Lo de negar la violencia machista
Nombrar la violencia de g¨¦nero y machista es visibilizarla, y condenarla en alto y en p¨²blico ayuda a salvar vidas. Decir que no existe nos hace c¨®mplices
Existe un riesgo en banalizar ciertos discursos que afectan a los derechos humanos y las vidas de las personas, como aquellos que niegan las violencias machistas, sobre todo cuando se lanzan desde ¨¢mbitos p¨²blicos y con el altavoz de las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n. Cuando estos ¨²ltimos tratan los discursos negacionistas al mismo nivel que los discursos sustentados por datos, informaci¨®n verificada y contrastada, hay un problema serio.
Los negacionismos son aquellos discursos y creencias que rechazan una realidad emp¨ªricamente verificable y hechos contrastados. Suelen presentar una verdad ¡°alternativa¡± basada en mensajes simplistas, que tergiversan datos, apelan a informes y estad¨ªsticas inexistentes o no confirmados, y se presentan bajo una falsa ¡°neutralidad¡± o falso ¡°escepticismo¡±. Funcionan porque apelan a la irracionalidad, al miedo, lo emocional, y suelen reforzar sesgos y un sentimiento de pertenencia a un grupo o comunidad en el que se sienten c¨®modas algunas personas, ante las dificultades que nos plantea una sociedad cada vez m¨¢s compleja, incierta y en la que desde hace ya d¨¦cadas habitamos las crisis del mundo capitalista, colonial y machista en el que vivimos.
Para analizar c¨®mo operan estos discursos y desmontarlos, junto con Maldita.es hemos realizado el informe Desinformaci¨®n y discursos negacionistas sobre la violencia de g¨¦nero, el cambio clim¨¢tico y la COVID-19 en Espa?a. Herramientas para identificarlos y desmontarlos, donde contamos c¨®mo opera la desinformaci¨®n, c¨®mo podemos identificarla y desmontarla. Aunque los bulos sobre violencia de g¨¦nero descendieron un 16,6% desde el inicio de la pandemia por covid-19 en marzo de 2020, no desaparecieron, y resurgen en momentos clave como cuando se debaten proyectos de ley, o se acercan fechas de movilizaci¨®n contra las violencias machistas, como este 25 de noviembre.
Los discursos que niegan la violencia machista van dejando un poso de desinformaci¨®n en la sociedad
Nos cansamos de escuchar negacionismos sobre las violencias machistas: que las denuncias falsas son algo generalizado, que la violencia no tiene g¨¦nero, que el g¨¦nero es una ideolog¨ªa, o que no hay que luchar contra la violencia de g¨¦nero sino contra la violencia contra las personas.
Nos encontramos que esos discursos van dejando un poso de desinformaci¨®n en la sociedad. En InteRed trabajamos en Educaci¨®n Transformadora para la Ciudadan¨ªa Global, y cada vez nos encontramos m¨¢s en los talleres que hacemos con los centros educativos, afirmaciones de adolescentes (chicos principalmente) como que ¡°la violencia no tiene g¨¦nero¡±, o ¡°las feministas manipulan datos¡±, que se hacen eco de las proclamas que vienen sosteniendo figuras pol¨ªticas situadas en la extrema derecha.
Esta situaci¨®n que estamos viviendo en nuestro trabajo coeducativo por la igualdad de g¨¦nero refleja perfectamente lo que ya alert¨® el Bar¨®metro sobre G¨¦nero y Juventud 2021 del Centro Reina Sof¨ªa en septiembre: ¡°Uno de cada diez chicos considera que las desigualdades de g¨¦nero no existen, y dos de cada diez afirman que la violencia de g¨¦nero no existe y que es una ideolog¨ªa¡±. Estas percepciones negacionistas han aumentado de 2019 a 2021, mientras que para sus compa?eras chicas, la percepci¨®n de que la violencia de g¨¦nero es un problema social muy grave se ha incrementado del 72,4% al 74,2%.
Las percepciones negacionistas han aumentado entre los chicos j¨®venes, mientras que para ellas la percepci¨®n de que la violencia de g¨¦nero es un problema social muy grave se ha incrementado del 72,4% al 74,2%
Estos porcentajes, junto a la realidad que vivimos en el d¨ªa a d¨ªa de nuestra pr¨¢ctica educativa, nos recuerdan la necesidad de trabajar con adolescentes y j¨®venes la construcci¨®n de pensamiento cr¨ªtico sobre los problemas actuales de la sociedad, para entender sus causas estructurales y la complejidad existente, y la generaci¨®n de nuevas narrativas. Son el grupo poblacional que m¨¢s horas pasa conectado a internet, quien m¨¢s utiliza las redes sociales, y s¨®lo el 56% de la poblaci¨®n, entre 18 y 24 a?os, dec¨ªa estar preocupado por saber qu¨¦ es verdadero y qu¨¦ es falso cuando navega por la red, seg¨²n Digital News Report 2021, del Reuters Institute.
La violencia, como forma y expresi¨®n de un conflicto, y de los desequilibrios de relaciones de poder, tiene g¨¦nero, raza, clase, orientaci¨®n sexual¡ Porque permite mantener unas formas de vida y unos privilegios de unas personas sobre las vidas y los cuerpos de otras. Denunciar que la violencia machista existe no es negar que hay otras formas de violencia, es posicionar que hay una violencia estructural machista que se da sobre las mujeres por el hecho de ser mujeres, como hay una violencia racista que se da sobre las personas no blancas por el hecho de no serlo. Nombrar la violencia de g¨¦nero y machista es visibilizarla, y condenarla en alto y en p¨²blico ayuda a salvar vidas. Negarla nos hace c¨®mplices.
Elena Alfageme Villala¨ªn es responsable de G¨¦nero de la ONG InteRed, historiadora y antrop¨®loga por la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
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