Y despu¨¦s de una agresi¨®n sexual, ?qu¨¦?
Es indispensable la atenci¨®n psicol¨®gica despu¨¦s de sufrir una agresi¨®n sexual
Cada mes se registran m¨¢s de 1.000 agresiones sexuales en Espa?a. Esto significa que en un a?o, 12.000 personas habr¨¢n necesitado una atenci¨®n determinada que no siempre tienen. Las consecuencias hablan por s¨ª solas.
Laura (nombre supuesto) intent¨® quitarse la vida 10 a?os despu¨¦s de ser violada. A ra¨ªz de este intento de suicidio, su familia conoci¨® por lo que estaba pasando y pudieron ayudarla. Hasta entonces, Laura hab¨ªa soportado la angustia de crecer con miedo a los dem¨¢s, sin ninguna referencia sexual m¨¢s que su agresi¨®n y con el suplicio de tener que ver a su agresor en cuanto se juntaba toda la familia. Ten¨ªa 13 a?os cuando un allegado la apart¨® en una reuni¨®n familiar para apalancarla en un rinc¨®n del garaje y sobarla por debajo de la falda. "Comenz¨® como si fuera un juego y estuvi¨¦ramos de broma. Creo que fing¨ªa su borrachera por si, despu¨¦s, se me ocurr¨ªa decir algo. Aunque intent¨¦ zafarme, soy poca cosa. Consigui¨® taparme la boca con una mano y con la otra tocarme como le dio la gana. En una embestida entr¨®. Violentamente me viol¨® hasta que eyacul¨® dentro. Sin destaparme la boca se acerc¨® a m¨ª y me dijo "Como cuentes algo, te mato. Yo le cre¨ª".
Pas¨® m¨¢s de una d¨¦cada hasta que Laura fue capaz de verbalizar lo que le hab¨ªa pasado. Desde la violaci¨®n no pudo con su vida. Literal. Ni una sola relaci¨®n amorosa. Un cambio brutal de su manera de relacionarse con los dem¨¢s. Solo imaginarse con un hombre le produc¨ªa un rechazo atroz y el call¨¢rselo no evit¨® que siguiera viendo a su agresor. Hasta que a los veinticinco a?os no pudo m¨¢s. Hasta entonces, en cada reuni¨®n familiar se encontraba con su agresor.
La baja autoestima, la falta de confianza y el miedo son los tres par¨¢metros sobre los que intenta sobrevivir una persona que sufre abusos sexuales, as¨ª los describe Encarnaci¨®n Zapata, psic¨®loga y sex¨®loga acostumbrada a tratar estos casos. "En muchas ocasiones se ve afectada la capacidad de vivir y disfrutar la sexualidad. Falta de confianza, sentimiento de culpa, deterioro de la autoestima, vivencia mental reiterada del ataque o ataques son los principales aspectos que se deterioran en una persona despu¨¦s de una agresi¨®n de este tipo".
El n¨²mero de denuncias por agresi¨®n sexual con penetraci¨®n subi¨® un 10,5% en 2019 con respecto al a?o anterior. Alcanzamos las 1.878 denuncias, de un total de 11.587 denuncias por violencia sexual de alg¨²n tipo. Estas suelen activar, inmediatamente, la respuesta profesional a este tipo de violencia. La mayor¨ªa de los que acuden a terapia lo hacen despu¨¦s de interponer la denuncia, como si el psic¨®logo fuera el siguiente paso despu¨¦s de pasar por comisar¨ªa. "Es cierto que puede darse el riesgo de revivir el episodio traum¨¢tico en un juicio por violaci¨®n. Es un momento de tensi¨®n que a la v¨ªctima le cuesta mucho. Pero el deseo de hacer justicia y un adecuado apoyo psicol¨®gico previo y posterior al juicio ayudan a pasarlo", admite Encarnaci¨®n Zapata. Una violaci¨®n supone un ataque directo al sentimiento de seguridad de la v¨ªctima.
Menores agresores sexuales
Las repercusiones del trauma son emocionales y cognitivas. La v¨ªctima puede rechazar emocionalmente lo ocurrido intentando crear una sensaci¨®n de irrealidad de que la agresi¨®n no ha ocurrido, es probable que el miedo y la rabia se instalen en su personalidad y esto se traducir¨¢ en agresividad hacia s¨ª misma, pero, tambi¨¦n, hacia los dem¨¢s. La verg¨¹enza por lo sucedido y el sentimiento de culpa se agudizan. Cognitivamente, las v¨ªctimas manifiestan problemas para procesar la informaci¨®n que tenga que ver con su agresi¨®n u otras, ajenas, de las que tenga constancia. Al perder la autoestima y seguridad, tendr¨¢ m¨¢s dificultades para tomar decisiones; se sentir¨¢ muy confusa y desorientada. Estas personas, adem¨¢s, manifiestan una disminuci¨®n en su capacidad de concentraci¨®n, lo que suele afectar en el terreno educativo y social de la v¨ªctima.
Ser menor no exime de responsabilidad se comete un delito sexual y las condenas a menores por cometer este tipo de ultraje aumentaron un 29% en lo que llevamos de a?o. La propia Fiscal¨ªa General del Estado ha advertido de que el consumo de pornograf¨ªa supone la apertura de la puerta de los monstruos. La falta de educaci¨®n sexual para analizar el impacto de las im¨¢genes de violaciones y sexo a las que se tiene acceso desde cualquier dispositivo m¨®vil han maleducado a los menores. Durante 2019, se registraron 548 delitos sexuales perpetrados por menores, un 98,1% varones, 1,9% mujeres. La mayor¨ªa de estos delitos se infligieron, tambi¨¦n, a menores de 16 a?os. En total, se registraron 548 delitos de "naturaleza sexual", m¨¢s abusos que agresiones, castigados con penas menores, pero seis tipificados como violaciones, lo que supuso su internamiento en centros espec¨ªficos para ello.
Para la psicosex¨®loga Encarnaci¨®n Zapata, para intentar frenar las agresiones sexuales es necesario sentir cari?o y seguridad, aunque parezca un concepto demasiado amplio. "Ojal¨¢ nos encontremos bien en nuestra propia piel, crezcamos sabiendo que los dem¨¢s tienen l¨ªmites y no considerarlos nunca objetos sexuales". Ojal¨¢ educarnos sexualmente para que ser una alima?a sexual jam¨¢s entre en nuestras intenciones.
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