Pek¨ªn, el embrujo de la ciudad milenaria
Un dec¨¢logo para no perderse detalle de la seductora capital china
Pek¨ªn o Beijing, como prefieren los chinos, es la capital actual del Imperio del Centro y una de las ciudades m¨¢s populosas del mundo, con 17 millones de habitantes. Es tan grande que en su interior alberga otra ciudad que visitar, y que durante siglos estuvo reservada al emperador y a sus fieles, la enigm¨¢tica Ciudad Prohibida, hoy con el retrato de Mao Zedong presidiendo la entrada.
La bulliciosa Capital del Norte, como se conoce a la ciudad, es sin¨®nimo de un urbanismo delirante. Sus vastas avenidas y la arquitectura de vanguardia con la nueva sede de la televisi¨®n estatal china CCTV como paradigma, chocan con sus cientos de construcciones ancestrales. El sinf¨ªn de templos cargados de misticismo que atesora o los hutong, intrincadas callejuelas antiguas, convierten a la ciudad en un espacio de f¨¢bula asi¨¢tica.
En la megal¨®polis de Pek¨ªn cada rinc¨®n parece realizado a la medida de los dioses. Todo es superlativo, "como un gran ¨¢rbol viejo en el que viven millones de insectos incapaces de reconocer el tama?o de ese ¨¢rbol", seg¨²n el escritor chino Lin Yutang. Pero Pek¨ªn es ante todo la capital de un misterio, de un pa¨ªs todopoderoso que utiliza el soft power, como ha demostrado con la celebraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos, para cautivar al mundo. El epicentro de una naci¨®n din¨¢mica y optimista, actualmente cuarta econom¨ªa del mundo, que contin¨²a su apertura a Occidente.
Los miles de a?os de historia que preceden a Pek¨ªn exigen una visita reflexiva y sin prisa. EL VIAJERO le sirve de gu¨ªa para empaparse de la magia de la capital china:
1. La Ciudad Prohibida, conocida tambi¨¦n como el Palacio Imperial y situada en el n¨²cleo de Pek¨ªn, fue el centro del poder de las dinast¨ªas Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911). Se trata del conjunto m¨¢s grande y mejor conservado de las antiguas construcciones palaciegas del mundo y a su vez constituye el complejo cultural y art¨ªstico m¨¢s destacable de China. El colosal recinto est¨¢ formado por multitud de atractivos pabellones como el de la Suprema Armon¨ªa, construido en el siglo XV y usado en las principales ceremonias. Tambi¨¦n hay palacios, como el de la Pureza Celestial, que fue residencia de los emperadores.
Durante 500 a?os, hasta 1912, fue la morada de aquellos que gozaban de la pureza celestial, es decir, la familia del emperador y su corte de eunucos y consortes. A los dem¨¢s les estaba prohibida la entrada bajo pena de muerte, de acuerdo a la voluntad divina.
Es uno de los rincones m¨¢s legendarios del planeta. La Ciudad Prohibida, inmortalizada en El ¨²ltimo emperador de Bertolucci, es un recinto sagrado vast¨ªsimo, una de las construcciones humanas m¨¢s sobrecogedoras del globo. No en vano era la morada del vicario de los dioses, el denominado hijo del cielo. La magn¨ªfica arquitectura y los valiosos objetos culturales y art¨ªsticos de la Ciudad Prohibida atraen cada a?o a siete millones de visitantes de todas las partes del mundo.
2. La Plaza de Tiananmen, ubicada en pleno coraz¨®n de Pek¨ªn, est¨¢ considerada como la mayor plaza central en una ciudad del mundo. Mao proclam¨® la Rep¨²blica Popular el 1 de Octubre de 1949 desde la Puerta de Tiananmen y, durante la Revoluci¨®n Cultural, fue centro de reuniones y desfiles multitudinarios. Pero tambi¨¦n es merecedora de una triste fama por la masacre de 1989 en la que el Partido Comunista chino reprimi¨® las revueltas de estudiantes y trabajadores provocando miles de v¨ªctimas.
Constituye el epicentro de Pek¨ªn, junto a la Ciudad Prohibida y aloja varios edificios de importancia capital como el Museo de Historia y de la Revoluci¨®n China, el Gran Pabell¨®n del Pueblo -sede del Congreso Nacional-, el Monumento a los H¨¦roes del Pueblo o la Puerta de Qianmen. El m¨¢s interesante es el Mausoleo de Mao Zedong, donde se encuentra embalsamado el cad¨¢ver del creador de la Rep¨²blica Popular, venerado como una divinidad durante largo tiempo. La entrada es libre y se producen enormes colas de visitantes para visitar sus restos.
3. El Templo del Cielo es de ¨¢mbito sagrado. Representa el templo m¨¢s divino de los edificios imperiales de Pek¨ªn. Construido en 1420, se ha convertido en uno de los emblemas de la ciudad. El emperador sol¨ªa celebrar aqu¨ª los principales ritos, arcaicas ceremonias en aras de conseguir que el cielo concediera buenas cosechas. Dos veces al a?o el representante de los dioses, el emperador, sal¨ªa de la Ciudad Prohibida con una corte de mil eunucos hacia este templo para realizar los ruegos y sacrificios. Fue destruido varias veces y la ¨²ltima reconstrucci¨®n data de 1890.
El complejo combina formas cuadradas, s¨ªmbolo del mundo terrenal, y circulares, que representan el cielo. Asimismo, muchos elementos se repiten nueve veces, un n¨²mero asociado a lo celestial. Nada escapa al misticismo y a la cosmogon¨ªa china.
El Templo del Cielo esta situado dentro del parque Tiantan, al sur de Pek¨ªn, un dominio celestial de casi 300 hect¨¢reas. Un paseo por el recinto le deparar¨¢ serenas escenas de exotismo: gentes practicando tai-chi, haciendo caligraf¨ªa o jugando largas partidas de mah Jong o ajedrez chino. Otros reclamos religiosos de la capital son el Templos de los Lamas o el Templo de Confucio.
4. Tumbas Ming. A 50 kil¨®metros de Pek¨ªn, en un paraje de gran belleza, trece emperadores construyeron sus mausoleos, donde descansan sus restos. Una necr¨®polis que ocupa una extensi¨®n de m¨¢s de 40 kil¨®metros cuadrados en la que tambi¨¦n reposan 23 emperatrices, cortesanos y concubinas de la corte.
Las tumbas est¨¢n construidas como si se tratara de palacios, siguiendo las reglas de construcci¨®n marcadas por el feng shui o arte de la geomancia china, para no perturbar su descanso eterno. En las tumbas se han encontrado m¨¢s de 3.000 objetos, la mayor¨ªa de uso cotidiano como vestidos de seda o adornos fabricados en oro, plata o jade.
5. La calle de antig¨¹edades Liulichang. Este paseo, donde se encuentra un popular mercadillo, es un lugar no apto para indecisos. Se puede adquirir t¨¦ verde, figuritas de jade, vestidos de seda, gorras del Ejercito Popular chino, abanicos para todos los gustos, farolillos de colores, quimonos, ejemplares del Libro Rojo, porcelana, guerreros de Xian en miniatura y casi cualquier cosa que conciba o no su imaginaci¨®n. La oferta es infinita, adem¨¢s el entorno es muy tradicional y atractivo. Los precios de los m¨²ltiples art¨ªculos dependen de la pericia en el regateo del viajero.
6. Los Hutong. Son estrechas callejuelas que sobreviven en los barrios antiguos, con casas de una planta y patio interior, en el centro de Pek¨ªn. Provienen de la fundaci¨®n de Pek¨ªn como capital durante la dinast¨ªa mongola de los Yuan (1279-1368). Hace cincuenta a?os, Beijing ten¨ªa registrados m¨¢s de tres mil hutong, hoy apenas alcanzan un millar. La imperiosa pretensi¨®n de China de crecer y modernizar la urbe resta esfuerzos a la necesidad de conservar su patrimonio cultural.
Merece la pena perderse por su confusa configuraci¨®n de callejuelas. Muchas pel¨ªculas han recreado la China tradicional mostrando estos atractivos rincones del Pek¨ªn m¨¢s aut¨¦ntico.
7. Entrar en la ?pera de Pek¨ªn es una experiencia sin igual, un paseo por otro mundo, pueril a veces y otras severo, donde la magia trasciende por momentos la realidad. Bienaventurados los infantes y los cr¨¦dulos, pues disfrutar¨¢n como ni?os de este recital on¨ªrico.
Es la expresi¨®n oper¨ªstica china m¨¢s prestigiosa y sofisticada, famosa en todo el mundo. Tiene su origen en el siglo XIX y se hizo muy popular entre la corte de la dinast¨ªa Qing. La ?pera de Pek¨ªn es una s¨ªntesis de diferentes elementos. M¨²sica, canciones, comedia, di¨¢logos, acrobacias, muecas y artes marciales son los materiales que utilizan los comediantes para versar sobre romances, intrigas cortesanas y batallas, durante un espacio de tiempo tan extenso que a menudo violenta los preceptos occidentales. Los coloridos espect¨¢culos tienen una duraci¨®n variable, superando a veces las cinco horas.
Toda esta singular manifestaci¨®n art¨ªstica viene envuelta en una decoraci¨®n magn¨ªfica. Trajes, joyas, maquillajes y peinados vibran al comp¨¢s de una m¨²sica muy propia, compuesta por instrumentos de percusi¨®n, de cuerda y aire. Todo ello unido conforma un delicioso banquete para los sentidos.
8. Palacio de Verano. Es uno de los jardines imperiales m¨¢s grandes de China y uno de los mejores lugares para contemplar toda la ciudad de Pek¨ªn. Fue el lugar elegido por los emperadores de la dinast¨ªa Qing para servir de residencia veraniega. Est¨¢ situado al oeste de la ciudad, alejado del casco urbano, y antiguamente estaba dividido en cuatro secciones: recepci¨®n de la corte, residencias, templos y ¨¢reas de paseo.
El Lago Kunming, con sus 30 kil¨®metros cuadrados, ocupa gran parte del parque. El edificio principal es el Sal¨®n de la Benevolencia y la Longevidad, situado al final del lago en direcci¨®n a la puerta este. En su interior encontrar¨¢ un gran trono de madera y un patio con figuras de animales de bronce. En este sal¨®n el emperador trataba los asuntos de estado y recib¨ªa a los enviados.
El Puente de los 17 Arcos se extiende a trav¨¦s de sus 150 metros hasta la isla sur del lago. Una bella figura de un buey de bronce preside uno de sus lados. Sobre la mitad oeste del lago destaca otro puente, el Puente del Cintur¨®n de Jade, y tambi¨¦n el Jard¨ªn de la Armon¨ªa en el noreste. Para dar una vuelta por el lago se puede alquilar un peque?o bote a motor o de remos.
9. El Estadio Nacional de Pek¨ªn, conocido como El Nido debido a la red de acero de su exterior, es gracias al tit¨¢nico empe?o de las autoridades un nuevo icono de la capital. Ideado por los suizos Herzog y De Meuron, fue la guinda de un conjunto de instalaciones construidas a la saz¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos, una demostraci¨®n al mundo de la grandiosidad china y una declaraci¨®n de intenciones para a?os venideros.
Otra obra emblem¨¢tica es el Teatro Nacional, del franc¨¦s Paul Andreu. Est¨¢ ubicado junto al Palacio del Pueblo y tiene forma de un gigantesco disco volante y una cubierta que reproduce el taijitu, el s¨ªmbolo del yin y el yang. La pol¨¦mica reside en que, seg¨²n los cr¨ªticos, rompe con la est¨¦tica reinante de arquitectura monol¨ªtica.
10. La Muralla China no se ve desde el espacio como se ha mitificado pero es un prodigio arquitect¨®nico que sigue siendo una maravilla ¨²nica en el mundo, algo tan enorme que roza lo inconcebible. Es una inmensa estructura de piedra caliza y granito situada al norte del gigante asi¨¢tico que desciende valles y recorre monta?as, y que fue construida con fines defensivos, aunque luego result¨® m¨¢s eficaz como v¨ªa de transporte.
La Gran Muralla, s¨ªmbolo de la antigua civilizaci¨®n china, cuenta con m¨¢s de 2.000 a?os de historia. Comienza en el paso Jiayuguan en el oeste y termina en el paso Shanhaiguan, en el este con una longitud total de 6.350 kil¨®metros.
A 75 kil¨®metros al norte de Pek¨ªn se encuentra el sector de Badaling, el m¨¢s conocido por los turistas occidentales y el punto m¨¢s aconsejable para ver la Muralla China. Muy restaurada, esta secci¨®n se pierde en el horizonte y permite hacerse una idea sobre el aspecto original de la inmensa construcci¨®n. El ¨¢rea de Mutianyu, a 90 kil¨®metros de la capital, cuenta con gran n¨²mero de torreones y panor¨¢micas espl¨¦ndidas.
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