Ruta por las monta?as legendarias de seis continentes
La fascinaci¨®n por escalar monta?as ha acompa?ado al hombre desde tiempos remotos. Un libro recoge la historia de las ascensiones a las monta?as m¨¢s m¨ªticas del planeta
¡°No existe en los mitos y creencias de la humanidad nada que posea tanta influencia, capacidad de inspiraci¨®n y fuerza como las monta?as¡±, escribe Alfredo Merino, uno de los mejores fotoperiodistas espa?oles de naturaleza y alta monta?a, en el pr¨®logo de Atlas de monta?as legendarias, el libro que acaba de publicar con ilustraciones de Ignasi Font en Geoplaneta.
Las monta?as han inspirado religiones, han atra¨ªdo ascetas y santones, han sido refugio de humanos en tiempos dif¨ªciles, como tambi¨¦n barrera temida que frenaba su expansi¨®n. Durante la mayor parte de su evoluci¨®n, los hom¨ªnidos las evitaron, buscando pasos inferiores para salvar esos lugares verticales y llenos de peligros. Pero la situaci¨®n cambio desde finales del siglo XVIII y sobre todo, con la llegada del Romanticismo en la primera mitad del XIX. De repente, las monta?as pasaron a ser objeto de curiosidad y conquista. Con fines cient¨ªficos, art¨ªsticos o como mero desaf¨ªo f¨ªsico y deportivo, el hombre se lanz¨® a la conquista de las monta?as m¨¢s altas del mundo. El libro de Alfredo Merino, que fue gu¨ªa de alta monta?a, y sigue siendo un gran naturalista y divulgador con miles de art¨ªculos publicados en las mejores revistas, adentra al lector en la apasionante historia de la conquista de las cimas m¨¢s legendarias del planeta. Estas son seis de ellas:
Ruwenzori (?frica)
Aunque todo el mundo piensa en el Kilimanjaro cuando se le pregunta por una gran monta?a africana, si hay un macizo de leyenda en el continente negro es el Ruwenzori, las monta?as de la Luna. Hoy sabemos que es una cordillera de m¨¢s de 5.000 metros de altura ubicada entre Uganda y el Congo. Pero desde ¨¦poca cl¨¢sica figur¨® en el imaginario de viajeros y ge¨®grafos como unas enigm¨¢ticas monta?as de nieves perpetuas en las que nac¨ªa el Nilo. As¨ª lo dej¨® escrito el gran Ptolomeo y as¨ª sigui¨® siendo durante siglos. El primer europeo que las vio fue Henry Stanley, en 1905, otro grande de la historia de las exploraciones. Su misticismo entre los monta?eros viene provocada por su inaccesibilidad. Que no se debe tanto a la verticalidad de sus pareces sino a las espesas junglas, las lluvias torrenciales y la niebla que siempre la rodean.
Kailash (Asia)
Esta monta?a piramidal de silueta aislada en medio de la altiplanicie tibetana, que se eleva hasta 6.638 metros, es legendaria por muchas razones. Para tibetanos, hinduistas, jainistas y sijs, porque es su monta?a sagrada. Para los ge¨®grafos, porque en sus cercan¨ªas nacen algunos de los mayores r¨ªos de Asia, desde el Indo hasta el Karnali, principal afluente del Ganges. Y para monta?eros e himalayistas, porque es la ¨²nica monta?a del Himalaya de estas caracter¨ªsticas nunca escalada. Nadie ha hollado su cumbre, pese a varios intentos. Su condici¨®n de sagrada convertir¨ªa esa ascensi¨®n en una afrenta para millones de creyentes. Quienes s¨ª llegan a su base son peregrinos de todo el mundo para completar la kora, la peregrinaci¨®n dando la vuelta completa al macizo en el sentido contrario a las agujas del reloj. ¡°Todo el que realiza la kora se libra del infierno, pues limpia los pecados del alma¡±, explica Merino. Si se circunvala 13 veces, se alcanza la iluminaci¨®n.
Aconcagua (Am¨¦rica)
Adem¨¢s de un nombre bello ¨C¡°centinela de piedra¡±, en quechua-, al Aconcagua le acompa?an otros r¨¦cords, como el de ser la monta?a m¨¢s alta de las Am¨¦ricas y la m¨¢s elevada del mundo, fuera del Himalaya. Un poder de atracci¨®n entre los monta?eros magnificado por el hecho de que su ruta normal sea muy sencilla, casi una ascensi¨®n monta?ista, sin ninguna vertical, lo que atrae cada a?o a miles de aficionados en busca de su cumbre, a casi 7.000 metros (6.959, para ser exactos). Pero el espejismo enga?a: la normal del Aconcagua ser¨¢ una senda empinada, pero la altitud, la sequedad, las violentas y repentinas tormentas y las bajas temperaturas hacen de esa ascensi¨®n una actividad de alto riesgo. Aun as¨ª, el soberbio panorama que se divisa desde su cumbre, ese mundo de piedra duro e inh¨®spito que se prolonga hasta casi el infinito y que son los Andes, hace que merezca la pena afrontar ese peligro.
Uluru (Ocean¨ªa)
Nunca una monta?a tan peque?a suscito atenciones tan grandes. El Uluru / Ayers Rock es un monolito natural (isla de un ¨²nico material rocoso que emerge solitaria en una llanura de material diferente) que sobresale apenas 348 sobre el nivel del mar en el desierto central australiano. Su condici¨®n de isla-monta?a de llamativo color rojo llam¨® siempre la atenci¨®n de los abor¨ªgenes australianos, para quienes es un lugar sagrado. Como explica Alfredo Merino en su libro, la irrupci¨®n del turismo de masas enfrent¨® a las comunidades ind¨ªgenas, que ped¨ªan la prohibici¨®n del ascenso a su cima, con el gobierno nacional. Tras muchos esfuerzos, el 27 de octubre de 2019 se cerr¨® definitivamente el camino de ascenso y ¡°termin¨® de este modo un largo periodo de dominaci¨®n, desencuentros y lucha por recuperar un patrimonio cultural y simb¨®lico que hab¨ªa sido arrojado a los pies de la turbamulta tur¨ªstica¡±.
Cervino / Matterhorn (Europa)
El pico m¨¢s alto de Europa es el Mont Blanc (4.810 metros), lo sabe todo el mundo. Pero el m¨¢s bello, el m¨¢s fotog¨¦nico, la monta?a perfecta es el Cervino (Matterhorn, en alem¨¢n). Ni un paisajista hubiera imaginado un monolito tan soberbio como este: cuatro caras triangulares, cuatro aristas perfectas y una verticalidad soberbia hasta sus 4.477 metros de altura. Y encima, aislado y solitario en el coraz¨®n de los Alpes, para que luzca mejor. ?Puede una monta?a pedir m¨¢s para ser aclamada como la m¨¢s bella del globo terr¨¢queo? Lo que tiene de hermosa lo tiene de peligrosa, y los accidentes mortales en ella han sido numerosos. Una visita al peque?o cementerio de Zermatt lo confirma. Una de las m¨¢s c¨¦lebres y tr¨¢gicas fue precisamente la que hizo cima por primera vez: la del brit¨¢nico Edward Whymper, que coron¨® el Cervino / Matterhorn el 16 de julio de 1865 con una cordada de siete personas, cuatro de las cuales murieron en el descenso.
Monte Vinson (Ant¨¢rtida)
La Ant¨¢rtida es el continente helado, el m¨¢s inh¨®spito y el m¨¢s duro. Si subir una monta?a de 4.892 metros en otro lugar del mundo ya es un reto, hacerlo a 700 kil¨®metros del Polo Sur, donde los vientos huracanados y las temperaturas extremas anulan todo tipo de vida, es una heroicidad al alcance de muy pocos humanos. Y bolsillos, porque una expedici¨®n aqu¨ª multiplica por mucho el presupuesto de cualquier otra aventura alpinista. La primera ascensi¨®n al monte Vinson, la cima de la Ant¨¢rtida, no tuvo lugar hasta 1966. La segunda ocurri¨® en 1979. Y desde entonces solo 450 personas han puesto un pie en su cumbre.
Atlas de monta?as legendarias, Alfredo Merino, ilustraciones de Ignasi Font. Publicado por Geoplaneta. 144 p¨¢ginas, 23,93 €
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