Malta, epicentro mediterr¨¢neo
Estrat¨¦gica y codiciada por todos los imperios europeos desde la antig¨¹edad, este coqueto archipi¨¦lago sirve hoy al viajero un sugerente c¨®ctel que mezcla historia, cultura y deportes acu¨¢ticos en el centro justo del Mediterr¨¢neo.
La inconfundible y amarillenta caliza de las fortificaciones, iglesias y palacios de Malta ha sido testigo del devenir europeo desde hace tantos siglos, que caminar por las callejuelas de la Valletta, subir hasta lo alto de Mdina o recorrer a pie el amurallado acceso a la ciudad de Vittoriosa, se convierten en aut¨¦nticas lecciones de historia sobre el mismo suelo que pisaron los propios protagonistas de acontecimientos hoy casi legendarios.
Este peque?o archipi¨¦lago de codiciada situaci¨®n, tanto para conquistadores de la antig¨¹edad como para los cruceros que surcan hoy el Mediterr¨¢neo, ofrece, no obstante, algo m¨¢s que un turbulento pasado hist¨®rico. Desde did¨¢cticas estancias para el estudio de idiomas, hasta multitud de actividades con el mar como protagonista, los acantilados m¨¢s fant¨¢sticos y pueblos interiores donde desconectarse del mundo es casi autom¨¢tico.
Mezclando pasado y futuro de unas islas privilegiadas tambi¨¦n en lo gastron¨®mico, EL VIAJERO propone un recorrido por Malta y la vecina isla de Gozo, con mucha intenci¨®n: evitar la intensa densidad tur¨ªstica que inunda la isla durante la temporada alta de los grandes cruceros mediterr¨¢neos, para paladear sus atractivos al m¨¢ximo. Con unos pocos d¨ªas y un veh¨ªculo propio -alquileres asequibles, circulaci¨®n no tanto- es algo tan sencillo como gratificante.
Manhattan en pleno Mediterr¨¢neo
Viajamos a 1565. Los Caballeros de la Orden de San Juan consiguen repeler el Gran Sitio del imperio otomano desde la fortificada ciudad de Vittoriosa. Con la firme convicci¨®n de que los turcos volver¨¢n a intentarlo, el Gran Maestre de la Orden, Jean Parisot de la Valette, busca con urgencia un mejor baluarte donde defender la isla de pr¨®ximos ataques.
La soluci¨®n fue la cercana y peque?a pen¨ªnsula de Valletta, f¨¢cilmente fortificable y lo suficiente grande para acoger a la poblaci¨®n. Enclave defensivo ideal en aquel turbulento siglo XVI, es hoy la capital de Malta. Pocas ciudades concentran tanta historia en tan poco espacio, apenas un kil¨®metro de largo por medio de ancho, cuyo interior, un cuadriculado enrejado de calles, la han convertido en la Manhattan del Mediterr¨¢neo.
En Valletta es interesante visitar los legendarios albergues donde resid¨ªan los Caballeros de la Orden; comprobar el contraste entre el austero y militar exterior de la Cocatedral de San Juan y su recargado decorado interior; entrar en el Palacio del Gran Maestre, hoy sede del Parlamento, o visitar la Casa Rocca Piccola, herencia directa del siglo XVI, donde ver c¨®mo fue Valletta en sus or¨ªgenes: una peque?a lengua de tierra perfectamente amurallada con una yerma explanada en su interior.
Pero sobre todo, hay que recorrer sus callejuelas al atardecer, aislados del bullicio local y evitando la hora punta tur¨ªstica. Cuando el silencio se extiende por sus calles a la ca¨ªda del sol y sus aceras se vac¨ªan de almas. Entonces, se respira el aut¨¦ntico peso hist¨®rico de esta ciudad emblem¨¢tica, esa atm¨®sfera con olor a leyenda que desprenden las fachadas de a?eja caliza y las balconadas curtidas por el paso de los siglos y los acontecimientos.
Un ¨²ltimo consejo. Justo antes de que cierren, hay que asomarse a los Jardines de Barraca, creados en el siglo XVII para el relax de los caballeros, y lanzar la vista al otro lado del Gran Harbour, cuando las ¨²ltimas luces mediterr¨¢neas incendian las Tres Ciudades de Malta. Uno de los mejores tesoros que esconde esta isla se estampar¨¢ en la retina para siempre...
Mdina y Rabat
Adentrarse hacia el interior de la isla permite remontarse a¨²n m¨¢s en el pasado de Malta. Mdina nace como asentamiento en la edad del bronce, vio pasar a cartagineses y romanos -quienes la bautizaron como Melita- y pas¨® a dominio ¨¢rabe posteriormente, durante el que fue fortificada y rebautizada con su actual denominaci¨®n. De esta ¨¦poca todav¨ªa se conserva un arco ojival original (St. Peter Street). Desde lo alto de su muralla se domina la isla, con una amplia panor¨¢mica y el Mediterr¨¢neo de fondo.
Al cruzar la Puerta de Mdina y entrar en el recinto amurallado, descubriremos por qu¨¦ es conocida como la Ciudad del silencio. El mutismo de sus plazas cuando los turistas no abarrotan sus peque?as dimensiones es sobrecogedor, y permite disfrutar al m¨¢ximo de los hipn¨®ticos juegos de luces y sombras que el sol dibuja en sus fachadas ocres al colarse, desde lo alto, en sus estrechos callejones.
Esta inmersi¨®n en la historia de la isla nos lleva al Palazzo Falson, el segundo edificio m¨¢s antiguo que se conserva en la ciudad y que el aire medieval y estilo siciliano que la nobleza italiana, espa?ola y maltesa plasm¨® en la construcci¨®n de dichos palacetes desde el siglo XIII. El silencio se garantiza tambi¨¦n dentro de esta casa-museo: los menores de cinco a?os no pueden acceder, y hasta los doce a?os deben ir acompa?ados de un adulto.
Extramuros, se encuentra la localidad de Rabat, estrechamente ligada a la profunda devoci¨®n cat¨®lica de Malta (la isla presume de 365 iglesias edificadas, una para cada d¨ªa del a?o), ya que acoge la Gruta de San Pablo. Usada como c¨¢rcel en la ¨¦poca romana, San Pablo vivi¨® en ella tras su naufragio, y sobre ella se levant¨® la primera gran iglesia de la isla, dedicada tambi¨¦n al santo. La cueva tambi¨¦n da acceso a las catacumbas romanas, que se extienden bajo el suelo de Rabat. Un laberinto de corredores y c¨¢maras de varios kil¨®metros de extensi¨®n.
Noche en la Cottonera
?Se imaginan un ej¨¦rcito de 40.000 soldados turcos sedientos de victoria dirigi¨¦ndose hacia donde uno se encuentra? Probablemente es la sensaci¨®n que experimentaron los Caballeros de San Juan en las horas previas al Gran Sitio de 1565.
Aquel punto era la ciudad de Birgu, coronada en su punta por el Fuerte St. Angelo, y en la que los malteses resistieron el asedio otomano. Rebautizada como la Ciudad Vittoriosa, es una de denominadas Tres Ciudades de Malta, junto a Cospicua y Senglea, y primer asentamiento de la Orden en la isla.
Pero esta vez el recorrido por la Cottonera, tal y como se conoce a las tres ciudades, se aleja de tan turbulentos a?os, y propone disfrutar, con la alevos¨ªa que uno quiera, de la actual y animada nocturnidad maltesa. Adem¨¢s de incre¨ªbles vistas, esta zona ofrece multitud de bares y restaurantes donde disfrutar de la gastronom¨ªa local, de fuerte influencia italiana. Esta vez, las sugerencias pasan por la enoteca Del Borgo, donde podremos maridar la cocina maltesa con sus mejores caldos, as¨ª como el restaurante Riviera della Marina, especializado en pescados.
La ventana de Malta
El ritmo de vida cambia en Malta en apenas 15 minutos, los que emplea el ferry de l¨ªnea en conectar con la vecina isla Gozo. Segunda en importancia del archipi¨¦lago, este islote es, en comparaci¨®n con aquella, un remanso de paz fruto de una filosof¨ªa m¨¢s calmada de la vida, y donde los malteses realizan turismo interior (incluidas segundas residencias). Aislarse del mundo en alguno de sus pueblos es, literalmente, autom¨¢tico.
El batir del Mediterr¨¢neo ha cincelado la costa oeste de este islote uno de los grandes tesoros naturales de Malta, y gran reclamo tur¨ªstico, la Ventana azul, un espectacular arco de roca de unos 20 metros de altura. Imponente y fotog¨¦nico, es la joya de un litoral repleto de cuevas y pasadizos esculpidos por el mar sobre los acantilados, que se puede recorrer en peque?as embarcaciones de pescadores. Eso s¨ª, la enorme afluencia tur¨ªstica obliga a ser selectivos: hay que retrasar la visita a ¨²ltima hora del d¨ªa, cuando se evita el gent¨ªo y el atardecer ofrece las mejores luces de la jornada.
Victoria, la principal ciudad de Gozo, visible desde toda la isla, es un excelente destino para hacer tiempo hasta el ocaso. En especial, su visible Ciudadela, fortificaci¨®n levantada por los Caballeros de San Juan en el siglo XIV, como medida defensiva contras piratas y sarracenos. De hecho, durante casi un siglo se oblig¨® a la poblaci¨®n a dormir dentro del recinto por seguridad. Fuera de las murallas, merece la pena bucear en el curioso mercadillo de It-Tokk, la principal plaza de la ciudad, y aventurarse sin prisa por las plazas y callejuelas aleda?as.
Gozo re¨²ne m¨¢s puntos de inter¨¦s, como la mitol¨®gica Cueva de Calypso, ninfa que seg¨²n la Odisea de Homero retuvo en ella durante varios a?os al h¨¦roe Ulises; los templos de Ggantija, erigidos en el Neol¨ªtico, y los m¨¢s antiguos del mundo que se mantienen en pie sin sujeci¨®n artificial, o las est¨¦ticas salinas de Qbajjar, camino de Ramla bay, la playa de arena m¨¢s grande de Gozo, y un buen punto donde degustar el plato t¨ªpico malt¨¦s: stuffat tal-fenet , un guiso de conejo al borde del mar.
Para¨ªso del buceo
Entre Malta y Gozo, el islote de Comino, no habitado salvo en verano -un Hotel es su ¨²nica edificaci¨®n- es un im¨¢n para los amantes del mar, por encima y por debajo del agua. Son frecuentes las regatas deportivas para barcos de quilla o las carreras de yates, as¨ª como infinidad de veleros que por cuenta propia y de forma m¨¢s relajada recorren su espectacular Laguna Azul. Esta peque?a bah¨ªa de cristalinas y azules aguas, es un para¨ªso tanto para los amantes del buceo, como para los de la mera contemplaci¨®n de superficie. Infinidad de espectaculares arcos y puentes de roca se desperdigan por esta ¨¢rea de la costa oeste de Comino, visible desde el ferry que conecta Malta y Gozo.
Si sumergirse en tan atractivos bancos no fuera suficiente, prueben a escalar por los verticales acantilados que recortan las costas de Malta, Comino y Gozo, mientras el Mediterr¨¢neo bate justo debajo, perfilando constantemente la espectacular orograf¨ªa del rocoso litoral malt¨¦s. No se arrepentir¨¢n...
Gu¨ªa pr¨¢ctica
C¨®mo llegar
Vueling.com ofrece vuelos regulares desde Madrid durante los meses de abril y octubre de 2009.
Para comer
- Trattoria da Pippo (Melita St. 136, Valletta - 21 24 80 29).
- Enoteca Del Borgo (Saint Dominic St., Birgu-Vittoriosa - 21 80 37 10) delborgo@onvol.net
- Riviera della Marina (Vittoriosa Waterfront, Vittoriosa - 21 89 72 30) www.tritonmalta.com
Dormir
Las leyes malteses proh¨ªben la construcci¨®n de edificios superiores a tres alturas en dos tercios de la isla, por lo que la mayor¨ªa de hoteles y alojamientos tur¨ªsticos de la isla se concentran en los pueblos de St. Julian's y Sliema, muy pr¨®ximos a la capital, Valletta.
- Hotel Corinthia (St. George's bay , St. Julian's - 21 37 41 14) www.corinthia.com
Informaci¨®n
- Oficina Turismo de Malta - www.visitmalta.com
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