El GPS desenmascara al hombre que dispar¨® al ¨¢guila Nicasio
El sistema de seguimiento que llevaba puesto un ¨¢guila perdicera alert¨® a una asociaci¨®n conservacionista de que la hab¨ªan matado
Nicasio volaba libre pero vigilado. Esta ¨¢guila perdicera naci¨® a finales de marzo en un nido de Loja (Granada). A los 50 d¨ªas, unos t¨¦cnicos de conservaci¨®n de rapaces se acercaron al lugar: vieron tres agiluchos: familia numerosa en una especie que solo suele poner uno o dos. La ¨²nica hembra fue trasladada y liberada en ?lava. Nicasio y el otro hermano macho se quedar¨ªan en su tierra de origen, y se les seguir¨ªa de cerca gracias al emisor GPS colocado en la espalda.?
Como joven que era, los registros mostraban a Nicasio volando a¨²n cerca de su nido, en vuelos exploratorios, sobre todo del interior de la provincia de Granada. Todo parec¨ªa normal en la vida de la rapaz, una de las 330 perdiceras, tambi¨¦n llamadas ¨¢guila-azor o de Bonelli,?que la organizaci¨®n conservacionista GREFA (Grupo de Rehabilitaci¨®n dela Fauna Aut¨®ctona y su H¨¢bitat) ha marcado con emisores: su posici¨®n, su altura, su velocidad, la orientaci¨®n y la temperatura aproximada de su cuerpo quedaban anotados en el sistema de vigilancia.
Pero el viernes 28, el sistema de seguimiento mostraba algo extra?o: Nicasio parec¨ªa quedarse quieto en el pantano de Izn¨¢jar, el mayor de Andaluc¨ªa, en la intersecci¨®n de las provincias de Granada, C¨®rdoba y M¨¢laga. Los t¨¦cnicos de GREFA analizaron los datos previos: el emisor se hab¨ªa desplazado siguiendo exactamente el trazado de una carretera. Su precisi¨®n, de unos cinco metros, no dejaba dudas. Un d¨ªa despu¨¦s, los t¨¦cnicos tuvieron indicios "muy claros" de que pod¨ªa haber muerto, apunta?Juan Jos¨¦ Iglesias, responsable de Seguimiento de Especies Amenazadas de la organizaci¨®n conservacionista.?
La ONG avis¨® a la delegaci¨®n en Granada de la consejer¨ªa auton¨®mica de Agricultura, que tiene la competencia de Medio Ambiente en Andaluc¨ªa, "la comunidad que acoge la mayor poblaci¨®n de la especie en Espa?a", apunta Ernesto ?lvarez, presidente de GREFA. La consejer¨ªa, a su vez, dio aviso al Seprona. Las pesquisas se dirigieron al pantano, en concreto a una zona cercana al puente sobre la carretera N-333, y all¨ª apareci¨® flotando el emisor, pero no el animal.?
Los datos apuntaban a que hab¨ªa muerto el pasado 27 de agosto en un coto de caza de Loja, de un disparo. "Ese jueves era d¨ªa de caza h¨¢bil dentro de la media veda y la posici¨®n del emisor aparec¨ªa en un coto de caza", explica Juan Jos¨¦ Iglesias. El emisor GPS cuenta con un aceler¨®metro, un dispositivo similar a los que indican en los m¨®viles si est¨¢n colocados en posici¨®n vertical u horizontal, y los datos que arrojaban dec¨ªan que el animal hab¨ªa pasado demasiado tiempo boca arriba. Adem¨¢s, el sensor de temperatura mostraba?valores extra?os para un animal vivo. Adem¨¢s, un equipo de Polic¨ªa Judicial Medioambiental encontr¨® en dos puntos del coto plumas de ¨¢guila perdicera.?
La investigaci¨®n de la Guardia Civil apuntaba como posible autor a un cazador de Archidona (M¨¢laga), que al saberse identificado se present¨® en la comandancia de Granada y confes¨® haberle disparado al animal "accidentalmente", seg¨²n informa el instituto armado en una nota de prensa. Cuando Nicasio cay¨® al suelo, el hombre, de 46 a?os, vio que el animal llevaba el emisor; se lo quit¨® y, ya de vuelta a su lugar de origen, lo arroj¨® al embalse. Luego, tir¨® el cuerpo del animal a un contenedor de basuras. "Lo damos por perdido", apunta el presidente de GREFA.?
El marcaje de la especie forma parte del proyecto europeo AQUILA a-LIFE, que pretende aumentar la extensi¨®n territorial del ¨¢guila perdicera en el Mediterr¨¢neo occidental: libera animales en h¨¢bitats mermados de la especie y aborda tambi¨¦n las amenazas que se ciernen sobre la especie, sobre todo las torres el¨¦ctricas, pero tambi¨¦n los envenenamientos y, como en el caso del malogrado Nicasio, los furtivos. El coste de un dispositivo unitario, que se alimenta con un peque?o panel solar, es de unos 1.500 euros y el de su instalaci¨®n, dependiendo de las dificultades, oscila entre los 3.000 y 5.000 euros.?
Aunque la especie est¨¢ considerada como "bajo preocupaci¨®n menor", su poblaci¨®n se ha resentido en Espa?a, y ha llegado a desaparecer de algunos de sus habituales h¨¢bitats, aunque en otros, como Baleares, se ha logrado recuperar una poblaci¨®n estable. GREFA tiene marcadas m¨¢s de 700 ejemplares de rapaces, entre ellos 200 buitres negros y m¨¢s de 50 milanes reales. Los dispositivos ya han ayudado a descubrir las causas de la muerte de otros ejemplares?en el pasado.?
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