Todo lo que puedes conseguir cambiando tu men¨²
Un peque?o gesto replicado por toda una comunidad podr¨ªa colaborar con la preservaci¨®n de ecosistemas o transformar el modelo de alimentaci¨®n a uno sostenible. Aqu¨ª algunos ejemplos pr¨¢cticos
Apostar por un cambio en nuestra alimentaci¨®n puede empezar con algo peque?o pero que tendr¨¢ un alcance gigantesco. Por ejemplo, si comemos una fruta cultivada de forma ecol¨®gica en un huerto de la zona en la que vivimos puede no solo generar riqueza para el comercio y la agricultura local, sino tambi¨¦n ayudar a regenerar ecosistemas y construir un entorno m¨¢s saludable para todos.
Pero ?qu¨¦ pasa si lo convertimos en un h¨¢bito? Esto tendr¨ªa efectos directos en el impulso del sector y para entenderlo solo hace falta ver c¨®mo las grandes superficies de la alimentaci¨®n est¨¢n incluyendo cada vez m¨¢s ofertas ecol¨®gicas. Esta pr¨¢ctica es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Cambiando nuestra alimentaci¨®n, tenemos al alcance de la mano cooperar con retos tan ambiciosos como garantizar un consumo y producci¨®n sostenible, que a su vez contribuye a otros desaf¨ªos como combatir el cambio clim¨¢tico o preservar los ecosistemas terrestres.
Pero es cierto que conseguir estos objetivos no solo depende de nuestros actos sino tambi¨¦n de gobiernos, empresas privadas y de la sociedad civil organizada. Aun as¨ª, existen multitud de ejemplos en los que nuestras decisiones individuales tienen el poder de cambiar el futuro que vendr¨¢.
?C¨®mo pasarnos a una alimentaci¨®n sostenible?
Cosas peque?as como fijarnos en la procedencia de lo que compramos y optar por productos de cercan¨ªa, puede ser un primer paso. La procedencia puede verse en el etiquetado o en el c¨®digo num¨¦rico del producto, que en el caso de Espa?a se indica con las letras ES.
Tambi¨¦n podemos hacer nuestra lista de la compra consultando cu¨¢les son los productos de temporada en nuestra zona a trav¨¦s de p¨¢ginas como Soy de Temporada. Adem¨¢s de priorizar en nuestro consumo los productos frescos a los procesados y productos a granel, reduciendo as¨ª el impacto de los envases.
Conocer alternativas de consumo, como los mercados agroecol¨®gicos o tiendas especializadas, o participar en un grupo de consumo, son las maneras m¨¢s f¨¢ciles que tenemos de acceder a productos locales, ecol¨®gicos y de temporada en ciudades grandes como Madrid.
Pero si lo que buscas son alternativas donde puedas encontrar un amplio surtido de productos sostenibles tambi¨¦n puedes animarte a hacerte cooperativista de supermercados como La OSA, Supercoop y Biol¨ªbere en Madrid, Som Alimentaci¨® en Valencia, Labore en Bilbao o TerraNostra en Mallorca. Aqu¨ª las personas socias escogen los productos bajo criterios de consumo responsable y hacen sus compras a cambio de su participaci¨®n en las tareas del supermercado. Un modelo basado en referentes como el Park Slope Food en Nueva York o La Louve en Par¨ªs.
Alimentar entornos m¨¢s ricos y saludables
Todos estos cambios en el modelo de alimentaci¨®n no ser¨ªan posibles sin las personas que est¨¢n al inicio de la cadena: los y las productoras ecol¨®gicas. Un modelo de producci¨®n en alza en comunidades como Madrid, donde encontramos cada vez m¨¢s proyectos agroalimentarios que por su forma de producir generan efectos muy positivos y alineados con los ODS.
Este es el caso de Queser¨ªa Jaramera en Torremocha del Jarama, o la Huerta Vega del Taju?a, en Chinch¨®n. Dos proyectos locales que ayudan a proteger especies aut¨®ctonas como el tomate de la Vega o la cabra colmenare?a, raza aut¨®ctona de Madrid, con cuya leche se hacen los quesos de Jaramera. Esto frena la p¨¦rdida de biodiversidad y reduce el impacto ambiental a trav¨¦s del ahorro en agua o abonos asociado al uso de especies adaptadas a la zona.
Otra cuesti¨®n, no menos importante, es que proyectos como estos priorizan el trabajo digno y la conciliaci¨®n laboral, alimentando un trabajo decente (ODS 8). Y esto tiene grandes efectos en la lucha contra la despoblaci¨®n rural, que sin ser un ODS espec¨ªfico, es una tem¨¢tica de enorme importancia en nuestro pa¨ªs.
Queser¨ªa Jaramera y Huertos Vega del Taju?a, son solo dos ejemplos de los muchos proyectos locales de este tipo a los que podemos acceder dentro de la Comunidad de Madrid y que podemos localizar a trav¨¦s del mapa de productores elaborado por Madrid Agroecol¨®gico y en la p¨¢gina del Mercado Social de Madrid en el apartado de alimentaci¨®n ecol¨®gica.
Ciudades y comunidades m¨¢s sostenibles
Uno de los ejemplos m¨¢s paradigm¨¢ticos de los efectos que generan estos peque?os cambios en la alimentaci¨®n y en la producci¨®n es que territorios tan urbanitas como la Comunidad de Madrid hayan duplicado su producci¨®n ecol¨®gica, una consecuencia directa del aumento de la demanda entre la poblaci¨®n residente.
Ahora mismo, tenemos constancia de que existen cerca de 800 productores ecol¨®gicos certificados en la biorregi¨®n de Madrid. Una cifra suficientemente grande como para abastecer de alimentos locales y a comedores y cafeter¨ªas de centros educativos p¨²blicos de la Comunidad. Un ejemplo de compra p¨²blica que servir¨ªa de modelo para que otras administraciones dieran un paso adelante que hiciese posible la creaci¨®n de un sistema p¨²blico de alimentaci¨®n sostenible.
Conseguir que el sector p¨²blico de la Comunidad de Madrid, con casi 7 millones de habitantes, apueste por una alimentaci¨®n sostenible, aumentando a trav¨¦s de la compra p¨²blica la oferta de estos productos en otros espacios ser¨ªa un gran avance en el acceso de la poblaci¨®n a estos productos. Si se concreta este cambio, significar¨ªa un impulso para el sector agroecol¨®gico local y un fuerte empuje hacia objetivos mundiales como el fomento de una producci¨®n y consumo responsable. Y para lograr que las ciudades sean m¨¢s sostenibles.
Adriana Samper es t¨¦cnica en Alimentaci¨®n Sostenible del Observatorio para una Cultura del Territorio.
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