El capitalismo cambia de piel
La pandemia es una lupa que agranda los defectos de un sistema econ¨®mico ¡°cansado¡± y acelera las metamorfosis que estaban latentes en la sociedad. Una avalancha de libros analiza este momento cr¨ªtico
Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada la memoria de la Gran Depresi¨®n est¨¢ m¨¢s viva que nunca. Se recuerdan sus efectos principales (desempleo masivo y quiebras en cadena) y la salida que le dio Franklin Delano Roosevelt, un presidente m¨ªtico por enfrentarse a los dos mayores retos del siglo XX: la brutal crisis econ¨®mica, la m¨¢s larga, profunda y extendida de la centuria, y el fascismo internacional. A ese mito contribuyeron las circunstancias de su muerte, todav¨ªa en el cargo, y a pocas semanas de lograr la rendici¨®n nazi: Roosevelt muri¨® en 1945 con las botas puestas.
Un libro del profesor de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) Andreu Espasa (Historia del New Deal) sit¨²a en su lugar la pol¨ªtica que aplic¨® Roosevelt para acabar con las dificultades estadounidenses frente a quienes han construido del new deal un relato perfecto. M¨¢s bien fue un proceso que, lejos de pretender aplicar una teor¨ªa concreta ¡ªaunque estuvo inspirado por la revoluci¨®n keynesiana que llegaba de Europa y defend¨ªa una mayor intervenci¨®n del Estado en la econom¨ªa¡ª, se caracteriz¨® por un fuerte grado de experimentalismo, con numerosas improvisaciones, fracasos parciales y rectificaciones constantes. A pesar de ello, finalmente la Administraci¨®n de Roosevelt (1933-1945) puso los cimientos para la creaci¨®n del Estado de bienestar estadounidense y el inicio de una recuperaci¨®n econ¨®mica de larga duraci¨®n.
Se pueden establecer analog¨ªas y diferencias entre la Gran Depresi¨®n, la Gran Recesi¨®n del a?o 2008 y el Gran Confinamiento de 2020. La mayor similitud entre los tres acontecimientos recesivos es su naturaleza m¨²ltiple. Lo que empez¨® en 1929 como problemas de naturaleza econ¨®mica deriv¨® en muchos pa¨ªses en una crisis de representatividad pol¨ªtica, con una r¨¢pida disminuci¨®n del n¨²mero de reg¨ªmenes democr¨¢ticos, y, en el ¨¢mbito exterior, en una fuerte crisis geopol¨ªtica que terminar¨ªa provocando el estallido de la II Guerra Mundial.
Ocho d¨¦cadas despu¨¦s, durante la Gran Recesi¨®n, la debacle econ¨®mica tambi¨¦n gener¨® una dura crisis de legitimaci¨®n pol¨ªtica, con victorias sorprendentes del populismo de derechas en lugares tan significativos como los Estados Unidos de Trump, el Reino Unido de Johnson o el Brasil de Bolsonaro. La pandemia de la covid-19 ha derivado en una sindemia (rasgos sanitarios, econ¨®micos, sociales, pol¨ªticos, vitales) que en el plano geopol¨ªtico a?ade un enfriamiento de las relaciones entre EE UU y Rusia y una guerra comercial con China. Por ¨²ltimo, a todas estas dificultades superpuestas hay que sumar la que sobrevuela de modo sistem¨¢tico toda la ¨¦poca: el cambio clim¨¢tico que amenaza las condiciones de habitabilidad del planeta. De las tres se desprende la inclinaci¨®n natural de las econom¨ªas complejas hacia la inestabilidad, como demostr¨® el gran Hyman Minsky (m¨¢s actual que nunca), y el papel de los gobiernos en impulsar el consumo y la inversi¨®n en tiempos de alto desempleo.
Lo que empieza como un problema econ¨®mico deriva en crisis geopol¨ªtica y de la democracia
Ahora parece que estamos en un nuevo momento Roosevelt que tambi¨¦n se caracteriza por pasos adelante y hacia atr¨¢s, fuertes contradicciones y, en general, por una falta de teorizaci¨®n. La pr¨¢ctica pol¨ªtica va delante de la teor¨ªa. Solo hay algo com¨²n: hacer lo contrario que en la Gran Recesi¨®n con el austericidio (gastar m¨¢s, repensar la fiscalidad y la deuda, preocuparse por las recuperaciones d¨¦biles y desiguales, incentivar la presencia del sector p¨²blico, etc¨¦tera), con la paradoja de que las instituciones m¨¢s desacomplejadas con esta nueva pol¨ªtica son, sorprendentemente, las mismas que antes estrangularon el bienestar de los ciudadanos (el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, la Reserva Federal, la Comisi¨®n Europea, etc¨¦tera). Sus representantes son los ¡°nuevos conversos¡±.
Durante los ¨²ltimos 40 a?os el eslogan que resum¨ªa todo era el de ¡°There is no alternative¡± (TINA), atribuido a la primera ministra brit¨¢nica Margaret Thatcher. El soci¨®logo Boaventura de Sousa Santos, que nos traslada de la pandemia a la utop¨ªa, entiende que, si se sigue defendiendo que no hay alternativa posible, ello nos conduce al suicidio. Es el tiempo de las alternativas. Cop¨¦rnico y los cient¨ªficos que le siguieron cambiaron el modo de entender el cosmos al demostrar que la Tierra giraba alrededor del Sol y no al rev¨¦s como se cre¨ªa hasta entonces. Los muchos libros que se publican sobre el asunto coinciden b¨¢sicamente en que la coyuntura requiere avances revolucionarios en cuanto a la manera de concebir las ciencias sociales, y entre ellas la econom¨ªa pol¨ªtica, para aumentar el bienestar de la gente.
El historiador canadiense Quinn Slobodian es de los m¨¢s cr¨ªticos con el papel que el neoliberalismo y la revoluci¨®n conservadora de la TINA han ocupado en estos ¨²ltimos 40 a?os, por su profundo conservadurismo y su hostilidad hacia la democracia. Slobodian da una vuelta de rosca a sus pretensiones: al rev¨¦s de lo que de s¨ª mismos predican los liberales econ¨®micos, divididos en diferentes tribus, su movimiento no surgi¨® para reducir el gobierno y para limitar las regulaciones, sino para utilizar el primero y capturar las ¨²ltimas; usar al Estado y sus instituciones para aislar a los mercados de la soberan¨ªa pol¨ªtica y de las turbulencias democr¨¢ticas de igualdad y justicia social que conducen a los d¨¦ficit y a la deuda p¨²blica. Lejos de descartar el Estado regulador, los neoliberales quieren aprovecharlo para su gran proyecto de proteger el capitalismo a escala global. Cuarenta a?os de droga ultraliberal han debilitado toda voluntad y todo recurso por parte del Estado para actuar con firmeza y aplicar su voluntad a un proyecto.
El d¨¦ficit y la deuda no son crisis, sino desequilibrios que deben ser tratados instrumentalmente de otro modo
Ha aparecido una heterodoxia en los ¨²ltimos a?os, la Teor¨ªa Monetaria Moderna, que desv¨ªa el foco de atenci¨®n del d¨¦ficit y la deuda (los pa¨ªses con moneda propia tienen holgura para pagarlos siempre que ello no descontrole la inflaci¨®n) y lo sit¨²a en las verdaderas crisis cuya soluci¨®n eleva el bienestar ciudadano: crisis es un paro de dos d¨ªgitos, o la brutal desigualdad de salarios y de patrimonio, o que la ausencia de vacunas multiplique el n¨²mero de muertos por el coronavirus. El d¨¦ficit y la deuda no son crisis, sino desequilibrios que deben ser tratados instrumentalmente de otro modo. La centralidad del d¨¦ficit y la deuda es una ¡°narrativa econ¨®mica¡±, en palabras del Nobel Robert Shiller, aunque ambos no llegan a la calificaci¨®n de noticias falsas como la creencia de que las acciones tecnol¨®gicas no dejan de subir, la convicci¨®n de que el precio de la vivienda nunca disminuye o la seguridad de que algunas empresas son demasiado grandes para quebrar.
Sean ciertas o falsas, esas historias se transmiten por el boca a boca, los medios de comunicaci¨®n o las redes sociales, y crean percepciones sobre el gasto, el ahorro o la inversi¨®n que, en ¨²ltima instancia, tienen un gran impacto en la vida de los ciudadanos y la sociedad. La catedr¨¢tica norteamericana Stephanie Kelton est¨¢ dispuesta a ser alanceada ¡ªy a defenderse¡ª por su libro El mito del d¨¦ficit, que sin duda ser¨¢ objeto de pol¨¦mica con la academia.
El balance del periodo neoliberal se puede resumir en un crecimiento exponencial de las desigualdades, acompa?ado de una falta de dinamismo empresarial y productivo. Las dos cosas a la vez. Lo desarrolla el catedr¨¢tico Carlos Sebasti¨¢n en El capitalismo del siglo XXI, en el que no se olvida de incidir en una tesis muy querida para ¨¦l: el sistema no funciona bien si sus instituciones no tienen la calidad necesaria para apuntalarlo.
Es subrayable que la mayor parte de los autores de esta tanda de libros tan cr¨ªticos con el hipercapitalismo de nuestros d¨ªas (una de las excepciones ser¨ªa el economista y pol¨ªtico griego Yanis Varoufakis, que ha escrito una novela de ciencia ficci¨®n para llegar a la conclusi¨®n de que ya no estamos en el capitalismo, sino en un tecnofeudalismo m¨¢s propio de una distop¨ªa) finalmente prefieren ese capitalismo ¡ªeso s¨ª, reformado¡ª que cualquier otro sistema. Por ejemplo, el exministro espa?ol Juan Costa sostiene que la mayor¨ªa social est¨¢ tirando la toalla, que el capitalismo sufre una crisis de confianza estructural porque la ciudadan¨ªa piensa que es injusto, que no funciona para todos sino tan solo para una peque?a ¨¦lite, y sin embargo sigue defendiendo una entelequia llamada ¡°multicapitalismo¡± que no pasa de las enumeraciones ret¨®ricas.
Que la confianza de la gente en el capitalismo es escasa (Stiglitz, Jeffrey Sachs¡) lo manifiesta Joan Coscubiela en La pandemia del capitalismo al recoger un estudio de la Fundaci¨®n Edelman de enero de 2020: en 22 de los 28 pa¨ªses examinados, m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n considera que el sistema capitalista produce m¨¢s mal que bien y es socialmente injusto. La antinomia consiste en que el capitalismo es, al mismo tiempo, el ¨²nico sistema socioecon¨®mico existente, no tiene alternativa, da s¨ªntomas de agotamiento (el profesor Luis Arenas lo denomina ¡°capitalismo cansado¡±) y act¨²a como una pandemia con gran capacidad destructiva.
Entre los mayores defensores del capitalismo est¨¢n los profesores em¨¦ritos de Princeton ?Anne Case y Angus Deaton (este ¨²ltimo, Nobel de Econom¨ªa), que describen en su texto Muertes por desesperaci¨®n la situaci¨®n del coraz¨®n blanco de Estados Unidos: baja la esperanza de vida, aumenta el n¨²mero de muertos por sobredosis, suicidios o enfermedades relacionadas con el alcohol, y no solo entre las minor¨ªas, sino entre los trabajadores de raza blanca. El libro retrata con toda crudeza el declive del sue?o americano para muchos trabajadores que ven c¨®mo sus familias se rompen y sus esperanzas se frustran. El texto documenta la desesperaci¨®n y la muerte, y analiza c¨®mo el capitalismo, que sac¨® de la pobreza a multitud de personas, est¨¢ destruyendo ahora a la Am¨¦rica obrera. No posee soluciones que sirvan a todo el mundo y, sin embargo, Case y Deaton declaran: ¡°Creemos en el capitalismo (¡) no es necesario abolirlo, pero deber¨ªa reorientarse para servir al inter¨¦s p¨²blico¡±.
En el an¨¢lisis del capitalismo actual, muchos autores introducen el aspecto ecol¨®gico. El m¨¢s coherente es el profesor en Viena Clive L. Spash, que reconoce que siendo incapaz la econom¨ªa ortodoxa de abordar las dimensiones social y ambiental como aspectos cruciales para entender el funcionamiento del sistema econ¨®mico, tampoco las corrientes heterodoxas como el marxismo/socialismo, el feminismo, el poskeynesianismo o la econom¨ªa institucional han sabido incorporar de manera coherente esas mismas dimensiones en su an¨¢lisis.
La profesora de Ciencias Pol¨ªticas y Filosof¨ªa Nancy Fraser a?ade otros asuntos a la ecolog¨ªa: adem¨¢s de la sociedad visible, hay una serie de ¡°talleres ocultos¡± como son el trabajo de cuidados no remunerados, los bienes p¨²blicos y la riqueza expropiada. Desde un punto de vista socialista, Fraser entiende que una visi¨®n ampliada del capitalismo implica que su antagonista debe incorporar no solo la explotaci¨®n del trabajo asalariado por parte del capital, sino tambi¨¦n sus m¨²ltiples formas alternativas de explotaci¨®n parasitaria.
En este contexto, la pandemia de la covid ha actuado como una especie de lupa que ha agrandado la visi¨®n de los problemas y los puntos d¨¦biles del sistema, y ha acelerado las metamorfosis que estaban latentes. El coronavirus es la met¨¢stasis de un sistema que hace tiempo que ya daba se?ales de insostenibilidad social, ambiental y democr¨¢tica. El mundo debe prepararse para lo que viene, que, seg¨²n Jacques Attali, el consejero especial del presidente Mitte?rrand, es una crisis econ¨®mica, filos¨®fica, social y pol¨ªtica dif¨ªcilmente imaginables. ?Recuperaremos nuestro nivel de vida de antes?, ?y nuestro modo de vida?, ?y nuestra forma de consumir, de trabajar, de amar? ?Podremos preservar la democracia? Varoufakis entiende que el armisticio de la guerra de clases que se logr¨® tras la II Guerra Mundial en forma de pacto social ha terminado.
Falta otra pandemia: una ola pol¨ªtica oscura en la que, en medio de un ambiente de fin del mundo, se impongan reg¨ªmenes autoritarios que preconicen abiertamente la xenofobia y el absolutismo. Los partidarios de esos reg¨ªmenes sostendr¨ªan que los dem¨®cratas no fueron capaces de resolver las crisis. Y, por tanto, tratar¨¢n de sustituirlos.
Estabilizando una econom¨ªa inestable. Hyman P. Minsky. Traducci¨®n de Pep Sol¨¤-Niub¨®. Profit
Historia del New Deal. Andreu Espasa. Catarata
La pandemia del capitalismo. Joan Coscubiela. Pen¨ªnsula
Los talleres ocultos del capital. Nancy Fraser. Traducci¨®n de Juan Mari Madariaga y Cristina Pi?a. Traficantes de Sue?os
El futuro comienza ahora. Boaventura de Sousa Santos. Traducci¨®n de Antoni Aguil¨® y Jos¨¦ Luis Exeni. Akal
El mito del d¨¦ficit. Stephanie Kelton. Traducci¨®n de Albino Santos Mosquera. Taurus
Reescribir las reglas de la econom¨ªa europea. Joseph Stiglitz y otro. Traducci¨®n de Joan Soler Chic. Editorial Antoni Bosch
El capitalismo del siglo XXI. Carlos Sebasti¨¢n. Galaxia Gutenberg
Muertes por desesperaci¨®n y el futuro del capitalismo. Anne Case y Agnus Deaton. Traducci¨®n de Ram¨®n Gonz¨¢lez F¨¦rriz y Marta Valdivielso. Deusto
Fundamentos para una econom¨ªa ecol¨®gica y social. Clive L. Spash. Traducci¨®n de Pedro L. Lomas. Catarata y FUHEM Ecosocial
Globalistas. Quinn Slobodian. Traducci¨®n de Paula Zumalac¨¢rregui. Capit¨¢n Swing
El triunfo de la injusticia. Emmanuel Saez y Gabriel Zucman. Traducci¨®n de Pablo Hermida Lazcano. Taurus
Las edades de la globalizaci¨®n. Jeffrey D. Sachs. Traducci¨®n de Ver¨®nica Puertollano. Deusto
Capitalismo cansado. Luis Arenas. Trotta
Narrativas econ¨®micas. Robert J. Shiller. Traducci¨®n de Diego S¨¢nchez de la Cruz. Deusto
La econom¨ªa de la vida. Jacques Attali. Traducci¨®n de Pablo Krantz. Libros del Zorzal
Otra realidad. ?C¨®mo ser¨ªa un mundo justo y una sociedad igualitaria? Yanis Varoufakis. Traducci¨®n de Alexandre Casanovas. Deusto
Multicapitalismo. Juan Costa. Deusto
LECTURAS
Historia del New Deal. Andreu Espasa. Catarata
La pandemia del capitalismo. Joan Coscubiela. Pen¨ªnsula
Los talleres ocultos del capital. Nancy Fraser. Traducci¨®n de Juan Mari Madariaga y Cristina Pi?a. Traficantes de Sue?os
El futuro comienza ahora. Boaventura de Sousa Santos. Traducci¨®n de Antoni Aguil¨® y Jos¨¦ Luis Exeni. Akal
El mito del d¨¦ficit. Stephanie Kelton. Traducci¨®n de Albino Santos Mosquera. Taurus
Reescribir las reglas de la econom¨ªa europea. Joseph Stiglitz y otro. Traducci¨®n de Joan Soler Chic. Editorial Antoni Bosch
El capitalismo del siglo XXI. Carlos Sebasti¨¢n. Galaxia Gutenberg
Muertes por desesperaci¨®n y el futuro del capitalismo. Anne Case y Agnus Deaton. Traducci¨®n de Ram¨®n Gonz¨¢lez F¨¦rriz y Marta Valdivielso. Deusto
Fundamentos para una econom¨ªa ecol¨®gica y social. Clive L. Spash. Traducci¨®n de Pedro L. Lomas. Catarata y FUHEM Ecosocial
Globalistas. Quinn Slobodian. Traducci¨®n de Paula Zumalac¨¢rregui. Capit¨¢n Swing
El triunfo de la injusticia. Emmanuel Saez y Gabriel Zucman. Traducci¨®n de Pablo Hermida Lazcano. Taurus
Las edades de la globalizaci¨®n. Jeffrey D. Sachs. Traducci¨®n de Ver¨®nica Puertollano. Deusto
Capitalismo cansado. Luis Arenas. Trotta
Narrativas econ¨®micas. Robert J. Shiller. Traducci¨®n de Diego S¨¢nchez de la Cruz. Deusto
La econom¨ªa de la vida. Jacques Attali. Traducci¨®n de Pablo Krantz. Libros del Zorzal
Otra realidad. ?C¨®mo ser¨ªa un mundo justo y una sociedad igualitaria? Yanis Varoufakis. Traducci¨®n de Alexandre Casanovas. Deusto
Multicapitalismo. Juan Costa. Deusto
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