Siempre hay sitio para el aprendizaje
La exigencia de interdisciplinaridad impulsa los estudios para adultos mayores, especialmente en las humanidades
Estudiar ya no es un verbo que se conjuga solamente en los primeros a?os de la vida adulta. De manera paulatina, se observa una mayor demanda de formaci¨®n superior por parte de los mayores de 30 a?os, que obedece a distintas razones pero, sobre todo, a una m¨¢xima que se est¨¢ imponiendo en el siglo XXI: aquella persona que d¨¦ por finalizado su aprendizaje tiene un problema. "Seguir form¨¢ndose a partir de los 30 es una realidad y una buena noticia, porque representa una b¨²squeda del conocimiento constante", asegura Ricardo Mairal, rector de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED). "Antiguamente, la formaci¨®n adquirida en la primera juventud era m¨¢s que suficiente para tener una carrera profesional exitosa pero actualmente ya no es as¨ª", se?ala Francisco Gonz¨¢lez Bree, profesor de innovaci¨®n en Deusto Business School.
El cambio se est¨¢ haciendo patente de forma lenta pero inexorable. En el c¨®mputo global de matriculados en grados universitarios el curso pasado, tanto en centros p¨²blicos como privados, el porcentaje de mayores de 30 a?os fue de un 14,1%, de acuerdo con los datos del Ministerio de Universidades. En el ¨²ltimo lustro, este porcentaje ha variado poco, pero s¨ª se observa un aumento en la serie hist¨®rica desde los a?os ochenta del siglo pasado. En la UNED, la universidad pionera en Espa?a en ofrecer un sistema educativo semipresencial, en el curso 2019-20 el n¨²mero de estudiantes con m¨¢s de 30 a?os se ha incrementado un 372,5% con respecto a 2010. El grupo de estudiantes que han superado la veintena ya supone el 69% del total de los inscritos en esta universidad p¨²blica. "El aprendizaje ahora es continuo", afirma su rector, "y cada vez es m¨¢s com¨²n que se realicen segundas y hasta terceras carreras".
En las matr¨ªculas de la UNED llama la atenci¨®n el tipo de grados tanto con mayor n¨²mero absoluto de alumnos mayores de 30 a?os (Psicolog¨ªa, Derecho, Geograf¨ªa e Historia, e Historia del Arte) como en t¨¦rminos porcentuales (Ciencias Jur¨ªdicas de las Administraciones P¨²blicas, Geograf¨ªa e Historia e Historia del Arte). Son, en general, carreras human¨ªsticas que hasta hace pocos a?os se consideraban con pocas o nulas expectativas de futuro.
Estos datos explican una de las razones por las que cada vez gente de m¨¢s edad se anima a estudiar. "El potencial de las carreras human¨ªsticas se complementa perfectamente con carreras t¨¦cnicas. Hoy la ciencia es, por definici¨®n, interdisciplinar y, por ejemplo, ya es normal que trabajen juntos ling¨¹istas y neur¨®logos o historiadores del arte y qu¨ªmicos", a?ade Mairal. El sistema actual de dobles grados contribuye en gran medida a esta compenetraci¨®n y al aumento de la edad de los alumnos, en opini¨®n del rector.
'Efecto M¨¦dici'
Opini¨®n que es compartida por Gonz¨¢lez Bree. "La sociedad est¨¢ pidiendo ahora m¨¢s conocimiento porque est¨¢ automatizada y las tareas f¨¢ciles, repetitivas y predictivas las realizan las m¨¢quinas, por lo que ahora hay que formarse m¨¢s en competencias humanas y sociales", manifiesta el profesor, quien a?ade que, en contra de lo que se cree, las grandes empresas tecnol¨®gicas no solo buscan profesionales con conocimientos t¨¦cnicos o num¨¦ricos sino tambi¨¦n sociales. "Es el efecto M¨¦dici, es decir la conexi¨®n de diversas ¨¢reas del saber humano, tal como se conceb¨ªa en el Renacimiento. Ahora, por ejemplo, para dise?ar un sistema seguro en el transporte ya no vale solo un t¨¦cnico, sino que hay que contar tambi¨¦n con especialistas en salud. Es lo que en innovaci¨®n conocemos con el t¨¦rmino "polinizaci¨®n cruzada". Este aspecto interdisciplinar o multidisciplinar de las habilidades profesionales es una de las razones del inter¨¦s por el aprendizaje continuo, a juicio del profesor de Deusto Business School.
Otro de los motivos para formarse pasados los 30 es que ya no solo existen estudios largos en el tiempo. "En la actualidad, se ofrece todo tipo de programas y de formas de acceso a la formaci¨®n superior. Gracias a los mismos, se han ampliado las posibilidades de mucha m¨¢s gente para acceder despu¨¦s a grados", asegura el profesor. Influye, asimismo, un efecto socioecon¨®mico: "Es lo que se llama la aceleraci¨®n del cambio. Hace a?os la esperanza media de vida de las grandes empresas era de 60 a?os, ahora es de 15 a?os. Aparecen constantemente compa?¨ªas que ofrecen nuevos bienes y servicios y que demandan todo tipo de profesionales, con lo que lo aprendido hace 25 ¨® 30 a?os ya no es suficiente". El aprendizaje a lo largo de toda la vida ha pasado a la conciencia de las nuevas generaciones. "Cuando doy clases en la Universidad de Deusto, veo a mis alumnos muy motivados por el aprendizaje. La formaci¨®n continua y la sostenibilidad son dos aspectos que est¨¢n muy presentes en las nuevas generaciones", resalta.
El inter¨¦s por la formaci¨®n superior de personas mayores de 30 a?os est¨¢ siendo recogido por las universidades. Lo reflejan dos ejemplos de programas dirigidos a grupos que han rebasado los cincuenta, tanto en universidades p¨²blicas como en privadas. En la Universidad de Navarra informan que desde hace m¨¢s de 15 a?os hay en marcha un programa senior, con una propuesta de formaci¨®n a partir de 50 a?os y "que se desarrolla a trav¨¦s de bloques tem¨¢ticos pluridisciplinares, presentados de un modo atractivo, pr¨¢ctico y distendido, que se alternan con actividades complementarias". Un programa similar se puede encontrar en la UNED, en este caso ofrecido a partir de los 55 a?os. "Los cursos son de tem¨¢ticas muy variadas, en muchas ocasiones a propuesta de los propios alumnos e incluyen temas de actualidad y estrategias de desarrollo personal. Se persigue proporcionar conocimientos y aprendizajes, favorecer la comunicaci¨®n a trav¨¦s de relaciones interpersonales y del encuentro intergeneracional y dotar de elementos para conocer mejor el entorno cultural", se?alan en esta universidad p¨²blica.
Seguir yendo a clase es saludable
Las personas con un mayor nivel educativo y de ingresos envejecen mejor y gozan de m¨¢s salud, seg¨²n un estudio realizado con una muestra de m¨¢s de 140.000 personas de todo el mundo, liderado por el King?s College London y en el que participan por parte espa?ola las universidades Aut¨®noma y Complutense de Madrid, el Parc Sanitari Sant Joan de D¨¦u y el CIBER en sus ¨¢reas de Salud Mental (Cibersam) y Epidemiolog¨ªa y Salud P¨²blica (Ciberesp). Dicho estudio recoge evidencias de que las personas mayores con educaci¨®n universitaria tendr¨ªan, sobre una escala de 100 puntos, hasta 10 puntos de salud m¨¢s que otras de su misma edad con un nivel educativo bajo. Se trata, adem¨¢s, de una evidencia universal, recogida en todos los pa¨ªses. "La principal conclusi¨®n que se desprende de este trabajo es que la educaci¨®n tiene una capacidad protectora en la salud cuando nos hacemos mayores. La educaci¨®n suele conllevar la b¨²squeda de mayores fuentes de ingresos y prosperidad econ¨®mica. Adem¨¢s, una persona con mayor nivel educativo puede tener m¨¢s recursos y mayor concienciaci¨®n para resolver antes sus necesidades de salud", destacan los autores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.