?Vosotros?
No me siento inc¨®modo aqu¨ª, al contrario. Y nadie me ha indicado que pertenezco a un inconcreto pero di¨¢fano ¡°vosotros¡±
Cada cual se busca la vida como puede, y en estos tiempos dif¨ªciles no caben demasiados reproches. De modo que en principio no es tan escandaloso como algunos han se?alado el anuncio que la Generalitat de Catalu?a lanz¨® hace unas semanas. En esa comunidad, como en todas, se prev¨¦ que los turistas extranjeros sean escas¨ªsimos durante el verano, por la desconfianza que inspira el Gobierno de Podemos y PSOE (m¨¢s de Podemos a estas alturas), el elevado n¨²mero de casos de coronavirus, las incesantes farra y fanfarria de nuestras calles y las enormes trabas para viajar. Como las dem¨¢s, por tanto, intenta salvar algunos muebles merced al turismo nacional o interior. Eso explica el anuncio en cuesti¨®n, que no tendr¨ªa nada de particular si no fuera porque esa misma Generalitat lleva ocho a?os ¡ªocho, se dice pronto, desde que empez¨® la lumbrera Mas¡ª proclamando su invencible deseo de desgajarse del resto de Espa?a, con improperios continuos de sus representantes contra el Rey, los tribunales, las leyes, la polic¨ªa, la Constituci¨®n, los partidos que no les bailan el agua ¡ªPodemos se salva porque les baila de todo, a petici¨®n¡ª y los espa?oles en general. No voy a repetir las palabras, por tediosas. En la memoria de cualquiera est¨¢n frases inolvidables de Torra y Puigdemont, de Junqueras y Vilalta y Borr¨¤s, de Rovira y Rufi¨¢n.
Pero como lo ¡°nacional¡± catal¨¢n no es tan amplio, el anuncio se emite en castellano. Muestra preciosos paisajes y monumentos y algunas costumbres del pa¨ªs, mientras una voz cursi (lo habitual) dice cosas con mensajes no siempre subliminales: ¡°Lugares en los que empezamos una amistad de verdad¡±, ¡°Bosques en los que descubrir que la felicidad es estar unidos¡±, ¡°Monta?as en las que no est¨¢ permitido rendirse¡± (aqu¨ª uno se pregunta a qui¨¦n), ¡°Cada paisaje es tan diferente como las personas que los visitan¡±, ¡°Esos lugares os extra?an¡±, para concluir con el lema: ¡°Esperando que volv¨¢is, porque Catalu?a es mejor con vosotros¡±. Las cursivas son m¨ªas, si bien este lema final aparece escrito tambi¨¦n, a modo de r¨²brica. Huelga decir que en las im¨¢genes no aparecen esteladas ni lazos o cruces amarillos ni pancartas exigiendo libertad ni denunciando represi¨®n.
Bueno, el cinismo se ha hecho tan acostumbrado entre los pol¨ªticos de Catalu?a y de Espa?a entera que el spot no sorprende. ¡°Antes nos robaban, ahora nos vienen bien los euros que puedan dejar aqu¨ª¡±. En fin, normal. El problema es que esta Generalitat ya no sabe no ofender, y sufre lapsus. En un mensaje que se propone atraer a los dem¨¢s espa?oles a Catalu?a, concluye con un ¡°vosotros¡± diferenciador y que, si no es un agravio, se le parece mucho. Ese ¡°vosotros¡± subraya que somos ¡°otros¡± o ¡°los otros¡±, que en modo alguno formamos parte del ¡°nosotros¡±, reservado a los catalanes, o m¨¢s bien s¨®lo a los obedientes. Y eso que ¡°la felicidad es estar unidos¡±, de pronto, tras ocho interminables a?os de sostener la Generalitat lo contrario. De hecho, el propio director de la Agencia Catalana de Turismo, David Font, declar¨® hace unos meses que Espa?a es ¡°un Estado opresor¡±. No ha rectificado hasta hoy.
Pero una vez m¨¢s hay que distinguir entre las instituciones, los cargos, y la gente de un lugar. Llevo m¨¢s de tres meses confinado en una poblaci¨®n ¡°nacionalista¡± de Catalu?a, y, aunque ha habido pocas personas en las calles y pocas tiendas abiertas (obviamente), no he encontrado m¨¢s que amabilidad, buena educaci¨®n y cordialidad. Quienes me reconocen me saben madrile?o (lo peor de lo peor para los Torra y Puigdemont), y sin embargo no he notado la menor animadversi¨®n. Entiendo bastante el catal¨¢n, pero no me atrevo a chapurrearlo, y nadie ha tenido ning¨²n reparo en contestarme en castellano con absoluta naturalidad. Y claro que Catalu?a es preciosa y variada, como demuestran las im¨¢genes del anuncio, y que su legado cultural es extraordinario, y que sobran motivos para visitarla. No me siento inc¨®modo aqu¨ª, al contrario. Y nadie me ha indicado que pertenezco a un inconcreto pero di¨¢fano ¡°vosotros¡±, ni yo he visto como ¡°vosotros¡± a quienes han sido mis vecinos en esta ¨¦poca desdichada.
No se debe elevar la an¨¦cdota a categor¨ªa, pero animo a madrile?os, andaluces, castellanos, extreme?os y dem¨¢s a hacer caso de ese spot, pese a su descaro, y venir a Catalu?a en verano, oto?o, invierno y primavera, este a?o y los que seguir¨¢n. Y no, no se debe confundir, lo mismo que nunca se confundi¨® a ETA y a sus jaleadores y ac¨®litos con los vascos en general. Recordar¨¢n que un grito frecuente en las manifestaciones contra la banda terrorista era ¡°?Vascos s¨ª, ETA no!¡± Contra el independentismo de los actuales y antidemocr¨¢ticos dirigentes catalanes apenas si ha habido manifestaciones, y por lo tanto tampoco ha habido consignas. Pero cada uno deber¨ªamos interiorizar el equivalente a aquellas de a?os mucho m¨¢s recientes de lo que Iglesias y Otegi pretenden, y repetirnos para nuestros adentros: ¡°Catalanes s¨ª, Junqueras y Torra no¡±, ¡°Catalanes s¨ª, Puigdemont y Mas no¡±. Salvando las insalvables distancias, claro est¨¢.
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