Al acecho del escurridizo Banksy
Lo ¨²nico palpable de Banksy es que su obra puede ser admirada en las paredes y lugares p¨²blicos de medio mundo. Le seguimos de Londres a Australia
Su verdadera identidad es un misterio. Todo lo que sabemos de Banksy son conjeturas enmarcadas entre la realidad y la leyenda. Se ha dicho de este artista urbano que es blanco y mulato, calvo y rastafari, enano y de complexi¨®n media, uno y colectivo... omnipresente sin presencia. Una vez se crey¨® haberle fotografiado en Nueva York mientras hac¨ªa una de sus incursiones nocturnas en un museo para dejar su huella, pero ?era realmente ¨¦l?
Inicios en Bristol
Los primeros grafitis de Banksy empezaron a aparecer en la ciudad inglesa de Bristol en el a?o 93, quiz¨¢s porque fuese su lugar de nacimiento o simplemente porque as¨ª lo decidi¨® ¨¦l y fue la ciudad portuaria la que decidi¨® apropiarse por ello de su origen. No habiendo cumplido los veinte a?os, con su formaci¨®n como carnicero terminada, necesitaba expresar su visi¨®n de la sociedad de la ¨²nica forma que sab¨ªa hacer: con un spray en la mano y ganas de revoluci¨®n, de llamar la atenci¨®n y provocar, a veces con humor y muchas otras con transgresiones de lo pol¨ªticamente correcto. Viendo su obra se ve al autor, sea quien sea. De las numerosas muestras de arte callejero que ha dejado en Bristol y que a¨²n persisten nos quedamos con 'Desnudo', esta obra estuvo a punto de ser borrada, al final se consigui¨® salvarla y es que la representaci¨®n de un hombre desnudo colgado de la ventana de su amante en la pared del edificio de una cl¨ªnica sexual en Park Street no fue del gusto de todos los paseantes ni de las autoridades.
La huella cambiante en Londres
Sin cruzar el Canal de la Mancha, en Londres, podemos encontrar la huella de Banksy en muchos de sus barrios. Hay que tener la suerte de verlos cuando se visita la ciudad, al d¨ªa siguiente pueden haber desaparecido. El mural de Old Street Tube Station ha cambiado en los ¨²ltimos a?os varias veces, en un principio Banksy rindi¨® un homenaje a Pulp Fiction con Travolta y Jackson embutidos en una piel de pl¨¢tano (en el original que hab¨ªa sido borrado por el Ayuntamiento lo que hac¨ªan los personajes era empu?ar la fruta en lugar de la pistola), pero poco despu¨¦s el grafitero Ozone decidi¨® cubrir a Vincent y Jules con una pintada con su nombre y una cr¨ªtica. Esta historia no termin¨® ah¨ª, el joven Ozone falleci¨® en un tr¨¢gico accidente y, en honor a ¨¦l, Banksy pint¨® lo que hoy se puede observar: un angelote con un chaleco antibalas. En su web reconoci¨® que era una pena haber perdido a un gran cr¨ªtico de arte.
Banksy 'Dandee'
Desde sus inicios Banksy utiliz¨® plantillas para sus obras, pero no fue hasta principios del siglo XXI cuando empez¨® a hacerlas mucho m¨¢s elaboradas. Antes de que su fama llegase a cada esquina del mapamundi, en 2003, el artista pas¨® una temporada en Australia, donde la tradici¨®n de arte callejero de este pa¨ªs le acogi¨® con los brazos abiertos. En Melbourne dej¨® numerosas muestras de su paso, a¨²n se pueden contemplar en los espacios libres para desarrollar esta modalidad art¨ªstica. No todas. En primavera de 2010 el servicio de limpieza del ayuntamiento cometi¨® el gran error de 'limpiar' una de sus obras, la de una simp¨¢tica rata que saluda mientras bajaba en paraca¨ªdas. Una pena ya que esta obra era la ¨²nica que quedaba de su primera ¨¦poca en tierra de marsupiales. La protesta de los grafiteros de la ciudad australiana no se hizo esperar, inundaron de ratas de colores en paraca¨ªdas las paredes de Hosier Lane, donde se hab¨ªa borrado al roedor original. Ning¨²n flautista de Hamelin del ayuntamiento ha podido lustrar los muros ante esta invasi¨®n.
De la calle a las galer¨ªas pasando por Gaza
La fama llam¨® a la puerta con su primera exposici¨®n, fue en Londres en 2003, aqu¨ª dej¨® a todos los cr¨ªticos de la escena art¨ªstica impresionados con su particular visi¨®n del lienzo de Monet 'Nen¨²fares'. Este a?o tambi¨¦n lleg¨® a todo el mundo con la portada del ¨¢lbum 'Think Tank' del grupo de pop brit¨¢nico 'Blur'. Otra de sus muestras m¨¢s imponentes fue en Los ?ngeles, en la exposici¨®n "Barely Legal" donde present¨®, entre otros, el espacio "Un elefante en una habitaci¨®n", aqu¨ª Tai, un elefante aut¨¦ntico de 38 a?os pintado como un tapiz, ejerc¨ªa de s¨ªmbolo de la pobreza.
Desde entonces su trabajo salta de las calles de medio mundo (Boston, Nueva York, Viena, Par¨ªs, Israel, Los ?ngeles, Barcelona... )a las galer¨ªas de arte. Banksy pinta sobre lienzos y los vende muy bien. La famosa casa de subastas Sotherby's se encarga de poner sus obras en manos de particulares, a muy buen precio, y las celebrities de Hollywood ans¨ªan tener un Banksy en las paredes de ladrillo visto de su sal¨®n. Su faceta m¨¢s comercial no ha repercutido en seguir dejando su impronta donde cree que es necesario. Unos de los murales que m¨¢s ampollas levantaron, en su l¨ªnea de compromiso pol¨ªtico, fueron los que realiz¨® en el muro que separa Palestina de Israel. El denominador com¨²n de estas pinturas suele ser un cielo muy azul que rompe con el gris de la fortificaci¨®n.
Uno de sus m¨²ltiples actos contestatarios ha pasado por Springfield. Su sat¨ªrica cr¨ªtica de la sociedad ha llegado a 'Los Simpsons'. En la presentaci¨®n inicial del cap¨ªtulo 'Money Bart' de la temporada 22, Banksy muestra un t¨¦trico escenario donde empleados surcoreanos trabajan en una f¨¢brica de productos de merchandising de los Simpsons, un unicornio moribundo y un oso panda completan la escena. La emisi¨®n de este cap¨ªtulo se retras¨®, aunque finalmente decidi¨® emitirse.
?En tierras espa?olas?
Las interrogantes acompa?an a Banksy en todas y cada una de sus famosas 'pintadas'. No se sabe a ciencia cierta si son suyas, aunque en nuestras fronteras s¨ª que se ha llegado a defender su autor¨ªa en m¨¢s de una sobre todo en Barcelona. La m¨¢s reciente fue el pasado mes de septiembre cuando justo un d¨ªa despu¨¦s de presentarse su documental 'Exit through the gift shop' en el festival de Cine de San Sebasti¨¢n aparec¨ªa en la calle Gaztelubide, de dicha ciudad, una pintura que no tard¨® en atribu¨ªrsele. Por si acaso el Ayuntamiento decidi¨® no borrarla, lo que no se hizo esperar, fuese o no un original del escurridizo artista, es haberse llenado ese grafiti de pintadas poco est¨¦ticas. Al fin y al cabo tambi¨¦n se trataba de arte ?no? Al ver esto, el Ayuntamiento dio marcha atr¨¢s y hace un par de semanas limpi¨® la pared. Ahora s¨®lo puede intuirse de la obra un transl¨²cido marco que ya no es incomparable.
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