"Viste de amarillo si necesitas ayuda": la cuenta de Instagram de Britney Spears que preocupa a sus seguidores
Mientras la cantante no hace apariciones p¨²blicas y la causa sobre su custodia legal se resuelve en los tribunales, el movimiento #FreeBritney analiza los detalles de su cuenta de Instagram, que podr¨ªa estar lleno de se?ales y mensajes de una mujer de 38 a?os encerrada en una jaula de oro
Britney Spears (Misisipi, 1981) es el ¨²ltimo gran icono pop que dej¨® el siglo pasado. Surgida ya en su ocaso (su debut Baby one more time es de 1998), ha conseguido trasladar el concepto de estrella pop absoluta y generacionalmente transversal surgido en el siglo XX (ep¨ªtome de la estrella manufacturada de su ¨¦poca, aprendiz de Madonna y que acab¨® cantando con ella misma y con Michael Jackson) al de celebridad multiplataforma que se estila en el XXI (sus l¨ªnea de ropa, de perfumes, videojuegos y aplicaciones m¨®viles la han hecho multimillonaria). En 2020 el mundo se detuvo por el coronavirus, pero ella ya lo hab¨ªa hecho antes: no publica un disco desde 2016 y en enero de 2019 anunci¨® un par¨®n indefinido en sus exitosos conciertos en Las Vegas. Sin embargo, nunca se ha dejado de hablar de la cantante.
?Est¨¢ mandando Britney mensajes en clave a sus fans con la ropa, los colores y las fotos repetidas? ?Es todo un extra?o montaje de quien controla sus redes sociales? ?O no pasa absolutamente nada y, para empezar, Britney nunca fue una persona demasiado com¨²n ni previsible a la hora de relacionarse con el resto de mundo?
Entre 2007 y 2008 Spears sufri¨® una serie de problemas mentales y de adicci¨®n que la convirtieron en el personaje m¨¢s perseguido, fotografiado y analizado del mundo. Cualquiera que leyese las revistas o tuviese acceso a Internet durante aquella ¨¦poca recordar¨¢ haber asistido, absorto, a como aquella cantante que se nos vendi¨® virgen y con rectos valores conservadores entraba y sal¨ªa de los clubes de Los ?ngeles en estados alterados de consciencia, golpeaba un coche con un paraguas o se rapaba la cabeza. La princesa del pop convertida en diosa del punk en tiempo real ante las c¨¢maras.
Lo que ocurri¨® despu¨¦s es importante porque nos trae hasta el presente: tras una intervenci¨®n de su familia, la custodia de sus dos hijos fue concedida a su exmarido (el bailar¨ªn Kevin Federline) y el padre de Britney, Jamie Spears, se convirti¨® en su tutor legal hasta hoy. Esto implica que, ante una persona considerada incapaz de manejar su propia estabilidad emocional y econ¨®mica, se asigna a un tutor que maneje sus tratamientos m¨¦dicos, sus movimientos y sus ahorros. Que, en el caso de Britney, ascienden a 200 millones de euros.
El movimiento #FreeBritney comenz¨® en la primavera de 2019, impulsado por otras estrellas como Miley Cyrus, Cher o Paris Hilton, figuras de Instagram como SaintHoax y organizaciones como Uni¨®n Americana por las Libertades Civiles. La tesis de este movimiento es: si Britney Spears puede hacer giras, tener una residencia de conciertos en Las Vegas, publicar discos y comercializar colonias, generando una enorme fortuna con todo ello, ?no puede recuperar parte del control de su vida? Por ahora, las peticiones de Britney ante un juzgado de California para cambiar la situaci¨®n y ganar m¨¢s libertad no han dado resultado: la tutor¨ªa legal de su padre se ha extendido hasta febrero de 2021. Mientras tanto en las redes discurre un juicio paralelo: el de todos sus seguidores contra el patriarca Jamie, al que acusan de explotar a su hija, de internarla contra su voluntad y de mantenerla medicada.
Desde la comunidad de fans, como resume este hilo con miles de retuits e interacciones, se cuentan historias de aut¨¦ntico terror y que, al menos hasta hoy, forman a¨²n parte de la leyenda: entrevistas en las que Britney pide ayuda pero son luego editadas para que el mundo no vea esa parte, v¨ªdeos de sus hijos llamando "capullo" a su abuelo y pidiendo la libertad para su madre, intentos de Britney de conseguir un abogado que la defienda que siempre fracasan porque no est¨¢ autorizada para tener su propio abogado o cartas entregadas a sus bailarines en secreto donde pide ayuda a sus admiradores. Como trama de thriller es oro. Como vida, un calvario.
M¨¢s all¨¢ de estos supuestos mensajes y gritos de ayuda que, por ahora, a¨²n forman parte de la rumorolog¨ªa, la protagonista de esta historia nunca se ha pronunciado p¨²blicamente. Hace un a?o, el 20 de septiembre de 2019, hizo su ¨²ltima aparici¨®n p¨²blica en un evento de belleza en Los ?ngeles. Solo hay un medio en el que la estrella se muestra al mundo y lanza mensajes, que es su cuenta de Instagram. Y desde hace meses, con el rumbo de las cosas paralizado por el coronavirus, esta cuenta de Instagram obsesiona al mundo.
¡°?Est¨¢s bien, Britney?¡±
M¨¢s de 26 millones de seguidores observan una cuenta de Instagram que nunca estuvo exenta de poder de fascinaci¨®n. Al principio muchos de sus fans pensaron que no la manejaba ella, sino un equipo promocional: todo consist¨ªa en fotos oficiales, fechas de conciertos y portadas de revistas. En 2015 public¨® por primera vez un selfi y a partir de ah¨ª comenz¨® lo que parece una mayor participaci¨®n de Britney en su propia cuenta: dibujos con frases de aspiraciones, memes de los Minions (a su car¨¢cter infantil llegaremos despu¨¦s), fotos de sus hijos, oraciones a la Virgen Mar¨ªa o fotos de la Luna. En una ¨¦poca en la que las cuentas de Instagram de los famosos ya se hab¨ªan convertido en un aburrid¨ªsimo espacio esteta presto para que brillasen las colaboraciones pagadas, el de Britney era un totum revolutum que la representaba fielmente y cuyo grito entre l¨ªneas era: soy famosa y millonaria, pero a la vez enormemente com¨²n, como t¨².
Durante las primeras semanas del confinamiento el Instagram de Britney llam¨® la atenci¨®n de medios como Los Angeles Times. El 23 de marzo public¨® un texto de la activista queer Mimi Zhu que llamaba a la ¡°redistribuci¨®n de la riqueza y la huelga¡±, con un pie de foto que inclu¨ªa tres rosas rojas, siempre asociadas al socialismo. En las redes empezaron a llamarla con humor camarada Britney. Despu¨¦s llegaron m¨¢s rosas, m¨¢s fotos de lunas, m¨¢s frases motivacionales¡ Pero a partir de abril su cuenta de Instagram se convirti¨® en un espacio que fascina, intriga y preocupa a partes iguales.
Es normal que durante un confinamiento las celebridades publiquen contenido un poco repetitivo en su casa. En el caso de Britney, este contenido es cl¨®nico. A menudo, con la misma ropa. Siempre con unos ojos entre tristes y perdidos que preocupan a sus fans. A veces ejecuta bailes un poco hist¨¦ricos que no tienen que ver con la m¨²sica que est¨¢ sonando en su sal¨®n, otras veces simplemente entra y sale del plano sin rumbo, otras mira a c¨¢mara en silencio como un animal que intenta decir algo. Seg¨²n algunos defensores de la causa #FreeBritney, la cantante no puede publicar contenido en sus redes libremente, sino que pasa un filtro, como tantas otras cosas de su vida debido al estricto r¨¦gimen de custodia. Tambi¨¦n seg¨²n ellos, algunos v¨ªdeos de Britney, en los que siempre aparece vestida igual, podr¨ªan ser gritos de ayuda desde su jaula de oro, una enorme mansi¨®n en las colinas de West Hollywood.
Los comentarios siguen todos la misma l¨ªnea de preocupaci¨®n: ¡°Esto no lo cuelga Britney¡±. ¡°Su cuenta de Instagram empieza a ser terror¨ªfica¡±. ¡°Esta chica no est¨¢ bien¡±, "?Alguien m¨¢s est¨¢ preocupado por ella?", "?Todas estas fotos est¨¢n tomadas el mismo d¨ªa, algo le pasa!" o ¡°Britney, haz un v¨ªdeo en directo para demostrarnos que est¨¢s bien¡±. Por ahora, no lo ha hecho. La teor¨ªa conspirativa tom¨® fuerza despu¨¦s de que varios seguidores le escribiesen ¡°Ponte algo amarillo en tu pr¨®ximo v¨ªdeo si necesitas ayuda¡±. El siguiente v¨ªdeo de Britney fue este desfile indescriptible¡ con un top amarillo.
Lo mismo ocurri¨® cuando le dijeron en otra foto: ¡°Sube una foto de palomas si necesitas ayuda¡± y, en la siguiente foto, pudimos ver esto:
El 8 de julio Britney public¨® un v¨ªdeo que hizo que sus millones de fans se quedasen por un momento sin respiraci¨®n. ¡°Hola chicos, mis fans hab¨¦is hecho muchas preguntas en los comentarios, las he escuchado y estoy aqu¨ª para responderlas a todas¡±. ?Iba Britney a responder, por fin, ante un fondo blanco, con su top de flores de siempre y sus habituales ojos tristes, a las preguntas de preocupaci¨®n y los comentarios de alarma que ocupan casi el cien por cien de su secci¨®n de comentarios? No exactamente. Lo que Britney respondi¨®, tanto en este v¨ªdeo como en otro publicado unos d¨ªas despu¨¦s que sirvi¨® como segunda parte, fueron preguntas como: "?Cu¨¢l es mi pel¨ªcula favorita de Disney?" (Es Frozen). "?Cu¨¢l es mi flor favorita?" (Son las rosas). "?A qu¨¦ hora me acuesto?" (A las once y media). "?Cu¨¢l es mi comida favorita?" (Son los perritos calientes).?
¡°Britney, literalmente JAM?S te hemos preguntado estas cosas¡±, le comenta alguien entre sus seguidores. Otro: ¡°?Qu¨¦ sucede con su voz? No est¨¢ bien¡±. Otra observaci¨®n: ¡°La c¨¢mara temblaba, parece que la persona que la filma le est¨¢ dando un gui¨®n para que lo lea¡±. Otro, que resume el sentimiento general de todos, remata: ¡°Esto es terror¨ªfico¡±. Ocurra lo que ocurra, la situaci¨®n es extra?¨ªsima. ?De d¨®nde ha sacado Britney esas preguntas que no existen y responde con nerviosismo, sin dejar de moverse, leyendo como un robot? Si es todo un montaje para aparentar normalidad, ?por qu¨¦ resulta tan inquietante? Y sobre todo, ?por qu¨¦ este infantilismo de Disney, flores, comida favorita y hora de acostarse rodeando a una mujer de 38 a?os?
"Cuando una persona adulta se comporta como un ni?o o una ni?a en p¨²blico estamos ante un comportamiento desadaptativo, que puede obedecer a distintas causas, pero que nos hace sospechar de un posible desajuste personal", explica la psic¨®loga Violeta Alcocer. "El contenido de Instagram de Spears es repetitivo, con ella como ¨²nica protagonista, en poses y vestuario casi id¨¦ntico. Esto puede indicar cosas muy diversas, desde simplemente un desinter¨¦s por la calidad de sus redes hasta un desajuste personal. Solo sus m¨¢s allegados pueden saber a qu¨¦ obedece este giro. Los contenidos que publican nuestros seres queridos implican siempre cierta informaci¨®n sobre su estado. No es que haya que vigilarlo, pero s¨ª mantener una atenci¨®n en segundo plano que se active si hay cambios que nos parezcan extra?os".
Las posibilidades son: ?est¨¢ mandando Britney mensajes en clave a sus fans con la ropa, los colores y las fotos repetidas? ?Es todo un extra?o montaje de quien controla sus redes sociales? ?O no pasa absolutamente nada y, para empezar, Britney nunca fue una persona demasiado com¨²n ni previsible a la hora de relacionarse con el resto de mundo? A todas estas posibilidades se sum¨® hace poco un nuevo enigma: en un story de Instagram (Spears casi nunca publica stories) la cantante dijo lo siguiente, algo que apela directamente a los comentarios, esos en los que se le pide continuamente que confirme que est¨¢ bien y que, por lo tanto, parece haber le¨ªdo: "Un mont¨®n de gente est¨¢ diciendo que casi todas mis fotos son antiguas. Pero quer¨ªa que supieseis que ninguna de ellas tiene m¨¢s de un mes de antig¨¹edad. S¨ª, s¨¦ que he llevado puesto el mismo top diecisiete veces pero es para un proyecto, el Proyecto Rosa, y sabr¨¦is m¨¢s sobre el Proyecto Rosa en el futuro¡±.
Proyecto Rosa, con ese nombre entre experimento militar y perfume de centro comercial, a?ade m¨¢s intriga a toda esta historia. ?Se trata de un disco? ?De una l¨ªnea de ropa? ?Una performance art¨ªstica? ?Qu¨¦ tipo de proyecto implica subir 17 fotograf¨ªas a tus redes sociales con la misma ropa? Mientras el mundo vive su a?o m¨¢s convulso, el mundo se entretiene intentando descifrar el enigma Britney Spears, una historia tan entretenida como dram¨¢tica, porque detr¨¢s hay un ser humano que, fuera de toda dudas, intenta decirnos algo. ?Pero qu¨¦? En 2008, en un documental emitido por la MTV, la cantante confes¨®: "La gente oye lo que quiere o¨ªr, pero nunca han escuchado lo que de verdad les estaba diciendo". Y despu¨¦s, en lo que son probablemente los siete segundos m¨¢s tristes que existen en YouTube, rompe a llorar, se cubre parte de la cara y solo a?ade: "Estoy triste".
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