Lim¨®n & Amigos
Productor, compositor, int¨¦rprete y profesor en Estados Unidos, Javier Lim¨®n abarca todo el espectro del negocio musical. Estuvo detr¨¢s de discos clave en la historia reciente de la m¨²sica espa?ola. Pero nada ser¨ªa igual, como admite, sin los artistas que le acompa?aron y le acompa?an.
Los socios del Harvard Club de Nueva York dan cuenta de hamburguesas y ensaladas de langosta en el espacioso comedor, ajenos a las carcajadas que resuenan en una de las mesas. Antes de que el coronavirus complicara la vida social en la Gran Manzana, Ann Kreis, antigua alumna y una de las primeras mujeres socias de la hermandad, ha convocado a un grupo de flamencos. El arte, las juergas de madrugada, leyendas sobre guitarristas que vend¨ªan relojes en los tablaos para completar el jornal, encontronazos con la Guardia Civil y las inevitables drogas, con sus excesos y sobredosis, dan color a la sobremesa. El productor Javier Lim¨®n y la cantaora Carmen Linares repasan an¨¦cdotas sobre sus inicios art¨ªsticos: cuando Carmen iba acompa?ada por su padre a las pe?as para que la oyeran cantar, o el d¨ªa que Antonio S¨¢nchez la llev¨® a su casa para que su hijo Paco (de Luc¨ªa), al que levantaron de la siesta, tocara para ella. Linares cumple 40 a?os de carrera y Lim¨®n 20, tiempo suficiente como para recordar momentos hilarantes. Como el vivido por el productor en una iglesia evangelista mientras esperaba que acabara el culto para llevarse a un cantaor gitano al estudio: ¡°El pastor se tir¨® un pedo y al ver las caras de sorpresa de los gitanos grit¨®: ¡®Para el demonio¡¯, momento en que los presentes contestaron am¨¦n¡±.
No fue un am¨¦n aprobatorio, sino un ?ol¨¦! As¨ª jale¨® el p¨²blico neoyorquino la noche anterior a Linares cuando cantaba por alegr¨ªas. El escenario, m¨¢s bien un antro, carec¨ªa de suntuosidad. No hab¨ªa alfombras, ni l¨¢mparas de cristal ni cabezas de elefante disecadas. En la sala Drom, en el Lower East Side de Manhattan, la cantaora jienense recogi¨® el premio Master of Mediterranean Music que concede la prestigiosa Universidad Berklee de Boston, uno de los campus estadounidenses dedicados a la m¨²sica, en la que Javier Lim¨®n ejerce como profesor y director del Instituto de M¨²sicas del Mediterr¨¢neo. Nervioso pero contento, el productor madrile?o, art¨ªfice del evento, segu¨ªa con una cerveza en la mano la actuaci¨®n que cerr¨® la noche a cargo de la banda integrada por algunos de los mejores m¨²sicos de la escuela. Entre ellos, brillaba una antigua alumna: la cantante venezolana Nella, galardonada recientemente con el Grammy Latino a la mejor artista nueva.
Compositor, productor y m¨²sico, Lim¨®n cuenta con casi un centenar de discos producidos, algunos tan exitosos como L¨¢grimas negras, o interpretados por artistas como Paco de Luc¨ªa, Morente, Calamaro, Buika, Mariza y El Cigala, entre otros. Hace una d¨¦cada, desde que dej¨® Madrid, la ciudad donde naci¨® en 1973 y en la que mont¨® su estudio de grabaci¨®n, para irse a vivir a Boston con su esposa y sus dos hijos, su universo creativo ha dado un giro. ¡°Una carrera musical se construye sabiendo decir que s¨ª, hasta el d¨ªa que debes continuar sabiendo decir que no¡±, dice. ¡°Primero, fui un a?o invitado; luego lo compagin¨¦ con el programa musical de televisi¨®n Un lugar llamado mundo, hasta que finalmente decid¨ª seguir en Boston. Ahora Berklee es mi casa y un lugar de investigaci¨®n constante en el que desarrollar mi labor de exploraci¨®n musical sobre Latinoam¨¦rica y el Mediterr¨¢neo¡±.
En la escuela se ha hecho habitual la presencia de flamencos como Jos¨¦ Merc¨¦ o Diego del Morao, y personalmente ha conectado con nuevas generaciones de artistas, alumnos de entre 17 y 30 a?os llegados desde lugares tan dispares como Serbia, Argentina o L¨ªbano. Ahora su discograf¨ªa lleva la firma de Massachusetts. Su pen¨²ltimo descubrimiento se llama Nella. Lim¨®n ha producido y compuesto la mayor parte de los temas de Voy, el primer ¨¢lbum de la venezolana. ¡°Nella tiene registro de cantaora, pero es capaz de cantar salsa, jazz o rock. Cuando escuch¨¦ c¨®mo interpretaba el cinquillo venezolano La negra Atilia, comprend¨ª que ese era su camino. La melod¨ªa andaluza es mi ra¨ªz, lo que he buscado siempre, pero la clave de mi carrera ha sido evolucionar eso¡±, explica Lim¨®n. La ra¨ªz, que tanto se persigue ahora en todo, est¨¢ muy bien, pero hay que desarrollarla: ¡°La vanguardia resulta genial cuando abres nuevos caminos y te sigue la tropa, fue una idea brillante meter el caj¨®n en el flamenco y el fado; Camar¨®n fue una revoluci¨®n por su voz y porque puso a cantar a todo el mundo como ¨¦l, y lo mismo con la guitarra de Paco [de Luc¨ªa]. Nosotros hicimos L¨¢grimas negras y surgieron muchos discos en esa estela, y lo mismo con el jazz latino, pero hay veces que las cosas no cuajan. La verdad es que cuando uno es joven comete muchos errores que se van agrandando con la edad¡±, cuenta en medio de una sonora carcajada. Tambi¨¦n del fracaso se aprende. En su lista de desastres inolvidables figura con may¨²sculas su intento de dirigir y orquestar a la sinf¨®nica de Bogot¨¢ en la capital colombiana.
Su receta como productor pasa por tomar decisiones como seleccionar repertorio, elegir la instrumentaci¨®n, escoger a los m¨²sicos, el estudio donde se va a grabar, optar por la mejor toma de cada uno de ellos y, al final, destacar una voz. ¡°Ah¨ª es donde el productor deja su sello: en la voz del cantante o del solista¡±. Luego las grabaciones pueden ser eternas o ef¨ªmeras, dependen de muchos factores y estados de ¨¢nimo. Cositas buenas, de Paco de Luc¨ªa, tuvo una preproducci¨®n de a?os, pero L¨¢grimas negras se hizo del tir¨®n. ¡°Cuando le pregunt¨¦ a Bebo Vald¨¦s cu¨¢ntos d¨ªas de estudio cre¨ªa que deb¨ªa reservar para grabarlo, me respondi¨®: ¡®Javi, coge dos d¨ªas, por si acaso¡±. Lo que s¨ª tiene claro despu¨¦s de tanto tiempo es que la tecnolog¨ªa debe estar al servicio del arte. Como ejemplo recurre a la grabaci¨®n de Mi ni?a Lola, de Buika. Hubo canciones que se grabaron en una sola toma y quedaron fant¨¢sticas, pero el tema que dio t¨ªtulo al disco no acababa de gustarle. ¡°Grabamos durante varios d¨ªas diferentes temas de voz y al final me vi solo con 83 pistas de voz, trabaj¨¦ durante una semana hasta completar la que me cuadraba¡±.
¡°La melod¨ªa andaluza es mi ra¨ªz, pero la clave de mi carrera ha sido evolucionar eso¡±, dice el productor
Hiperactivo, Lim¨®n ha decidido priorizar la tarea de escritura. El ¨¦xito de Nella lo ha motivado en esa direcci¨®n. Pas¨® un tiempo en que no sent¨ªa esa necesidad que nota ahora de sentarse a componer. Su carrera art¨ªstica empez¨® como cantante en el coro de la iglesia de los Jesuitas, ubicada en la calle de Serrano, la misma donde el almirante Carrero Blanco asisti¨® a misa instantes antes del atentado que le cost¨® la vida. Sigui¨® en el conservatorio con el estudio de oboe y se matricul¨® en la Facultad de Ingenieros Agr¨ªcolas, pero dej¨® la carrera porque quer¨ªa ser ?flamenco! Hab¨ªa mamado su ra¨ªz andaluza en los veranos en el pueblo de su madre (viuda a los 39 a?os y con tres hijos), San Bartolom¨¦ de la Torre, en la sierra de Huelva. Con ese bagaje se sumergi¨® en el Madrid canalla de la ¨¦poca. Hay quien dice que era el chico que tra¨ªa los caf¨¦s. Empez¨® desde abajo. En locales madrile?os como El Candela o Casa Patas se empap¨® de la esencia de lo jondo de la mano de los grandes artistas, lo que sumado al flamenco de la calle, con sus letras, falsetas, patadas de esquina y madrugadas, acab¨® por graduarlo. ¡°Quer¨ªa ser flamenco por encima de todo, prob¨¦, incluso, como cantaor, pero me decant¨¦ por la escritura. Entonces compon¨ªan textos con jondura muy pocos, hab¨ªa gente brillante como Juan Antonio Salazar y Sorderita, as¨ª que me puse a escribir. Arranqu¨¦ con el Potito y Dolores Amaya. Ese fue mi primer oficio en la m¨²sica¡±. Como ejemplo de la importancia de la letra, cita una de sus ¨²ltimas producciones: 19 d¨ªas y 500 noches despu¨¦s, con Travis Birds y Benjam¨ªn Prado, la otra cara de la hist¨®rica canci¨®n de Sabina, incluida en el disco de homenaje al cantante de ?beda. ¡°Insuperable¡±.
Su estudio, en el madrile?o barrio de Bat¨¢n, una antigua peleter¨ªa que compr¨® por 11 millones de pesetas, se convirti¨® en su cuartel general. ¡°Con poco m¨¢s que un micr¨®fono y un ordenador arrancamos. Debutamos con el primer y ¨²ltimo disco de Echegaray Street, una banda de cajoneros formada por los percusionistas del momento: Bandolero, Ram¨®n Porrina y El Pira?a. En 2000 lleg¨® Entre vareta y canasta, de Diego El Cigala. En esa d¨¦cada se forj¨® su guardia pretoriana formada por El Pira?a (es el padrino de su primer hijo), el bajista cubano Alain P¨¦rez, reci¨¦n llegado en esos d¨ªas a Madrid, y el trompetista Jerry Gonz¨¢lez, que viaj¨® a la capital para una semana y se qued¨® a vivir. El flamenco y el jazz latino se fusionaban cada noche en el estudio. ¡°Aquello fue una conjunci¨®n astral¡±, suspira. Las grabaciones se alargaban hasta la madrugada en los locales de moda del momento y surgieron proyectos como Los piratas del flamenco. Con su tr¨ªo de incondicionales particip¨® en todas las grabaciones de la ¨¦poca, incluidos sus cuatro discos fetiche: L¨¢grimas negras, de Bebo Vald¨¦s y El Cigala; Cositas buenas, de Paco de Luc¨ªa; El peque?o reloj, de Enrique Morente, y Tinta roja, de Andr¨¦s Calamaro. El espaldarazo lleg¨® en 2004 con el Grammy Latino al mejor productor del a?o.
Adem¨¢s de discos, pasaron muchas cosas en ese estudio de Bat¨¢n. Como la tarde en que Morente, muy inspirado, grababa un tema que acababa de componer. ¡°En el mejor momento de la sole¨¢, una rata apareci¨® en el estudio, justo entre el cantaor y mi posici¨®n de ingeniero de sonido en el control. Enrique me mir¨® sin dejar de cantar, no era el momento de interrumpir un instante tan sublime. Fueron unos segundos eternos. Cuando termin¨® su cante, el cantaor sali¨® de la cabina y dijo: ¡®Yo creo que a la rata s¨ª le ha gustado la sole¨¢, pero no se ha quedado porque seguramente tendr¨ªa que hacer alg¨²n recado¡±. A medida que se fue haciendo conocido, grandes voces como Carlinhos Brown, Fito P¨¢ez, Serrat, Sabina, Chucho Vald¨¦s, Mariza, Perales, Ana Bel¨¦n, Luz Casal y Anoushka Shankar, entre otros, fueron llamando a las puertas de Lim¨®n. El estudio se convirti¨® en sello discogr¨¢fico y naci¨® Casa Lim¨®n, una compa?¨ªa independiente en la que brill¨® con luz propia Concha Buika.
El ¨¦xito, tan dif¨ªcil como ef¨ªmero, constituye una prueba de fuego para las relaciones profesionales. ¡°Distanciarse despu¨¦s de un disco es triste, pero despu¨¦s de cinco, como hice con Cigala o Buika, supone cerrar un ciclo. En general, el ¨²ltimo trabajo suele ser el mejor porque ya hemos llegado al proyecto en el que hemos brillado en conjunto. Despu¨¦s es muy sano para todos buscar gente nueva. En general, sigo trabajando o en contacto con la mayor¨ªa, me suele quedar una buena amistad¡±, recalca.
Los que lo conocen saben que Javier Lim¨®n son dos personas, uno gordo y otro delgado. Vive a dieta desde que perdi¨® 60 kilos. ¡°Ser gordo y pesar 125 kilos fue el peaje que pagu¨¦ por tirarme ocho a?os metido en el estudio de grabaci¨®n, de lunes a domingo, Navidades y verano sin parar de grabar discos, sentado en una silla manejando Pro Tools. En el estudio, y hablo ahora como un ingeniero de sonido, cada uno que viene trae una energ¨ªa y unas ganas de que eso se convierta en algo hist¨®rico y brutal. Llegan con sus botellas de ron, pero pasa el tiempo y ellos se van a la playa y t¨² te quedas con el siguiente, que tambi¨¦n quiere pasar a los anales. Hay pocos ingenieros de sonido que se mantengan sin quemarse. Las excepciones ser¨ªan Luis Crespo, ?scar Clavel o Pepe Loeches¡±.
Ahora Lim¨®n ya ejerce como veterano. Adem¨¢s de dirigir las carreras de sus hijos, ha abierto las puertas a una nueva ¨¦poca. El cantante y violinista jordano Layth Sidiq, la flautista israel¨ª Tali Rubinstein o la cantante argentina Delfina Cheb ya ofrecen conciertos por todo el mundo. Compositor, productor, m¨²sico, comunicador y profesor, ahora dedica buena parte de su tiempo a recrear tambi¨¦n la parte visual. La m¨²sica, dice, ha sufrido la revoluci¨®n m¨¢s importante, especialmente en la ¨²ltima d¨¦cada. Ahora se escuchan canciones todo el rato y adem¨¢s se ven. Tras el documental La guitarra vuela, en el que artistas de todos los g¨¦neros tocaban a Paco de Luc¨ªa, Lim¨®n ultima Vuela, un reportaje realizado en colaboraci¨®n con Iberia en el que, entre otros, participa Michel Camilo. Y en el canal de YouTube de Berklee cuelga v¨ªdeos semanales, en lo que considera un laboratorio de nuevos valores.
Durante una de sus ¨²ltimas visitas a Madrid poco antes de la pandemia, aprovech¨® para reunirse en su estudio con algunos de los artistas que han formado parte de su carrera y con los que sigue colaborando, como su amigo el cineasta y escritor David Trueba. Su llegada, entre abrazos, supuso un acicate para la charla distendida. Llevan a?os trabajando juntos. ¡°Lo que nos ha unido es su generosidad y su eficacia. En el cine trabajas en grupo y la m¨²sica es m¨¢s individual, pero con ¨¦l siempre tienes la seguridad de que en la banda sonora se escuchar¨¢ a gente importante¡±, explicaba el cineasta. Mala Rodr¨ªguez, con la que prepara proyectos relacionados con la maternidad y el rap, hab¨ªa viajado desde Barcelona y Miguel Poveda, decidido a relanzar su carrera en Am¨¦rica, vino desde M¨¢laga para empezar a sentar las bases de esas canciones de ida y vuelta. El colof¨®n lo puso Luz Casal, con la que grab¨® su primer disco no flamenco. Luego lleg¨® la covid-19 y Lim¨®n se confin¨® en su casa de Boston, pero sigui¨® maquinando. Ahora, de vuelta en Espa?a por vacaciones, publica el disco Hombres de fuego y prepara nuevos trabajos con Alejandro Sanz y Nella. ¡°Hay que vivir al minuto¡±, concluye con una carcajada.
Maquillaje de Luz Casal: Antonio Estrada para Kevin Murphy. Maquillaje de Mala Rodr¨ªguez y Nella Rojas (imagen de apertura): Nuria Estero.
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