El liderazgo beneficia seriamente la salud
Existen nueve h¨¢bitos divididos en tres bloques que configuran nuestra ¡°segunda naturaleza¡±, en palabras de Arist¨®teles
Parafraseando a Charles Dickens, estamos en el peor de los tiempos y en el mejor de los tiempos. De una parte, sufrimos una cu¨¢druple crisis: sanitaria, econ¨®mica, social (por la desigualdad) y medioambiental (por el cambio clim¨¢tico). Una crisis dif¨ªcil de resolver. De otra, la certeza en este mundo tan VICA (Vol¨¢til, Incierto, Complejo y Ambiguo) es que la salida es cuesti¨®n de liderazgo. Y no solo de liderazgo global, de la Uni¨®n Europea, de un pa¨ªs o de una empresa, sino del liderazgo de cada uno de nosotros. De nuestro liderazgo personal para influir en nosotros mismos a trav¨¦s del di¨¢logo interior y de mejores pr¨¢cticas. Un liderazgo que no solo es determinante para nuestro rendimiento, tambi¨¦n para nuestra propia salud.
El liderazgo es un talento muy especial: el talento para influir decisivamente en los dem¨¢s a trav¨¦s de la credibilidad, de nuestra autenticidad. No estamos hablando de un rol, de ser jefe, sino de ganarnos la confianza y el compromiso de los dem¨¢s, empezando por nuestro liderazgo interno. Un estudio de Open Evidence en el que participaron varias universidades revel¨® a mediados de mayo que dos tercios de nuestros compatriotas se sintieron deprimidos, tristes y desesperados durante el primer confinamiento. La conclusi¨®n es que la salud mental corre grave riesgo para la mitad de los espa?oles.
?Qu¨¦ podemos hacer para gobernarnos mejor? Empecemos por interiorizar una serie de h¨¢bitos neuro-saludables, beneficiosos para nuestro cerebro. El cerebro humano es el ¨®rgano m¨¢s fascinante del universo, el de mayor potencia. Cuenta con 100 billones de conexiones sin¨¢pticas, seg¨²n un estudio de la Universidad de Stanford en 2010. Esto es, el equivalente a 1.500 veces las estrellas de nuestra galaxia. Sin embargo, tambi¨¦n es el ¨®rgano m¨¢s vulnerable: estamos mucho m¨¢s cerca de la locura de lo que creemos. M¨¢s all¨¢ de lo heredado, el temperamento, tenemos una gran capacidad (si queremos) de aprender, de entrenarnos, de desarrollar nuevos h¨¢bitos.
El liderazgo es marcar la pauta, integrarnos con los dem¨¢s en equipo, liberar nuestra energ¨ªa desde la imaginaci¨®n y la intuici¨®n, cualidades personales que no son f¨¢cilmente digitalizables. El liderazgo es ¡°saber para hacer¡±, defend¨ªa el religioso Ignacio de Loyola. M¨¢s concretamente, el liderazgo, desde la neurociencia, nos ense?a que hay nueve h¨¢bitos o comportamientos repetidos que deber¨ªan configurar nuestra ¡°segunda naturaleza¡±, en palabras de Arist¨®teles. Estas pautas se dividen en tres bloques:
A) H¨¢bitos de Direcci¨®n:
- Activar el prop¨®sito, el para qu¨¦, el sentido para inspirarnos personalmente e inspirar a los dem¨¢s. ¡°El liderazgo es la intersecci¨®n entre visi¨®n y valent¨ªa¡±, afirma Anna Bligh, primera mujer jefa de Gobierno en el Estado australiano de Queensland. Desde el psiquiatra austriaco V¨ªktor Frankl, autor de El hombre en busca de sentido, a Jacinda Ardern, la reelegida primera ministra de Nueva Zelanda, el prop¨®sito nos gu¨ªa.
- Elegir lo que pensamos. Los humanos corremos el riesgo de dispersarnos y de darle demasiadas vueltas a las cosas. Dejarlas para m¨¢s adelante, la procrastinaci¨®n, lleva a la ansiedad, como ha demostrado el Procrastination Research Group de la Universidad de Carletton, en Ottawa, Canad¨¢. ¡°La autocompasi¨®n es una droga destructiva¡±, reconoce la psic¨®loga Kristin Neff, profesora en la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos. Por eso debemos elegir la idea que m¨¢s nos conviene.
- Visualizar lo que queremos conseguir, desde la imaginaci¨®n, las expectativas, las profec¨ªas que queremos que se cumplan, y suelen hacerlo. Nuestro cerebro procesa m¨¢s r¨¢pido las im¨¢genes que las palabras. Concretamente, a unas 13 mil¨¦simas de segundo, seg¨²n Mary Potter, psic¨®loga del Massachusetts Institute of Technology (TIC). Se anticipa a lo que va a pasar y necesita una expectativa. O eliges tu destino o alguien lo har¨¢ por ti, insiste Jack Welch, que durante 20 a?os ocup¨® el cargo de director general en General Electric y est¨¢ considerado como el mejor directivo del siglo XX.
B) H¨¢bitos de Cuidado:
- Relajar la mente, que nunca est¨¢ quieta, a trav¨¦s del mindfulness y el sue?o reparador. El estr¨¦s negativo ataca al cerebro y lo destruye materialmente. La doctora Carmel Harrington, especialista en la ciencia del sue?o, insiste en que, si no dormimos bien, la am¨ªgdala se ve afectada, lo que afecta a nuestras emociones (especialmente al miedo) y al estado de ¨¢nimo. La falta de sue?o provoca fiebre y catarros a corto plazo y a largo mata, reduciendo dr¨¢sticamente la esperanza de vida.
- Alimentar bien el cerebro evitando los venenos blancos. La nutricionista australiana Catherine Itsiopoulos recomienda dieta mediterr¨¢nea y equilibrio. Hay que tener cuidado con el az¨²car (no deber¨ªa alcanzar el 10% de la ingesta cal¨®rica, seg¨²n la OMS), la sal, la harina y los l¨¢cteos.
- Practicar el ejercicio adecuado. La vida sedentaria, de la que participa abiertamente el 27,5% de la poblaci¨®n seg¨²n la OMS, nos perjudica considerablemente. El ejercicio desarrolla el hipocampo, clave para la memoria y el aprendizaje, tal y como sostiene una investigaci¨®n de la Universidad de la Columbia Brit¨¢nica, en Canad¨¢. Debemos practicar al menos dos horas y media semanales de actividad moderada, aconseja Joan Soriano, profesor de Medicina de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
C) H¨¢bitos de Desarrollo:
- Conversar con personas t¨®nicas y no t¨®xicas. La soledad mata, reconoce ?lvaro Pascual-Leone, profesor de neurolog¨ªa en la Escuela M¨¦dica de Harvard, Estados Unidos. Los seres t¨®xicos nos vampirizan. Una buena conversaci¨®n nos mejora como personas y como l¨ªderes. ¡°El cerebro est¨¢ hecho para el amor¡±, reconoc¨ªa el neur¨®logo William Mobley, de la Universidad de California, en San Diego.
- Contagiarnos del optimismo inteligente. Como estilo explicativo de la realidad (afirma el psic¨®logo estadounidense Martin Seligman), el optimismo beneficia a nuestro cerebro y el pesimismo nos vuelve indefensos, lo que afecta al sistema inmune que nos defiende de los virus. Adem¨¢s, el optimismo inteligente es el gran vaticinador del talento comercial, como demostr¨® Seligman con la aseguradora MetLife.
- Aprender continuamente desde la voluntad: lecturas frecuentes, curiosidad permanente, deseo de saber m¨¢s y de forjar nuestro car¨¢cter. El liderazgo que no se aprecia se deprecia.
M¨¢s all¨¢ de conocer estos h¨¢bitos, que pueden parecer de sentido com¨²n, debemos reconocer nuestras fortalezas y oportunidades de mejora, para mantener aquellas y aprovechar estas. Si es acompa?ado de un coach, mejor. Practicar los h¨¢bitos neurosaludables nos dar¨¢ m¨¢s y mejor vida.
Juan Carlos Cubeiro es coautor de Liderazgo Brain-Friendly: los nuevos h¨¢bitos de la mente eficaz.
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