Bel¨¦n Garijo: ¡°En esta crisis hemos aprendido que anticipar ha sido clave¡±
En mayo Bel¨¦n Garijo se colocar¨¢ al frente de 57.000 empleados de la multinacional Merck. Esta es la historia de c¨®mo una estudiante que pele¨® en la calle para ser m¨¦dica se convirti¨® en la ejecutiva espa?ola m¨¢s poderosa en el extranjero.
Bel¨¦n Garijo (Almansa, 1960) lleva a gala ser alguien en constante reinvenci¨®n. Quiso formar parte de esa especie de aristocracia de la medicina que es la medicina interna, pero, en unos a?os en que las plazas de Mir eran escas¨ªsimas, opt¨® por Farmacolog¨ªa Cl¨ªnica en el hospital de La Paz para poder quedarse en Madrid. Esa decisi¨®n marcar¨ªa su futuro en la industria farmac¨¦utica, en la que ha progresado a trav¨¦s de cinco empresas, otros tantos pa¨ªses y en un cambio constante de tareas hasta llegar a ser la mujer mejor pagada entre los ejecutivos alemanes ¡ª5,7 millones de euros¡ª como responsable de salud de la multinacional Merck, CEO adjunta y vicepresidenta del comit¨¦ ejecutivo. A partir de mayo ascender¨¢ a consejera delegada de la compa?¨ªa y presidenta del comit¨¦ del gigante qu¨ªmico-farmac¨¦utico, convirti¨¦ndose en la ejecutiva espa?ola m¨¢s poderosa en el extranjero y tambi¨¦n en la primera mujer al frente de una compa?¨ªa del Dax alem¨¢n, equivalente al Ibex 35. Sin mediar una pregunta, se lanza a repasar su carrera sentada en el sof¨¢ de un luminoso despacho de la sede espa?ola de Merck con vistas a los tejados de Madrid. Calza zapatos con un tac¨®n vertiginoso. Vertiginoso suena tambi¨¦n su periplo, narrado con grandes dosis de autoconfianza. ¡°Quer¨ªa quedarme en el hospital, pero no hab¨ªa oposiciones. La industria farmac¨¦utica me pareci¨® una oportunidad porque, consider¨¢ndome una persona muy bien formada y sobre todo con una perspectiva de la sanidad, pens¨¦ que podr¨ªa elevar un poco el perfil. Empec¨¦ en una compa?¨ªa americana [Abbott] como monitora en ensayos cl¨ªnicos. Con esa curiosidad y ese esp¨ªritu emprendedor que me caracteriza, pens¨¦ que Espa?a no ten¨ªa visibilidad en los ensayos cl¨ªnicos de la corporaci¨®n. Los primeros ensayos con un f¨¢rmaco para el VIH en esa compa?¨ªa se hicieron aqu¨ª. Al a?o y medio me nombraron directora m¨¦dica de Espa?a y despu¨¦s me march¨¦ a Chicago para llevar el ¨¢rea m¨¦dica internacional. Luego me volv¨ª a reinventar y empec¨¦ desde cero en otra compa?¨ªa¡¡±. Varias reinvenciones despu¨¦s (dirigi¨® la unidad de oncolog¨ªa de Rh?ne-Poulenc Rorer, fue vicepresidenta de la misma ¨¢rea y luego directora general en Aventis, lider¨® la fusi¨®n con Sanofi y fue vicepresidenta en Europa), lleg¨® a Merck hace nueve a?os, donde es directora de salud de un gigante presente en 66 pa¨ªses. ¡°Mi ¨²ltima d¨¦cada prodigiosa y apasionante, poniendo a la compa?¨ªa en un nivel muy visible y prestigioso en oncolog¨ªa, inmunooncolog¨ªa y neurolog¨ªa¡±.
?Le gustar¨ªa estar al frente de Pfizer o Moderna y vivir la aventura de la vacuna contra la covid?
La estamos viviendo de manera muy directa contribuyendo al desarrollo de casi 50 vacunas y de muchos test diagn¨®sticos. Hemos reinventado nuestro cat¨¢logo para dirigirlo en ese sentido. Y donado cientos de miles de unidades de uno de nuestros interferones. La industria ha sido un ejemplo de colaboraci¨®n, de dinamismo. Se tardaba 5 o 10 a?os en desarrollar una vacuna. Ahora meses. Y esto no es magia. Es el prop¨®sito que ha unido a la industria para solucionar esta crisis sanitaria y econ¨®mica sin precedentes.
Y tambi¨¦n el empe?o de los Gobiernos de financiar esos desarrollos.
Claro. Pero pienso que la industria ha estado en el frente desde el primer d¨ªa. En febrero ya sab¨ªamos que esto se iba a poner muy feo. Confin¨¦ a mis padres en Espa?a a mediados de ese mes. Fui al partido Real Madrid-Barcelona con mascarilla. La gente me miraba como si fuera un marciano. Lo que hemos aprendido en esta crisis es que anticipar ha sido clave. El 27 de febrero lanzamos la primera gu¨ªa para que la gente dejara de viajar. En marzo empezamos a hacer test a nuestros empleados en Alemania y a donar parte de nuestra capacidad diagn¨®stica a los entornos locales de las f¨¢bricas. Y con dos obsesiones: proteger a nuestros empleados y mantener la producci¨®n para que no hubiera desabastecimiento de medicamentos en ning¨²n punto del mundo. Hemos visto lo mejor de nosotros mismos, la gente trabajando para otros, la colaboraci¨®n entre competidores para liberar capacidad de producci¨®n para fabricar anticuerpos y vacunas. Hemos visto una industria que ha crecido enormemente.
Por lo que dice, a las farmac¨¦uticas les pondr¨ªa un sobresaliente.
Les dar¨ªa una matr¨ªcula de honor.
?Y a los poderes p¨²blicos?
A los segundos a los que se la dar¨ªa son los sanitarios. Llamaba a mis compa?eros en ese momento dram¨¢tico de marzo y abril, y lloraba. Se me part¨ªa el coraz¨®n de verlos. Siento el m¨¢ximo reconocimiento por la integridad, la profesionalidad y este compromiso que han demostrado en todo el mundo, pero en Espa?a en particular, porque la situaci¨®n ha sido muy dura. Creo que los Gobiernos han funcionado a diferentes niveles, pero en un momento como este nadie se puede parar a mirarse el ombligo. Tienes que tener una misi¨®n com¨²n, algo compartido que va m¨¢s all¨¢ de tus intereses. La gente de nuestra generaci¨®n nunca se ha visto en unas circunstancias como las que hemos vivido en estos ¨²ltimos meses. La diferencia la ha establecido la colaboraci¨®n, el prop¨®sito, este sentimiento que va m¨¢s all¨¢ de tu empleo, cualquiera que sea, de servir a la humanidad. Progresar es progresar en este frente. Y esto ha sido enormemente gratificante. He visto las mejores versiones de todo el mundo.
?Qu¨¦ les cont¨® a sus dos hijas cuando le nombraron CEO de Merck?
Han crecido en un entorno en el que tanto su padre como su madre ten¨ªan una carrera muy exigente. No les cont¨¦ nada especial. Me han visto progresar en el mundo empresarial y a su padre contar las historias del quir¨®fano; es ur¨®logo. Me conmovi¨® que mi hija mayor hiciera un ted talk que hablaba de su experiencia con mucho humor. Para ellas es algo muy natural.
?Ha hecho sacrificios en esta carrera tan ascendente y tan n¨®mada que no han tenido que hacer sus colegas hombres?
La movilidad geogr¨¢fica es una aventura familiar, como as¨ª ha sido. Mis hijas han crecido en colegios en los que hab¨ªa diferentes etnias, culturas e idiomas. Y esto ha sido una gran inversi¨®n. Tambi¨¦n un sacrificio. En algunos momentos ellos se quedaron aqu¨ª y era yo la que ten¨ªa que moverme. Es un tema que se deriva de una decisi¨®n familiar. Sin esta apuesta conjunta es dif¨ªcil hacerlo.
?Su marido ha tenido que seguirla y dejar de trabajar?
La decisi¨®n que tomamos una vez que nuestras hijas estaban fuera fue que mi marido vendr¨ªa conmigo. Cada etapa ha requerido un manejo muy distinto.
?Ha tenido m¨¢s obst¨¢culos por ser mujer?
Mi carrera es un ejemplo de determinaci¨®n, de aspiraci¨®n, de reto constante, de intentar seguir creciendo, y he hecho movimientos de todo tipo, laterales, hacia abajo, hacia arriba. Yo soy un buen ejemplo de que hay maneras de integrar tu vida personal y tu vida profesional. Es lo que intento transmitir a las j¨®venes que se cuestionan tanto como me cuestionaba yo antes. Es un poco frustrante ver que talentos de 27-28 a?os se est¨¢n cuestionando cosas que ya en nuestra generaci¨®n no deber¨ªan haberse planteado.
?C¨®mo cu¨¢les?
C¨®mo va a influir tener hijos en mi carrera profesional. Cuestiones b¨¢sicas como esta que para m¨ª, en una compa?¨ªa responsable como la nuestra, no deber¨ªan ni plantearse. Yo dedico mucho tiempo a tener estas conversaciones, a desmitificar estas creencias falsas de que tener una familia afecta negativamente a tu carrera profesional, porque no me lo creo.
Pero muchas mujeres tienen problemas en sus empresas por quedarse embarazadas.
En Merck hemos generado un entorno en el cual tanto nuestro talento femenino como nuestro talento masculino pueden prosperar en igualdad. Es un compromiso de liderazgo que trasladamos con un proceso de talento que no discrimine, con formaci¨®n en sesgos inconscientes y, sobre todo, poniendo la diversidad y la inclusi¨®n como una competencia de liderazgo. Los l¨ªderes que no se rodean de equipos diversos no son l¨ªderes buenos. Cuando te rodeas de los que te dicen a todo que s¨ª, puede que el d¨ªa sea m¨¢s c¨®modo, pero no es mejor, y tus resultados nunca ser¨¢n mejores. Mi comit¨¦ ejecutivo de salud cruz¨® la paridad. He llegado a tener m¨¢s mujeres que hombres y ocho nacionalidades. No por cuotas, sino porque hemos dado prioridad a planes de sucesi¨®n que nos permiten potenciar tanto el talento masculino como el femenino,
?Qu¨¦ le parece que Alemania obligue a tener un tercio de mujeres en comit¨¦s ejecutivos? Voluntariamente esa proporci¨®n no se ha conseguido.
Me parece triste que se tengan que establecer mecanismos coercitivos porque el progreso no es r¨¢pido y que se tenga que acabar tomando medidas de las cuales yo no soy particularmente partidaria para cubrir unas brechas que se podr¨ªan cubrir con un mayor compromiso.
Merck no tiene esa participaci¨®n femenina.
En el consejo de supervisi¨®n ¡ªque representa los intereses de empleados y accionistas, y que trabaja con el comit¨¦ ejecutivo¡ª tenemos un 37,5% de mujeres. Mujeres en posiciones de liderazgo hay un 34,8%. En el comit¨¦ ejecutivo somos cinco y soy la ¨²nica mujer.
?Nunca se ha sentido discriminada?
Es una pregunta que me hacen mucho y es muy importante. Yo no me he sentido discriminada, pero hay otras que s¨ª pueden sentirlo. Lo cual tambi¨¦n habla de tu propia confianza. No puedes dar la espalda a un entorno que presiona, pero puedes decidir d¨®nde quieres estar. Es clave trabajar para la persona correcta, en la compa?¨ªa adecuada. Y estas son elecciones que a veces son posibles, no siempre. No pretendo decir que el mundo es maravilloso porque no lo es en t¨¦rminos de paridad. Si nos creemos los datos del World Economic Forum, faltan casi 100 a?os para conseguirla. Para m¨ª lo m¨¢s importante es qu¨¦ puedo hacer yo, c¨®mo puedo cambiar las cosas. Para un CEO es importante que puedas transformar, que puedas darte cuenta de que tu mano se nota.
Merck ha creado ClosinGap en Espa?a con 10 grandes empresas para luchar contra la brecha de g¨¦nero. ?Fue usted la impulsora?
Bueno, esto se inspir¨®. Pero el equipo de Espa?a lo ha llevado much¨ªsimo m¨¢s lejos. Se han publicado ya nueve informes en distintos entornos. En el de salud, que es el que ha liderado Merck, la brecha de g¨¦nero asciende a 9.000 millones de euros, tanto como el 0,8% del PIB en salud. Est¨¢ todo basado en datos y es muy s¨®lido.
Ha dicho que su forma de liderar ha sido un gran catalizador de su carrera. ?C¨®mo manda?
Intentando predicar con el ejemplo. Intentando que existan objetivos claros. Para m¨ª la transparencia y la integridad son fundamentales. Que la gente crea en m¨ª, que conf¨ªen en m¨ª, es absolutamente fundamental. Mi estilo me ha acompa?ado. Es algo que he intentado no cambiar. L¨®gicamente, liderar es entender las expectativas de la otra persona, y no lideras una organizaci¨®n, lideras a 57.000 personas en mi caso y a partir de mayo. Y ser capaz de adecuar tu estilo de liderazgo a las expectativas y a las necesidades de las otras personas me da la fuerza para tratar de influir mejor.
Quienes la conocen destacan su determinaci¨®n y firmeza. ?Es como decir que es usted dura?
Soy determinada y firme. Pero creo que soy enormemente genuina, compasiva y muy cercana. Los que me conocen seguramente dir¨ªan esto lo primero y, luego, que tambi¨¦n se me ve el coraz¨®n muchas veces.
Mantiene que hay que perdonarse.
Eso lo incluyo en la discusi¨®n de diversidad e integraci¨®n de la vida personal y la vida profesional. Nos programan de muchas maneras y a veces me he sentido programada para aspirar a la perfecci¨®n. Y los a?os me han ido ense?ando que uno no tiene que aspirar a esa perfecci¨®n. Uno debe tolerarse. Y darse alguna licencia, para encontrar mejor este equilibrio entre tus necesidades personales y de carrera.
Aseguran tambi¨¦n que es adicta al trabajo.
Estoy en total desacuerdo. Considero mi responsabilidad estar 24 horas al d¨ªa disponible, puede ser necesario que alguien me hable. Pero dedico mis horas a mi familia, a mis amigos y a m¨ª misma. Me viene bien para estar mucho m¨¢s inspirada, inspirar a otros, tomar mejores decisiones y tener menos estr¨¦s.
Es buena anfitriona. ?A qui¨¦n invitar¨ªa a cenar y qu¨¦ le cocinar¨ªa?
Prefiero almorzar que cenar. Me estoy disciplinando mucho en mis horas de sue?o. Cocinar¨ªa entre paella y cocido, dependiendo de cu¨¢ntos fueran. Invito de manera muy regular a mi gente pr¨®xima. Intento no tener comidas o cenas de negocios, excepto que sea absolutamente fundamental.
?C¨®mo decidi¨® ser m¨¦dica? No hab¨ªa precedentes. Su padre es funcionario, y su madre, ama de casa.
Sent¨ª esta vocaci¨®n de contribuir a mejorar el sufrimiento. Desde que recuerdo, he sentido esta pasi¨®n por la medicina. No la he perdido y creo que adem¨¢s me ha ayudado much¨ªsimo a ser la l¨ªder que soy.
Particip¨® en las movilizaciones contra los numerus clausus en Medicina. Sali¨® en los peri¨®dicos. ?Por qu¨¦ saldr¨ªa a la calle ahora?
Ya no considero mi papel salir a la calle. Creo que con la responsabilidad que tengo puedo influir en que las cosas cambien.
?Pero hay algo que le movilice?
Cualquier tendencia que deteriora el progreso humano; me preocupa enormemente el cambio clim¨¢tico, la pobreza, que todav¨ªa tengamos que hablar de cuotas, que mis hijas tengan un futuro prometedor y que la sociedad tenga mecanismos para potenciar el talento. Y que encontremos soluciones a necesidades m¨¦dicas no cubiertas. Todav¨ªa hay muchos c¨¢nceres que no tienen tratamiento. Para todo esto, pienso que tengo que aprovechar mi posici¨®n para involucrarme de una manera directa. No creo que yo vaya a conseguir mucho a mi edad saliendo a la calle.
?Qu¨¦ recuerda de aquellas protestas?
El sentimiento de unidad, la solidaridad entre nosotros, esa energ¨ªa y ese esp¨ªritu de lucha juvenil. Cre¨¦rtelo todo tal y como lo contabas.
?Qu¨¦ les dice a las mujeres que quieren seguir sus pasos?
Lo primero, que no tengan ninguna timidez en aceptar sus ambiciones y en comunicarlas de una manera constructiva y adecuada. Hay una tendencia general que he percibido en las j¨®venes con talento, que nos ha pasado a muchas otras antes: nos cuesta decir quiero ser tal o quiero hacer cual. Si hago la misma pregunta a un var¨®n y a una mujer, ¨¦l va a ir al grano diciendo: ¡°Yo quiero ser t¨²¡±. A las mujeres les resulta muy dif¨ªcil. En segundo lugar, las invito a seleccionar bien la compa?¨ªa y el l¨ªder. Porque esa es la combinaci¨®n que funciona bien. Hay gente que cree en ti, a lo mejor m¨¢s que t¨² misma, que te estimula, que te da v¨ªas para crecer, que te apoya en momentos de ¨¦xito y de menos ¨¦xito. Esto es fundamental para forjarte como profesional. Y en tercer lugar, les digo: ¡°Ve a por ello¡±.
?Hubiera podido tener esta carrera en Espa?a?
Cada vez que tomo una decisi¨®n ya no me he preocupado de si es correcta o no, he trabajado para hacerla funcionar. Nunca he mirado atr¨¢s.
A lo largo de esta conversaci¨®n se ha mostrado muy segura de s¨ª misma. ?Ha tenido alguna vez el s¨ªndrome de la impostora?
No. Creo que la confianza es muy importante, pero tambi¨¦n recordarse todos los d¨ªas que hay que mantener los pies en el suelo, ser humilde, porque somos todos enormemente vulnerables, y las circunstancias que nos rodean son vol¨¢tiles, impredecibles, y te tienen que pillar preparada. Eso es lo m¨¢s importante, que te pillen preparada.
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