Biograf¨ªa del cad¨¢ver de una mujer (VIII): Yanina

Desde 2000, m¨¢s de 47 mujeres en situaci¨®n de prostituci¨®n han sido brutalmente asesinadas en Espa?a, incluso aquellas que hab¨ªan denunciado como testigos protegidos.

Yanina no era una prostituta, sino una joven de tan solo 20 a?os, prostituida. No estaba trabajando en un club de alterne junto a su compa?era de 21 a?os, tambi¨¦n de origen paraguayo, porque las v¨ªctimas de trata sexual no trabajan, sino que son explotadas. Es imposible poner en la misma l¨ªnea de texto trata y trabajo, como es dif¨ªcil mezclar agua y fuego. Pero, adem¨¢s, si fuera un trabajo, ?d¨®nde est¨¢ el contrato y el salario? ?Tanto cuesta entender esto? ?Tanto cuesta ver la diferencia entre prostituta o prostituida? ?Para cu¨¢ndo dejar de estigmatizar a las mujeres y emplear bien el lenguaje? Qu¨¦ tristeza leer y escuchar una y otra vez a algunos medios de comunicaci¨®n, que no tienen ning¨²n inter¨¦s en saber nada. Incluso algunos medios todav¨ªa hablan de trata de blancas¡­ Qu¨¦ lamentable.

Este es un brutal asesinato que tiene como v¨ªctima, una vez m¨¢s, a una joven prostituida. La triste historia de una chica captada en su pa¨ªs de origen por su vulnerabilidad. La paraguaya es la segunda nacionalidad de mujeres muy j¨®venes captadas para la prostituci¨®n en Espa?a. Casi siempre provienen del interior, de ciudades como Caacup¨¦, una zona maderera anta?o muy rica, pero que ahora, una vez talada toda la madera y no replantada, es un caladero de extracci¨®n de materia prima humana.

Una y otra vez chicas muy j¨®venes, incluso menores de edad, son enga?adas con la promesa de una vida mejor, pero ninguna regresa despu¨¦s de haber sido explotada en Espa?a y cuenta la verdad debido a la verg¨¹enza y el estigma. Son muy pocas las familias que ven lo que hay detr¨¢s en muchos casos de la prostituci¨®n ¡ªque no es otra cosa que la vulneraci¨®n de todos y cada uno de los derechos fundamentales¡ª y la explotaci¨®n sexual extrema.

La verdad, tampoco es que las familias pregunten mucho, porque las peque?as divisas que reciben provenientes de Espa?a son suficientes para no mostrar demasiado inter¨¦s en c¨®mo ganan sus hijas ese dinero, y que alcanzan para mantener a toda la comunidad, as¨ª que al final sus familiares se convierten tambi¨¦n en proxenetas empuj¨¢ndolas a seguir y seguir.

A nuestro pa¨ªs llegan con deudas que tienen que pagar y a esta se suma cada d¨ªa la ¡°diaria¡± o ¡°plaza¡± por estar en el club, donde suelen vivir en cautiverio, aisladas social y sentimentalmente, solo pudiendo salir de la c¨¢rcel de luces de ne¨®n cuando el hombre prostituyente es de mucha confianza para los explotadores.

Yanina y su compa?era tambi¨¦n paraguaya eran prostituidas en un local de alterne de Villalobar, un peque?o pueblo leon¨¦s de tan solo 300 habitantes, pero que cuenta con varios locales de alterne. Al club donde las j¨®venes eran prostituidas acud¨ªa con asiduidad el hombre leon¨¦s de unos 55 a?os que en la tarde del pasado mi¨¦rcoles 17 de marzo sac¨® del local a ambas mujeres para trasladarlas a su finca particular situada en la localidad de Cembranos, una gran casa de campo con bodega incluida.?

All¨ª, lo m¨¢s probable, es que hubiera una org¨ªa de sexo, alcohol y drogas con el resultado del asesinato de Yanina, quien apareci¨® muerta en el garaje de la vivienda con claros signos de violencia, como si la hubieran estrangulado. Fue precisamente la compa?era de Yanina quien avis¨® al 112, pero ya era tarde.

La madrugada del jueves 18 de marzo se autoriz¨® el levantamiento del cad¨¢ver de la mujer y, de momento, se ha decretado el secreto de sumario por un delito de homicidio doloso.

?Para cu¨¢ndo una reforma legislativa que condene y persiga el proxenetismo en todas sus caras? Debemos ir detr¨¢s de todos quienes se lucren con la prostituci¨®n de otra persona; al familiar o conocido que las capta en origen, a quien procura los pasajes para venir a Espa?a, a quien les hace la documentaci¨®n, a quien les adelanta el dinero en met¨¢lico para la bolsa de viaje o vi¨¢tico para entrar en nuestro pa¨ªs, a quien las recoge en el aeropuerto de Madrid y, en este caso, las lleva hasta Le¨®n, a quien las aloja, a quien las explota alquilando su cuerpo, a quien alquila el local donde las mujeres y menores son explotadas, en definitiva, a todos y cada uno de los actores que se enriquecen con la ¡°carne¡± de estas j¨®venes.

Se?ores legisladores y se?oras legisladoras, por favor doten de herramientas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para luchar contra la esclavitud.

Para que tu nombre no lo borre la historia.

#Aqu¨ªEstamosYanina