Pol¨ªticos: ?Escuchad a vuestras abuelas!
Necesitamos unidad. No es complicado. Que todos se comprometan a superar esta crisis como un equipo.
Incluso despu¨¦s de s¨®lo tres a?os de vivir aqu¨ª, me he cansado tanto de la constante tormenta de mierda pol¨ªtica a la que estamos expuestos d¨ªa tras d¨ªa¡ Soy consciente de que ¨¦ste es un fen¨®meno global (Reino Unido, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Venezuela, la lista de horrores pol¨ªticos es interminable), pero yo vivo aqu¨ª. Espa?a es mi puta casa y ver a pol¨ªticos de todos los partidos comport¨¢ndose como ni?os mimados, usando la muerte de miles y el p¨¢nico actual, los niveles extremos de ansiedad y la crisis financiera para iniciar campa?as pol¨ªticas y lanzarse insultos ?entre ellos dentro y fuera del Congreso resulta desgarrador.
Es rid¨ªculo que estas personas anden debatiendo la crisis del regreso a la escuela cuando muchos de ellos aparentemente son incapaces de actuar como adultos.
Seguramente, estos hombres y mujeres de poder tienen abuelas que podr¨ªan darles una bofetada y decirles, por una vez en la vida, que dejen de actuar como idiotas y empiecen a trabajar juntos para que podamos superar la crisis como un equipo. No como un grupo de facciones enojadas, tratando desesperadamente de ganar puntos pol¨ªticos y obtener oscuros beneficios entre las cenizas del desastre global.
El caso es que mientras los pol¨ªticos quieren mostrarse duros, intransigentes, comprometidos y seguros, lo que est¨¢n, todos ellos, es asustados. Comprensiblemente. Si no sufres miedo en septiembre de 2020, entonces o eres un psic¨®pata o est¨¢s colocado. O en el caso de Abascal, quiz¨¢s, ambas cosas.
Los pol¨ªticos son seres humanos y no enga?an a nadie. Si s¨®lo una vez uno de ellos admitiera que, como todos nosotros, sus niveles de ansiedad est¨¢n por las nubes, viven con cuatro horas de sue?o por noche y se sienten aterrorizados por sus hijos, su pa¨ªs, su familia, entonces quiz¨¢s podr¨ªamos realmente verlos como iguales y comenzar a confiar en ellos.
Tal como est¨¢n las cosas, muchos de ellos parecen haber confundido la bondad con la debilidad y, en lugar de un di¨¢logo compasivo y ¨²til, nos encontramos un campo de batalla dentro de otro campo de batalla. Vemos una coalici¨®n fr¨¢gil, una oposici¨®n enfurecida, un Congreso confuso, falta de comunicaci¨®n y narcisistas hambrientos de poder que fingen saber lo que es mejor para el pa¨ªs. Nuestro pa¨ªs.
No es complicado. Lo que necesitamos es unidad. Todos se comprometieron a superar esta crisis como un solo equipo unificado. Trabajando juntos para reparar, restaurar, sanar. Asignar dinero donde se necesite, asegurarse de que la gente tenga comida, Internet, electricidad, una existencia digna. Reconstruir la cultura, obligar a los bancos a comportarse como seres humanos, responsabilizar a parte de la prensa por sus noticias falsas, mentiras y propagar el p¨¢nico, manteni¨¦ndose en los mismos est¨¢ndares de integridad que imponen a todos los ?dem¨¢s.
Necesitamos que nuestros pol¨ªticos nos permitan concentrarnos en lo realmente importante. Los necesitamos haciendo su puto trabajo. En lugar de aumentar nuestra ansiedad, deber¨ªan proporcionarnos las herramientas que necesitamos para volver a disfrutar de lo que convierte a este pa¨ªs en algo tan grande: amabilidad, siestas, sobremesas, familia, m¨²sica, ternura, trabajo, baile, parques, playas, literatura, amor, pasi¨®n. Perm¨ªtannos confiar en que cumplen con su labor correctamente. D¨¦monos cuenta de que todos habitamos el planeta por el espacio que representa un segundo c¨®smico y de hecho podr¨ªamos, en fin, unirnos.
Sencillamente, como lo har¨ªa una abuela de puta madre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.