Espacios de trabajo para la pospandemia

Fue en 2016 cuando la aseguradora AXA se mud¨® de un espacio con m¨¢s de 60 despachos a otro de 20.000 metros cuadrados, cuatro plantas y fachada acristalada, donde solo hay uno, el de la consejera delegada, y salas de uso preferente para el comit¨¦ de direcci¨®n. "El resto son salas de trabajo en funci¨®n de la actividad y, principalmente, espacios abiertos, sin asignaci¨®n de posici¨®n", explica Carmen Polo, directora de Personas, Organizaci¨®n y Cultura de AXA Espa?a. Antes de la pandemia, m¨¢s del 60% de sus empleados trabajaban en casa uno o dos d¨ªas a la semana. Cuando regresen a la oficina (est¨¢ prevista una vuelta escalonada "en los pr¨®ximos meses") ser¨¢n el 100%, dos d¨ªas a la semana. Se encontrar¨¢n un entorno laboral "m¨¢s seguro y limpio", en palabras de Polo. Protocolo de entrada que incluye carriles de entrada y salida, dispensador de mascarillas y gel hidroalcoh¨®lico y c¨¢mara termogr¨¢fica; pegatinas que indican d¨®nde puedes o no sentarte, y d¨®nde ubicarte en el ascensor (m¨¢ximo tres personas); salas de reuni¨®n o la cantina cerradas, al menos de momento, para reducir aforos.

Menos despachos

Un aspa de prohibido sentarse en una de cada tres sillas, salas clausuradas o toda la plantilla teletrabajando ¡ªtelesobreviviendo, lo llaman algunos¡ª son indicadores de emergencia, no ejemplos de c¨®mo ha de ser un espacio laboral poscovid, seg¨²n se?ala Ra¨²l Vicente, director del ¨¢rea de Agencia Oficinas de la consultora inmobiliaria Knight Frank. "Hemos buscado soluciones para el momento; el siguiente paso es pensar en la oficina del futuro". En esas est¨¢ la mayor¨ªa de las compa?¨ªas, experimentando. La opini¨®n de los expertos es que ser¨¢ la suma de tendencias que ya estaban despuntando, y que el coronavirus ha venido a acelerar ¡ªmenos despachos, espacios m¨¢s colaborativos, mayor importancia a zonas de encuentro como la cocina¡ª m¨¢s el teletrabajo, para muchos el gran descubrimiento de esta pandemia, que viene, entre otras muchas cosas, a reducir desplazamientos y viajes.

Si a diario una parte del personal no va a trabajar, porque cumple con sus obligaciones laborales desde casa, cabe pensar que las oficinas necesitar¨ªan menos espacio para desarrollar su actividad. Esto es as¨ª en el caso del sector industrial, seguros e industria farmac¨¦utica y cient¨ªfica, seg¨²n una encuesta de Knight Frank sobre los cambios que prev¨¦n implementar las empresas espa?olas para adaptarse a la era poscovid. En el otro extremo, las energ¨¦ticas, de salud y banca son los que m¨¢s refieren una necesidad de mayor espacio para mantener las distancias sociales y el bienestar de sus empleados. Vicente cree que "las implantaciones tan intensivas no pueden seguir; ha de haber m¨¢s distancia entre las personas, para dar una mayor sensaci¨®n de seguridad". Seg¨²n el informe de Knight Frank, la salud, la seguridad y el bienestar son vectores al alza en los lugares de trabajo en Espa?a, por encima incluso de la media europea.

"En estos momentos, en lugar de los 2.700 metros cuadrados que tenemos, coger¨ªa la mitad, y los dise?ar¨ªa en funci¨®n de los equipos de trabajo", afirma Rogelio Iglesias Rodr¨ªguez, director general de Recursos Humanos de Konica Minolta. Zonas comunes, sitios calientes (en ingl¨¦s, hot spots), no asignados, que se ocupan seg¨²n van llegando los empleados o se reservan en funci¨®n de las necesidades y el momento de la jornada, a trav¨¦s de una app. Porque, en la oficina del futuro, las mesas y las sillas no ser¨¢n de nadie; ni siquiera habr¨¢ una mesa y una silla para cada empleado (Vicente calcula que los puestos podr¨ªan reducirse a un 70%). "Adem¨¢s de optimizar mejor el espacio, es m¨¢s higi¨¦nico, porque si trabajamos en una mesa y luego nos vamos, ya que no es nuestra, facilitamos su limpieza, al llevarnos con nosotros todos nuestros papeles y carpetas", hace notar Covadonga Gonz¨¢lez Quintana, consejera delegada de la empresa de arquitectura corporativa plug&go.

La tendencia choca con el "sentimiento de propiedad del puesto de trabajo", como lo denomina Gonz¨¢lez Quintana. Al perderlo, cambia tambi¨¦n la respuesta a la pregunta ?para qu¨¦ voy a la oficina? "Ya no es para estar en mi silla; voy a la oficina como destino para hacer algo, principalmente empaparme del prop¨®sito de marca, del ADN de mi compa?¨ªa, para tener comunidad y para colaborar y trabajar en equipo; el trabajo individual puedo hacerlo en casa", expone.

Iglesias Rodr¨ªguez dice que, incluso en oficinas no tan tradicionales, m¨¢s evolucionadas, es f¨¢cil saber, de un vistazo, d¨®nde se sientan los jefes y d¨®nde los curritos. "Son producto de los a?os ochenta, de una generaci¨®n trabajadora, obediente, respetuosa con la autoridad, que busca ascender en el organigrama corporativo y ganar m¨¢s dinero", describe. La oficina del futuro, donde las jerarqu¨ªas estar¨¢n diluidas y no se ver¨¢ tan claro qui¨¦n manda, deber¨¢ responder a las exigencias de empleados millennials, con una mentalidad diferente, que "buscan conciliaci¨®n, tiempo libre, hacer lo que les gusta", opone.

Nuevos paradigmas

El cambio de paradigma subyace en la jornada semanal de cuatro d¨ªas, sin reducci¨®n de salarios, implantada por la empresa jiennense Software Delsol, que hace tiempo adopt¨® el teletrabajo, y cuenta con ¨¢reas de esparcimiento para sus empleados, a quienes ofrece men¨² gratis. O en las nuevas oficinas de Nexthink en Madrid, dise?adas por plug&go, que a¨²n no se han podido ocupar debido a la crisis sanitaria: primac¨ªa del uso sobre la propiedad, espacios que se adaptan a las necesidades de cada perfil, como una herramienta m¨¢s; mesas elevables, posiciones a distintos niveles, posibilidad de aparcar el patinete o la bicicleta. Como subraya plug&go en su web, la pregunta de por qu¨¦ se va a esta oficina tiene una respuesta clara: "Reforzar orgullo de pertenencia, compartir objetivos y ser Nexthink".