El delicioso caos de Delhi
Diez sugerencias imprescindibles para empaparse de la vitalidad de la capital india sin perder la cordura en ello
Viajar a la India supone un choque de contrastes entre la cultura antigua y el crecimiento de una naci¨®n moderna. Algo que alcanza su m¨¢xima expresi¨®n en Delhi, tremenda metr¨®polis que supone adem¨¢s un admirable ejemplo de convivencia entre las diferentes religiones, castas y razas que hay en el pa¨ªs.
A primera vista todo en Delhi es caos, ruido y contaminaci¨®n, pero la estancia all¨ª acaba por convertirse en una de las mejores experiencias viajeras que se pueden vivir. Tras todo ese bullicio en apariencia interminable se esconden peque?os detalles repletos de espiritualidad que se mezclan con la vitalidad de sus gentes. Hay frases que uno escucha mucho a los habitantes de esta urbe. "En la India todo es posible" o "el dinero no es importante", sentencias en apariencia t¨®picas, pero que sobre el terreno demuestran realmente la filosof¨ªa de esta gran ciudad, una de las m¨¢s pobladas del mundo.
EL VIAJERO propone una ruta por diferentes ¨¢reas de Delhi, en las que la capital india exhibe dieciocho siglos de misterios, leyendas, tradiciones... y fascinantes bazares, por supuesto.
El recorrido comienza al Sur de Delhi, donde se encuentra el complejo Qutab (1) en el que destaca Qutab Minar, el minarete isl¨¢mico m¨¢s alto del mundo y el m¨¢s antiguo de la India. Levantado en el siglo XII, y declarado Patrimonio de la Humanidad, esta torre arenisca de m¨¢s de 72 metros, decorada con vers¨ªculos del Cor¨¢n y diversas tallas, se construy¨® sobre las ruinas de Lal Klot, la antigua ciudadela roja. Adem¨¢s, tambi¨¦n con una interesante mezquita, Quwwat-ul-Islam.
Remontar la calle de Aurobindio Marg sit¨²a al viajero en una de las entradas de Lodhi Gardens (2), uno de los jardines m¨¢s cuidados e impresionantes de la ciudad. Remanso de paz entre tanta vor¨¢gine de tr¨¢fico y poluci¨®n, este espacio verde -casi un oasis- muy concurrido por la clase alta, muestra una magn¨ªfica colecci¨®n de arbustos y ¨¢rboles tropicales, adem¨¢s de varios monumentos de arquitectura mogol, de la ¨¦poca del Sultanato Lodhi (1451-1526), quien da nombre al parque. Destacan las tumbas de Shish Gumbad y de Mohammed Shah, as¨ª como el mausoleo de Bara Gumbad.
La siguiente parada del recorrido aconseja salir a la calle Subramaniam Bharti Marg. Al final de ¨¦sta se alza Purana Qila (3), un viejo fuerte levantado sobre la antigua ciudad de los Pandavas del Mahabharata, que conforma un ejemplo m¨¢s de la convivencia entre el islamismo y el hinduismo con la mezcla de ambos estilos arquitect¨®nicos. No perderse el impresionante chattri, torre situada en la puerta oeste, pues ofrece una de las mejores vistas de la parte nueva de la ciudad.
A pocos metros, avanzando por la Avenida Shershah, se divisa otro de los s¨ªmbolos m¨¢s caracter¨ªsticos de Delhi, La Puerta India (4). Situada al principio de la avenida de Rajpath, los fines de semana se llena de familias que acuden a ver el atardecer tras este monumento, mientras arde la llama por los ca¨ªdos en la Primera Guerra Mundial. Y es que en esta zona se empiezan a ver los primeros restos del esp¨ªritu brit¨¢nico tan visible en Nueva Delhi, que durante a?os domin¨® la econom¨ªa de este pa¨ªs.
Pr¨®ximo a este monumento, est¨¢ el Museo Nacional que recoge en su interior m¨¢s de 5.000 a?os de arte entre las 200.000 piezas que se exhiben. Las diferentes colecciones que se muestran en su interior permiten conocer m¨¢s de cerca la historia y herencia de este pa¨ªs. Desde armas hasta manuscritos, sin olvidar los instrumentos musicales o el arte budista, todo el conjunto expositivo destilo el orgullo y la dignidad que caracteriza a sus gentes. Como es habitual en la India, si se quieren tomar fotograf¨ªas del interior deberemos pagar un extra adem¨¢s de la entrada.
Dentro ya del coraz¨®n de la ciudad se encuentra uno de las plazas m¨¢s famosas de Delhi, Connaught Place (5). Aqu¨ª est¨¢n ubicadas la mayor¨ªa de tiendas occidentales y es el mejor lugar para encontrar un buen caf¨¦ o disfrutar de una comida m¨¢s internacional y dar un "descanso" al est¨®mago. Aunque en el ¨²ltimo a?o la zona se ha visto castigada por varios atentados, ha sabido superarse, renovarse y seguir siendo uno de los centros neur¨¢lgicos de la zona de Nueva Delhi. La plaza y los alrededores concentran multitud de bares donde disfrutar tambi¨¦n de la noche, as¨ª como muchas salas en las que experimentar en primera persona el particular y genuino cine made in Bollywood, incluidas las curiosas costumbres de los hind¨²s, quienes, entre otras cosas, cantan las canciones de las pel¨ªculas durante su proyecci¨®n. Toda una experiencia.
Muy cerca de la plaza se puede visitar el Jantar Mantar (6), uno de los cinco observatorios astron¨®micos de la India mandados construir por Sawai Jai Singh II de Jaipur para averiguar las alineaciones planetarias y calcular as¨ª los mejores d¨ªas para realizar los ritos sagrados. Al entrar impresionan los numerosos elementos asignados a cada uno de los s¨ªmbolos del zod¨ªaco, que serv¨ªan para calcular la posici¨®n de los diferentes cuerpos celestes. Llama especialmente la atenci¨®n su construcci¨®n, ladrillo y mamposter¨ªa, debido a que su creador quer¨ªa huir de los errores que el lat¨®n y otros metales produc¨ªan en el c¨¢lculo. Entre todas las piezas sobresalen el Samrat Yantra, una esfera del sol; el Jai Prakash, para comprobar la posici¨®n del sol y de otros cuerpos celestes, y el Misra Yantra, una combinaci¨®n de cuatro admin¨ªculos cient¨ªficos.
Fuera ya de la parte m¨¢s inglesa de la capital, la Vieja Delhi despliega intensos aromas que impregnan sus calles, donde se mezclan multitud de colores, bicicletas y ese, en principio, odiado ruido, que acaba por convertirse en una deliciosa banda sonora que caracteriza a este pa¨ªs y, en particular, a su capital.
La mejor manera de contagiarse del car¨¢cter de sus habitantes es adentrarse en los bazares de la zona. El m¨¢s grande, situado en la calle principal de la parte vieja, es Chandni Chowk (7). El contagioso olor de la comida y especias a la venta, el ruido de los herreros o los brillos de las joyer¨ªas aturden al forastero mientras camina. Los saris impregnan de color las tiendas con sus sedas cuando el vendedor extiende de un golpe los retales ante los ojos del comprador. Rodeado de charlatanes, acr¨®batas, faquires, tragafuegos o encantadores de serpientes que montan su espect¨¢culo frente a las tiendas, el viajero se encuentra inmerso en un lugar donde el tiempo se detuvo en una ¨¦poca de magia y leyendas.
En las proximidades existen tambi¨¦n mercados m¨¢s peque?os y especializados. Podemos encontrar una calle donde s¨®lo es posible adquirir objetos de menaje para el hogar, otra en la que vendan instrumentos musicales o en medio de un infinito surtido de especias y t¨¦. En este sentido, los mejores son Khari Baoli, Chawri o Sadar Bazar. No hay que olvidar que en estos puestos impera el noble arte del regateo, y que, aunque lleva su tiempo, para los hind¨²s es un casi un rito sagrado a la hora de vender.
Cerca de estos mercadillos, se halla la mezquita m¨¢s grande de la India, Jama Masjid (8). Construida a mediados del siglo XVII, mezcla estilos arquitect¨®nicos mogoles e hind¨²es y cuenta con dos minaretes de 40 metros que custodian el templo. Est¨¢ situada en lo alto de una peque?a colina, lo que obliga a subir una escalinata para acceder, eso s¨ª, siempre fuera de las horas en las que est¨¢ cerrada para la oraci¨®n y, por supuesto, si se acude con un atuendo adecuado y recatado (nada de pantalones cortos). En su interior se hallan, nada menos, que las reliquias del propio Mahoma.
Justo en frente se yergue el Lal Qila (9), palacio de mediados del XVII tambi¨¦n conocido como el Fuerte Rojo, debido al color de sus muros de piedra arenisca. Llama la atenci¨®n uno de los espacios interior, dise?ado como una r¨¦plica del para¨ªso que describe el Cor¨¢n, as¨ª como el patio del Diwan, que alberga una copia del trono del rey Salom¨®n. Entre los numerosos pabellones que figuran dentro del recinto, destaca el dedicado a las mujeres Mumtaz Majal y Rang Majal, as¨ª como el hamman, unos ba?os de estilo turco con ornamentaciones mogoles, realizadas en m¨¢rmol y piedras de colores.
El final del recorrido se aleja de nuevo del centro para que huir del bullicio y encontrar otra ciudad muy diferente a la conocida hasta ahora: Majnu-Ka Tilla (10). En esta zona del norte de Delhi se encuentra un peque?o barrio conocido como la Colonia Tibetana. Rodeada por gruesos muros, parece encontrarse aparte y hace sentir al visitante que acaba de viajar, en apenas unos minutos, al pa¨ªs budista por excelencia. Una calle principal y dos paralelas conforman este peque?o T¨ªbet en miniatura, en el que cruzarse con los monjes budistas es algo habitual y pasear solo por la noche se convierte en un ejercicio seguro y relajante.
En la peque?a plaza de la colonia hay dos templos que merecen la pena, para pasear despu¨¦s por sus callejuelas, visitar peque?as tiendas y recorrer el mercadillo permanente de su calle principal. Sin agobios ni ruido, este lugar se convierte en el mejor camino para despedirse de una ciudad que, es en s¨ª misma, es una experiencia ¨²nica e inolvidable.
M¨¢s propuestas e informaci¨®n en la gu¨ªa de la India de EL VIAJERO
Gu¨ªa
D¨®nde comer
- Orient Express (Sardar Patel Marg, Hotel Taj Palace): En un vag¨®n del famoso tren podr¨¢s degustar comida internacional en un ambiente de lujo. Lo mejor, el caviar, la langosta y otros manjares a un precio elevado para la India, pero asequible para el viajero europeo. En el bar del tren se puede disfrutar m¨²sica de jazz en directo.
- Spicy by nature (15 A/55, Saraswati Marg): Gastronom¨ªa india, china y tailandesa, adem¨¢s de comida vegetariana, con men¨²s del d¨ªa. Precio medio: 350 rupias (6 euros).
- The Host (F-8 Connaught Place): Un restaurante acondicionado al que acuden mucha gente de clase media alta. Comida tradicional india. Precio medio: Entre 500 y 800 rupias (8-15 euros).
D¨®nde dormir
- Taj Mahal (1, Mansingh Road): Un lujoso hotel con todo tipo de comodidades como sal¨®n de belleza, librer¨ªa, piscina, etc... Desde 17.000 hasta 23000 rupias la noche (260-350 euros)
- Ashu Palace (12 A/34, Karol Bangh): Hotel con un servicio atento y traslado gratuito al aeropuerto para clientes. Se encuentra muy cerca de los bazares y dispone de una terraza con restaurante y vistas a la zona vieja de Delhi. Precio (incluido desayuno): 2500-4500 rupias (entre 30 y 50 euros).
- Wondheng House (15 A, Colonia Tibetana): Este peque?o pero acogedor hotel es uno de los m¨¢s populares de la zona. Es normal encontrarse monjes budistas hospedados en ¨¦l. Habitaciones con vistas al r¨ªo Yamuna y aparato antimosquitos. El precio de las habitaciones es muy barato, entre 200 y 500 rupias (3-8 euros). Merece la pena desayunar en su peque?o restaurante donde se puede degustar unas tortitas con pl¨¢tano o un buen t¨¦ acompa?ado de noodles.
C¨®mo moverse
- Rickshaws: Peque?os veh¨ªculos motorizados. La mejor opci¨®n para ir r¨¢pido si se trata de largas distancias y m¨¢s barato que un taxi.
- Cicloshaws: Bicicletas con un peque?o carrito, ideales para cortas distancias y para disfrutar del paisaje urbano.
Informaci¨®n
- Gu¨ªa Visual de la India, El Pa¨ªs Aguilar (2007)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.