Algunas lecciones inmunol¨®gicas contra la covid-19
Ciertos pensadores ya adelantaron hace unos a?os asuntos relacionados con la? crisis que nos ha tocado vivir.
Junto a los trabajos de bi¨®logos, cient¨ªficos y epidemi¨®logos que hace a?os publicaron estudios acerca del peligro que representar¨ªa una pandemia como la que sufrimos, no estar¨ªa mal rescatar los ensayos de autores cuyas ideas emergen ahora como genuinas lecciones para reflexionar en estos tiempos de coronavirus.
En primer lugar, el alem¨¢n Peter Sl?terdijk. El confinamiento de la covid-19 quiz¨¢ se haya convertido en la ¨²ltima oportunidad para el hombre sin retorno creado por la hiperpol¨ªtica, ese individuo que describi¨® en En el mismo barco (1994) y para quien la democracia solo es un consenso entre insociables apol¨ªticos. M¨¢s tarde, en Extra?amiento del mundo (1998), Sl?terdijk record¨® aquel relato de Kafka donde un mono se transform¨® en hombre y otra vez en mono, para hacer hincapi¨¦ en que la condici¨®n humana supone vivir con la conciencia de no tener salida y que ¡°si existir significa caer en la trampa, tambi¨¦n significa habitar la trampa como mundo¡±. Por ¨²ltimo, en Fiscalidad voluntaria y responsabilidad ciudadana (2014), Sl?terdijk se enfrent¨® a lo que llam¨® la ¡°posdemocracia impositiva¡±, que ha privado al contribuyente de su dimensi¨®n ciudadana para reducirlo a un vulgar deudor. ?Cu¨¢ntas estrategias de recuperaci¨®n econ¨®mica preparan ahora mismo un incremento de la fiscalidad?
El tema de la deuda y su impacto sobre la sociedad fue materia de un extraordinario ensayo de David Graeber ¡ªEn deuda (2012)¡ª, donde plante¨® la condonaci¨®n de las deudas de individuos y familias para restablecer ciertos principios de justicia que desaparecieron con la hegemon¨ªa del capitalismo financiero. Graeber propone una curiosa paradoja: anta?o las deudas se perdonaban para que las familias disfrutaran de una nueva oportunidad y hoga?o las deudas son una obligaci¨®n moral que incluso se heredan porque el moroso es un apestado social. ?No es curioso que hasta de una oraci¨®n haya desaparecido la f¨®rmula ¡°perd¨®nanos nuestras deudas, as¨ª como nosotros perdonamos a nuestros deudores¡±? A esos rehenes de las deudas y los empleos precarios dedic¨® Graeber otro libro ¡ªTrabajos de mierda (2018)¡ª donde nos encontramos con esa vasta legi¨®n de galeotes que nadie ha aplaudido desde los balcones: repartidores, cajeras, limpiadores, cuidadoras de ancianos, reponedores de supermercados, asistentas del hogar, vigilantes y toda esa constelaci¨®n de profesionales que nunca podr¨¢ teletrabajar para evitar el contacto con los otros.
La ausencia de interacci¨®n con los otros es un tema al que Byung-Chul Han ha dedicado diversos ensayos, aunque destacar¨¦ tres: En el enjambre (2014), La sociedad del cansancio (2017) y La expulsi¨®n de lo distinto (2017). Aunque ¨¦l hab¨ªa asegurado que desde un punto de vista patol¨®gico el comienzo del siglo XXI no ser¨ªa ni viral ni bacterial, sino neuronal, nadie ha reparado todav¨ªa en la necesidad de aplanar la curva neuronal disparada por el confinamiento, la hipercomunicaci¨®n, el imperativo de rendimiento y la autoexplotaci¨®n digital. No obstante, de no ser por el coronavirus, los otros que pueblan las pantallas de telediarios, ordenadores y m¨®viles habr¨ªan perdido todo indicio de corporalidad (negatividad, la llama Han) y por lo tanto nuestra mirada ¡ªempobrecida por las pantallas¡ª en cierta forma se ha enriquecido gracias al drama y el dolor de los otros.
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