Par¨ªs sin perder la camisa

Fue Enrique IV de Francia quien afirm¨® que "Par¨ªs bien merece una misa". Para los lectores de EL VIAJERO merece, sobre todo, una escapada de varios d¨ªas para conocer sus principales rincones y atractivos. Eso s¨ª, sin arruinarse en el intento. Por ello, adem¨¢s de recomendar los puntos m¨¢s interesantes de la capital francesa, los viajeros ayudan con algunos consejos para ahorrarse unos euros en una ciudad que no pasa por ser, precisamente, barata.

Para empezar, hay que soplar velas. Par¨ªs celebra estos d¨ªas el cumplea?os de uno de sus monumentos m¨¢s carism¨¢ticos, conocido probablemente en todo el mundo: la Torre Eiffel ya tiene 120 a?os. Esta obra de ingenier¨ªa es uno de los puntos m¨¢s visitados de la ciudad, porque como indica Carmen B¨¢rcenas, "aunque hay que guardar mucha cola, merece la pena por las vistas que ofrece". Una vez abajo, en el parque Champs de Mars, esta lectora recomienda comprar "una crepe y un refresco en alg¨²n puesto ambulante" y comer en el c¨¦sped mientras observas esta torre construida en conmemoraci¨®n de la Exposici¨®n Universal de 1889.

Justo detr¨¢s de este monumento, el r¨ªo Sena divide la ciudad, y cuando llegar el calor a la capital francesa, Bernard Gardena cuenta que sus orillas se llenan de tumbonas y arena artificial, para disfrutar de "una peculiar playa urbana y tomar el sol".

M¨¢s visitas culturales, porque Susana Bola?os propone ir al Museo de Orsay, y dejar a un lado el Louvre, si lo que te gusta es el arte impresionista. Situado en una antigua estaci¨®n de tren, exhibe "decenas de esculturas y pinturas" nada m¨¢s entrar, y en la ¨²ltima planta "obras de artistas como Jean-Fran?ois Millet, Ingres, Edouard Manet, Gustave Courbet, Delacroix, Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Paul Gauguin o Vincent Van Gogh, entre otros". Adem¨¢s, el museo cuenta con una terraza en la que se observa parte de la ciudad "en todo su esplendor".

Para conocer el Par¨ªs m¨¢s bohemio, Alberto Prats sugiere una visita al "imprescindible" barrio de Montmartre, cuya colina est¨¢ coronada por la Bas¨ªlica del Sagrado Coraz¨®n y a la que se puede acceder a trav¨¦s de un funicular, o si prefieres ahorrar, por las blancas escaleras que conducen a la entrada de esta iglesia. Este viajero destaca entre "sus estrechas y peque?as calles" dos caf¨¦s muy conocidos por su antig¨¹edad en la zona y ejemplos del esp¨ªritu que distingue a este barrio: L'Auberge y Le Consulat.

Bajo tierra

Otro de los puntos m¨¢s atractivos de la ciudad est¨¢ bajo tierra. Las Catacumbas, el cementerio m¨¢s famoso de la ciudad -con permiso del de P¨¨re-Lachaise-, est¨¢n formadas por t¨²neles y cuartos subterr¨¢neos en cuyas paredes se encuentran cientos de huesos a lo largo de unos 300 kil¨®metros, aunque Antonio T. avisa de que s¨®lo "se puede visitar un kil¨®metro y medio", y que normalmente "a la salida se registran los bolsos para asegurarse de que nadie se lleve un recuerdo". Este lector tambi¨¦n invita a buscar alguna de las entradas "clandestinas" que hay por Par¨ªs, y ahorrarse as¨ª el dinero de la entrada.

Para no perderte lo mejor de Par¨ªs, ?ngel Hidalgo Malag¨®n recomienda cuatro posibles recorridos. El primero, subir a la Torre Eiffel (lo mejor) y verla despu¨¦s iluminada desde la Plaza del Trocadero y despu¨¦s un paseo por el Sena. Visitar la Asamblea Nacional donde el Hotel Invalides. Una segunda ruta por el Sagrado Coraz¨®n y el Barrio de los Pintores. La tercera, museo del Louvre, Arco del Triunfo y los Campos El¨ªseos. La ¨²ltima, cultura e historia en Notre Dame, La Sorbona y el Centro Pompidou.

Para comer, Silvia Ab¨®s destaca la Creperie des Canettes, situada en el barrio de Saint Germain. Adem¨¢s de las "47 variedades de crepes saladas y dulces", el ambiente del local y su emplazamiento son dos razones m¨¢s para ir a comer a este restaurante. No obstante, si el presupuesto es reducido, ?ngel Hidalgo Malag¨®n aconseja comprar embutidos en el Mercadona y "pedir agua del grifo". Este lector, a su vez, aconseja tener cuidado al pedir bebidas alcoh¨®licas, ya que "su precio es prohibitivo" y nos podemos llevar una sorpresa al pagar la factura.

Como no puede ser de otra manera, despu¨¦s de tanto paseo hay que elegir un hotel agradable para un buen descanso, y para ello Ana Rey aconseja el Tryp Francois. Sus accidentadas vacaciones fueron m¨¢s llevaderas gracias al amable servicio y la "excelente ubicaci¨®n" de este hotel. Ana cuenta que fueron sus empleados quienes le ayudaron a organizar el traslado a Espa?a de su madre, quien sufri¨® un serio percance. "Nos dejaron quedarnos m¨¢s tiempo en la habitaci¨®n, a pesar de que se ten¨ªa que abandonar a las 12 horas". Todo un detalle.

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