Desde el telef¨¦rico m¨¢s alto de Europa

Existe un buen motivo para que los taxistas de Zermatt no desesperen cada vez que alguno de los miles de visitantes que recalan cada a?o en este id¨ªlico pueblo del Valais suizo, se detiene sin previo aviso en mitad de la v¨ªa mientras alza la vista: el perfil bueno de la monta?a m¨¢s bonita del mundo, el Matterhorn, tiene la culpa. Y lo saben.

La segunda raz¨®n es que las calles pertenecen a quienes pasean y contemplan. ?ntegramente peatonal y sin coches (salvo limpios taxis el¨¦ctricos), la id¨ªlica estampa de este pueblo alpino carece de ruidos y humos alrededor. Una delicia para los sentidos y el deseo de relax y descanso despu¨¦s de una generosa jornada de esqu¨ª.

Hotel igl¨² con vistas al Matterhorn

Porque, adem¨¢s de todo lo anterior, Zermartt conforma uno de los mejores dominios esquiables de todo el arco alpino. Tres grandes ¨¢reas (Rothorn, Gornergrat y el Mattherhorn Glacier Paradise) que suman 350 kil¨®metros esquiables, casi un centenar de pistas, descensos sobre un glaciar que garantiza nieve todo el a?o y hasta el remonte de mayor altitud de Europa.

El soleado ambiente de Gornergrat resulta gratificante cuando el term¨®metro desciende por debajo de los 10 grados negativos. Un sinuoso tren cremallera conecta, para esquiadores y turistas, el centro de Zermatt con el punto m¨¢s alto de esta parte de la estaci¨®n, a 3.089 metros, equipado con un restaurante, un privilegiado mirador y un observatorio.

Hacia abajo, un largo descenso sobre recorridos de dificultad media y baja, para todo tipo de esquiadores. Y entre medias, diversas opciones para tomarse un respiro, como un coqueto hotel igl¨² (www.iglu-dorf.com), donde pasar la noche en plenas pistas.

Un glaciar bajo las tablas

Zermatt cuenta con el remonte m¨¢s alto de Europa, un a¨¦reo telef¨¦rico de vertiginoso ascenso que alcanza los 3.883 metros del Peque?o Matterhorn. Desde esta cota, punto m¨¢s alto del glaciar Theodul donde tambi¨¦n se ubica el hotel-restaurante m¨¢s alto del viejo continente (www.matterhornparadise.ch) , y una plataforma que proporciona una gratificante panor¨¢mica de 360 grados, con diversos gigantes alpinos a la vista, Matterhorn y Monte Rosa entre ellos.

Despu¨¦s llega el momento de lanzarse sobre el para¨ªso glaciar del Matterhorn. M¨¢s de de 2.000 mil metros de desnivel para un descenso de dificultad moderada, que culmina en las mismas calles de Zermatt y permite disfrutar de una nieve de aut¨¦ntico lujo con el imponente perfil del Matterhorn justo delante.

Historia, compras y espuma

Cuando el d¨ªa se apaga, Zermatt enciende propuestas m¨¢s vespertinas. La acristalada c¨²pula del Museo Matterhorn anticipa un recorrido fotogr¨¢fico bajo tierra por la historia del viejo Zermatt: un pueblo de recios granjeros en constante lucha contra los rigores invernales de este rinc¨®n alpino. Adem¨¢s, la muestra tambi¨¦n reconstruye ampliamente un hito hist¨®rico que marc¨® a los habitantes de esta coqueta villa, la primera y tr¨¢gica ascensi¨®n al Matterhorn en 1865, a cargo de una cordada de seis integrantes de los que s¨®lo regresaron dos, Edward Whymper entre ellos.

Luminosos escaparates de las m¨¢s distinguidas firmas de moda y complementos saturan las calles m¨¢s c¨¦ntricas para una tarde de compras digna de cualquier capital europea. Y para los m¨¢s espirituosos, Zermatt tambi¨¦n cuenta con una generosa oferta de bares y cafeter¨ªas donde tomarse una cerveza fr¨ªa, a pesar de la g?elida temperatura exterior.

Zermatt, para¨ªso para el esqu¨ª