irregularmente. Es evidente que la pandemia condiciona los movimientos migratorios. Es plausible que la crisis econ¨®mica que le sigue los condicione durante algunos a?os, como sucedi¨® en la crisis anterior. Este horizonte deber¨ªa alertarnos contra la tentaci¨®n de generar angustia y xenofobia entre la poblaci¨®n.
La adaptaci¨®n de los CIE a un internamiento en condiciones de seguridad tras la pandemia puede salir muy costosa
En un horizonte de crisis econ¨®mica, plausible disminuci¨®n de la presi¨®n migratoria¡ Es sensato y justo plantear que caiga definitivamente la noche sobre los CIE. Con la ley en la mano, basta con sancionar la mera estancia irregular con la multa que prev¨¦ la ley de extranjer¨ªa (LOEX), y no con la expulsi¨®n. Con la misma ley en la mano, basta con valerse de las medidas cautelares que prev¨¦ la LOEX para asegurar la expulsi¨®n, dejando el internamiento como ¨²ltimo recurso en casos realmente excepcionales. En cambio, es preciso modificar la norma que regula los procedimientos de devoluci¨®n. La ley de extranjer¨ªa ordena solicitar autorizaci¨®n de internamiento para las personas a las que no se pueda devolver en 72 horas. Sin embargo, solo una minor¨ªa entra en un CIE. Qui¨¦n es internado y qui¨¦n no, en gran medida es fruto del azar: lo cual entra?a una profunda injusticia.
Con todo, el SJM ha reclamado al Comisario General de Extranjer¨ªa y Fronteras, al Fiscal de Extranjer¨ªa y a los jueces de instrucci¨®n que pongan de su parte para no internar a m¨¢s personas en CIE. Pero s¨¦ que la respuesta exige mucha clarividencia y coraje pol¨ªtico. Por eso, tratamos de asegurar un m¨ªnimo: que no se interne a j¨®venes con mayor¨ªa de edad dudosa, con indicios de dolencias f¨ªsicas o mentales, o de haber sido objeto de trata, a quienes tengan redes de apoyo o domicilio propio; que se facilite la solicitud efectiva de protecci¨®n internacional en las primeras 72 horas de detenci¨®n para no ser encerrado. Invito a quien quiera, a firmar la causa abierta en VISIBLES.ORG por el cierre de los CIE, a adherirse como organizaci¨®n. Ya hay m¨¢s de 2.000 firmas y 130 entidades adheridas.
Es tiempo de dise?ar y aplicar pol¨ªticas que amortig¨¹en el impacto de la crisis y que impidan la irregularidad sobrevenida, tal y como ha expresado SJM en un dec¨¢logo de propuestas administrativas. No es tiempo de pensar en pol¨ªticas migratorias represivas y en el internamiento como demostraci¨®n de fuerza que solo tranquiliza a la opini¨®n p¨²blica en el pa¨ªs. Los nuevos tiempos demandan que caiga definitivamente la noche sobre todos los CIE.
Josep Buades Fuster es director de la Asociaci¨®n Claver-Servicio Jesuita Migrante (SJM) y responsable de la elaboraci¨®n de los informes CIE del SJM.
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