#EndSARS: Nigeria se subleva contra la violencia policial

La revuelta contra la violencia policial se ha ido cocinando a fuego lento durante a?os en Nigeria. Finalmente, la presi¨®n ha hecho saltar por los aires la tapa, la resistencia se ha desbordado y las autoridades no han tenido m¨¢s remedio que ceder, en parte, para evitar que les explotase en la cara. Con una velocidad insospechada las redes sociales han conducido la exigencia de la disoluci¨®n de un comando especial de la polic¨ªa, uno que deb¨ªa combatir los robos pero estaba fuera de control. La contestaci¨®n no se ha quedado en Twitter y cuando los responsables todav¨ªa intentaban apagar el incendio digital, las calles de las principales ciudades se han llenado de j¨®venes reclamando una acci¨®n decidida contra la impunidad y la brutalidad policial. El mismo presidente, Muhammadu Buhari, se ha visto obligado a intervenir, pero el domingo las autoridades tuvieron que anunciar el desmantelamiento del Special Anti-Robbery Squad, el SARS. El movimiento de protesta, sin embargo, sigue reclamando medidas definitivas contra la corrupci¨®n en la polic¨ªa.

El SARS se cre¨® como una unidad especial para luchar contra robos, secuestros y delitos similares. Sin embargo, las amplias atribuciones y la libertad para actuar ha acabado concentrando en esta fuerza de excepci¨®n todos los fantasmas de la brutalidad policial: impunidad, descontrol y unas dosis de violencia y corrupci¨®n que han acabado prendiendo la mecha. En los ¨²ltimos a?os, acciones atribuidas al SARS han desencadenado campa?as de protesta, ya que se les imputan constantes robos, extorsiones y amenazas, controles en los que despojan a los ciudadanos de dinero en met¨¢lico, objetos de valor y hasta de sus veh¨ªculos, e incluso han sido acusados de asesinatos cometidos a modo de ejecuciones. Pero en cada episodio sin respuesta de las autoridades, la paciencia se ha ido agotando.

Hace cerca de tres a?os comenz¨® a aparecer en las redes sociales la etiqueta #EndSARS de manera intermitente. Hace un a?o, el din¨¢mico sector tecnol¨®gico nigeriano lanz¨® la campa?a #StopRobbingUs para denunciar el acoso al que le somet¨ªa el SARS. Con la excusa de la lucha contra los conocidos como YahooBoys, los soldados rasos del fraude electr¨®nico, los miembros del comando antirrobo interven¨ªan tel¨¦fonos m¨®viles, ordenadores port¨¢tiles y todo tipo de material inform¨¢tico y extorsionaban a los emprendedores de la econom¨ªa digital. En los ¨²ltimos meses, los abusos policiales se ha aupado en las preocupaciones de los nigerianos que han visto c¨®mo se impon¨ªan con extremada fuerza las medidas de lucha contra la Covid-19. Pero la chispa definitiva salt¨® el pasado 3 de octubre con un mensaje sobre el asesinato de un joven en la ciudad de Ughelli. Un usuario pr¨¢cticamente desconocido asegur¨® que miembros del SARS hab¨ªan asesinado a tiros a un joven para robarle su coche, con v¨ªdeos incluidos. Las autoridades intentaron desmentirlo, pero la bola de nieve hab¨ªa empezado a rodar. Las im¨¢genes y los relatos circularon r¨¢pidamente.

SARS just shot a young boy dead at Ughelli, Delta state as we speak. In front of Wetland hotels. They left him for dead on the road side and drove away with the deceased Lexus jeep.

I have videos...

En los d¨ªas siguientes se fue construyendo la conversaci¨®n con testimonios de otras v¨ªctimas del escuadr¨®n especial o testigos de sus atropellos. M¨¢s v¨ªdeos (no todos convenientemente verificados) e im¨¢genes ayudaron a apuntalar el inter¨¦s del tema. Desde el principio, activistas y defensores de derechos con altos perfiles digitales se unieron a la reivindicaci¨®n y consolidaron una denuncia firme que empez¨® a llamar la atenci¨®n de las autoridades. A medida que pasaban los d¨ªas, la reivindicaci¨®n iban desbordando las redes y se preparaban actos de protesta en las calles.

It¡¯s not a crime to use iPhone

It¡¯s not a crime to wear AirPod

It¡¯s not a crime to flaunt a neck chain

It¡¯s not a crime to wear designer

It¡¯s not a crime to own a laptop

It¡¯s not a crime to wear Nike trainers

Every nigerian police officer and SARS official needs to be told this.

?Y a partir de ese momento los acontecimientos se precipitaron y la visibilidad de la reivindicaci¨®n se dispar¨®. En las primeras manifestaciones, aparecieron las celebridades, personajes populares que amplificaron el mensaje y atrajeron a m¨¢s participantes. Personalidades como los m¨²sicos Falz o Runtown o el humorista Mr. Maccaroni, entre otras caras conocidas, estuvieron con los manifestantes.

That we¡¯re coming together with one voice and one mission is so beautiful to see!We won¡¯t stop till they #EndSars

El viernes 9 de octubre la movilizaci¨®n terminaba de despegar y alcanzaba niveles de visibilidad y de impacto poco habituales. A pesar de la diversidad de las etiquetas utilizadas en las redes sociales, #EndPoliceBrutality, #EndSARSBrutality, #EndSARSProtest o #ReformPoliceNG, la m¨¢s extendida, #EndSARS se convirti¨® durante un momento en la primera tendencia mundial en Twitter, debido a la participaci¨®n de algunos de los personajes m¨¢s conocidos del pa¨ªs. La adhesi¨®n de los pesos pesados del espect¨¢culo y de la cultura m¨¢s popular configur¨® un altavoz sin precedentes. Se trata de artistas como Davido, Wizkid, Tiwa Savage, Burna Boy, Don Jazzy u Olamid¨¦. Solo estos seis m¨²sicos suman m¨¢s de 32 millones de seguidores en Twitter y casi 64 en Instagram y algunos de ellos se han volcado con la campa?a. Mientras Tiwa Savage anunciaba a sus seguidores que el lanzamiento del v¨ªdeo de su ¨¦xito junto a Davido, Park Well se pospon¨ªa para concentrarse en la protesta, el rapero Rema compart¨ªa con que se cortaba las rastas como muestra de apoyo y el actor de origen nigeriano John Boyega conocido por su participaci¨®n en Star Wars, recordaba el dinamismo de la juventud nigeriana.

Desde el 3 de octubre hasta el repunte del viernes 9, el laboratorio de an¨¢lisis de redes sociales Afriques Connect¨¦es hab¨ªa monitorizado casi 2,4 millones de mensajes bajo la etiqueta #EndSARS. Sin embargo, desde el mediod¨ªa del viernes y durante el fin de semana los intercambios se hicieron fren¨¦ticos y provocaron que, en 48 horas, se emitiesen m¨¢s de 28 millones de mensajes.

El mismo presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, intent¨® salir al paso de la movilizaci¨®n en las redes y en las calles. Usando el mismo canal electr¨®nico, asegur¨® estar en contacto directo con los responsables policiales y haber lanzado las instrucciones para una reforma del aparato policial. ¡°Apelo a la paciencia y a la calma, incluso cuando los nigerianos ejercen libremente su derecho a expresar pac¨ªficamente sus opiniones¡±, se?alaba el presidente en uno de sus mensajes.

El domingo a primera hora de la tarde, las autoridades nigerianas hicieron p¨²blica la decisi¨®n de disolver el SARS. Mientras al principal responsable policial, Muhammed Adamu, lo anunciaba en una rueda de prensa, diferentes perfiles institucionales y de personas pr¨®ximas a los c¨ªrculos de poder se hac¨ªan eco del desmantelamiento del comando especial antirrobos. Incluso la cuenta de la polic¨ªa federal nigeriana compart¨ªa una imagen en la que se explicaban los detalles de la supresi¨®n de la unidad utilizando la nada casual etiqueta #IGPDisolvesSARS (el Inspector General de Polic¨ªa disuelve el SARS).

Sin embargo, los participantes en la protesta han mantenido la movilizaci¨®n, recordando que el SARS encarnaba los males de la violencia policial, pero que la brutalidad no se limita a esa unidad. Desconf¨ªan de otros anuncios de reformas en la polic¨ªa que no se cumplieron. Adem¨¢s no ha gustado que uno de los detalles del desmantelamiento sea que sus miembros se reincorporan a otras divisiones de la polic¨ªa. El movimiento de contestaci¨®n ha hecho circular por las redes sociales una imagen que reproduce el estilo del comunicado de la polic¨ªa en la que se plantean las cinco exigencias fundamentales. En resumen, la liberaci¨®n de los detenidos durante las protestas, la investigaci¨®n de los cr¨ªmenes atribuidos a la polic¨ªa y la reparaci¨®n a las v¨ªctimas, la evaluaci¨®n psicol¨®gica de todos los miembros del SARS y el aumento de los salarios a los agentes para garantizar su profesionalidad.

La tensi¨®n se mantiene y amenaza con desbordarse, despu¨¦s de que la movilizaci¨®n haya continuado, a pesar del anuncio de la disoluci¨®n del SARS. Durante la ma?ana del lunes siguieron las protestas en las calles y, por ejemplo, en Lagos (la ciudad m¨¢s importante del pa¨ªs) los manifestantes bloquearon el peaje de Lekki una de las principales v¨ªas de entrada a la ciudad e incluso los accesos al aeropuerto internacional. Mientras, la actividad en las redes se desplazaba a la etiqueta #SARSMUSTEND.

Por la tarde, la atenci¨®n se centr¨® en Surulere, un barrio de Lagos en el que al menos un manifestante fue abatido, presuntamente por un polic¨ªa, lo que situar¨ªa en 10 las v¨ªctimas mortales durante las protestas. Las redes volvieron a incendiarse con im¨¢genes fren¨¦ticas de las huidas precipitadas, los heridos por bala e incluso la v¨ªctima tendida inerte en un c¨¦sped junto a la carretera. Mientras tanto las organizaciones de la sociedad civil alertaban sobre las consecuencias del descontrol reinante para la paz social.

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