Los ind¨ªgenas asi¨¢ticos y los efectos colaterales del coronavirus
En Camboya, Filipinas o Indonesia, los pueblos minoritarios han perdido derechos de propiedad sobre sus tierras ancestrales durante el confinamiento. Varias organizaciones denuncian que gobiernos y empresas aprovecharon para usurparlas, revocar derechos y debilitar leyes de protecci¨®n medioambiental
Los pueblos ind¨ªgenas forman parte de los grupos m¨¢s vulnerables en el sureste asi¨¢tico, con covid-19 o sin ella, pero con el estallido de la pandemia, algunos de sus problemas se han exacerbado. En Asia habitan dos tercios del total de los existentes en todo el mundo. Varias organizaciones denuncian que mientras muchos ciudadanos permanec¨ªan en sus casas para tratar de contener la cadena de contagios, algunos Gobiernos y empresas aprovecharon la situaci¨®n para llevar a cabo campa?as militares, usurpar tierras, revocar derechos ancestrales y debilitar las leyes de protecci¨®n medioambiental. Todo ello sin encontrar apenas resistencia.
Signe Leth, asesora de la ONG Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Ind¨ªgenas (IWGIA por sus siglas en ingl¨¦s) explica que la llegada del coronavirus ha golpeado a los pueblos ind¨ªgenas de muchas maneras. "En primer lugar, ha impactado a su seguridad alimentaria y modos de vida, ya que estos meses no han podido atender sus granjas. Se trata de una situaci¨®n delicada teniendo en cuenta que muchos de ellos son migrantes con trabajos no regulados, por lo que miles de personas han perdido sus empleos y tienen que subsistir con pocos recursos".
Leth asegura que se est¨¢n otorgando licencias para proyectos de desarrollo a gran escala en tierras forestales y que las operaciones mineras contin¨²an en algunos pa¨ªses. Los defensores de los derechos de las personas ind¨ªgenas sufren cada vez m¨¢s ataques debido al bloqueo y las restricciones de movimiento: son m¨¢s f¨¢ciles de encontrar y no pueden movilizar sus redes de apoyo, por lo que ¡°temen por su seguridad¡±, explica. Adem¨¢s, se est¨¢n llevando a cabo ¡°desalojos de las tierras forestales y realizando campa?as militares, sin importar que estas iniciativas no tengan nada que ver con la lucha contra la pandemia¡±, afirma.
Camboya
Eang Vuthy, director ejecutivo de Equitable Cambodia, una ONG local camboyana, explica que en las comunidades de la provincia de Ratanakiri, al noreste de este pa¨ªs, est¨¢n extremadamente enfadadas con la compa?¨ªa de caucho vietnamita Hoang Anh Gia Lai (HAGL) que ha arrasado dos monta?as sagradas, humedales, ¨¢reas de caza tradicionales y cementerios durante la cuarentena.
Vuthy afirma que la empresa ¡°no ha respetado los numerosos acuerdos alcanzados, incluido el acuerdo general de 2014, que establece un compromiso para no limpiar m¨¢s tierras comunitarias, ni el acuerdo de 2017 que declar¨® ¨¢reas espec¨ªficas acordadas para ser devueltas (incluidas las ¨¢reas que hab¨ªan sido despejadas en marzo)¡±.
La llegada de la covid-19 tambi¨¦n ha afectado a las comunidades ind¨ªgenas en el acceso a los centros de salud
Las comunidades est¨¢n exigiendo a HAGL que detenga de inmediato sus operaciones y acepte devolver todos los terrenos, incluidas las ¨¢reas recientemente despejadas, para que puedan volver a dejar crecer los bosques, sus monta?as espirituales y la agricultura de subsistencia. Las comunidades tambi¨¦n est¨¢n exigiendo a la compa?¨ªa que les proporcione cartas firmadas de su presidente para tener alguna garant¨ªa de que no volver¨¢ a suceder.
Estos terrenos son muy importantes para la cultura de estos pueblos, ya que, como dice Vuthy, sus creencias se derivan de sus relaciones con la tierra. Ellos creen en los esp¨ªritus que habitan los bosques y las monta?as. Ahora que la compa?¨ªa ha despejado la zona, no tienen lugar para rezar y creen que puede haber consecuencias por haberlas dejado usurpar.
Filipinas
El caso de Camboya no es ¨²nico. Una de las minor¨ªas que m¨¢s afectada se ha visto es la de los Dumagat-Remontados, un pueblo que habita desde hace siglos los frondosos bosques de la cordillera de la Sierra Madre, en la isla filipina de Luz¨®n, y cuyas tierras ancestrales est¨¢n ahora amenazadas. Flores-Obanil, coordinadora regional para Asia de la Coalici¨®n por los Derechos Humanos en el Desarrollo, cuenta que en este ¨¢rea es donde el Gobierno filipino planea construir la presa Kaliwa, a pesar de las preocupaciones ambientales y la oposici¨®n de las comunidades ind¨ªgenas locales que temen ser desplazadas y perder sus medios de vida.
En 2009 este pueblo, con el apoyo de la Alianza Salvar Sierra Madre (SSMNA), hab¨ªa conseguido detener con ¨¦xito su construcci¨®n a trav¨¦s de una campa?a p¨²blica y acciones legales. Pero bajo la presidencia de Rodrigo Duterte, el proyecto obtuvo el a?o pasado un dudoso certificado de cumplimiento ambiental y un pr¨¦stamo bancario de 211,2 millones de d¨®lares (unos 185 millones de euros). Desde entonces, la militarizaci¨®n en la zona ha aumentado y los l¨ªderes comunitarios han sido acusados de pertenecer a un grupo rebelde.
Con la llegada del coronavirus y las medidas de contenci¨®n, ¡°ha aumentado la presencia de la polic¨ªa y de los militares en el lugar, mientras que la poblaci¨®n residente no se ha podido mover libremente en sus tierras¡±, dice Flores-Obanil. En marzo, un miembro de la comunidad Dumagat-Remontado fue detenido y maltratado f¨ªsicamente mientras estaba bajo custodia, un pen¨²ltimo episodio en un contexto de violencia continua, a?ade.
El Gobierno tambi¨¦n ha seguido emitiendo permisos de miner¨ªa, y algunas comunidades han denunciado un aumento en las actividades mineras ilegales, realizadas especialmente por compa?¨ªas chinas, seg¨²n alert¨® Alyansa Tigil Mina (ATM), una coalici¨®n nacional de organizaciones que luchan contra la extracci¨®n destructiva a gran escala en el pa¨ªs.
Myanmar e Indonesia
Leth, de IWGIA, asegura que el Gobierno de Myanmar tambi¨¦n ha visto en la pandemia una oportunidad para intensificar su represi¨®n contra los pueblos ind¨ªgenas y otros grupos ¨¦tnicos. ¡°Los enfrentamientos feroces, incluidos los bombardeos indiscriminados y los ataques a¨¦reos han provocado la p¨¦rdida de vidas de varios civiles¡±, asegura ella.
Desde su organizaci¨®n han recibido denuncias sobre la tala de bosques en Indonesia. Sin embargo, argumenta que uno de los mayores desaf¨ªos durante la pandemia ha sido obtener informaci¨®n de las ¨¢reas m¨¢s remotas que est¨¢n fuera de la red, aunque temen ¡°una situaci¨®n realmente mala¡± de la que actualmente no pueden obtener suficiente informaci¨®n.
Desgraciadamente, la llegada de la covid-19 tambi¨¦n ha afectado a las comunidades ind¨ªgenas en el acceso a los centros de salud, ya que muchas viven en ¨¢reas incomunicadas y no tienen acceso a algunas instalaciones, al apoyo del Gobierno ni a informaci¨®n en su propio idioma sobre c¨®mo protegerse del virus, poniendo a su poblaci¨®n en mayor riesgo.
Las organizaciones mencionadas est¨¢n tratando de ayudar a los pueblos ind¨ªgenas para que conozcan sus derechos, puedan documentar cualquier violaci¨®n de los derechos humanos que ocurra y protestar por estas violaciones. Para los casos espec¨ªficos que involucran a compa?¨ªas e inversores que atentan contra derechos humanos, Leth dice que se est¨¢ trabajando en una coalici¨®n de casi 40 organizaciones para contrarrestarlos conjuntamente: la Iniciativa de Tolerancia Cero, financiada por la Cooperaci¨®n noruega.
?Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.