La energ¨ªa del futuro: renovable, local y colectiva
La nueva legislaci¨®n permitir¨¢ que el consumidor espa?ol tenga un papel m¨¢s activo en el mercado energ¨¦tico
La energ¨ªa es una de las necesidades m¨¢s importantes de nuestro d¨ªa a d¨ªa. La utilizamos para cocinar, para ver la televisi¨®n, para el wifi... En definitiva, para todo. Sin embargo, hoy en d¨ªa, la energ¨ªa y el mercado energ¨¦tico en general, contin¨²an sin resultar atractivos al consumidor final. ?Por qu¨¦ ocurre esto?
La realidad es que, desde hace a?os, la regulaci¨®n del mercado energ¨¦tico ha impedido al consumidor ser part¨ªcipe, limitando su relaci¨®n al simple acto de pagar una factura a final de cada mes por la energ¨ªa consumida. Una relaci¨®n muy banal y simple que no genera ning¨²n aliciente para el usuario, pero esto est¨¢ a punto de cambiar.
Nos encontramos en un momento de evoluci¨®n del mercado energ¨¦tico, una etapa que ya vivimos en el sector de las telecomunicaciones hace 12 a?os. Un conjunto de situaciones tecnol¨®gicas, regulatorias y de forma de consumo liberalizaron el mercado de las telecomunicaciones aumentando la competencia. Pasamos de empresas que prove¨ªan un activo (la l¨ªnea de tel¨¦fono) a compa?¨ªas de servicios de comunicaci¨®n y entretenimiento, que vend¨ªan paquetes convergentes de telefon¨ªa m¨®vil, internet y televisi¨®n.
La intersecci¨®n de las tres situaciones desat¨® una reacci¨®n en cadena donde se cambi¨® por completo el modelo de venta de la tecnolog¨ªa y fue evolucionando seg¨²n la forma en que los consumidores la utilizaban y seg¨²n sus necesidades cambiantes.
La llegada de la nueva regulaci¨®n de autoconsumo y su ¨²ltima modificaci¨®n de algunos de los anexos que todav¨ªa est¨¢ en consulta p¨²blica abierta implica un cambio sustancial a la hora de producir energ¨ªa de forma colectiva. Esta regulaci¨®n habilita la creaci¨®n de nuevos modelos de producci¨®n, gesti¨®n y consumo de fuentes de energ¨ªa renovable, permitiendo compartir la energ¨ªa de una instalaci¨®n de autoconsumo entre diferentes consumidores y/o actores participantes sin intermediarios.
Actualmente el mercado energ¨¦tico est¨¢ en el mismo impasse que vivi¨® el mix energ¨¦tico hace m¨¢s de una d¨¦cada: se est¨¢ atomizando y est¨¢n surgiendo cada vez m¨¢s iniciativas de autoproducci¨®n. Existe un gran movimiento en comunidades energ¨¦ticas que conseguir¨¢n modificar la cadena de valor tradicional de la electricidad y el binomio empresa-cliente. Lo que debemos hacer ahora es desarrollar soluciones centradas por y para el consumidor, y que estas vayan evolucionando seg¨²n sus necesidades y sus formas de consumir.
La tecnolog¨ªa debe estar al servicio del usuario final para que sea m¨¢s eficiente?
El reto est¨¢ en implementar procesos sencillos, transparentes y completamente neutrales para sus participantes, y todo con la complejidad que supone poner a un grupo de ciudadanos de acuerdo. As¨ª pues, la tecnolog¨ªa debe estar al servicio del usuario final para que sea m¨¢s eficiente y maximice el beneficio de sus activos energ¨¦ticos, ya sean placas, veh¨ªculos el¨¦ctricos, bater¨ªas o incluso h¨¢bitos de consumo.
Pasaremos de un modelo gestionado y controlado por pocas empresas donde todos los activos son de su propiedad, a un modelo Energy-as-a-Service donde los activos son del consumidor. El cliente final podr¨¢ participar en el mercado y obtener un beneficio sin tener que preocuparse, adem¨¢s de influir en la creaci¨®n de nuevos modelos que le ofrezcan valor a?adido a ¨¦l mismo y/o a una comunidad.
En el verano de 2013, el Gobierno aplic¨® la mayor subida del coste de la potencia el¨¦ctrica que todos pagamos en nuestra factura de la luz, reduciendo el coste de la parte regulada del t¨¦rmino de energ¨ªa, bajo el argumento de incentivar el consumo el¨¦ctrico.
Estas medidas, entre otras de las aprobadas en aquellas fechas, son impensables hoy en d¨ªa. Despu¨¦s de varias cumbres clim¨¢ticas y acuerdos internacionales, la sociedad apuesta por la reducci¨®n de consumos energ¨¦ticos, por la eficiencia y por incentivar el consumo y producci¨®n mediante energ¨ªas renovables.
Si la actual factura el¨¦ctrica era compleja para la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa, las nuevas tarifas TD ser¨¢n un rompecabezas para el consumidor dom¨¦stico. El impacto que esta nueva estructura de tarifas tendr¨¢ y los cambios tarifarios y operativos no solo afectar¨¢n a los consumidores, el propio mercado de comercializaci¨®n de electricidad respira incertidumbre.
Los cambios que MITECO y la CNMC est¨¢n llevando a cabo en los cargos y peajes de energ¨ªa y potencia, as¨ª como la puesta en marcha de una nueva estructura tarifaria en varios periodos, obligatoria para todos los consumidores a partir del 1 de junio de 2021, tienen una triple intencionalidad impl¨ªcita muy diferente a la reforma de 2013.
Si atendemos al dise?o de la estructura tarifaria para no tener una sorpresa a final de mes, deberemos entonces:
- Consumir menos y desplazar en la medida de lo posible nuestros consumos a franjas horarias m¨¢s baratas.
- Consumir mejor ajustando nuestras potencias contratadas y no malgastando energ¨ªa.
- Consumir renovable optimizando los recursos fotovoltaicos en horas de m¨¢xima producci¨®n.
Pero si adem¨¢s queremos que la energ¨ªa provenga de fuentes renovables, locales, distribuidas y que el 100% de los consumidores tenga acceso a ella de forma barata, deberemos colectivizar la producci¨®n. Esta afirmaci¨®n est¨¢ cargada de retos y desaf¨ªos, algunos salvables desde la pedagog¨ªa y el empoderamiento, otros desde el fomento de las subvenciones, las ayudas a la financiaci¨®n o la reducci¨®n de tasas, por ejemplo. Finalmente, otros como los cambios normativos que ya est¨¢n en marcha ayudar¨¢n a minimizar excedentes de producci¨®n, y aunque la tecnolog¨ªa y la accesibilidad a los datos energ¨¦ticos est¨¢n maduros deber¨¢n ponerse en manos de la ciudadan¨ªa para acelerar el proceso.
El nuevo mercado el¨¦ctrico abre un gran abanico de posibilidades para el usuario final, ya que les permitir¨¢ producir e intercambiar su propia energ¨ªa renovable de cercan¨ªa, sin intermediarios. Del mismo modo, los consumidores ya no ser¨¢n el activo, sino que ser¨¢ el mercado quien utilice sus activos, sus instalaciones de autoconsumo, comportamientos de uso, cargadores, bater¨ªas... En definitiva, los usuarios finales ya no pagar¨¢n por kWh, sino que ser¨¢n ellos mismos quienes gestionar¨¢n sus activos de una forma completamente aut¨®noma.
Julio Campo es especialista en comunidades de energ¨ªa renovable.?
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